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jueves, 28 de enero de 2016

30 días de oscuridad, el anti Crepúsculo

En los últimos veinte años, año arriba, año abajo, el mundo del celuloide se ha nutrido de historias salidas de la industria del cómic, unas veces con más fortuna que otras e incluso en muchas ocasiones ni siquiera sabemos que lo que estamos viendo no es una trama original de los guionistas del film. Seguramente es lo que a muchos nos pasó en su momento con esta historia de vampiros que, al menos, tiene algo tremendamente original y que lo desmarca de otros, esto es, que los hominis nocturna aprovechan un suceso ambiental como es el hecho de que el pueblo esté situado en una zona donde tienen un mes completo de noche.
Aunque durante los primeros minutos se nos presente a algunos de los habitantes del pueblo para que podamos identificarnos de algún modo con ellos, aquí ni vamos a tener unos vampiros con problemas hormonales adolescentes, ni tampoco esos otros con clase y gran atractivo erótico que es la imagen más arquetípica de los chupasangre.
Steve Niles, autor de la obra original y que participa en el guión de la cinta, opta por unos vampiros brutales, casi animales, que recuerdan a los típicos apocalipsis zombi e incluso se nos muestra de esa forma en una maravillosa escena cenital, para amantes del género, a la que el blanco de la nieve ayuda a ser más impactante.
En lo referente a la ambientación y a la apariencia de los monstruos he de reconocer que esta producción me parece notable pero, en este nuevo visionado años después, me doy cuenta de que hay muchas cosas que se dan por supuestas para el espectador y que tengo entendido, tras consultar la red, que en el cómic si se dejaban claras. Esto hace que algunas de las situaciones en la pantalla desconcierten un tanto e incluso puedan parecer muy poco creíbles, dentro de lo increíble que de por sí es lo que estamos viendo. La ficción a veces necesita de un poco más de atención al detalle, más que nada porque no todo el que se siente a ver el film conocerá la historia de antes.
Hay que dejar claro, no obstante, que esa debilidad argumental no le resta un ápice de calidad en lo que es, terror de Serie B con muchas escenas que encantarán a quienes crecimos con esas pelis en los ochenta y noventa o lo han descubierto ahora pero que se harán excesivas e incluso asquerositas para quienes sean un poco sensibles con estos temas.
En definitiva, terror entretenido, con un reparto que cumple con lo que se puede esperar de ellos en un producto así pero que va perdiendo mucho fuelle hacia una resolución que a mi, personalmente, me pareció lo más flojo de la cinta con bastante diferencia. Recomendable para quienes disfruten del uso de litro y litros de sangre en pantalla.

martes, 26 de enero de 2016

Sherlock Holmes: Juego de Sombras y de repetición

Al final de la primera incursión de Ritchie en el universo de Holmes nos quedamos con las ganas de disfrutar de Moriarty y en esta ocasión nos vamos a desquitar, puesto que todo va a girar en torno al enfrentamiento entre las dos brillantes mentes de estos dos personajes que, probablemente, Conan Doyle no imaginó de esta manera, sobre todo un villano tan sádico como veremos en algunos momentos que es este profesor interpretado por Jared Harris, que he de reconocer que es un actor que no termina de llegarme.
En todo caso, de nuevo lo más importante es la relación entre Sherlock y Watson y cómo van lidiando con el día a día mientras intentan resolver el caso más importante de la vida del detective, en sus propias palabras, que generará muchas situaciones hilarantes. En este caso además el humor, bastante british, viene también de la mano de Stephen Fry, un actor al que siempre disfruto cada vez que sale en pantalla, a pesar de que no le conozco de momento más que papeles secundarios.
Seguramente, algo que suele pasar en la mayor parte de secuelas, el principal problema de esta segunda entrega es que ya casi nada nos va a resultar sorprendente y, aunque seguimos teniendo una ambientación maravillosa, es como ver una "Misión: Imposible" ambientada en los tiempos previos a la Primera Guerra Mundial.
Con estas cosas no quiero decir que la película no esté a la altura de lo mínimo exigible, porque es tremendamente ágil y entretenida, al igual que su predecesora, pero da la sensación de que lo que una tiene, a la otra le falta. Me refiero a que la trama de la anterior era mejor en términos generales pero el némesis de Holmes no terminaba de tener todo el carisma necesario y, ahora que si nos dan a un malvado a su altura, la historia está algo menos elaborada.
Si en algo salimos ganando es con la presencia de Noomi Rapace, que aunque con un personaje quizá poco creíble dentro de la trama, imprime mucha más fuerza y personalidad que ninguna de las otras féminas que hemos tenido en el reparto de estos films. Cierto es que Kelly Reilly adquiere más protagonismo aquí pero sigue sin ser más que un hilo conductor en la relación entre los auténticos protagonistas que son Downey Jr. y Jude Law.
Entre los demás aspectos siguen siendo destacables tanto la banda sonora como las escenas en slow motion, aunque estas últimas tienden ahora más al uso habitual como el que viéramos en Matrix hace ya mucho o en la madre de las pelis que usan este recurso como es 300; vamos, que antes Ritchie las usaba para plasmarnos los pensamientos de Sherlock y ahora tira de ellas también para que determinadas escenas de acción ganen espectacularidad y veamos por donde silba cada bala y cómo vuelan las astillas alrededor de nuestros queridos personajes.
En resumidas cuentas, una continuación más que digna aunque mejorable en algunos aspectos que supongo que todos esperábamos que nos dejaran más satisfechos, sobre todo por la inclusión de Moriarty, pero que solo ya por el hecho de su pareja protagonista y por la forma de rodar de Ritchie, si os gusta, merece la pena disfrutar.

lunes, 25 de enero de 2016

JOAN FONTAINE, ¿LA REBECA MAS CÁLIDA?


Hija de expatriados británicos Joan de Beauvoir de Havilland, nació un 22 de octubre de 1917 en Tokio, Japón. Tanto ella como su hermana, la también famosa Olivia de Havilland, recibieron una espartana educación con una madre formada como actriz en la Real Academia de Arte Dramático que las obligaba a recitar a Shakespeare con perfecta dicción, de lo contrario recibían golpes en los nudillos.
Sus primeros pinitos en el mundo de la interpretación fueron en el teatro con dieciocho años y su debut en el cine fue con alias, Joan Burfield y Joan St. John después de estudiar arte dramático (a este respecto he encontrado informaciones contradictorias sobre el lugar, así que omito este detalle). Katherine Hepburn la puso en contacto con un productor de la RKO que le consiguió  un papel en la película "Olivia" en 1937 en la que la propia Hepburn participaba.
Comenzó a recibir cierta notoriedad a partir de un papel junto a Fred Astaire en "Señorita en Desgracia". Como consecuencia recibió papeles de cierta relevancia como en "Gunga Din" junto a mi adorado Cary Grant o en "Mujeres" de la mano del director George Cukor. Pero sin duda su salto a la fama lo dio en 1940 interpretando a la cándida, tímida y dulce Rebeca en la película de mismo nombre dirigida por el maestro Hichtcock. Gracias a esta interpretación recibió su primera nominación al Oscar.
Fue su aspecto dulce lo que hizo que recibiera mas papeles de semejante calado llegando a quedarse encasillada.  Es curioso este hecho con respecto a su apariencia ya que era bien conocida por su afilada lengua y su enconado enfrentamiento con su hermana Olivia de Havilland, enemigas hasta la muerte. Ella misma dijo que su hermana era un león y ella un tigre y según las leyes de la jungla jamas podrían ser amigas.
Solo un año después de Rebeca y de nuevo de la mano del maestro del suspense protagonizó "Sospecha"  una vez mas junto a Grant, pasando a englosar la lista de rubias de tito Alfred. Su magnifica interpretación le reportó un Oscar a la edad de veinticuatro años, siendo la actriz mas joven en recibir el preciado galardón en la época dorada de Hollywood.
Su tercera nominación la obtuvo con el director Edmund Goulding, por su trabajo en "La Ninfa Constante". Papel por cierto que logró mientras paseaba con su marido, también del mundo del celuloide, gracias a un desaliñado aspecto que hizo que el director se fijara en ella y la propusiera para el rol antes incluso de que la llegara a reconocer, tal era su apariencia.
En 1947 salió de su encasillamiento de mujer tímida interpretando roles perversos y malvados como en "Ivy" (Abismos) de Sam Wood o "Nacida Para el Mal" de Nicholas Ray.
En los años cincuenta se vio envuelta en un escándalo a raíz de su papel en "Isla al Sol"
junto a Harry Belafonte. Según palabras de la propia actriz "fue una cinta que se anticipo a su tiempo. El beso que Harry Belafonte, actor de raza negra, y ella se dan, levantó ampollas
llegando a recibir denuncias y amenazas de todas las ligas de la decencia incluido el KuKuxKlan. Resultaba chocante una escena en la que un negro en aquella época entrara en un restaurante para blancos y mas aun que se besara con una mujer blanca. Era demasiado para una América tan puritana".
Cuando Joan Fontaine le concedió una entrevista a Terenci Moix, (gracias a él llegue a conocer innumerables anécdotas de la época dorada de Hollywood) hablaba de sus diferentes compañeros de reparto como Orson Welles con el que coincidio en "Jane Eyre", definiéndole como un hombre muy difícil al que se le notaba que no disfrutaba actuando.  De Laurence Olivier, su compañero en "Rebeca", comentó que era magnífico y que Charles Boyer, su partenaire en "La Ninfa Constante", era un hombre dulce y gentil que se preocupaba por la interpretación de ella facilitándole el trabajo lo máximo posible. Otras grandes cintas de la actriz son "Ivanhoe"de Richard Thorpe  y "Otelo" de Orson Welles en 1952.
Casada y divorciada cuatro veces consideraba que el matrimonio terminaba en el momento que escuchaba la marcha nupcial. Tuvo dos hijas y además fue una excelente piloto profesional.
Joan Fontaine falleció en su casa de California el 16 de diciembre de 2013, sera siempre recordada por "Rebeca" llegando a dar nombre a la prenda que la actriz luce durante gran parte del metraje.

sábado, 23 de enero de 2016

Sherlock Holmes, a lo "badass"

Sobre el detective más conocido del mundo gracias a la pluma de Conan Doyle hemos tenido ya numerosas versiones en cine, series e incluso dibujos animados, donde destaca un manga/anime llamado "Detective Conan" y que recomiendo fervientemente. Eso si, no es tan para todos los públicos como la otra serie de animación que a todos nos viene a la memoria.
Si retornamos a lo que nos atañe hoy, que es la visión del personaje y de su mundo que nos trajo Ritchie hace ya unos añitos, nos daremos cuenta que es seguramente la menos ortodoxa pero claro, ¿alguien esperaba que con este director y el elegido como protagonista íbamos a tener un Holmes totalmente al uso?
Lo cierto es que no hay nadie mejor que Downey Jr. para hacer de un personaje canalla, con el añadido aquí de la misoginia y la incapacidad casi total de adaptarse a los convencionalismos sociales del detective, lo cual hace que Sherlock nos resulte a la vez odioso pero también atractivo por sus virtudes como investigador y por su lucha denodada contra el crimen.
Como no he leído las novelas no sé hasta qué punto el guión se inspira en ellas más allá de ambientarse en Londres, genial por cierto la recreación de aquella época, y los demás lugares comunes como pueden ser el 221 de la Calle Baker o el resto de personajes que aparecen, más allá de Watson/Jude Law, pero si que me parece un acierto escoger una trama oscura y con toques más adultos de lo que el cine comercial nos tiene acostumbrados. No es que haya nada novedoso en lo que se nos cuenta pero al menos tenemos esa manera tan peculiar de Ritchie a la hora del montaje de escenas que no nos resultará extraña si hemos disfrutado ya de otras de sus obras anteriores.
Además del ritmo de la película, quizá demasiada acción para lo que muchos esperaran tratándose de este detective, es obvio que lo mejor es su reparto, con un Downey Jr. que lleva ya un tiempo en estado de gracia, un Jude Law que vale lo mismo para un roto que para un descosido y unos secundarios donde destacan Mark Strong, a pesar de que como némesis queda un poco lejos de Holmes, y una Rachel McAdams que aporta el toque femenino imprescindible.
A pesar de que no han inventado nada, si es de agradecer la decisión de usar las escenas "slow motion" de una manera muy diferente a lo que estamos acostumbrados. Aquí veremos cómo Sherlock racionaliza y analiza las acciones a llevar a cabo en las situaciones de combate antes de ponerlas en práctica. A mi al menos es un recurso que me dejó buen sabor de boca.
En definitiva, nos encontramos con una versión de Holmes que es sumamente entretenida, con una trama y un elenco que te dejan más satisfecho que en la mayoría de blockbusters con más nombre y presupuesto. Eso sí, si esperas a un detective lupa en mano y pipa en boca casi todo el tiempo y diciendo "Elemental querido Watson" es muy posible que esta película no sea para ti.

viernes, 22 de enero de 2016

Rebeca, mejor si hubiera sido chalequito

La lista es tan larga y las obras maestras tantas que resulta sumamente difícil escoger una película para nuestra noche de clásicos, aunque independientemente de cuál sea es siempre una noche mágica y especial, tan especial como tú querido. Así que en esta ocasión me decanté por esta cinta de Hichtcock  de perturbador comienzo que yo definiría como un melodrama gótico. Nuestra protagonista, Joan Fontaine, es una joven humilde que trabaja como dama de compañía de una ricachona ligeramente déspota. Durante una de sus visitas a Montecarlo conoce al rico y viudo Maxim de Winter/Laurence Olivier. Su enamoramiento es tal que de inmediato se casan trasladándose a la mansión Manderley donde una más que inquietante ama de llaves le recordará constantemente la hermosura y elegancia de la anterior Sra. de Winter, Rebeca.
La primera parte hasta que finalmente se trasladan a la mansión resulta realmente tediosa y falta de fluidez, digamos que carece del encanto que se presume a un flechazo de este calibre, como una Cenicienta y su príncipe. Laurence Olivier me parece muy forzado en su papel, sin un ápice de química con su pareja cinematográfica, resultando sus escenas amorosas como si estuviera besando a una mugrienta y harapienta Cenicienta.  Joan Fontaine encarnando la joven y tímida esposa  de pocos arrestos, realiza bajo mi punto de vista una buena interpretación aunque en más de una ocasión dan ganas de zarandearla para que espabile. La palma se la lleva el ama de llaves, la Sra. Danvers/Judith Andersson con un rostro que raya en la locura y una relación un tanto enfermiza con la anterior Sra. de Winter. La música de la cinta me gustó mucho desde el primer momento y como en muchas otras obras del cine clásico, seguramente muy conocida por muchos de vosotros. A pesar de todo lo comentado considero que aunque es una buena película dista mucho de ser de las mejores de Hichtcock bajo mi humilde punto de vista. Ganadora de dos Oscar, a mejor película y mejor fotografía, es de esos clásicos que bien merece al menos un visionado. Por suerte para mí ningún ama de llaves me dirá que las habitaciones del Motel están decoradas al gusto de la anterior Sra. Purgatorio, porque la Sra. Purgatorio soy yo.
Como ya ves, la habitación que es tuya en exclusiva siguió tal y como la dejaste cuando tuviste que irte pero ni hubo antes no habrá después ninguna otra Sra. Purgatorio. Lo de la decoración además lo dejo totalmente en tus manos. igual que la elección de los clásicos, porque ya sabes que esos temas a mi se me dan mal tirando a fatal.
Es muy difícil aportar algo distinto a lo que ha dicho mi amada porque realmente creo que para pocos resultará difícil darse cuenta de que en este film a "Tito Alfred" se le nota que eso de hacer introducciones largas en sus historias no le funciona excesivamente bien. Si nos damos cuenta, es un director que siempre nos mete muy rápido en el meollo del asunto y opino que si la cinta hubiera empezado cuando los recién casados llegan a esa mansión que asusta nada más verla, igual que a la joven protagonista, no nos habríamos perdido nada y la manera de ser de la segunda Sra. de Winter habría quedado bastante clara en la interacción con el servicio de la casa y con su marido.
Es impactante para mi ver tan poca química en estos visionados de cine clásico como la que vemos entre Olivier y Fontaine, dándome la impresión incluso en algún momento que cuando él intenta ser cariñoso con ella por una escena, la joven de alguna manera lo aparta de sí. Es que generalmente en estas películas transmiten tanta pasión y tanto deseo con tan poco que me noto que me falta algo cuando eso no sucede. Además he de decir que al menos en esta cinta ninguno de los dos que encabezan el reparto me ha dejado esa sensación que si me dejaron Audrey Hepburn, Cary Grant o tantos otros. Incluso me atrevería a decir que me quedo con los secundarios pues me dejaron mucho más satisfecho en términos generales.
En los aspectos técnicos si que considero que Hitchcock vuelve a demostrar que es un genio del suspense, con planos geniales, juegos de luces y sombras impresionantes y sabiendo esconder el giro muy bien casi hasta el final para sorprendernos y que suframos con esa muchacha que no sabe muy bien qué hace en esa casa ni en ese matrimonio y que demuestra en el último tercio del metraje una fuerza y una personalidad inesperadas.
Un buen film, como suele ser habitual en el que me atrevo a decir a falta de ver muchos clásicos, que difícilmente será desbancado como mi director favorito, que habría sido mucho más redondo simplemente con acortar bastante la parte inicial y cumplir esa frase que se atribuye al maestro de que ninguna película debe durar más de lo que aguante la vejiga humana. Qué ganas de la próxima peli cariño con ese caprichito que me has permitido :)

jueves, 21 de enero de 2016

Hotel Transilvania, maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas de lo mismo

Llevamos ya muchos años en que la animación no es un coto privado de dos o tres productoras, lo cual ha aumentado la variedad temática de los films y también la cantidad de ellos que llegan a nuestras salas. Generalmente siempre satisfacen al principal público objetivo y, como suelo decir, me parece injusto tildar de infantil a determinados productos de esa parte de la industria del celuloide que es obvio que están dirigidos a ellos. A mi también me gusta poder sentarme a ver una cinta de lo que antes nos conformábamos con llamar dibujos animados y que me llegue y me entretenga como adulto pero por desgracia no siempre es así.
Hotel Transilvania trata de cambiarnos de tercio dando el protagonismo y el lado bondadoso a los monstruos que tan malos hacemos creer a los peques que son, como hiciera Pixar ya en su momento, tirando de los clichés del cine de terror clásico, esto es, Drácula, hombre lobo, la momia, Frankenstein e incluso el difícil de ver hombre invisible. Vale prometo intentar hacer un chiste mejor la próxima vez.
En ese aspecto, en el de los seres que pululan por el castillo/hotel, pienso que el trabajo técnico está a un nivel notable y dándoles a todos un toque que los hace perfectamente soportables para críos de todas las edades que ya sabemos que luego los hay que se asustan con muy poquita cosa. Yo es que empecé a llevar a los míos en cuanto rondaron los tres años y tengo ese aspecto en cuenta a la hora de meterme en una sala con ellos.
La historia es simple, quizá demasiado para lo que buscamos a día de hoy en la animación de cierta enjundia pero se centra en la transmisión de valores que tan buen resultado da casi siempre, si pensamos a quién va dirigida la trama. El problema es que para padres exigentes o adultos que gusten de este género o la hayan escogido para llevar al sobrino, nieto, etc. se le puede acabar haciendo aburrida. A mi me lo pareció por momentos y creo que todo es excesivamente predecible, sin riesgo de ningún tipo que le aporte un poco de tensión a ninguno de los actos de la película. No pido dramas exagerados ni mucho menos como pudiera haber en Bambi o en otras mucho más recientes, Up o Big Hero 6 por ejemplo, pero incluso cuando trata de llevarnos un poco por ese camino lo despacha todo tan de un plumazo que dices, pues vale.
Por lo tanto no os voy a decir que sea una mala película ni mucho menos porque se nota el trabajo en muchos aspectos y está claramente enfocada a los niños, algo que se ve a la legua solo por la estética, pero incluso así, pienso que las hay más entretenidas a ese mismo nivel o que al menos los personajes consiguen algo más de carisma al estar más desarrollados. Preferiblemente para disfrutarla en familia.

miércoles, 20 de enero de 2016

Imparable, pura adrenalina

Ves un título como ese, totalmente fiel al original por cierto, y ves que la cosa va de trenes y te preguntas cómo conseguirán que una historia así, basada en hechos reales, conseguirá mantenerte pendiente de la pantalla y pegado al sofá. La respuesta es adrenalina y química.
Salvo por la presentación de la situación y de los personajes, que es algo más pausada y que no dura demasiado, el ritmo de la película es frenético de principio a fin, algo que es evidente que a Tony Scott se la da pero que muy bien, lo mismo que rodar con Denzel, con el que ha coincidido en varias de sus obras y curiosamente la anterior también de trenes. Quizá sea de esos directores a los que se pueda tildar de "videoclipero" pero es de los que sabe hacerlo sin dejar totalmente de lado la trama, que aunque simple, hace que consigas conectar con los dos protagonistas.
Es ahí, con el dúo Washington/Pine, donde llegamos a la química. Es sorprendente cómo conectan tanto sus personajes, como ellos mismos seguramente, en los momentos que comparten dentro de la cabina del tren, tanto en los más distendidos como en los más tensos o dramáticos. En el sentido de las actuaciones, muy logradas ambas aunque con ventaja para Denzel como era de esperar, he de decir que nunca dejo de maravillarme del trabajo de caracterización que hace la práctica totalidad de grandes actores del otro lado del charco, si lo comparamos con lo que muchos que alcanzan el estrellato aquí en nuestro país. En concreto me refiero a algo que se puede apreciar cuando ya has visto unas cuantas cintas en VO de un actor en concreto y flipas, yo al menos lo hago, con lo diferente que suena al interpretar a un piloto de avión, "El vuelo", y aquí que es un trabajador ferroviario que lleva casi treinta años moviéndose en un entorno que al final se nota hasta en tu manera de hablar. Seamos sinceros aquí, salvo honrosas excepciones, nuestros actores y actrices suenan lo mismo si son albañiles que si son directivos de empresa, o si la historia se ambienta en la actualidad que en los años veinte del siglo pasado y eso es algo que es cuestión de trabajo y no solo de talento. Quizá a alguno le pueda parecer algo carente de importancia pero yo creo que eso ayuda a que el propio intérprete destaque y a darle más cuerpo a un film que sin esos pequeños detalles podría acabar siendo del montón.
En el resto de aspectos es difícil destacar nada aunque todos cumplen con su función, con unos secundarios provenientes de series principalmente, encabezados por una Rosario Dawson que imagino que muchos agradecerán ver en pantalla y un Harry Gregson-Williams que demuestra una vez más su solvencia para crear partituras que no alcanzan a las de las grandes ligas pero que siempre dotan de cierta personalidad a todos los videojuegos y films en los que participa.
No esperaba nada de esta película y quizá por eso me sorprendió muy gratamente, sobre todo porque consiguió mantenerme en tensión y pendiente de lo que sucedía durante la hora y cuarenta minutos que dura, que se me pasó en un visto y no visto. Claramente no es una cinta profunda ni que vaya a quedar en los anales pero demuestra que cuando se sabe lo que se hace, el entretenimiento puro y duro puede ser algo muy disfrutable y reivindicable.

lunes, 18 de enero de 2016

Tropic Thunder, ¡una guerra muy perra! La parodia se perdió por el camino

Del grupito este de cómicos de "caca, culo, pedo, pis" o similar, Stiller es al único que realmente soporto y que incluso alguna de sus comedias me parecen muy dignas y disfrutables así que entre eso y el resto del reparto y que mucha gente hablaba bien de esta película como parodia del cine bélico quise darle la oportunidad.
Es esta una de esas cintas que puede desconcertarte en los primeros minutos, porque te meten sin previo aviso los falsos trailers, donde se nos presenta a los actores/personajes que van a ser quienes participen en ese rodaje en plena selva que es la parte central del guión. Una vez superado eso entramos en una trama que, como parodia, va de más a menos claramente a mi modesto entender.
La historia evidentemente es muy básica y en el primer tercio del metraje da la impresión de que estamos ante una "Lo que sea Movie" pero con algo más de empaque. El problema a partir de ahí es que, a diferencia de las típicas sátiras, esta empieza a tomarse medio en serio a sí misma o a dejar de buscar la vis cómica para convertirse casi en un alegato en favor de esos actores a los que no se tiene en consideración más allá de su "encasillamiento". Porque seamos sinceros, salvo algunos que hacen cameos, como Cruise, Nolte o McConaughey, que han tenido unas carreras más variadas, el resto, incluido Downey Junior antes de su resurgir, prácticamente han demostrado servir solo para un único género.
Aun con todo, el reparto es lo mejor con diferencia, sobre todo nuestro "Iron Man" que al ser el que más minutos disfruta en pantalla de los que más cartel tiene, acaba demostrando que está a años luz en calidad interpretativa de gente como Stiller o Jack Black.
Conforme pasaban los minutos, el film se me hacía más y más pesado, incluso me aburrí en el tramo final a pesar de que intentan recuperar el tono jocoso con un humor de menos calado que el que nos brindaron en la parte inicial. Creo que decir que una comedia ha terminado incluso aburriéndote es lo peor que uno puede decir de ella pero es la pura realidad.
Como este es un género en el cine que depende mucho de cada uno, lo mejor es que juzguéis por vosotros mismos, igual que quise hacer yo. En mi caso no repetiría ni la recomendaría especialmente pero soy consciente de que este tipo de cintas tiene un público muy fiel que hace que nos sigan llegando año tras año. Si pudiera darle un consejo a Stiller sería que cuando se quiere parodiar y buscar la carcajada lo mejor es no olvidarse a mitad de ruta que eso es lo que se estaba haciendo y no un producto que en muchos momentos parece no saber muy bien en qué terreno se mueve o quiere moverse.

domingo, 17 de enero de 2016

Django desencadenado, al final faltaron las cadenas

Que Tarantino se moría por hacer un western y la mayoría de nosotros por verlo, con ese toque que solo el sabe dar a todo lo que rueda, es algo indudable y con Django él se quitó esa espinita y nosotros pudimos disfrutarlo.
Repleta de homenajes al género y de cosas que no le pegan ni con cola, hay canciones de la banda sonora que pertenecen más a barrios chungos de los EEUU que al "far west", estamos ante una cinta con las señas de identidad típicas de Quentin, esto es, un cuidado visual extremos, una sangre exagerada hasta el extremo y unos diálogos magníficos. Ah, se me olvidaba, también tenemos un reparto coral donde al menos en dos o tres personajes es difícil decidir si encuadrarlos en el rol de secundarios o si comparten el protagonismo de la historia.
Nos encontramos con una historia directa y que avanza a buen ritmo, manteniendo nuestro interés al tiempo que conocemos con cierta profundidad a los personajes principales pero también a todos los que les rodean, con momentos impagables como la llegada a la plantación regentada por Big Daddy/Don Johnson, con una conversación para enmarcar y que además pone de manifiesto lo estúpido de los principios en que se basaban los esclavistas para justificarse. También memorable la reunión posterior con la que al menos yo me parto la caja cosa mala.
Después de ese notable primer acto llega un segundo sobresaliente, donde vamos a encontrarnos a un tiempo con las tres joyas de la corona de este film, con todos mis respetos a Foxx, que no son otros que Waltz, DiCaprio y Samuel L. Jackson. La manera en la que dotan de esa personalidad y esas variantes a personajes tan estereotipados me pareció deliciosa y ya si la estás viendo en versión original, lo de Jackson es para quitarse el sombrero y hacerle una y mil reverencias. A veces no llega para un premio pero no puedo dejar de ver algo que roza la perfección en los pocos minutos, teniendo en cuenta la duración de la cinta, de que disfruta este actor.
Esta ha sido la segunda vez que veo Django y me ha vuelto a suceder lo mismo, esto es, quedarme con la sensación de que si Tarantino hubiera acabado la historia unos veinte o treinta minutos antes, estaríamos hablando de una obra a la altura de su mejor trabajo, en mi opinión, "Pulp fiction". No es solo que el metraje sea innecesario, es que a nuestro querido amigo se le va bastante la pinza, conduciéndonos hacia un clímax que sí, puede dejarnos con mejor sabor de boca, pero que pierde muchísima fuerza comparado con el resto del film.
Estamos ante una película que cabe recomendar por muchos motivos pero por el simple hecho de ver en su salsa y dándolo todo al trío de actores arriba mencionados quedaréis satisfechos. Si además de eso os gusta la manera de hacer cine de Tarantino, satisfacción garantizada.

sábado, 16 de enero de 2016

Blancanieves y la leyenda del cazador, ¿spin-off de El Hobbit?

Antes de que alguien empiece a decir "Vaya título le ha puesto a la entrada", paraos a pensar y veréis que no está tan desencaminada la pregunta porque en esta nueva revisión del cuento, mucho mejor que "Mirror, mirror", parece que se han empeñado en que la historia parezca ambientada en un mundo que bien podría haber sido el creado por Tolkien o, más bien, en la recreación que del mismo hizo Peter Jackson. Como en "El Hobbit" salen muchos enanos y aquí también y el cazador bien podría ser un montaraz ya tenemos el popurrí.
A grandes rasgos podríamos decir que la historia es la que todos conocemos aunque se profundiza mucho más en la figura de la reina/madrastra, que me atrevo a decir que es tan protagonista o más que la propia Blancanieves, y se pasa de la vida flower power de la princesa con los enanitos en medio del bosque para buscar algo mucho más épico y que de el juego suficiente para convertir a Blanca/Stewart en una guerrera y que Hemsworth exhiba una de sus grandes virtudes que sin duda es encarnar a grandes combatientes, con la única salvedad de que aquí su personaje tiene algo más de chicha que Thor.
Los más exigentes os habréis preguntado desde que se estrenó en su día este film, por qué verlo y al menos os puedo dar una razón de peso, Charlize Theron. Ella está muy por encima de la calidad de sus compañeros de reparto, aunque sería injusto decir que estos lo hagan mal, y de la propia película en sí. En VO —gracias a esos avances tecnológicos que nos permiten ver en televisión las películas con un subtitulado como debe ser— es un disfrute para los sentidos verla actuar y escucharla, sobre todo en algunas escenas donde te deja casi petrificado. Luego tenemos los enanos y al cazador que, la verdad, también salen muy bien parados, sobre todo este último, al que Hemsworth consigue dotar de un acento o manera de hablar que realmente te hacen pensar que se ha criado en entornos duros y sin acceso a una educación como la que haya podido tener Blancanieves.
Aparte de que esto parezca más una película épica que habría funcionado con casi cualquier otro título que una revisión del cuento, ¿hay algo peor? La respuesta es si pero con reservas. Kristen Stewart se esfuerza y consigue en general mejorar la impresión que se tenía de ella tras "Crepúsculo" pero sigue teniendo ese defecto de quedarse en muchas escenas con cara de panoli, boca abierta incluida, que parece ser le es imposible mantener los labios juntos, lo cual le resta muchos enteros, por no hablar de que como heroína creada de la noche a la mañana es menos creíble aun de lo que suele serlo cualquiera en esa situación.
En resumidas cuentas, estamos ante una cinta que mejora mucho viéndola en versión original porque vemos la gran interpretación de Theron y podemos apreciar el trabajo de caracterización del personaje realizado por Hemsworth. Por lo demás, si no sois de los que aman, como yo, las historias épicas en las que las diferencias se dirimen en base a la espada, el escudo y el hacha, el arquero que no falte tampoco, os puede resultar aburrida. En mi caso la he visto dos veces y en ambas me ha entretenido mucho, cosa de gustos personales.

viernes, 15 de enero de 2016

El tercer hombre, un misterio demasiado visto

Estoy prácticamente segura de que aunque no hayáis visto la película su banda sonora os resulta  familiar. Su música es más que peculiar sobre todo para una cinta enclavada dentro del cine negro. Su melodía interpretada por Anton Karas con una cítara, llegará a ser una de las más famosas bandas sonoras dentro del cine clásico. Este film de 1949 nos narra la historia y periplo de Holly Martins buscando el motivo de la muerte de su amigo Harry Lime que aunque accidental, las circunstancias que lo rodean le parecen más que sospechosas. El protagonista Orson Welles, no aparece hasta mediada la película sin embargo su papel más que relevante nos llevará a despertar en nosotros una cierta aversión, aunque no es por el motivo del que era objeto de bromas por parte de sus compañeros de profesión. (El pobre Orson era siempre blanco de demasiadas bromas debido a su sobrepeso, relacionándolo siempre con productos charcuteros procedente del cerdo). Esas cosas no se hacen, están muy feas y es de mala educación.
Disfruté de su visionado hace mucho tiempo, de hecho solo recordaba alguna de sus más famosas escenas como las persecuciones por el sistema de alcantarillado de Viena. No es casualidad que se desarrolle en esta ciudad, que parece ser refugio para todo tipo de traficantes y maleantes. En escena aparece una mujer que de algún modo será el hilo conductor que llevará a Holly/Joseph Cotten a esclarecer la muerte de su amigo, con su propia historia tocada por el acoso nazi. Considerada una obra maestra por muchos profesionales del cine, era un imperdible para el Motel. El Tercer Hombre llega a los clásicos para quedarse lo mismo que mi motelero favorito que para mí es el primer hombre.
Si es que, cómo puede uno empezar a escribir sin sentir ese calorcillo que se instala en la tripa y se extiende por todo el cuerpo con esa última frase que siempre guardas para dedicarme especialmente a mi, ains. Lo cierto es que es ese pie el que siempre me facilita la escritura y el que me inspira cada día para seguir trayendo estas críticas tan especialitas que os hacemos en el Motel, ya sea juntos o por separado.
Respeto enormemente la opinión de los demás, ya sean profesionales o compañeros que escriben como nosotros por amor al arte y para compartir su visión de cada película o serie que pasa ante sus ojos, y es posible que quienes tildan de obra maestra a esta cinta tengan razón de una manera objetiva pero yo, aunque veo momentos de indudable maestría, no consigo ver que todo sea tan redondo. Conste en mi favor que yo huyo incluso con las películas que a mi me entusiasman sobremanera de catalogarlas como obras cumbres, lo mismo que en general huyo de usar vocablos como mierda para definir un film, aunque esto último a veces es inevitable.
Quizá lo que me sucede sea que cuanto más cine clásico veo, más consciente soy de que se salía poco de los mismos géneros y eso hace que, como en el caso de esta peli, empiece a resultarme difícil no ver que, al igual que hoy, la originalidad en las tramas es escasa. No obstante, es indudable que tiene un par de buenos giros argumentales a pesar de que puedas esperarlos.
Genialmente ambientada, nos hace sentir lo que debía ser vivir en una ciudad de Europa del este que, cual pastel, se habían repartido en porciones quienes salieron victoriosos de la mayor contienda bélica del pasado siglo. En ese sentido también es remarcable esa escena que mi adorada Aurora recordaba después de tantos años; me refiero evidentemente a todo lo que acontece en las alcantarillas. Los juegos de luces y sombras son magníficos pero lo que consiguieron Carol Reed y su equipo con el sonido me parece sublime. Si en aquellos años hubiera podido el público disfrutar algo así con el sonido envolvente actual más de uno se habría angustiado realmente en la sala. Solo por esa parte ya me mereció la pena el visionado.
En mi opinión la cinta gana muchos enteros cuando aparece un, aun delgado, Orson Welles, que con muchos menos minutos en pantalla consigue construir su personaje de manera mucho más satisfactoria que Cotten. También me gustaría destacar a Alida Valli bordando esa mujer tan habitual en el cine clásico que pudiera parecer desvalida y a rebufo de los hombres pero que en realidad es mucho más fuerte y valiente que la mayoría de caballeros que la rodean. Como la vida misma, vamos.
Una genial banda sonora y una puesta en escena, en todos los aspectos técnicos, por encima de la media no consiguieron para mi ser suficiente para enamorarme porque tuve con todo lo demás la sensación constante de estar viendo más de lo mismo. Y en mi caso cariño además de ser la única en la lista has conseguido que piense que no será necesario ese refrán de a la tercera va la vencida.

jueves, 14 de enero de 2016

Zipi y Zape y el club de la canica, dos palabras clave, cine infantil

Todos tenemos películas que son especiales por algún motivo, sea cual sea la calidad de la misma, y aunque os pueda resultar sorprendente a muchos, esta lo es para mi y por eso cuando la emitieron en televisión le propuse a Aurora que fuera la escogida esa noche.
Este paso a carne y hueso de los dos niños más gamberros de la ficción española fue la primera película "para mayores" que vio mi Laurita y que su hermano no fue a ver porque como yo no soy de los que mete a los niños a ver algo que no esté seguro que puedan soportar y además tengo en cuenta lo de las edades recomendadas, allí que nos fuimos ella y yo solos. Sé que para ella al menos ese día fue especial porque era la primera ocasión en que eso sucedía y además puedo deciros que disfrutó enormemente de la sesión.
Ese disfrute me lleva a lo que considero más importante con este film y es tener claro que es cine infantil, o sea que tildarla de ser demasiado infantil o decir que es simple cuando está pensada para entretener a todos los públicos y no para ser una aventura épica y oscura es injusto; más aun cuando siempre estamos pidiendo que en el cine patrio se pruebe a hacer otras cosas.
Es evidente que la historia no es nada novedosa pero es innegable el cuidado que se ha puesto en la ambientación y en respetar al menos lo más icónico de los tebeos en los que se inspira. A día de hoy la figura del padre habría olido a rancio y anacrónico, por no hablar de que las historias de estos gemelos no se caracterizaban por ser largas o muy elaboradas, algo que se ha de corregir al dar el salto a la pantalla y que se ha conseguido de manera digna si recordamos que se trata de un producto enfocado a los más pequeños de la casa o disfrute en familia con hijos principalmente.
En cuanto al reparto habréis visto niños mejores en el cine y quizá chirríen en alguna escena pero para el tono de la película y de la trama salen muy airosos, no tanto así los adultos donde el único realmente salvable es Javier Gutiérrez que hace muy bien de lo que le toca, malo malísimo. ¿No esperaríais que los personajes tuvieran aquí muchas dobleces y luchas internas y esas cosas no? Quizá algunos si lo esperaran y por eso luego le den palos a la cinta desde una perspectiva adulta y objetiva.
Pese a que pueda tener algunas reminiscencias a los Goonies, de la que evidentemente está muy lejos, compararla con ella sería tremendamente injusto. Lo que es innegable es que recuerda a las películas de aquellos años que no pretendían otra cosa que entretener a la familia que va al cine. Yo siempre os digo que trato de valorar las cosas en su justa media a pesar de mi subjetividad y si, en cuanto en nuestro cine se intenta hacer realmente de todo, para alcanzar un público objetivo cada vez más amplio al final volveremos a quedarnos con lo mismo de siempre. Otro detalle que me gustaría aclarar en cuanto a estas críticas sobre sine infantil es que, por lo general atiendo mucho a mis propios peques y también a los demás que están en la sala, ellos son el barómetro y no adultos que ni tienen críos y creen que saben lo que una mente de entre cinco y diez años disfruta, por poner una edad. Los que no los tenéis o aun ni habéis empezado a ir con los vuestros al cine ni os imagináis los truños que te tragas y que ellos salen tan contentos pero de eso se trata.