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jueves, 14 de agosto de 2014

El día de la bestia. Angulo y Segura se encuentran en La Iglesia.

Cuando un actor tan grande y a la vez tan modesto en sus maneras como era Alex Angulo se nos va, siempre es buen momento para recordar uno de sus mejores papeles y por el que con toda seguridad sea más conocido por los cinéfilos, hablo de el padre Ángel Berriatúa en El día de la Bestia.
Es una película que demuestra que el cine español domina a la perfección ese humor absurdo y surrealista que nos ha dejado obras maestras como "Amanece que no es poco" y que quedan muy por encima de clichés repetidos hasta la saciedad.
Estaba claro que el Apocalipsis visto por Alex de la Iglesia no podía ser una venida del Anticristo al uso, sino una enfermiza visión plagada de personajes cuasi inverosímiles, empezando por el mencionado cura, pasando por el metalero de Santiago Segura y acabando por el vende humo y profesor del ocultismo Cavan, interpretado por Armando de Razza.
El ritmo narrativo no decae, al son de la música más cañera, llevándonos de una situación hilarante a otra sin darnos un respiro y conduciéndonos poco a poco hacia un final marca de la casa, donde a Alex de la Iglesia y a su guión se le va un poco la olla, cosa que le ha seguido sucediendo y que se hace más patente según ha ido avanzando su filmografía.
La sensacional interpretación de Angulo, la sorpresiva irrupción de Segura, que incluso le valió el Goya a actor revelación, y el resto del reparto, con Razza, Terele Pávez y Nathalie Seseña dando lo mejor de sí mismos, hacen de esta cinta una de las mejores y más originales que ha dado nuestro cine.
 
Reconozco que la comedia española me entusiasma cuando es de este tipo, cuando busca algo diferente que contarnos y se sale de los temas tan manidos ya y que sin usar a los actores y actrices de moda, salidos de series y que tienen poco más que ofrecer que su físico, que conste que no lo digo por gente como Mario Casas —ojito a él en otra cinta de Alex, Las brujas de Zugarramurdi—, nos trae una historia bien hilvanada aunque muy loca, bien contada aunque muy surrealista y bien acabada aunque a nuestro querido De la Iglesia se le vaya este tema un poco de las manos, como casi siempre.
¿Os gusta reíros y queréis ver una sutil crítica a la televisión que nos ha tocado vivir y sufrir en la figura de Casdan? Entonces no lo dudéis porque además podréis recordar a un "pequeño" gran actor como es Alex Angulo y ver que Segura no es solo Torrente.

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