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jueves, 25 de septiembre de 2014

Alien 3. Cuando David Fincher no era nadie.

Ha sido al hacer la crítica cuando he sido consciente de que, uno de los directores mejor valorados de la actualidad, David Fincher, fue el encargado de capitanear esta continuación de una saga que inició aquí una ligera cuesta abajo que se acentuará con la cuarta entrega.
Nos encontramos con una vuelta a los orígenes, dejando de lado la acción desenfrenada de Aliens para recuperar el ritmo más pausado y claustrofóbico de Alien, el octavo pasajero. Por un lado es un acierto porque volvemos a sentir miedo en determinados momentos del visionado, aunque aquí todo es aun más sangriento que en la primera película; por otro lado hace que la originalidad brille por su ausencia, puesto que ambientarla en una prisión en lo más remoto de la galaxia, no cambia que estamos viendo prácticamente lo mismo que hemos visto ya antes.
Tendremos ya la sensación de que Ripley/Sigourney Weaver, es la protagonista absoluta y de que, pese a que algunos personajes tengan su importancia, son unos "comparsas" prescindibles en una historia que gira en torno a nuestra heroína de principio a fin.
Los presos, con una organización a camino entre el autogobierno y lo sectario presentarán algo más de batalla que lo que vimos de la tripulación de la Nostromo, aunque la trama desemboca como siempre en cómo hacer uso del entorno para acabar con la criatura. Se vuelve ya demasiado recurrente aunque la ausencia de armas en la cárcel lo justifica.
La dirección de Fincher ya nos demuestra que sabe cómo ambientar una historia oscura, algo que luego bordaría en Se7en, aunque quizá el guión no le acompaña todo lo que debería, pues arriesga poco o nada, pues incluso podríamos decir que lo más original, el anfitrión del único Alien que pulula por los pasillos hace pensar en "La Cosa" de Carpenter.
El ritmo narrativo es el mismo que disfrutamos en "El octavo pasajero", esto es, un devenir pausado de la trama hasta que algo más de acción entra en escena, pero no una acción frenética en todo caso.
Visualmente y en cuanto a efectos especiales, si tenemos en cuenta que es de 1992, sigue, al igual que sus predecesoras, siendo puntera, pero ni eso, ni la gran interpretación, una vez más, de Weaver, secundada por unos compañeros de reparto más que correctos, la salvan de ser un intento descarado de clonar algo que funcionó en su momento pero que, a principios de los noventa, era algo ya muy visto.
Entretenida y digna continuación, Alien 3 no aporta nada nuevo al género ni a la franquicia si he de ser sincero, pero sabe mantenernos en tensión frente a la pantalla y la fuerza de Weaver, unida a la inquietante presencia del xenomorfo hacen que su visionado valga la pena.

2 comentarios:

  1. La verdad es que tengo tanta querencia por todo la Saga en general que me cuesta mucho decir cosas malas de ella.

    Cmo muy bien dices, aquí el nivel bajó un poco y, aunque la cinta está muy bien dirigida e interpretada, el conjunto falla. Yo creo que su mayor problema no es tanto la falta de originalidad sino un fallído regreso a los origenes que no acaba de serlo porque se deja cosas básicas por el camino.

    A ver si me explico, está claro que intenta recuperar el ambiente de terror e intriga de la primera parte pero, al contrario de aquella en la que apenas nos mostraba al alien y sus apariciones eran absolutas sorpresas, en esta todo es demasiado evidente y predecible y el factor susto/sorpresa se pierde completamente.

    Aún así, a mi me encanta.

    Buen trabajo, como siempre. La nota un poco baja para mi gusto ;)

    @Ociopalabras

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    1. Nunca he tenido especial querencia por la saga más allá de las dos primeras, porque de esta por ejemplo casi no tenía recuerdos y me parece lo mismo que hicieron hace poco con Riddick. Volver a los orígenes con una calidad muy inferior.

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