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martes, 23 de septiembre de 2014

Alien. En el espacio nadie puede oir tus gritos.

Hay películas para las que no pasan los años, ni siquiera aunque los efectos especiales puedan estar algo desfasados. Alien es una de ellas.
Por desgracia para mi, no soy de esos que cuando ya ha visto varias veces un film de terror se sigue asustando, así que al verla de nuevo la disfruto pero no sufro demasiado. Si siento esa tensión y la claustrofobia que debían sentir los personajes, pero el factor sorpresa se pierde. Lo que no pierdo es el recuerdo del miedo que pasé la primera vez que la vi, así que si alguno no la ha visto, ya os vale si es así, os vais a llevar más de un susto y más de dos.
Es difícil escoger un sitio mejor que una nave de pasillos estrechos para ambientar una historia que solo nos llevará fuera de ella para que conozcamos al simpático "Facehugger", ese animalillo mezcla de araña y escorpión que os hará ver lo que de verdad es un beso de tornillo.
Los exteriores y la nave donde Kane/John Hurt recibirá el cariñoso abrazo del adorable bichejo dan ese punto de variedad y además resultan muy inquietantes, con esa enorme silueta que se levanta frente a nuestros protagonistas.
Desde que el grupo vuelve a la Nostromo, las cosas empezarán a torcerse, con su compañero afectado por ese parásito y el consiguiente deterioro en las relaciones entre los demás tripulantes.
Será a partir de entonces cuando veamos lo acertado del reparto con unas actuaciones destacables de Sigourney Weaver/Ripley y Ian Holm/Ash que estarán muy bien secundados por Tom Skerritt/Dallas y Veronica Cartwright/Lambert.
Después de la genial escena de la comida, interrumpida por una pequeña indigestión de Kane, el ritmo de la película irá en aumento sin darnos ni un minuto de respiro hasta el final. Este es uno de los grandes méritos de una trama que pasa, de un momento a otro, de ser una historia de intriga que avanza con paso lento y seguro a una segunda parte trepidante con un clímax sublime.
Ridley Scott supo trasladar el terror, más psicológico que visual, aunque también hay de este último, al mundo de la ciencia ficción genialmente secundado por la banda sonora de Jerry Goldsmith.
Una única criatura, un depredador cuasi perfecto, que dará caza a los integrantes de la tripulación, y que perduró en su día en las pesadillas de muchos, empezando probablemente por las de su creador, H. R. Giger. Unas premisas sencillas pero efectivas que hacen de esta cinta un clásico del cine de terror hecho con buen gusto, del que enseña lo justo cuando quiere asustar y todo lo necesario cuando busca impactar; logra ambos objetivos.

2 comentarios:

  1. Sin duda Alien consigue un hito casi sin precedentes: ser una revolución y un referente en dos géneros diferentes, la ciencia ficción y el terror. Has hecho un estupendo análisis. La ambientación, el guión, los actores... todo es de 10.

    El gran acierto de negar al espectador el aspecto del alien hasta el final de la película es uno de sus grandes méritos sin duda.

    Buen trabajo. Me voy a por la segunda ;)

    @Ociopalabras

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    1. La verdad es que esa conjunción fue el gran acierto de Ridley Scott y su equipo. Y por supuesto siempre he creído que es mejor insinuar que enseñar, se consigue que la tensión sea mayor en el espectador.

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