Páginas

miércoles, 22 de abril de 2015

El paciente inglés y el durmiente espectador.

La primera acepción del diccionario para paciente es: "El que tiene paciencia." Y sí desde luego hace falta paciencia para ver esta película. En nuestra semana de cine literario decidimos ver esta oscarizada cinta con nueve estatuillas. Tiempo ha comencé con la novela homónima de Michael Ondaatje, muy felices me las prometía yo, una historia de amor romántica con drama y guerra incluidas que parecía tener todos los ingredientes para hacerme pasar momentos inolvidables. Pero lo cierto es que fui incapaz de terminar su lectura con unos flash back que demoraban mi ubicación del momento en el que se hallaban los personajes lo cual hacía que perdiera mucho del hilo de la historia además de ser de una lentitud desesperante, así que descarté la novela, muy pocas veces he dejado un libro sin terminar pero de verdad que no me compensaba. Pero cuando salió la película decidí darle una oportunidad, y me encantó, me pareció una historia preciosa, romántica como supuse que sería la novela.  Era este un caso de esos raros en los que la película es mejor que el libro. Un momento... os he dicho al principio que se necesita paciencia para visionar esta cinta y sí, lo reitero. Viendo esta vez el film junto al Sr. Purgatorio mi visión resultó ser completamente diferente, me pareció lenta y tediosa con un Ralph Fiennes que no cambia el rictus en todo el metraje, que por cierto es bastante largo, con menos química con su partenaire Kristin Scott Thomas que una mosca y una araña. Qué decepción, ¿soy yo que con los años he perdido mi visión bucólica del amor? Al fin y al cabo la película es de hace 19 años. No obstante a pesar de los constantes saltos en la historia conseguí disfrutar o conmoverme en los minutos finales, a este respecto estoy segura de que el Sr. Purgatorio no será tan benevolente. De lo que me doy cuenta es de que las circunstancias de la vida nos moldean el carácter y nuestra percepción de las cosas, y lo que ayer nos pareció maravilloso hoy nos parece insoportable pero bueno no me voy a poner filosófica. Sin embargo mi percepción de mi amado esposo fue maravillosa ayer y lo seguirá siendo mañana.
Pues yo esta vez creo que voy a ser bastante más duro que mi querida esposa, lo cual espero no conlleve ningún castigo, que luego lo pasa uno muy mal sin, sin... esas pequeñas cosas del día a día que alegran el alma y el, el... corazón, eso, el corazón.
En mi caso ni siquiera llegué a empezar el libro así que como adaptación no puedo valorar la cinta que hoy nos ocupa, pero espero que transmitiera mucho más romanticismo la prosa de este escritor que el que consigue transmitir lo plasmado en el celuloide.
A mi, el que una película se lleve todos los "Oscar" habidos y por haber lo único que me asegura es que a la academia le gustó lo suficiente, o que era muy de su "palo" o que no había nada que realmente hiciera sombra ese año a esta obra o que todas las opciones sean correctas. Es posible que en aspectos técnicos la película sea merecedora, porque la música, la fotografía, la ambientación están muy bien y eso también merece ser señalado y premiado pero sin duda a mejor película y mejor director yo no se lo habría dado y quizá el único que me parece justo de los grandes es a Binoche como secundaria.
He perdido tiempo en contaros eso porque, es muy probable que, a partir de aquí vaya a dar palos a una película que para muchos de los que leáis sea una obra maestra del cine romántico y todo eso pero para mi es un quiero y no puedo alargado en exceso y lastrado por una manera de contar la historia y, sobre todo, un reparto más soso que la coliflor hervida... sin sal.
Desde que los personajes de Ralph Fiennes y Kristin Scott Thomas se encuentran por primera vez se nota que la química entre ellos es tan inexistente como la que puedan tener Carmen de Mairena y la Isabel Preysler. En dos horas y media de película solo sentí que entre esos dos había algo más que una mera atracción física y una relación puramente sexual y pasional en unos momentos que pasan tumbados en una cama haciendo las típicas bromas y chorradas que toda pareja de enamorados hace. No sé vosotros, pero, por extraño o raro que pueda ser el personaje de Fiennes, se tiene que notar si uno está enamorado ¿no? Me da igual si es otra época o lo que se os ocurra, yo me esperaba algo más del tono "me he enamorado perdidamente de ti" que "quiero meter la mano debajo de tu falda a ver qué encuentro".
Por fortuna, aunque sus apariciones son cada vez más cortas según avanza el metraje y los recuerdos del paciente que da nombre al título de la novela toman más y más protagonismo, ahí están un magnífico Willem Dafoe, aunque eso no es novedad, y una adorable, hermosa y de verdad enamorada Juliette Binoche. No es que la historia que acaba viviendo ésta en el tercio final del film sea la repanocha, pero es que con que hubiera una pequeñísima chispa ya te podías identificar mucho más que con la poco creíble y anodina historia de amor principal. A esta también le falta química a mi parecer, pese a lo cual consigue que, gracias a la gran interpretación de Binoche, vivas con ella cada cosa que le sucede.
Como curiosidad, por ahí andaba el "Sayid" de "Perdidos", Naveen Andrews, que cuando se quita el turbante y se suelta la melena puede pasar por "El cigala" perfectamente. Sí, qué queréis que le haga, la película en general me transmitió tan poco que en esas cosas acabé pensando.
Y ahora voy a lo que puede resultar más polémico, no solo con mi esposa, sino con lo poco que he leído sobre la cinta por ahí y es la parte final. ¿Es conmovedor? Sí, lo es, pero es que si no llegan a subir un poco el nivel con el cierre del film la cosa habría rozado ya lo insoportable. No puedes olvidarte durante más de dos horas de mostrarnos auténtico amor y luego querer solucionarlo en veinte minutos...
Demasiado larga, "El paciente inglés" puede convencer a quien le guste cualquier historia de amor pero si de verdad te consideras romanticón o romanticona, si "Mensaje en una botella" o "El diario de Noah" te llegaron de verdad, con esta puedes quedar tremendamente decepcionado, como fue mi caso. Me esperaba una obra cumbre del cine de amor y me encontré con algo que aprueba porque Binoche y Dafoe no tiene culpa de que los demás no sepan transmitir y porque la parte de thriller y el final salvan un tanto a la aburrida trama.

2 comentarios:

  1. Muy buena reseña,a mi tampoco me llamó mucho la atención esta película.
    Te tengo en blogs recomendados.Puedes visitar mi humilde blog de cine aquí → http://cronicasdeniro.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias por tu comentario y por recomendarnos en tu blog que hemos de decir nos ha gustado mucho. Un saludo afectuoso.

      Eliminar