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domingo, 24 de mayo de 2015

Ira de Titanes, por si con la furia no tuvimos suficiente.

La ventaja de ver una continuación de una infamia como "Furia de Titanes", es que ya no hace falta perder tiempo en presentarnos al protagonista, aunque nos dejarán claro que ahora intenta ser un pescador o algo así, tampoco me pidáis que me acuerde de eso, para alejar a su hijo y a sí mismo de los peligros que supone ser el hijo de un Dios como Zeus. Pero tranquilos, que Perseo empezará en seguida a matar seres mitológicos de manera un tanto increíble, no tanto por como lo hace, sino porque choca un tanto ver a un semidiós que además realiza un trabajo físico muy exigente con una musculatura que destaca por su falta de definición. Os parecerá una chorrada pero, yo que sé, por lo menos que se trabaje un poquito esos brazos ya que va a enseñarlos.
En resumen, la trama es como la de una telenovela cualquiera, solo que con dioses y con una hermosa pero sin la silicona habitual de esas producciones sudamericanas —ni tíos ciclados ni tías pechugonas para alegrar la vista al personal al que pueden aspirar realmente a atraer a las salas con un producto como este— Rosamunde Pike que resulta tan creíble de reina en la antigua Grecia como Liam Neeson de Rey de todos los dioses, aunque hay que decir en su favor que esta vez no brilla como un gusiluz, lo cual hace que te de algo menos de penilla verlo ahí.
Como Pegaso molaba y fue de lo mejor en cuanto a los efectos digitales que se curraron en la anterior vuelve a aparecer y, como no hay guión, pues ya toca sacar otros seres como un minotauro, que ni está en el laberinto de Minos ni nada, y que he de decir que su plasmación en la pantalla me pareció bastante original y acertada aunque al final es otro pelele más en cuanto Perseo se pone en modo "amazo". Por supuesto que no faltará esa escena tan a lo "El Señor de los Anillos" y repetida hasta la saciedad en casi todas las películas posteriores de corte épico o fantástico, esto es, a nuestro grupo de protagonistas subiendo por una montaña/ladera/colina, acompañados esta vez por unos gigantes que la diferenciarán un poco.
Entre paseo y paseo por las diferentes localizaciones de laa antiguaa Grecia disfrutaremos de diversas batallas y de conversaciones familiares entre Zeus/Neeson, Hades/Fiennes y Ares; ya sabéis, los típicos "Perdóname por no haberte prestado la atención suficiente", "Papá te quería más a ti", "Tú has vivido en el cielo y yo en el inframundo"... porque al final todo pasa por esas rencillas familiares que no se solucionan cuando se deben y se acaba enquistando.
Dije que no vería esta segunda parte pero pudo más ese lado oscuro mío al que le gusta saber si son capaces de mejorar en hacerlo mal y la verdad es que cuando menos se han igualado, con una película de nuevo sin historia, o con una tan básica que ni nos va ni nos viene; con intérpretes como Pike o Neeson a los que da auténtica pena ver en cintas como esta —Fiennes no me da tanta qué le voy a hacer— y otros como Worthington, que ni siquiera se ha molestado en ponerse medianamente en forma para una película en la que lo más que se puede hacer es lucir palmito físico y ni eso tiene el pobre y demostrando que en cuanto hay beneficios tanto da sacar un bodrio tras otro porque, total, la cuestión es hacer caja. Tan prescindible como la primera e igual de mala pero recomendable para quien guste de echarse unas risas viendo estos films casi infumables o que como yo, lo pasan teta haciendo críticas como esta.
Nota: 1

4 comentarios:

  1. Jajajajajajajajajaja un 1 se te ve satisfecho con la película.

    Buena crítica Rudy!

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    1. Buenas Alex,
      bueno es que ver estas películas tiene eso, que el blog va teniendo cada vez más unos y doses jajajaja

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  2. Un uno,muy amable eres,yo la dejé a la media hora de lo infame que era verla,penosa

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    1. Hola Jose,
      yo es que si empiezo una peli muy, muy mala tiene que ser para dejarla a medias porque además luego me salen estas entradas, con las que disfruto mucho y como no hago críticas tan estructuradas como otros, me puedo despachar a gusto.

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