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jueves, 21 de mayo de 2015

X-Men: Primera generación un renacer de la saga a la altura de sus predecesoras.

En esta época de "reboots", "remakes", vueltas de tuerca y continuaciones de sagas, es difícil encontrar una que tenga el mínimo de calidad exigible y que merecen los personajes, máxime cuando se trata de cómics, donde para quienes han crecido leyéndolos algunos de sus protagonistas son poco menos que divinidades. Yo, y sé que me repito ya hasta la saciedad, siempre he disfrutado de los héroes y villanos de este arte pese a no haber leído más que algo de manga y una pequeña parte de "Conan".
En su día no me atreví a ir al cine a ver este reinicio de una de las trilogías culpables de la instauración definitiva del cine de superhéroes en la gran pantalla porque pensé que era difícil que con la paulatina perdida de calidad que fue mostrando la anterior, una nueva trilogía corría el peligro de ser repetitiva o de no convencer a la mayoría por la falta de algunos actores que dotaron de gran carisma a sus respectivos personajes entre los cinéfilos que disfrutamos con este tipo de cine.
Lo cierto es que, una vez me decidí a ver la película todo esto quedó en un segundo plano, quizá porque nos presentan a nuestros conocidos héroes en sus inicios, cuando eran aun unos críos, o casi, y cuando aún ni siquiera sabían exactamente de parte de quién estaban. También puede ser que las notables interpretaciones de Michael Fassbender/Magneto y James Mcavoy/Profesor Xavier ayuden y mucho en que yo disfrutara más de lo que me esperaba con esta cinta. Sus compañeros más jóvenes, con la archiconocida y "piscinera" Jennifer Lawrence mantiene el tipo con cierta soltura teniendo en cuenta que sus roles son secundarios y que, como toda primera entrega, no deja de ser una presentación de todos ellos y de sus diferentes poderes.
Descubriremos al hermano de "Cíclope" y cómo Hank pasó a tener ese color azul que tanto le favorece y por el que siempre identificaremos a "Bestia", entre otras cosas. Habrá un pequeño, muy pequeño, cameo de Hugh Jackman/Lobezno, que considero acertado en su brevedad porque para mi es evidente que tanto personaje como actor muestran síntomas alarmantes de agotamiento en la gran pantalla. De ello hablaré algo más cuando analice las películas protagonizadas por mi mutante favorito en solitario.
Se trata en definitiva de una película de acción y aventuras, disfrutable para cualquier amante de los cómics y también para quienes no lo sean; con un reparto por encima de la media en estos casos, repleta de escenas impresionantes, sobre todo con las demostraciones de los poderes de Magneto y con un Kevin Bacon que creo que lo hace bastante bien como némesis, aunque la realidad es que la lucha que cada cual mantiene en su interior es el verdadero enemigo de unas personas a las que les cuesta aceptarse tanto o más a sí mismas como le cuesta a la propia sociedad asumir su existencia. Porque el mensaje de las historias de mutantes de la Marvel siempre ha estado claro, lo dífícil que es ser diferente en un mundo donde los demás deciden qué es la normalidad y si tú estás o no dentro de ella.
Nota: 7,5


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