Páginas

lunes, 1 de junio de 2015

Minority Report, presunción de culpabilidad.

¿Y si en un futuro ideal se pudiera evitar el crimen con unas medidas preventivas tales que se detuviera al futuro delincuente antes incluso de la comisión del delito? De esa base parte el guión de esta gran película de ciencia-ficción dirigida por Spielberg y protagonizada por un Tom Cruise al que estos papeles, reconozcámoslo, le van como anillo al dedo.
No hay que llevarse a engaño, la película no va a profundizar en el tema de fondo que es el más importante —los peligros de un sistema como este y de su posible falibilidad— sino que nos va a proporcionar casi dos horas y media de entretenimiento con una mezcla de acción, thriller y personajes que rozan o van más allá del esperpento, deteniéndose de vez en cuando en un debate que está cada vez más de actualidad y que vemos incluso en cómo los medios tratan las noticias; hoy en día eres presuntamente culpable hasta que se demuestre tu inocencia, cuando debería ser al contrario.
El guión, basado en una historia de Philip K. Dick, la dirección de Spielberg y el montaje, consiguen que esa mezcla de frenetismo de las persecuciones y la pausa de los momentos donde se va descubriendo la trama tras ellas funcione a la perfección. Encima, se consigue una espectacularidad muy similar a la que Bay busca y unas veces consigue y otras no, sin marear del todo al espectador y consiguiendo que sepas, al menos casi siempre, quién golpea a quién y en qué lugar de su anatomía.
Pero evidentemente no solo quienes están tras las cámaras hacen aquí muy bien su trabajo. Tom Cruise hace lo que mejor sabe hacer y lo hace muy bien; Max von Sydow cumple con solvencia como siempre; Colin Farrell aun no se había perdido en esos intentos de trascender y que le salieron tan mal, como fueron "El nuevo mundo" —qué cosa más soporífera por mucho que adoréis a Malick— y "Alejandro Magno", logrando ser el contrapunto perfecto al personaje de Cruise. El resto del reparto, con secundarios como un magnífico Peter Stormare en el papel de cirujano loco, cumple con creces y hacen todo aun más creíble.
El aspecto sonoro, además de los efectos digitales, destaca también si hablamos de la parte técnica, acompañado por una buena banda sonora a cargo del incombustible genio John Williams que es apuesta segura y colaborador habitual de Spielberg.
Estamos, en definitiva, ante un espectáculo visual con mensaje pero que sabe no aburrirnos con discursos farragosos pero que nos hará plantearnos ciertas cosas y nos hará pensar en cómo todos queremos ser iguales ante la ley y ser inocentes hasta que se demuestre lo contrario cuando nos toca a nosotros pero que, en el fondo, estamos prestos a que no sea así cuando se trata de los demás y de protegernos a nosotros mismos. Cinta recomendada para cualquier amante de la ciencia-ficción y que eche de menos al Spielberg que está cada vez más desaparecido, aquel que sabía contar una historia con cierta chicha y entretenernos al mismo tiempo.
Nota: 8

2 comentarios:

  1. Excelente crítica como siempre mi querido Rudy. He visto la película en dos ocasiones y he de decir que la disfruté por igual las dos veces. Me gusta la ciencia ficción y creo que Tom Cruise hace un gran papel, aunque para mí lo mejor de esta critica eres tú. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola mi amor,
      me encanta verte de nuevo comentando por aquí. Es cierto que es de lo mejorcito de este siglo en ciencia ficción comercial y es muy entretenida.

      Eliminar