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miércoles, 14 de octubre de 2015

Contraband, hay pasados de los que no se escapa

Si hay temas recurrentes en el cine, uno de ellos es sin duda el de personaje que llevó una vida de delitos en el pasado y que ahora está rehabilitado, para lo que pone todo su empeño además, hasta que pasa algo, por culpa de algún inepto de la familia o del grupo de amigos al que siente, nuestro protagonista, que debe algo y se ve obligado a hacer un último trabajito. En eso consiste la trama de "Contraband" lo cual descubriremos en los primeros minutos de visionado.
Como el tema no es muy original, pasa lo de siempre, casi todo el peso cae sobre la manera en que el director nos lo cuenta y las actuaciones del reparto. Baltasar Kormákur, realizador de la recientemente estrenada Everest, consigue dotar del ritmo adecuado a la sucesión de desgracias que se van encadenando una tras otra, con una moraleja centrada en que cuando uno hace cosas malas difícilmente salen bien, y que nos mantendrán pendientes de la pantalla para ver cómo lo resuelve Chris Farraday/Whalberg.
En lo tocante al tema actores, hay que destacar lo bien que encaja Mark en este tipo de roles por mucho que esté lejos de la primera línea de los que mandan en ese sentido en Hollywood. No es solo por su físico, algo que ayuda, es que realmente cuando se pone en plan "badass" te da miedito. Hay un par de escenas con Ribisi que ejemplifican muy bien de qué estoy hablando.
Hemos llegado al punto por el que la película merece ser vista y además, obligatoriamente, en VO si queremos captar la auténtica esencia de un actor haciendo su trabajo de manera sobresaliente. La caracterización de Giovanni Ribisi es magnífica y con verlo ya te crees que es un tipo de los bajos fondos capaz de cualquier cosa pero es que su gestualidad, y su manera de hablar te ponen los vellos de punta. He de reconocer que este hombre es una de mis grandes debilidades como cinéfilo y que me parece uno de los actores más olvidado en los últimos años, cosa que no entiendo, y de los menos reconocidos. Quizá que no sea de esos que quitan el hipo tenga parte de culpa o que su cara, ideal para hacer de pirado la mayoría de las veces, le dificulte el acceso a determinados proyectos pero a mi me gustaría verlo más a menudo en films de cierta importancia.
En resumidas cuentas, nos hallamos ante uno de esos thrillers que nos mantendrán en tensión no por lo que vaya a suceder al final, sino por como se desarrollan los acontecimientos y que nos dejará satisfechos. Si como es mi caso, tienes a dos de esos actores que disfrutas viendo en pantalla el disfrute es aun mayor. Si hay algo que si se le puede achacar es que, a pesar de la rudeza de algunos personajes y de cómo evoluciona todo la resolución final es demasiado edulcorada, demasiado "happy ending" en todos los sentidos, lo cual no casa muy bien con lo que cabría esperar en el mundo real cuando te mueves en esos ambientes. 

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