Art, Art, Art... eres lo único que puedo salvar realmente de esta película; especialmente tu presentación inicial cuando te estás preparando con tus armas y todo eso. Quién no se pinta un poco y se pone sus mejores galas alguna noche para irse por ahí a eviscerar y partir en dos a incautas jovencitas. También me gustó mucho en el inicio todo lo del programa de televisión, casi más malrollera la entrevista que Art en otros momentos del film. Un casting que debió de hacerse casi in situ por la zona donde se iba a rodar porque, incluso en productos de ese estilo, es de lo peor que he visto en mucho tiempo. Efectos tan cutres y exagerados que hacen el gore más risible a veces que asqueroso aunque asqueroso hay, así que estómagos sensibles aléjense. Sé y entiendo por qué ha encantado a los aficionados a la Serie B goretástica pero pienso que para el resto no deja de ser algo que no pasa de anécdota de las que no vamos a contar a nuestros nietos. Creo que sin el impulso de las redes sociales y su inclusión en plataformas, seguramente habría pasado sin pena ni gloria salvo para los muy fans del género.
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