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lunes, 30 de enero de 2023

En dos patadas: La cabaña del fin del mundo

 

Con una premisa más que atractiva, Tremblay aprovecha el tirón de las home invasion para aderezarla con toques religiosos, más bien fanáticos, para hacer que lo pasemos mal con la historia de Andrew, Eric y Wen. Lo cierto es que lo consigue durante más de doscientas páginas, hasta que toma una decisión, es su novela y hace lo que quiere obviamente, desde la cual creo que el propio autor y por ende el libro, se pierden y empieza una bajada sin frenos de calidad de la historia e interés de la que no remonta ni con el final, a la altura de los de King, al que adoro pero que los finales no son su fuerte, y que recomendaba encarecidamente esta novela, según nos decían en la portada de la misma. Habrá quienes me digan que es un final abierto y que los lectores, como los cinéfilos, podemos reflexionar sobre qué hemos leído o qué va a pasar a partir de ese cierre. Yo por mi parte pienso que no puedes montar una trama sobre una idea que luego queda tan abierta y abandonada que dependa del arbitrio de cada lector. En mi opinión y me repito, Tremblay no supo encontrarse de nuevo y tiró por el camino fácil de no acabar su novela como es debido y que nuestra imaginación le haga el trabajo. A ver si la adaptación de Shyamalan mejora ese aspecto.

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