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jueves, 1 de enero de 2015

2012. No me he equivocado de año, pero Roland Emmerich si.

En 2009, Roland Emmerich decidió estrenar 2012, supongo que para alertarnos de lo que el fin del mundo profetizado por los Mayas iba a suponer aunque si soy sincero, me hizo más gracia en ese sentido la iniciativa de Peter Jackson, o de la distribuidora de "El Hobbit" de estrenar la primera parte de la trilogía el 21 de diciembre de 2012, supuesto día exacto en que se acababa el mundo. Muy cachondo el tema ¿no?
No voy a decir que cuando me senté a ver esta película en televisión me esperara una obra maestra del cine contemporáneo porque todos sabemos ya lo que suele ofrecernos su director. El problema es que "Stargate", "Independence Day", "Soldado Universal" y muchas otras de sus películas son cuando menos entretenidas, y en mi caso, esas tres en particular, de esas que revisionas y no te cansas de ver. No son geniales, pero yo me lo paso pipa con esa acción que, sin demasiado mensaje ni complicaciones, te embarca en un par de horas o incluso más, de diversión sin complicaciones.
2012 es que no tiene ni pies ni cabeza, por mucho que se tomen la molestia de intentar explicarte todo tan científicamente al principio. Que no me malinterpretéis eso está muy bien, erupciones solares, nos desmarcamos de misticismos y religiones, salvo para destruir sus iconos, que eso queda muy molón en pantalla y empezamos a pasarnos luego la ciencia por el forro de los —palabra de seis o siete letras a vuestra elección aquí—. En ese sentido lo mejor es sin duda todo lo referente a los aviones, sus despegues, los pilotos que con unas horas de clase son luego capaces de coger un modelo totalmente distinto al que han usado en esas lecciones parecen de repente poseídos por el espíritu de algún japonés que hubiera estado a los mandos de un "Zero" en la Segunda Guerra Mundial.
Lo sé, después de leer el párrafo anterior pensaréis que soy muy exigente, pero es que a veces hay cosas inverosímiles, como el ochenta por ciento de las que vemos en pantalla en esta película que se pueden tolerar y hasta disfrutar cuando al menos te llevan a algún sitio, pero es que el guión de 2012 es un callejón sin salida continuo.
Otra cosa que no entiendo, es para qué molestarse en tener a un actor como John Cusack de protagonista, con un personaje más plano que una tabla de planchar si lo que de verdad importa es ver como el mundo se va a la mierda de la manera más espectacular posible. De los personajes solo se salva el de Woody Harrelson, que es el mejor de lejos de todo el reparto de este intento de entretenimiento vacío. Porque el soviético, hijo de su madre Rusia, o igual era Ucraniano o de otro sitio, ni me acuerdo, es penoso y aun más acompañado de sus insoportables vástagos que son para darles de guantás a los dos.
Encima Emmerich, co-guionista, decide, de repente, que se quiere poner trascendental y dramático tratando de sacarnos la lágrima fácil con personajes y situaciones que, de verdad Roland, no nos importan lo más mínimo y solo consiguen que el espectador un poco atento se de cuenta de que incluso empeora el conjunto. Y no nos importan no porque no tengamos corazón, sino porque es imposible empatizar con casi nadie de los que salen. Son todos meras caricaturas al servicio de unos efectos especiales del copón que claramente son insuficientes para sostener un film que se va abajo por minutos como nuestro mundo en la pantalla.
Lo mejor de estas pelis, es que te echas unas risas y que luego puedes hacer críticas como estas, que, aunque la peli sea un truñaco, te lo pasas en grande haciéndolas.
Nota: 2

8 comentarios:

  1. La verdad es que la película me resultó decepcionante teniendo en cuenta la expectativa que se creó alrededor de esta cinta. Sus diálogos absurdos en unas circunstancias próximas al fin del mundo carecen de todo sentido. Aunque nos deja más que patente que el dinero es lo que define si vales o no vales. Lo mejor de todo, comentarla contigo.

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    1. Hola preciosa.
      En estas pelis siempre está presente eso de que siempre hay hueco si hay dinero para salvarse, pero es que no ha por donde coger este despropósito. Parece que Emmerich no tuvo suficiente con "El día de mañana" que al menos era digna de verse.
      Y si, la gracia de estas pelis malas está en comentarlas y reírnos juntos.

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  2. Ufff es que Emmerich lleva una rachita, al igual que tú soy defensor de Soldado Universal e Independence Day como estupendos entretenimientos y diría más de Stargate, que en su primera mitad me parece una película más que notable aunque una vez que crucen el círculo baje mucho el nivel, pero es que las últimas son meros despropositos, tanto esta como 10.000 creo que después de esa ya no he vuelto a ver nada más suyo.
    Una de las mayores carcajadas que me he echado en mi vida ha sido con el momento dramático culminante de la película cuando la hija del protagonista ya puede hacer pipi por si sola, impagable.
    http://tododesdemisofa.blogspot.com.es

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    1. Tienes razón en que Stargate es "algo más" que las otras pero la incluí porque me parece una de sus mejores películas que entretienen y con algo más de chicha. No me acordaba de la de 10.000, esa es que es infame :O

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  3. Yo es que soy fan de este tipo de películas. No lo puedo evitar.

    Vamos a ver, que no se me malinterprete, que soy consciente de que los guiones son una mierda y que las lineas de diálogo dan vergüenza ajena.

    Sin embargo siempre he sentido debilidad por este tipo de películas de proporciones desmesuradas, con destrucción a raudales, efectos especiales por doquier y demás. Y todo muy, muy grande.

    Para pasar el rato me valen y, como me precio de ser un poco "sibarita" en cuanto a lo de la imagen y sonido, pues estas pelis me ponen incluso lo suficiente como para pillarmelas en Bluray y disfrutar de mi cine en casa. Sin exigencias guionísticas, claro está...

    Muy buena entrada Rudy.

    @Ociopalabras

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    1. Te entiendo perfectamente, a mi me pasa con otro tipo de películas, que por su estética o por su acción me encantan aunque a la mayoría le puedan parecer bazofia jajajaja.
      Lo que si es cierto, es que, lo poco bueno que pueda tener una producción como esta necesita al menos de un gran televisor en cuanto a pulgadas o de una pantalla de cine.

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    2. Bueno, la verdad es que de eso último voy bien servido, así que no me quejo y por eso acabo gastándome la pasta y comprándolas en bluray.

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  4. Veo que no le has dado ni un respiro al pobre Roland eh? Yo es que veo sus pelis sin ninguna pretensión, sólo como método de entretenimiento, y creo que eso lo cumple. Al igual que Alejandro soy fan de este tipo de pelis, no lo puedo evitar.
    Por hoy te perdono...jajaja. Gran crítica, me ha gustado ver como repartías a diestro y siniestro.

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