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viernes, 31 de julio de 2015

La sombra de los otros y la de cientos de películas del género.

Con muchas cintas de terror sucede que empiezan de una manera prometedora y, si encima tiene encabezando el reparto a la maravillosa Julianne Moore, aun abrigas más esperanzas de que la cosa pueda acabar siendo cuando menos decente. Ese es un error habitual que cometemos los aficionados a pasar miedo viendo una película.
El que haya psiquiatras de por medio, los personajes de Moore y su padre lo son, y el juego que da eso entre si todo es un producto de la mente o algo más oscuro, si es que hay algo más oscuro que las enfermedades mentales, es especialmente atractivo para mi. Lo sobrenatural puede ser aterrador pero lo real aun puede serlo más.
Durante un rato la trama consigue mantener ese interés y Moore, sin alardes, y Jonathan Rhys Meyers, con una muy buena interpretación que seguramente será solo apreciable en VO, porque su gestualidad es magnífica pero las diferentes entonaciones de su voz lo son más si cabe.
Una ambientación lograda y esa dualidad que nos quieren vender no consiguen ser suficientes para impedirnos ver que, según avanzan los minutos, los clichés son cada vez más y más, en una espiral que nos lleva de más a menos hacia un desenlace demasiado visto y recurriendo, como es habitual ya desde hace años, a continuos flashbacks que pueden ser necesarios pero que cansan y que nos hacen darnos cuenta de que estamos ante otro "más de lo mismo", que por desgracia es lo habitual en el cine de terror, donde la mayoría de proyectos se quedan en buenas intenciones que no llegan nunca a alcanzar la capacidad de sorprender, algo muy difícil, lo sé, ni las cotas de calidad mínimas exigibles para cualquier aficionado al cine en general o a este género en particular.
La verdad es que al final la mayoría de las críticas sobre casi todo este tipo de películas son muy similares entre si pero creo que es porque en el cine de terror ya no se arriesga casi nada y no se sale del sota, caballo, rey que hace que sintamos que estamos una y otra vez ante lo mismo, salvo honrosas excepciones como "La huérfana", que cuando menos tienen aunque sea un giro de esos que de verdad te deja boquiabierto.
Como ya he dicho, si os gusta Moore y no sois muy exigentes ya puede ser suficiente para ver esta película, aunque para mi lo mejor es el primer tercio de la misma y un Jonathan Rhys Meyers que consigue poner los pelos de punta en varias ocasiones a lo largo del film, siempre y cuando lo disfrutéis en VO. En esta ocasión si puedo decir que una traducción más literal del título original sería contraproducente pues sería un destripe directo para cualquiera que esté un poco atento desde los primeros minutos de la cinta.

jueves, 30 de julio de 2015

The World of Kanako, locura, violencia, estética anime y más violencia.

Igual os dicen que el protagonista de esta cinta japonesa es un antihéroe, un ex policía poco ortodoxo y misógino pero la verdad es que es un grandísimo hijo de .... con todas las letras que no he puesto. Y os digo esto porque desde el principio odiaréis a este tío pero aun así, salvo que la violencia extrema en pantalla no sea lo vuestro, querréis seguir mirando y saber cómo se soluciona todo o, más bien, hasta dónde aguanta palizas, caídas y otras mil calamidades este hombre.
La narración se inicia de la misma manera que debe funcionar la mente del personaje interpretado por Kôji Yakusho, de forma totalmente errática y sin mucho sentido. Al desaparecer su hija, su ex mujer recurre a él, que ya no es policía, para tratar de encontrarla. A partir de ese momento entraremos en una espiral de violencia, de dobles vidas, de persecuciones sin fin que nos irán conduciendo junto al odioso hombre en busca de la muchacha. Como casi siempre descubrirá que prácticamente nada es lo que parece, lo cual hará que su locura, casi fuera de control, se convierta en un tsunami que arrasará con todo y con todos.
Para los que no hemos disfrutado de mucho cine nipón, como es mi caso, es muy probable que nos recuerde al cine de Tarantino pero desfasando unas diez veces más, con algunas escenas enfermizas y sumamente duras que, pese a ello, llegan a resultar casi cómicas, con un humor muy, muy negro.
Por lo que soportamos a nuestro protagonista es porque el resto de personas que van desfilando ante nosotros son más odiosos aun si cabe y también porque la actuación de Kôji Yakusho es lo mejor con diferencia de un film donde veremos muchas de las filias y fobias de los japoneses cuya nación puede ser, probablemente, junto a los EEUU, una de las que tiene una doble moral más acusada.
Es evidente que no es un cine para todo el público ni para todos los estómagos y que, aunque en muchas ocasiones no se toma en serio a si misma, presenta temas muy controvertidos y que afectan a la juventud de hoy en día como el bulling por ejemplo y que para algunas personas puedan resultar duros de visionar por mucho que se trate de una ficción.
Muchísima acción mezclada con fragmentos en los que, a modo de flashbacks, conoceremos el pasado de Kanako, la chica que da título a la película en castellano, y con otros donde seremos testigos de los peores instintos de nuestro "héroe" que, pese a todo, acaban palideciendo con lo que otros adultos y los pobres chavales se hacen entre ellos mismos y a los demás.
Como thriller no aporta gran cosa pero es casi un descanso en un festival donde todos intentan ser tan sesudos y aleccionadores, incluso en gran parte de la sección "Atlas" del Atlántida.
Nota: 6

miércoles, 29 de julio de 2015

Tucker & Dale contra el mal y contra la tristeza

Pocas veces he visto alguien dar tanto la brasa con una película como a mi querido @BarrySpawn88 con esta comedia de terror, así que en su día me hice con ella y la visioné. ¿Le damos a nuestro amigo palo o zanahoria después de haberla visto?
No es fácil debutar en el cine como director y arriesgar pero es indudable que, sin haber inventado la pólvora, Eli Craig arriesgó y mucho con esta atípica historia. Y si digo que tomó sus riesgos es porque lo fácil habría sido tirar por el camino del slasher básico en el que unos jóvenes mueren a manos de uno o varios desequilibrados; en lugar de eso, le dio una vuelta de tuerca al asunto y convirtió en humor cosas que de otro modo habrían sido más de lo mismo pero que, con ese toque, logran que la cinta tenga un sabor especial.
El guión en si no es nada del otro mundo pero tampoco intentan hacernos reír al estilo de "Scary movie" o similares, sino con una socarronería y una ironía que son muy de agradecer y que funciona de principio a fin.
Es indudable que nos vamos a encontrar con muchos de los elementos presentes en el género de terror y de los slashers en particular: un bosque, una cabaña, unos chavales bastante insoportables y unos pueblerinos que esconden muchas sorpresas. Craig y su equipo cogen todo eso y lo meten en una coctelera con unas pocas cucharadas de absurdeces que al agitarse se mezclan de una manera que pocas veces veréis cuando se realizan esta clase de experimentos, porque aquí la cosa sale muy bien.
He de reconocer que lo pasé muy bien viéndola y que hay unos cuantos momentos que me resultaron tremendamente hilarantes pero tiene el problema, para mi, de haber visto ya tantas veces estas situaciones que pese a lo paródico de muchas escenas al final es lo mismo de siempre y eso le impide ser extraordinaria, vuelvo a repetir, desde mi punto de vista.
Me gusta mucho el cine de terror pero no soy un fan incondicional de los slasher y tiendo más a buscar el miedo que viene de lo psicológico que de la sangre y las muertes poco creíbles que suelen presentarnos en estas producciones para impactarnos. Para alguien que adore este subgénero que han hecho grande sagas como "Viernes 13", "La matanza de Texas", Tucker y Dale seguramente ocuparan un altar dentro de su Olimpo del horror. Para mi ha sido una muy agradable sorpresa y una notable película que como ópera prima que es tiene aun más mérito.
Al final resulta que la peli y mi querido Barry se llevan una zanahoria, ya sacaremos el palo en otra ocasión.

martes, 28 de julio de 2015

Dear White People, ácida, irónica, aleccionadora

Lo mejor del pasado AFF no estaba en su sección oficial sino en la Atlas y venía disfrazada de comedia adolescente, por lo que te podría hacer intuir su cartel y el reparto, pero es una de las mejores sátiras que he visto a la doble moral y la hipocresía reinante en el mundo actual y, especialmente en los EEUU, donde los domingos van a misa por la mañana cuando la noche anterior han estado buscando vídeos de sado/maso en la red o cosas peores.
Cuando empezamos a ver la película podemos pensar que es un alegato en favor del pueblo negro oprimido y desfavorecido aun en nuestros días pero, en cuanto rascamos un poco, nos damos cuenta de que si, en parte hay algo de eso, pero que de lo que se nos quiere hablar en realidad es de cómo algunos se ven obligados a llegar a extremos que jamás alcanzarían por una simple casualidad, cuando lo que perseguían era convencer a la gente mediante sus palabras y buscar la igualdad, no una superioridad que vuelve a separar a unos jóvenes que no lo saben o no lo quieren ver, pero que tienen más similitudes que diferencias y que la única en que se focalizan algunos de ellos, el color de la piel, es la más estúpida de todas.
Justin Simien hace un trabajo de dirección y de guionista extraordinario del que parecen contagiarse los intérpretes porque, aunque alguna cara os podrá sonar, ninguno de ellos es una primera figura pero resultan convincentes del primero al último. Tiernos, violentos, inteligentes, estúpidos, divertidos, locos, todos tienen un poco de todo y nos brindan unas conversaciones para recordar y volver a disfrutar en posteriores visionados. Es ahí donde vemos la fuerza del guión de Simien que hace uso de las redes sociales, de la tecnología y de la radio para mostrarnos el poder que estos pueden dar y arrebatar en cuestión de horas, minutos incluso, en esa jungla que es la universidad, que parece dividida por razas pero que al final está más compartimentada en clases.
En definitiva, este grupo de chavales solo trata de encontrar su sitio y en ese camino todos cometen muchos errores, sin excepción, porque lo que hacen algunos de los blancos a sus compañeros negros no tiene justificación pero entre los propios instigadores del movimiento "black power" al que asistiremos a lo largo del metraje caen en esos mismos errores no solo como venganza contra los agresores, sino contra los de su propia raza.
Hoy es cada vez más habitual ver los excesos que cometen algunos integrantes de las fuerzas del orden en EEUU contra la comunidad negra, o la matanza que perpetró aquel loco en una iglesia buscando iniciar una guerra racial según él mismo confesó. Quizá si las ideas que transmite esta joya de Simien se inculcaran desde los primeros años de vida de unos y otros, que es cuando a un ser humano le da igual si el que juega a su lado es negro, amarillo, blanco, etc, en un futuro podríamos ver cómo se detiene a alguien porque ha hecho algo suficiente para merecerlo y no porque un negro, conduciendo un BMW por un barrio bien sea algo que no pueda ser posible.

lunes, 27 de julio de 2015

Kung Fury, frikada hecha para frikis por gente aun más friki

¿Puede llegarnos del norte de Europa algo que no sea ese cine introspectivo y basado en la cotidianidad que gusta tanto a unos y nos aburre tanto a otros? Si, puede y además puede ser muy, muy friki como esta rareza del sueco David Sandberg, que dirige, escribe e incluso protagoniza este mediometraje o corto que nos retrotraerá a muchos a aquella época en que películas de dudosa, por no decir nula, calidad nos hacían disfrutar los fines de semana cuando sacábamos aquellos éxitos casposos de videoclub. Además, molaba ir en viernes porque el alquiler era por dos días y en mi infancia no había otra forma de devolverla que dándosela al dueño en el mostrador y los domingos no abrían.
"Kung Fury" es eso elevado a la enésima potencia. Es cutre, casposa, con una historia que mezcla dinosaurios, "Tron" —de una manera un tanto así pero si—, vikingas que parecen sacadas de MYHYV, por lo recauchutadas, a Thor e incluso a... Bueno, eso lo dejo para que lo descubráis vosotros porque no vamos a desvelar todo.
Si te criaste con aquel cine o tus hermanos o familiares más talluditos te "obligaron" a aprender a disfrutarlo te vas a reír de lo lindo y vas a apreciar el mimo que se ha puesto en la realización pese a la falta de medios. A la vez esa es la gracia del producto, que sabe lo que es y a lo que juega y lo hace a las mil maravillas.
Si os quedan dudas de si vale la pena o no, hay otra cosa a su favor y es que dentro de su banda sonora cuentan con otro icono de aquella época como es, redoble de tambores, David Hasselhoff. Si, si, en serio, con un temazo, "True survivor" que le veréis interpretar durante los créditos finales de esta mini película.
Es de agradecer que haya personas que quieran no solo homenajear a un cine que nos entretuvo a muchos, niños y adolescentes sobre todo, en aquellos finales de los ochenta y principios de los noventa. Pero no os equivoquéis porque "Kung Fury" es disfrutable para todo el mundo, para todo aquel que quiera echarse unas risas, pasar un buen rato con una historia que no te puedes tomar en serio ni por un milisegundo y olvidarse un poco de las penas de la vida.
Si queréis darle reproducciones y me gustas en YouTube a alguien, olvidaros un ratito de todos esos que no hacen más que grabarse haciendo el tonto y soltando tacos —unos dos o tres por frase en oraciones que difícilmente superan las siete palabras—, y dadle una oportunidad a este bendito loco que igual, quién sabe, nos acaba sorprendiendo en el futuro con alguna cosa más seria. Eso si, es probable que si lo seguís en twitter no se haga fotos con su gato poniéndole el culo en la cara, como he visto en mi timeline alguna vez que haces los youtubers que marcan tendencia en España.
Os dejo aquí el vídeo de la propia película y del videoclip de David:
Nota: 8

domingo, 26 de julio de 2015

The Tribe, no es originalidad todo lo que reluce

Cuando te advierten de que una película se te puede hacer larga y además sabes que es la primera donde los actores actúan íntegramente mediante el uso del lenguaje de signos, esperas que sea por eso precisamente, pero hay muchas películas que prescinden del sonido de las voces y se te pasan en un suspiro.
"The Tribe" es larga, dos horas, y se te hace larga lo cual no dice mucho en favor del equipo tras la misma. Supongo que debieron pensar que el hecho de que toda la comunicación entre los personajes fuera a través de lenguaje de signos ya le daba suficiente originalidad e interés. El problema es que estamos ante un film tremendamente repetitivo en el que nos enseñarán una y otra vez las mismas o similares situaciones que además no tienen nada de nuevo. El tema de los delincuentes adolescentes es otro de tantos que ya hemos visto en muchas ocasiones y con mucho mejor resultado en el cine y en series de televisión.
Además de eso, el director tira del recurso fácil del morbo, tanto sexual como en lo referente a violencia, aunque esta última no es tan abundante como me esperaba por algunas opiniones sobre la película y es fuerte de verdad cerca del final porque la cámara se acerca un poco más a la acción pero ver, lo que se dice ver, veréis más brutalidad en cualquier episodio de "Spartacus" en diez o quince minutos. Quizá el problema sea que algunas de las peleas se ven rodadas de manera bastante pobre y poco realista y porque además, los personajes reciben leches a mansalva y no dicen ni pío; alguno me dirá que es porque son sordomudos pero, que yo sepa, sonidos guturales al menos pueden hacer y encima luego si al director le cuadra, hay momentos en que si que gritan o se quejan; otros me dirán ahora que es un recurso pero no sé, el problema es que para mi no es creíble que te estén dando una paliza de muerte y ni un quejido pero luego se oigan otras cosas, por no hablar de que cuando un sentido se atrofia los demás se desarrollan en mayor medida y hay una escena en ese sentido que es bastante ridícula.
Ahora llego al punto que me ha hecho finalmente suspender a la película, la cual inicialmente iba a tener un cinco y se trata del final. Si esta cinta ucraniana hubiera sido un slasher o una de terror pues hasta diría que perdono esa licencia del guión, pero en un drama como este me parece una tomadura de pelo que se nos enseñe una cosa y como luego eso desaparece de pantalla, el director pueda hacer lo que le conviene para seguir tirando del morbo.
Es muy difícil disfrutar plenamente de un film en el que los actores interpretan más con las manos que con su rostro o con el resto de su cuerpo y aunque eso sea original, el resto de la historia no lo es, con lo cual un único elemento no es suficiente para que yo me pueda quedar conforme con dos horas de situaciones repetitivas y de pandilleros juveniles. Quizá algo mejor estructurada y con una trama menos simple habría sido una experiencia más satisfactoria pero para mi no pasa de anécdota.
Nota: 4

sábado, 25 de julio de 2015

Los Minions, sin Gru y sin las niñas estos acólitos resultan demasiado repetitivos

Adoro a estas criaturitas amarillas desde que vi Gru, mi villano favorito y considero que es sin duda alguna una de las mejores creaciones del cine de animación de lo que llevamos de siglo. Le daban un plus a las dos películas que hicieron junto a su amo y las tres pequeñas y adorables hermanas, por no hablar de sus cortos que son prácticamente todos sobresalientes. Ese éxito, asociado al del merchandising también, les dio la oportunidad de emanciparse y que conociéramos qué paso antes de que empezaran a trabajar para un villano casi tan patoso como ellos.
¿Funcionan bien en solitario estos adorables seres?
Para mi la respuesta es no. Si quitamos los momentos en que comparten pantalla con personajes humanos, donde su inutilidad, la de los Minions, genera momentos hilarantes, el resto de la cinta adolece de una mejor concatenación de los gags que se limitan a nuestros amiguitos dando tumbos de un lado a otro y gritando en ese idioma ininteligible que, para momentos concretos o en los cortos ya mencionados funciona muy bien pero que para tantos minutos, y pese a los guiños a momentos históricos de la cultura británica muy bien escogidos, acaban por resultar si no aburridos, si demasiado repetitivos y simples.
Sé que el humor de estos bichejos es mucho más básico que el que se conseguía con la presencia de Gru, Nefario y las niñas en la primera entrega, o con los personajes añadidos en la predecesora de "Los Minions" pero me esperaba un poquito más de guión y no solo una sucesión de sketches, que parecen más la unión de varios cortometrajes una vez termina todo lo de la "Villano Con" que una película en sí misma.
No dudo de que los peques la disfrutarán, sé que los míos lo hicieron cuando fueron con el campamento de verano,  pero tampoco creáis que en la sala donde la vi, los niños presentes es que rieran muy a menudo y los adultos menos aun.
Si tengo que definirla de algún modo después de verla, me parece un sacacuartos para aprovechar la gallina de los huevos de oro en que se han convertido estos pequeñajos que vive de rentas y que da mucho menos de lo esperado aunque ya daba por hecho que no se acercaría a lo que me gustaron las dos anteriores. ¿Entretenida? Si. ¿Olvidable para la mayoría del público? También.
Personalmente es mi segunda gran decepción del año después de Jurassic World.
Nota: 5 

viernes, 24 de julio de 2015

Terminator Salvation, "Aliens", "Transformers" , "Inteligencia Artificial" y la "Biblia", mierdecillaaaaa (cántese como el anuncio de Nocilla)

De eso que piensas que todo el mundo, o casi todo, te ha dicho que "Salvation" es mala pero está Bale, que mola, y te dices que tampoco puede ser para tanto, pero si.
El primer puñetazo en toda la boca, del cual no tiene culpa nadie del equipo original, es la mierda, con todas las letras, de doblaje que le han hecho a Sam Worthington. No me cabe en la cabeza que en una producción de este calibre, por la saga a la que representa se haga algo tan poco profesional como eso. Hasta mi Laurita leyendo el guión conseguiría más inflexiones para un personaje que temes cada vez que sale en pantalla y sale mucho.
Pero don't worry be happy porque "McG" is in da house baby. Que claro, con ese nombre, es el director, poco más se puede esperar que una sucesión de escenas videocliperas a más no poder en las que además el guión se pasa más o menos por el forro muchas cosas. Oye, que yo sé que con esto de las paradojas temporales pues, como que se creen que tienen carta blanca para reinterpretar la historia como quieran, pero no. Es que hay unas cuantas cosas muy heavys y a veces no sabes si ves una de Terminator o una nueva versión de la "Inteligencia Artificial" de Spielberg.
En lo referente a Connor/Bale, parece que se hubieran fijado en una o varias parábolas o pasajes de la Biblia para escribir el guión. Todo es muy mesiánico y Connor parece casi una versión futurista de Jesús, con unos que lo siguen a pies juntillas y otros que lo tildan de falso profeta, por todo eso de que él sabe por su madre cómo será el futuro y tal.
Que tenga cosas de "Aliens" no es algo muy a tenerle en cuenta pero hay dos o tres escenas que me dije, "Pero si esto ya lo he visto en Transformers" y por si eso fuera poco, luego también tiene momentos en que su inspiración en "La guerra de los mundos" de Spielberg es más que evidente también. Igual el bueno de Steven debió pensar en "McG" para dirigir "Jurassic World" porque parece que lo de copiar el trabajo de otros se le da bastante bien.
No tiene nada de la fuerza que le da el carisma de Arnold incluso cuando la saga bajó mucho el nivel y eso que tiene un reparto que ya querrían muchos blockbusters. Por desgracia da la sensación de que todos estaban más para cubrir el expediente que otra cosa y prácticamente no te importa nada de lo que les pase a los personajes. La acción, bien rodada en algunas ocasiones, no oculta unos efectos especiales un tanto penosos para ser de 2009 y una historia sin pies ni cabeza, menos aun que la de "Terminator Genesis". Prescindible se queda corto con esta cinta, menos mal que no es la que quedará en la memoria como la última.
Nota: 3

jueves, 23 de julio de 2015

Terminator Génesis o de como Arnold cerró muchas bocas definitivamente

Mientras que con Jurassic World esperaba mucho más por cómo se había vendido la película y por lo que decía la gente, con la nueva entrega de Terminator no tenía muchas esperanzas de algo decente porque la tercera ya me pareció una tomadura de pelo y "Salvation" no la he visto a la hora de escribir esto que estáis leyendo, pero como no cuenta con quien es el alma de esta saga, Arnold, tampoco la usaría como piedra de toque para valorar esta nueva entrega. La serie que hicieron sobre Sarah Connor ya la veré algún día.
A mi que salga Emilia Clarke, más conocida como "Khaleesi", no me motivó en nada para fijarme en esta cinta porque yo a quien quiero ver es a "Chuache". Os diré que en él si tenía depositadas esperanzas para esta continuación —o lo que sea por el tema de las paradojas temporales— porque sé que aunque muchos se burlen de su edad, desde que volvió al cine se ha machacado en el gimnasio y ha conseguido pasar de ser aquel político fofo a un hombre que, para tener cerca de setenta años, no se le puede pedir más. 
Además de eso, ha demostrado que en pantalla sigue sabiendo dar lo que siempre ha dado, esa mezcla de héroe del cine de acción con toques de humor que le hicieron grande en su día. Esa mezcla está más que presente aquí y nos dejará unas cuantas escenas memorables para los fans.
Por desgracia, el resto del reparto como que no, salvo Jason Clarke, que nos hace disfrutar de un John Connor que está a la altura de las circunstancias, y un Simmons que vuelve a demostrar que vale lo mismo para ganar un Oscar que para hacernos reír con un personaje que es poco más que un cameo. La parejita que acompaña a Arnold, formada por Sarah/Emilia Clarke y Reese/Jai Courtney, son lo peor del film pues ella no resulta nada creíble en ningún momento y a él nos lo meten hasta en la sopa en todo lo que huela a acción desde "Spartacus" pero el personaje que le ha tocado en suerte le queda grande. La química entre los dos tira a cero.
Si quiero agradecerle a Alan Taylor el mimo que ha puesto a la hora de recrear el inicio de la cinta original hasta que las paradojas hacen que la historia empiece a cambiar. El Arnold digital que han recreado para la ocasión canta un poco en algún instante pero es de lo mejorcito que he visto en CGI últimamente.
La música de siempre, acción a raudales y más efectos especiales es lo que ofrece el génesis, más bien renacimiento, de una saga que le va como anillo al dedo al gigante austriaco de los buenos tiempos que ha vuelto por mucho que muchos, incluso en la propia película, lo llamen abuelo y que me hace tener renovadas esperanzas en ver a un "Conan Rey" que me deje con la satisfacción de que uno de mis mayores ídolos termine lo que empezó y poder olvidar aun más a Momoa. Dijo que volvería y aquí está, dando lo que siempre ha dado, si os gustaba antes os gustará ahora pero tened claro que la película sin él se queda prácticamente en nada.

Nota: 5

miércoles, 22 de julio de 2015

Terminator 3: La rebelión de las máquinas, mala, pero no tanto

Cuando me acerco a sagas conocidas a la hora de poner el Motel al día con ellas cuando llega una nueva entrega, normalmente ya he visionado todas las películas al menos una vez y suelo tener claro con qué me voy a encontrar. Viendo esta tercera entrega de Terminator fui consciente de que si la vi fue a trozos en su momento porque recordaba muy pocas cosas.
Al igual que pasa con la franquicia de "Alien", los cyborgs representados siempre por la figura de Arnold iniciaron la cuesta abajo con la tercera entrega y eso es algo indudable. A pesar de ello, a mi me parece que, aun estando a mucha distancia de las dos primeras partes, es mucho más entretenida que la mayoría de productos que mezclan acción y ciencia ficción que han ido llegando a la gran pantalla en años posteriores al 2003, año de estreno de esta fallida continuación.
Uno de los problemas con los que se encuentra la saga es que volvemos una y otra vez sobre la misma idea, la protección de John Connor y sus allegados, pero en diferentes momentos de la vida de dicho personaje. La gran novedad aquí es que el rival de "Chuache" es un robot con aspecto femenino y que posee la capacidad, no solo de transformarse en otros seres humanos, sino incluso de convertir sus brazos en armas mucho más sofisticadas que el némesis que nos encontramos en la segunda película. Vamos, una navaja suiza andante.
Pese a contar con unos efectos especiales muy cañeros para su época y con un reparto a priori más que solvente, con una Claire Danes que vivía sus años dorados, al menos en lo que a cantidad de trabajo se refiere, Jonathan Mostow, director del proyecto, tira mucho más por el lado del humor desde casi el primer momento. Esto último lo notaremos sobre todo en cada escena de acción y en las peleas cuerpo a cuerpo entre los dos androides siendo un problema por el extraño contraste con los momentos más dramáticos protagonizados por Connor/Nick Stahl y Danes. Sobre Kristanna Loken, la "Terminatrix", poco que decir hay pues se limita a poner cara seria a lo largo de todo el metraje, tanto da si está matando a alguien o recibiendo mil leches del otro robot.
La trama está tan encorsetada por los sucesos pasados y futuros, aderezados con la omnipresente salsa de paradoja, que tendremos la sensación de estar viendo por tercera vez casi lo mismo, solo que con unas persecuciones sobre ruedas que poco o nada tienen que envidiar a su predecesora y que consiguen que la intensidad no decaiga en una orgía de acción sin descanso.
No es digna de sus antepasadas pero pienso que no es tan mala como muchos la quieren pintar. Otro de tantos entretenimientos vacíos que nos llegan con asiduidad con más carisma que la mayoría aunque con el gigantesco lastre que supone que esperen de ti que consigas ser de nuevo la evolución en el cine de ciencia ficción que fueron las anteriores Terminator.
Nota: 5

martes, 21 de julio de 2015

Terminator 2: El juicio final, también debió ser el punto y final

Cameron experimentó en los ochenta y en 1991 trajo a la máquina definitiva, encarnada de nuevo por Arnold aunque esta vez, con el austriaco en la cresta de la ola, se convertiría en el bueno de la historia. Algo lógico por un lado y que además brindó la oportunidad de que Robert Patrick pasara a la historia del cine como ese imparable T-1000 que supuso además un paso enorme hacia adelante en lo que a efectos especiales se refiere.
No obstante, esta continuación de Terminator cuenta con un elenco que es lo que hace grande a la película más allá de unos "FX" que te dejaban con la boca abierta. Linda Hamilton y su Sarah Connor evolucionaron de la damisela en apuros que se vio obligada a atarse los machos, y a darles caña también, a una mujer que va más allá incluso de lo que el propio Cameron había conseguido con las heroínas femeninas en Aliens. Carismática y fuerte pero también sensible, Sarah consigue dejar claro que en ocasiones puede necesitar ayuda pero que es muy capaz de valerse por sí misma en cualquier situación aunque sigue siendo humana, no una asesina fría como si lo son los Terminators.
Lo cierto es que el film se sustenta sobre la relación entre John Connor/Edward Furlong, que debutaba de la mano de Cameron, y el T-800 interpretado por "Chuache", que es la que nos permite descansar de tanta acción y ver una humanización del ser al que todos acabamos temiendo a mediados de los ochenta, o cuando fuera que vimos la película.
La acción está fantásticamente rodada y Arnold demuestra que estaba en plena forma y que era el ideal para dar vida a un robot que no entiende de sentimientos y que va con "cara de palo" allí por donde pasa. Todo el metraje que se inicia con la pelea entre ambos robots y que se traslada a la frenética persecución con ese monstruoso camión que trata de llevarse por delante a nuestros protagonistas es pura adrenalina y jamás me canso de ver al otrora "Mister Universo" recargando su escopeta de aquella manera que seguro que todos quisimos poder imitar.
Al no tener aun en mi poder mis pertenencias, entre las que se cuentan las dos primeras entregas de la saga, me toco tirar de torrent y la versión que cayó en mis manos fue la extendida, en la que Cameron muestra muchos detallitos, relacionados sobre todo con el T-1000, que quizá no aporten mucho o nada a la trama, pero que hacen que el conjunto funcione mucho mejor. Para mi ha sido una gozada.
Esta cinta está para mi ahí, ahí con "Predator", en lo que se refiere a mi favorita de la filmografía de este gigante del cine de acción al que muchas veces no se le reconoce como se debería y sin duda es una de las imprescindibles en mi colección. Nunca me canso de verla y creo que la conjunción de música, dirección, intérpretes en estado de gracia y un guión que entretiene sin marearnos tanto como alguna de sus secuelas con la cuestión de las paradojas nos proporciona dos horas y pico de entretenimiento que ya quisieran hoy muchos de los "blockbusters" que llegan a nuestro país cada año.
Una película sobresaliente para mi y que con esos pequeños añadidos le doy el diez porque si ya me parecía una maravilla, ahora ya me enamoré definitivamente.