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domingo, 13 de diciembre de 2015

Un funeral de muerte, de muerte por carcajadas

La comedia, ese género que es quizá el más personal de todos a la hora de valorarlo tras el visionado, nos ocupa hoy con una de esas pequeñas películas británicas que sabe muy bien como darle la vuelta a una situación para convertir algo, que para quienes lo viven en la pantalla, es incluso dramático y que roza lo bizarro en una trama llena de humor negro y absurdo casi a partes iguales.
He de reconocer que el título de la película me sonaba y que si no recuerdo mal, no hace demasiado tiempo emitieron el remake americano de la misma, que por suerte no había visto antes de ponernos con esta el día que, buceando por el videoclub online de Netflix, nada más verla, me recomendó encarecidamente mi Sra. Purgatorio, que ya la había visto y además echó pestes de la versión yanqui.
Los fantásticos títulos de crédito, sencillos pero no simplistas, y la música que los acompaña ya deja claro que estamos ante un film que pese a tratar un tema tan serio como es la pérdida de un familiar, no vamos a poder tomarlo en serio en casi ningún momento, algo que terminan por confirmarnos con la primera escena de la cinta.
Tanto los personajes como la mayoría de las situaciones rozan o superan el esperpento con mucho, aunque si hemos de dar al César lo que es del César, en el caso de los primeros no siempre es culpa de ellos mismos que eso sea así sino de los descuidos de otros, siendo uno de ellos una de las piedras angulares sobre la que gira la trama más claramente cómica del film.
Muchas familias, incluidas las de no pocos de nosotros, parecen muy bien avenidas hasta que toca repartir herencias o gastos, o simplemente al tener que verse tras años en los que alguno de ellos ha escurrido el bulto para dejar sus responsabilidades a otros, que es algo que aquí da mucho juego y con lo que más de uno podrá sentirse identificado. Lo grande es que incluso de esos temas consigue reírse este largometraje y buscarle esa punta irónica que tanto gusta a los británicos y que hace que para algunos la comedia que viene de allí sea algo más difícil de digerir. Puede parecer humor simple a veces pero si se profundiza tiene muchos matices que lo hacen inclinar la balanza hacia ese más inteligente que yo suelo disfrutar más.
Es difícil destacar a nadie en un reparto tan coral y, salvo Peter Dinklage, archifamoso ahora por ser Tyrion en Juego de Tronos, difícilmente identificaremos a ninguno más allá de sus caras, salvo que seáis muy asiduos al cine y series llegadas de la Gran Bretaña y buenos reteniendo nombres. Lo que es innegable es que todos funcionan muy bien y que encarnan maravillosamente a sus estereotipos.
En definitiva, Frank Oz, que inició su carrera como director de la mano de Jim Henson en "Cristal oscuro" y que tiene en su haber la magnífica "In and out" vuelve a demostrar que es un maestro en eso de dotar de humor a lo cotidiano, con una comedia que, si bien no tiene en la originalidad su punto fuerte, algo que le resta enteros en lo que a nota se refiere, si que conseguirá alegrarnos el día a poco que conectemos con ella. Recomendada para disfrutar en esos días que se vuelven un tanto grises.

1 comentario:

  1. He visto ambas y sin duda me quedo con la versión inglesa. La vi hace ya tiempo, pero es de esas que por lo que sea no se te olvidan. Supongo que por toda la ironía que desprende. ¡Buena entrada!

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