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jueves, 8 de diciembre de 2022

As Bestas, gallegos contra franceses

No teníamos seguro que íbamos a poder ver esta película ya que no siempre las traen a nuestra localidad pero en un viaje que hicimos vimos la posibilidad de ir al cine y verla.

A pesar de lo larga que es no resulta pesada y sin duda transmite a la perfección la idiosincrasia de muchos pueblos de la España profunda. El mundo más rural de nuestra Galicia se plasma en la tozudez u obcecación de la gente del campo reacia a recibir nuevos miembros en su comunidad que son dueños de sus tierras y gozan de plenos derechos. Ni mucho menos todo el mundo rural es tan obtuso como para no percibir que les están intentando engañar y en el caso que nos ocupa obvian el consejo del forastero. Uno podría pensar que se ambienta en tiempos pasados sin embargo todo se desarrolla en nuestros días.


La cinta me parece fantástica al rodarse en gallego porque eso es lo auténtico así como la soledad que siente muchas veces la gente del campo. Lo cierto es que por lo que había leído de la película pensé que la historia iba a ser más tremebunda sin embargo no resulta ser nada novedoso. Hasta aquí mi opinión porque del reparto y de las buenas actuaciones se ocupa mi media naranja que también es medio gallego. 

Pues si cariño, mi sangre es mitad gallega aunque ni hablo el idioma ni conozco de la tierra de mi padre y su familia todo lo que me gustaría; a pesar de ello, siempre he sentido una atracción por todo lo que huele a esa hermosa comunidad. No en vano, hemos podido ver este film en Murcia porque uno de los genios gallegos de la actualidad, Carlos Núñez, daba un concierto allí. Al final mi amor, todo está conectado.

Muchas veces he dicho y si nos leen habitualmente lo sabrán, que hay cintas que para mi son de actuaciones y esta es una de ellas. Se ha hablado mucho de Luis Zahera y es obvio que lo de este hombre en As bestas es de diez pero, no le va a la zaga Marina Foïs, en un duelo interpretativo en el que saltan chispas entre los personajes y ambos me parecen merecedores de galardón. El resto del reparto hacen de escuderos de una manera muy remarcable también.

Además del aspecto interpretativo, quien brilla con una luz casi cegadora es Sorogoyen en la dirección, acompañado de una fotografía mucho más sombría pero que capta a la perfección el tono de la trama y la soledad que se respira y que nos transmiten los personajes en numerosas ocasiones.

Antes de finalizar quiero hablar del guión. Como bien dice mi amada esposa, la historia no te sorprende, algo muy difícil hoy en día, así que entiendo que quienes hablan de un gran guión aquí entiendo que solo pueden referirse a esos momentos de diálogos impagables, como el del bar entre Zahera y Ménochet o el de la cocina entre Foïs y Marie Colomb, madre e hija en la ficción de Sorogoyen. Ahí, justamente ahí, en esas escenas es donde el guión me parece sublime.

Siento haberme alargado tanto, porque sé que las entradas cortas gustan más, pero quería que quedara claro que nos ha parecido una gran película, enorme en determinados momentos, a pesar de que, como todas, tiene sus aciertos y errores o sus cosas mejores y peores.

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