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sábado, 29 de agosto de 2015

La habitación del pánico, hubo vida antes de Crepúsculo

Circunscribir toda la acción de una película a una casa o, rizando aun más el rizo, a una habitación de dicha vivienda, hace que todo el peso recaiga sobre el guión y la capacidad que este posea para generar tensión y también en los hombros de todo el reparto que son los que han de conseguir ponernos el corazón en un puño.
David Fincher, director de culto para unos y sobrevalorado para otros, consigue que la cosa funcione a medias, porque está claro que su dirección en lo que respecta a las interpretaciones debió ayudar a que Foster, Whitaker, Leto y una muy jovencita pero reconocible Kristen Stewart consigan que lo pasemos extremadamente mal en algunos momentos. Es obvio que el tic de mantener la boca abierta de la crepuscular niña debió llegar mucho después de esta cinta; lo siento pero tenía que decirlo.
Por contra, el guión es muy plano y a pesar de algunas escenas donde madre e hija interactúan de alguna manera con los atracadores, no podemos decir que haya conversaciones de esas que se te quedan grabadas ni nada más allá de recursos más que vistos en muchos otros films similares antes de que Fincher y su guionista nos quisieran vender la historia de esta madre coraje.
Casi me atrevería a decir que lo mejor, aunque Foster está muy bien, son las discusiones entre los delincuentes, que son especialmente inquietantes mientras uno de ellos mantiene oculta su identidad con un pasamontañas; curiosamente es el actor menos conocido de los que se encuentran dentro del inmueble. Whitaker hace una de sus mejores actuaciones aunque no es que salga realmente demasiado de su rol habitual y supongo que para otros no pero a mi me fue imposible reconocer a Leto pero he de decir que es un actor del que poco sabía antes de la actuación que le valió el Oscar por "Dallas Buyers Club".
Tiene un buen ritmo narrativo y va bastante al grano, porque el atraco/secuestro no tarda en llegar más que unos minutos, en cuanto hemos visto la típica introducción de familia que se ve obligada a iniciar una nueva vida por cuestiones de separación/divorcio. No es una cinta que dé mucho respiro y es por eso que se sostiene a pesar de ser sumamente predecible.
Con el revisionado de este thriller me ha sucedido lo mismo que con Perdida en su momento, no es una mala película y técnica e interpretativamente está a un nivel notable pero en otros aspectos se me hace como del montón. Sé que esto levantará ampollas entre los adoradores del director pero, qué le voy a hacer, parece que solo conecto con sus primeros trabajos.
Nota: 6

domingo, 17 de mayo de 2015

El curioso caso de Benjamin Button y los amores para toda la vida.

No había visto esta película, que ya goza de unos años, a pesar de sus muchas nominaciones a los Oscar, nada menos que trece, sin embargo había algo en ella que me causaba rechazo y nunca había sentido el menor deseo ni curiosidad por visionarla. Pero mi esposo, que cada día me informa sobre la película que se emite esa noche, me sugirió que la viéramos juntos, y yo no puedo negarme a sus deseos; quería que la crítica la hiciéramos conjunta y la verdad, adoro no solo estar con él sino escribir con él, eso nos une más. Me advirtió que la película quizás me conmoviera así de esa manera que me conmueven a mí las cosas tiernas, y sí efectivamente la película me conmovió porque me pareció una historia de amor preciosa, sí, me gustó y mucho.
Aunque la película es larga no me resultó para nada lenta. Ciertamente es una cinta peculiar pero tengo entendido que este director acomete proyectos un tanto diferentes. Brad Pitt además de ser guapísimo es un gran actor, creo que nadie lo cuestiona ¿verdad cariño? Por otra parte Cate Blanchett está magnífica y la cinta está repleta de momentos de una ternura indescriptible mostrándonos que el amor de verdad no entiende de edades ni de aspectos físicos.
Un bebé que nace como un nonagenario, abandonado por sus padres es acogido por una pareja negra y criado como si fuera un hijo. Contra todo pronóstico él va creciendo y rejuveneciendo y se cruza con una joven en la que la vida sigue su curso natural. Sus vidas van en direcciones opuestas y convergen en un punto en el que surge el amor, un amor fuerte, poderoso, pero de ningún modo podrán caminar juntos. ¡Qué cabrona es la vida!
Un momento sublime de la película, que nos lo pareció al Sr. Purgatorio y a mí, es cuando ella ya con cierta edad, que ya se refleja en su cara y en su cuerpo, y él con una edad similar pero de aspecto joven y lozano sigue viéndola hermosa, sigue amándola, porque ella es la mujer de su vida. "Soy una señora mayor" y él la abraza porque eso carece de importancia. Me emocionó cuando lo vi y me emociona ahora al escribirlo, quizás eso me recuerde ciertos momentos cuando te dicen "no me importan tus arrugas, no me importa tu edad, yo te amo como eres y te amaré por muchos años que pasen".
Bueno cielo a mi nunca me ha importado lo que sea normal o usual ni he pedido nunca el DNI cuando me he enamorado de alguien y me siento enormemente afortunado de estar contigo y si, te he dicho esas cosas y muchas más y hoy, como siempre, y como cada mañana al despertar estás preciosa. Yo sabía que si le dabas la oportunidad, esta película te gustaría y así ha sido.
Si somos sinceros estamos ante uno de los mejores directores de los últimos tiempos, Fincher, del que no puedo decir que lo haya visto todo, ni que todo lo que he visto me haya maravillado tanto como la historia del señor Button, la cual, aunque pueda parecer otra cosa, es la historia de un romance que dura toda una vida aunque solo puedan encontrarse de verdad durante un espacio de tiempo que, sin duda se nos antoja injustamente corto. Aunque lo verdaderamente importante es cómo se aprovecha ese tiempo.
La gran fuerza de esta película está, eminentemente, en la ternura que transmite de principio a fin y es sin duda de esas cintas que te tienen que llegar, tienes que empatizar con todo lo que sucede de algún modo porque si no puedes llegar a considerarla incluso una ñoñería, destacable solo por el maravilloso trabajo de caracterización al que son sometidos sus dos protagonistas —lo de Brad Pitt cuando se le ve joven es que es ya de Oscar— y por las notables interpretaciones de la mayoría del reparto. Vamos, que si la historia de amor no te toca, mal lo llevas con este film.
Es obvio mi amor, que Pitt es mucho más que una cara bonita y quien aun siga dudando de su calidad como actor me parece que debe tener algo personal contra él porque no se entiende de otro modo. Y qué puedo decir de Blanchett que me parece no solo una actriz maravillosa sino una de las bellezas con más clase que se pueden disfrutar en la gran pantalla; imposible no enamorarse de ella aquí igual que me fue imposible no enamorarme de ti cielo.
Un apartado técnico sobresaliente, con una mezcla de aventuras, humor y amor que, pese a rondar las tres horas, no se hace larga si conectas con ella y en la que Fincher arriesga no solo porque nos habla de un amor que hoy día para muchos está caduco y es increíble, ese que supera todas las barreras, sino que incluso nos muestra a un hombre joven, al menos en apariencia, total y absolutamente enamorado de una mujer a la que la sociedad y los cánones le han hecho creer que lo único que le queda por hacer es sentarse a ver pasar el tiempo.
Si sois unos románticos empedernidos, os gusta Fincher y su manera de hacer cine y queréis disfrutar de una película diferente, está claro que esta es una opción inmejorable.

lunes, 10 de noviembre de 2014

La red social. La oscura trastienda de Facebook.

Este film de David Fincher nunca me había llamado la atención porque, aunque no sea un biopic al uso, no deja de ser la historia del nacimiento de Facebook y por tanto de su principal creador, Mark Zuckerberg, y no soy mucho de este tipo de historias salvo que el personaje en cuestión me atraiga de verdad.
Aquí Fincher no pierde ni un segundo y tanto la música, muy buena, como la que será la seña de identidad de la película, es decir, los diálogos o conversaciones, hacen acto de presencia en una de las mejores escenas iniciales que recuerdo, donde se nos presenta a una pareja Zuckerberg/Jesse Eisenberg y la que es su novia, y una charla que nos mostrará ya la difícil personalidad de Mark y cuales son sus prioridades.
Basado en la novela de Ben Mezrich, el film nos narra los problemas legales con los que tuvo que lidiar Zuckerberg, en gran parte por su manera de actuar, lo cual le granjeó diversas enemistades, la más dolorosa con Eduardo Saverin.
El mayor acierto de esta película, mérito de Fincher, Aaron Sorkin —guionista— y los montadores es el ritmo narrativo que, pese a ser un drama, es ágil y no se recrea demasiado en ninguna situación, con esa estructura tan socorrida hoy de usar los flashbacks o recuerdos durante las sesiones de la negociación entre los abogados de las partes implicadas en la lucha por el control de la red social o por sacar tajada.
Hay que destacar a Jesse Eisenberg, que no es santo de mi devoción, pero que aquí, haciendo su papel habitual es tan odioso como seguramente debía ser Zuckerberg, no porque sea mala persona sino porque sus dotes sociales no eran las mejores, curioso pensando de qué es creador. La pasión, sin embargo, la pondrá el personaje con el que más empatizaremos, el de Andrew Garfield/Eduardo Saverin. Está claro que el chaval vale para mucho más que para hacer de trepamuros.
Entre el resto del reparto, correctos como universitarios y demás fauna pica pleitos, cabe destacar que Justin Timberlake no hace el ridículo como Sean Parker, co-fundador de Napster y que es quien ejerce de serpiente, de tentador.
Hace tiempo que no me paro demasiado en las bandas sonoras, pero la de "La red social" lo merece porque me parece notable y además muy adecuada en todo momento con piezas que suenan incluso como muy "informáticas", no sé si me explico. A cargo de ella están dos desconocidos para mi a los que tendré que seguir la pista, Atticus Ross y Trent Reznor.
Habiendo visto "Perdida" hace poco he de decir que me ha gustado bastante más este acercamiento al biopic y que he disfrutado mucho con el guión de Aaron Sorkin, el principal culpable sin duda de que el producto final sea el que es. Cuando todos los engranajes se mueven al compás el invento funciona mucho mejor y con esta historia sobre Facebook todo encaja.
Si os gusta Fincher y no la habéis visto por reticencias respecto a la temática, dadle una oportunidad. Y si ni siquiera sabéis quién es Fincher, cosa harto improbable, dadle también una oportunidad que igual os sorprende como me ha pasado a mi.

sábado, 18 de octubre de 2014

Perdida. David Fincher trata de enconcontrarse a si mismo y no lo consigue.

He visto bastante del cine de Fincher y casi todo me ha parecido de notable para arriba, lo cual, unido al hype generalizado por la legión de fans que le idolatran, me hizo ir con grandes esperanzas y expectativas a ver "Perdida".
Como sabéis, nunca me muevo en base a si voy a crear polémica, ni busco más visitas siendo contundente contra obras que la gran mayoría consideran geniales, obras maestras o como queráis llamarlo.
Fincher ha conseguido, con la inestimable ayuda del propio Affleck, que el tan criticado actor , no es santo de mi devoción, lo reconozco, sea creíble y agradable de ver como el marido sospechoso de la desaparición de Amy/Rosamund Pike.
Es ahí donde está la gran fuerza de esta película, en el reparto, con una Pike que destaca sobre los demás y con una Carrie Coon, encarnando a la hermana de Ben en la ficción, que me encantó y fue con la que más fácil me resultó empatizar. Neil Patrick Harris y Kim Dickens, como ex de la desaparecida y detective encargada del caso respectivamente, también dan la medida de sus posibilidades. Especialmente agradable ver el cambio de registro en Harris.
Y después de haber leído el inicio de la crítica estaréis esperando cuando vienen los palos ¿no?
Para este humilde opinador, el problema de la película está en el guión, en la dirección, o en ambas. El primer giro de tuerca, hasta ese momento estaba disfrutando enormemente de la película, llega demasiado pronto para la duración de la misma. Debido a eso, la parte central del film me resultó bastante carente de interés, ridícula en algunos momentos, rato motel o apartamentos, y hasta llegó a aburrirme un poquito. Luego va tomando de nuevo una curva ascendente en el tercio final, con un tono cuasi cínico, en el que Fincher y Gillian Flynn, guionista y escritora del libro, ponen el dedo en la llaga sobre la hipocresía en las relaciones de pareja y en lo que a los "mass media" se refiere.
Los aspectos técnicos del film también están gran altura, aunque he de decir que la banda sonora se me hizo un tanto machacona y repetitiva por momentos pese a que la inclusión de los latidos en algunas de las piezas si me pareció bastante acertado.
"Perdida" es una buena película pero el esperar mucho más, por quien está detrás del proyecto y por las generalizadas opiniones en cuanto a la grandeza de la cinta, me hace imposible darle una nota más elevada. Es una pena, porque le falta originalidad y repito, me parece un fallo bastante grande el momento en el que se hace el primer giro en la historia. Nos cuentan mucho demasiado pronto y eso en un thriller, salvo que sea estilo Memento o similares, me parece un error.
Piedras pequeñas en los comentarios por favor.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Alien 3. Cuando David Fincher no era nadie.

Ha sido al hacer la crítica cuando he sido consciente de que, uno de los directores mejor valorados de la actualidad, David Fincher, fue el encargado de capitanear esta continuación de una saga que inició aquí una ligera cuesta abajo que se acentuará con la cuarta entrega.
Nos encontramos con una vuelta a los orígenes, dejando de lado la acción desenfrenada de Aliens para recuperar el ritmo más pausado y claustrofóbico de Alien, el octavo pasajero. Por un lado es un acierto porque volvemos a sentir miedo en determinados momentos del visionado, aunque aquí todo es aun más sangriento que en la primera película; por otro lado hace que la originalidad brille por su ausencia, puesto que ambientarla en una prisión en lo más remoto de la galaxia, no cambia que estamos viendo prácticamente lo mismo que hemos visto ya antes.
Tendremos ya la sensación de que Ripley/Sigourney Weaver, es la protagonista absoluta y de que, pese a que algunos personajes tengan su importancia, son unos "comparsas" prescindibles en una historia que gira en torno a nuestra heroína de principio a fin.
Los presos, con una organización a camino entre el autogobierno y lo sectario presentarán algo más de batalla que lo que vimos de la tripulación de la Nostromo, aunque la trama desemboca como siempre en cómo hacer uso del entorno para acabar con la criatura. Se vuelve ya demasiado recurrente aunque la ausencia de armas en la cárcel lo justifica.
La dirección de Fincher ya nos demuestra que sabe cómo ambientar una historia oscura, algo que luego bordaría en Se7en, aunque quizá el guión no le acompaña todo lo que debería, pues arriesga poco o nada, pues incluso podríamos decir que lo más original, el anfitrión del único Alien que pulula por los pasillos hace pensar en "La Cosa" de Carpenter.
El ritmo narrativo es el mismo que disfrutamos en "El octavo pasajero", esto es, un devenir pausado de la trama hasta que algo más de acción entra en escena, pero no una acción frenética en todo caso.
Visualmente y en cuanto a efectos especiales, si tenemos en cuenta que es de 1992, sigue, al igual que sus predecesoras, siendo puntera, pero ni eso, ni la gran interpretación, una vez más, de Weaver, secundada por unos compañeros de reparto más que correctos, la salvan de ser un intento descarado de clonar algo que funcionó en su momento pero que, a principios de los noventa, era algo ya muy visto.
Entretenida y digna continuación, Alien 3 no aporta nada nuevo al género ni a la franquicia si he de ser sincero, pero sabe mantenernos en tensión frente a la pantalla y la fuerza de Weaver, unida a la inquietante presencia del xenomorfo hacen que su visionado valga la pena.