Mostrando entradas con la etiqueta Eduard Fernández. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Eduard Fernández. Mostrar todas las entradas

sábado, 8 de octubre de 2022

Los renglones torcidos de Dios, enderezados por Oriol Paulo

¡Qué buen cine español estamos disfrutando! Las últimas tres películas que hemos visto en el cine han sido españolas. Como dije en una entrada anterior, por fin se hace un cine diferente. La cinta que ahora mismo nos ocupa no podría describirla con otra palabra que magnífica. Había oído hablar del libro, no en vano es una novela de 1979, o sea que ya tiene unos cuantos añitos, sin embargo no la había leído así que no puedo juzgar si la película es fiel al libro o no. Pero lo que sí puedo decir es que la historia es fantástica.

Barbara Lennie es de esas actrices que yo conocía muy poco y  en esta película me encantó,  el reparto en general me parece muy bueno.  El ambiente que se presupone en un sanatorio mental de la época está perfectamente reflejado en el film, no solo por la localización sino por todos los enfermos que allí habitan. Seguramente esos entornos en la actualidad son bastante mejores y los tratamientos son más humanos. 

A pesar del metraje no se hace larga para nada. Tiene algunos giros sorprendentes que al final no sabes muy bien cómo son las cosas en realidad. Esta es de esas películas que dan para hablar y hablar y cada uno llegará a una conclusión diferente.  Merece más de un visionado y estoy segura que viéndola más de una vez percibiremos detalles que en principio pasaron inadvertidos. La recomiendo sin duda. Seguro que mi amado Sr.Purgatorio piensa muy parecido. Yo por mi parte aprovecho para decir que mi locura es de puro amor por él. 

Que estés loca de amor por mí es normal; lo molo todo. Yo también te amo muchísimo y es una gozada ir al cine en tu compañía y haberte convencido en estos años de que el cine español no es lo que era, para mejor, y hacerte descubrir a actrices como Bárbara Lennie. Yo la conocí en Magical Girl y fue amor interpretativo a primera vista. Es posiblemente la mejor actriz de su generación.

Lo que no puedo hacer es quedarme solo en ella porque Eduard Fernández y un camaleónico Federico Aguado le hacen de magníficos escuderos en un reparto, hasta el más secundario enfermo mental que aparece de refilón, que brilla de una manera impresionante; ayudando así a una ambientación que te traslada a ese sanatorio haciendo que sientas la inomodidad que cualquier visitante cuerdo seguro debía sentir al visitar aquellas instalaciones en unos tiempos donde la dictadura aun daba sus últimos coletazos en la transición.

Si la cinta, como bien dice la Sra. Puratorio, da para debate largo y tendido después de su visionado, es gracias al guión, coescrito por Oriol Paulo y dirigido tan maravillosamente bien por él mismo que jamás tienes claro qué es real y qué no; o más bien crees tenerlo claro, hasta que otro giro u otra frase o actitud de algún personaje te hace replantearte todo de nuevo. También es un acierto que en ningún momento te dan la solución mascadita como sí hacen otras películas similares, en las cuales al final dices: "Estaba loco/a y esto lo vivimos de verdad y esto otro solo estaba en elmundo onírico del personaje".

De factura técnica impecable a todos los niveles, me parece la mejor película española que he visto este año de lejos, puede incluso que la mejor a secas, y además es cine comercial. Espero que los Goya sean justos y se lleve muhos premios y no que esos recaigan en films que han visto cuatro y que gustan mayormente a los críticos.

martes, 5 de mayo de 2015

El método... si Gronholm levantara la cabeza.

Buscando tener siempre el Motel bien surtido de todo tipo de cine en sus habitaciones y tratando de no dejar demasiado de lado a nuestro cine, solemos aprovechar cada oportunidad que se nos presenta para ver películas como esta de "El método", basada en la obra de teatro "El método Gronholm", la cual por lo visto tiraba mucho más por el camino de la comedia que su adaptación, donde el drama se enseñorea de la práctica totalidad del metraje. En ese sentido no creo que haya nada criticable, porque no soy de los que opinan que un giro de 180 grados si el espíritu se mantiene o, incluso aunque no sea así, el resultado va a ser malo, simplemente es diferente.
La idea de mostrarnos una entrevista de trabajo en grupo que poco o nada tiene que ver con las dinámicas de grupo que se hacen cuando vas a esas entrevistas multitudinarias donde, al igual que en la película, puedes ir intuyendo la personalidad de cada uno de los allí presentes, me parece si no original, muy interesante y es eso lo que realmente salva a la película. Y ahora paso a explicaros por qué en mi opinión es eso lo que no la hace caer en la mediocridad pese a la nefasta elección de actores y actrices salvo en algunos casos.
La desconfianza que se va apoderando de la sala donde los aspirantes son sometidos crea unas situaciones de tensión muy bien logradas si no fuera porque hay actores como Ernesto Alterio al que supongo que le dirían que sobreactuara para que su personaje, uno de esos que quiere contentar a todos pero que está siempre con el puñal listo, resultara aun más penoso en sus reacciones pero es que Alterio ya sobreactúa por si solo así que con esa doble exageración o esa redundancia queda ridículo; Najwa Nimri tampoco me ha parecido nunca una buena actriz y encima aquí en ningún momento resulta creíble como una alta ejecutiva que quiere un puesto aun más alto en otra empresa, aunque eso si, al final enseñará cacha, claro; Eduardo Noriega, otro de los más sobrevalorados de nuestro panorama actoril y que, aunque como pijo da el pego y tiene sus momentos, está muy lejos de los mejores en este film; la Verbeke no sé si es exclusivamente culpa suya o del personaje, pero lo cierto es que parece que está ahí para romper el ritmo y la tensión que consiguen transmitir las situaciones que se les van planteando a los aspirantes y por ende a nosotros.
Por suerte para el espectador, la historia y la participación de Carmelo Gómez en especial, y de Adriana Ozores, Eduard Fernández y Pablo Echarri en menor medida, consiguen que la calidad del film no decaiga del todo pese a que la presencia de algunos sea casi testimonial y que, sobre todo Gómez y Ozores, desaparezcan tan deprisa de la ecuación.
Volvemos a caer, como tantas veces, en meter con calzador en el guión escenas como las de los baños, que no solo son realmente innecesarias para entender las motivaciones de los personajes, sino que están alargadas en exceso y rompen, una vez más, el ritmo narrativo de la trama, sacando a nuestros aspirantes de la sala, que en mi opinión es posiblemente uno de los mayores errores del guión.
Me ha parecido un buen ejercicio para nuestro cine, que hace pensar al espectador si, en el fondo, sería capaz de llegar hasta donde llegan algunos de nuestros protagonistas para ser el último en salir de esa sala de reuniones y que con más tiempo en pantalla para los que de verdad saben de eso de actuar habría sido mucho más grande de lo que a mi me ha parecido. Aun con todo me ha parecido una buena película que recomendaría ver, sobre todo en estos tiempos tan de "yo, mi, me conmigo" que vivimos.
Nota: 6