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jueves, 7 de mayo de 2015

KATHARINE HEPBURN, EL VENENO DE LAS TAQUILLAS


Tenía especial interés en confeccionar la biografía de esta mujer a la que siempre he admirado; quizás por esa belleza ligeramente andrógina que le caracterizaba y sin duda también porque, tal y como se intuye en muchos de los papeles que interpretó, era una mujer de carácter que parecía ir un poco contra corriente en lo que a lo establecido para las estrellas de Hollywood se refiere. Fue de las primeras mujeres en llevar pantalones en el cine.

Katharine Houghton Hepburn nació en Connecticut en 1907 en el seno de una familia con ascendencia aristocrática. Su padre era un afamado cirujano especialista en urología y su madre una militante sufragista que después de tener seis hijos, Kate era la segunda, se volvió una ferviente defensora del control de la natalidad. Todos, o prácticamente todos, tenemos algún trauma de la infancia y Katharine Hepburn no podía ser menos, a los trece años falleció su hermano mayor, con el que estaba especialmente unida; algunas informaciones indican que fue una muerte fortuita y otras sin embargo nos hablan de un suicidio, supuesto en el que Kate habría encontrado a su hermano colgado en el desván. De lo que sí podemos estar seguros es de que ganó cuatro más que merecidos Oscar a lo largo de su carrera.
Fue sin duda una actriz con gran talento, algo que George Cukor supo ver en seguida y de su mano interpretó su primer papel en el cine en "Doble Sacrificio". Este director la dirigiría en nueve ocasiones más y sería con una de sus más famosas películas "Historias de Filadelfia" con la que Katharine se reconciliaría con el mundo del cine. Hubo un tiempo que sus apariciones en la pantalla no tuvieron el tirón deseado, a pesar de tener en su filmografía cintas del calibre de "Mujercitas" o "La Fiera de mi Niña", y ello le valió el mote de "el veneno de la taquilla", así que tras múltiples fracasos volvió al teatro donde cosechó grandes éxitos con la obra teatral "Historias de Filadelfia". Tuvo además la suerte de que su buen amigo multimillonario Howard Hughes, con el que mantuvo un romance, le regalara los derechos para la película de modo que solo ella podría interpretar a Tracy en el cine. Con los derechos bajo el brazo se fue a la Metro Golwin Mayer para comenzar el rodaje exigiendo de partenaires a Clark Gable y Spencer Tracy, deseos que naturalmente no fueron concedidos ya que sus compañeros de rodaje fueron los magníficos Cary Grant y James Stewart.
Sin embargo no fue con esta cinta con la que consiguió su primer Oscar sino con "Gloria de un Día" en 1933. Sin duda su gran talento como actriz le valió trabajar con los grandes como Humphrey Bogart en "La Reina de Africa" o Elizabeth Taylor y Montgomery Clift en la adaptación de Tenesse Williams, "De repente el último Verano".
Coincidió con su amado Spencer Tracy nada menos que en nueve películas. La primera fue "La Mujer del Año" que dio comienzo a una historia de amor clandestino,  ya que la fuerte convicción religiosa del actor le impedía divorciarse de su esposa; aun así se amaron durante veinticinco años hasta la muerte del actor acontecida poco después de finalizar el rodaje de su última película juntos, "Adivina quién viene esta Noche", fantástica comedia con Sidney Poitier que os recomiendo encarecidamente y olvidéis el remake del 2005; "Adivina Quién" no le llega ni a la suela de los zapatos. Por su papel en esta cinta la Academia le otorgó su segundo Oscar. "La Costilla de Adán" quizás sea una de sus películas más emblemáticas juntos.
En 1968 consiguió la tercera estatuilla por su papel en "El León de Invierno" junto a Peter O`Toole. A partir de ahí sus apariciones en el cine se volvieron bastante esporádicas y con pequeños papeles dada su avanzada edad y su enfermedad, Parkinson, hecho este que no le impidió protagonizar no obstante una de sus mejores interpretaciones en "El Estanque Dorado" con la que se alzó con su cuarto galardón además de que su compañero de reparto, Henry Fonda, también se alzara con el premio al mejor actor.
Disfruto muchísimo preparando estas biografías, mientras me documento con algunas llego incluso a "confraternizar" con el actor o actriz, buceo en sus vidas, aparentemente llenas de glamour, pero que en la mayoría de los casos están llenas de dolor y sufrimiento con amores imposibles y tragedias familiares o problemas económicos. Katharine fue una mujer extraordinaria, que no siempre consiguió lo que quería. Uno de sus deseos era protagonizar "Lo que el Viento se Llevó" como Escarlata O`Hara, o haberse casado con el hombre de su vida que no fue su único esposo del que se divorció a los seis años de contraer matrimonio. Kate falleció en 2003 a los 96 años de edad.

lunes, 4 de mayo de 2015

Historias de Filadelfia. Una comedia para reflexionar.

No puedo ocultar mi pasión por este tipo de películas. Esta vez una comedia con tres grandes del cine, Cary Grant, Katherine Hepburn y James Stewart. A pesar de las innumerables veces que he visto esta cinta, me sigue pareciendo una genialidad, con unos diálogos que yo diría tienen una gran carga de sarcasmo en muchas ocasiones. Algunas de sus escenas ciertamente chirrían como el empujón que Dexter/Grant le propina a Tracy/Hepburn pero tenemos que tener en cuenta la época en la que se rodó, 1940, una en la que la sociedad tenía asumido que, el que el marido le pegara una bofetada a la esposa de vez en cuando pues era algo "normal". A la esposa hay que quererla, mimarla, cuidarla y acariciarla, como el Sr. Purgatorio hace conmigo.
Pero no vamos a centrarnos en ese tema porque no es el lugar. Por el contrario la historia del ex que se presenta a la boda de su antaño esposa, intentando por todos los medios hacerle ver el enorme error que va a cometer, con una jeta que le echa al asunto de tres pares de narices y la pareja de supuestos invitados que no son tal y lo que en vísperas de la boda acontece, es para disfrutarla como lo que es, una comedia de lo contrario si analizamos la situación es como para tirarse de los pelos. Llama la atención la frivolidad de muchas de las escenas con propuestas de matrimonio sobre la marcha, que sí que ya sabemos que es una comedia pero a mí me resultó chocante no obstante. Eso de aquí te pillo aquí te mato no sé si va mucho conmigo, al Sr. Purgatorio le costó un poquito convencerme para contraer matrimonio, o si no que os lo cuente él.
Es que las cosas buenas mi amor, se pueden encontrar de un día para otro pero conseguirlas una vez se encuentran suele llevar más tiempo. El que se enamora poco a poco y de la persona adecuada tiene amor para siempre, el que va dando su amor a cualquiera cada dos por tres acaba sin saber lo que quiere ni si quiere de verdad a alguien. Yo a ti te amo con locura y sin prisa pero sin pausa.
Tengo que decir, hablando ya de la película en si, que la escena inicial también me sorprendió aunque no es la primera vez que vemos a Cary Grant o a algún otro galán de aquella época siendo rudo con su pareja actoral en la película en cuestión. Además, a lo largo de la cinta, en algunas de las conversaciones menos humorísticas se descubre claramente que los problemas con el alcohol del personaje de Grant le hacían ser violento seguramente aunque no se aclara si física o verbalmente porque al fin y al cabo parece no tener importancia para la trama aunque si da lugar a que se pueda debatir sobre el mensaje de fondo de este film.
De nuevo estamos ante una comedia de humor entre lo absurdo y lo cínico, gran parte de los diálogos lo son, donde lo que cuenta es eso, esas conversaciones en los días previos a la boda, donde, como en "Charada" seguramente muchos puedan acabar algo decepcionados en cuanto a la profundidad de la historia en si. Las intervenciones de la niña son geniales en ese aspecto.
La diferencia con la película mencionada es que aquí si que hay un cierto trasfondo más dramático que aparece sobre todo en la recta final de la película; el de una mujer a la que todos tratan como si fuera fría pero a la que no entienden de verdad y la que en varias ocasiones tratan de una manera bastante cruel a mi parecer.
Todo ello se magnifica cuando el alcohol entra en escena en la fiesta de la víspera del enlace y que es donde, a mi parecer, James Stewart lo hace de manera sublime, llevando al extremo a ese escritor fracasado o vendido a una revista de dudosa calidad para poder pagar las facturas —tema que estará muy presente también en las conversaciones entre los periodistas a lo largo de todo el metraje— y superando con mucho a un Cary Grant que está notable haciendo lo que mejor sabe hacer y solo un poco por encima de una maravillosa Katharine Hepburn que, al igual que le sucede a su personaje, será capaz de hacernos reír y llorar por igual según el momento de la película en que nos encontremos.
Una gran película de un George Cukor que, junto a sus guionistas, consigue no solo hacer una muy buena comedia absurda pero inteligente, sino que también, si prestamos atención nos da qué pensar y nos hace plantearnos si las cosas se deben tomar a la ligera o si, como pienso yo, es mejor a veces, pensar bien lo qué se dice antes de decir lo que se piensa.