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sábado, 28 de febrero de 2015

Todo bajo el cielo, bajo el cielo de China


En una de esas ocasiones en las que acudo a escuchar poesía y a la presentación de libros, contemplé en unos estantes libros de segunda mano, joyas literarias a precios más que asequibles. Una librería nada convencional por otra parte, podías escuchar poesía y tomarte un café. Allí encontré esta novela de Matilde Asensi que inmediatamente captó toda mi atención. Su carátula era mágica para mí, y la historia de la contraportada sonaba a aventura en un país exótico, China. Sí, ese libro tenía que ser mío.

Resultó ser una novela de aventuras trepidante que ciertamente me enganchó con celeridad, leyendo sus 457 páginas en un tiempo bastante corto teniendo en cuenta mi escaso tiempo libre. Su lectura es dinámica y cuenta con exquisitos detalles de la cultura china, y esas cosas me gustan. Se aprende con la novela histórica, porque sí, es una novela pero habla de dinastías que efectivamente existieron y notas al pie de página que enriquecen. Me gustan los libros que me transportan y este lo consiguió.

Elvira, una pintora española afincada en París, recibe la triste noticia del fallecimiento de su esposo en su casa de Shanghai. La acompaña su sobrina, una joven de diecisiete años que se comporta, como decirlo... de manera anticuada, vale que la historia se desarrolla en los años veinte, pero aún así. Juntas parten desde Marsella en barco para recuperar el cadáver de Rémy sin saber que este viaje es solo el principio de una gran aventura por China en busca del tesoro del Primer Emperador. Ya al poco de pisar tierra firme y sin apenas tiempo de reacción se verán perseguidas por los eunucos imperiales y los sicarios de la Banda Verde, que quieren robarles el "cofre de las cien joyas". Un periplo lleno de aventuras y en el que nos iremos encontrando con personajes de lo más variopinto.

Seguro que en novelas similares a esta están basadas películas como las de Indiana Jones, con aventura, acertijos y acción. Luchas de abanicos y patadas al más puro estilo Jackie Chan. A mí me cuesta poco sumergirme en las historias así que he atravesado toda China, he practicado Tai Chi y he comido arroz con palillos. Os lo recomiendo sin lugar a dudas.

viernes, 27 de febrero de 2015

Víctor Ros, crónica de una muerte anunciada pero injusta.

"No quiero cambiar el mundo, solo quiero limpiar el patio de mi casa". Esta frase del último capítulo de Victor Ros me ha impactado profundamente, porque sí, quizás no sea posible cambiar el mundo pero podemos mantener limpia nuestra casa. Bueno esto en realidad no tiene mucho que ver con la crítica de la serie pero me apetecía una ligera reflexión. Dicho esto os diré que la serie me ha encantado, y que lamento profundamente que no sea renovada por TVE. Para una serie buena que nos dan nos meten nueve lamentables, ordinarias y vulgares, llenas de chonis poligoneras y canis de diferente pelaje, cachis.
Me ha gustado el personaje, el policía joven, antaño ratero, que resulta ser innovador, audaz y perspicaz en la España del siglo XIX. Algún personaje me sobraba al principio, igual que al Sr. Purgatorio, pero afortunadamente desapareció pronto. Me gustó muchísimo la estética de la serie, el vestuario y por supuesto toda la trama. No he leído los libros pero la novela histórica me atrae, porque creo que se aprende muchísimo, así que creo que hubiera disfrutado mucho con su lectura. Además de todos los capítulos, me he visto los documentales posteriores de La España de Victor Ros con los que he aprendido muchas cosas, (el Sr. Purgatorio consideró que era algo que podía hacer yo solita) y efectivamente muchas de las cosas y personas que se mencionan en la serie, son verídicas. Esto es el aperitivo, como unas aceitunitas antes del chuletón que es la crítica del Sr. Purgatorio, delicioso como siempre... el chuletón.
Ayer me pitaban los oídos y ahora entiendo el por qué, tras leer las puyitas que mi adorada Sra. Purgatorio me ha dedicado, aunque en mi caso seré directo y diré que la que está deliciosa es ella y no las aceitunas. Lo bueno de tener una pareja de hecho así es que puedes diversificar y, mientras ella ve esos documentales pues yo me dedico a ver otras series o pelis para tener siempre bien surtido al Motel; pero aquí hemos venido a hablar de Víctor Ros, la adaptación de la novela de Jerónimo Tristante.
La serie es un clarísimo ejemplo de dos cosas:
La primera es que, como los buenos vinos, ha ido de menos a más con el paso de los capítulos, magistralmente presentados por una de las mejores intros que recuerdo en series patrias. Y no solo en cuanto a la trama, que también, sino que los propios actores parecián irse creyendo más sus roles y pasaron de aceptables a totalmente creíbles, aunque no todos. Clara/Esmeralda Moya no acaba de cuajar del todo en ningún momento en su papel de sufragista y Augusto Alvear/Pablo Viña esta nefasto como padre de la susodicha clara, es sin lugar a dudas el peor actor del reparto con diferencia, es que no pega ni con cola.
La segunda es el trabajo bien hecho, dentro de las posibilidades, con una ambientación que ya quisiera para si la broma de mal gusto que fue la adaptación a TV de "Alatriste" a la cual en el Motel solo le dimos la oportunidad del primer episodio. El vestuario, el mobiliario, la manera de hablar, aunque algún que otro anacronismo hay; todo esta cuidado con mimo y detalle y eso no solo se agradece sino que ayuda a meterse en situación.
De lo que se nos habla, aparte de la típica historia de amor imposible o de los casos que Ros investiga, es del encontronazo entre la España inmovilista, genialmente representada en la figura del Comisario Buendía/Juan Fernández, uno de los mejores, si no el mejor, personajes secundarios de la serie y la que quiere evolucionar, como es el caso del bueno de Victor Ros/Carles Francino, que es la mejor muestra de la buena evolución de la serie en todos sus aspectos. También son destacables las interpretaciones de Tomás del Estal, inseparable e infatigable compañero de Ros, encarnando al aficionado a las metáforas taurinas Luis Blázquez y la de Megan Montaner como Lola La Valenciana, demostrando sus dotes superiores a las de Esmeralda Moya en todos los sentidos si me lo permite la Sra. Purgatorio.
Es una auténtica pena que cuando se consigue hacer un producto un tanto diferente, con una gran ambientación, de calidad y que además, pese a fallos en el rodaje de algunas escenas de acción, no teme ser cruda con las escenas de violencia, mucho más explícitas que en cualquier otra serie española que yo recuerde, acabe en el cajón de los descartes porque la audiencia no ha respondido como debería. Al menos, hemos podido disfrutar de una miniserie de seis capítulos a la que os recomendamos que deis una oportunidad y ahora nos llega "El Ministerio del Tiempo" que parece que busca un público objetivo mucho más amplio y que ha dado muestras de originalidad y calidad desde su primer episodio.
Nota Rudy: 7
Nota Aurora: 8
Nota: 7,5 

jueves, 26 de febrero de 2015

RITA HAYWORTH, EL EROTISMO HECHO MUJER


Después de deleitarnos con la reseña de un gran clásico del cine como es "Gilda", solo me salía hablar de la preciosa Rita Hayworth. Esta mujer despampanante que no siempre fue pelirroja, nació en Brooklyn, Nueva York, en 1918.
Hija de un bailarín español y una showgirl, Margarita Carmen Cansino, sí ese era su nombre, comenzó su andadura artística junto a su padre como bailarina y fue así como debutó en el cine en 1934.
En un principio su nombre artístico fue Rita Cansino que no está mal si obviamos el chiste fácil, pero conoció a alguien que decidió que aquella chica tenía potencial, era bella y bailaba  muy bien y decidió cambiarle el apellido por el de su madre con una ligera modificación, le añadió la Y. Este hombre decidió que sería pelirroja llegando a ser la mujer escultural, sensual y sexual que todos conocemos.
Rita fue manejada por los hombres como a éstos mejor les pareció, primero su padre que la sometía a abusos y luego sus diferentes maridos. Rita, contrario a lo que pudiera parecer era una mujer de poca firmeza y se dejaba manejar con facilidad, probablemente su experiencia en el ámbito familiar la marcara para siempre.
Participó en una película con mi adorado Cary, "Solo los Ángeles tienen Alas" y fue con este film como consiguió hacerse notar entre la audiencia norteamericana en 1939.
Protagonizó películas junto a grandes como Gene Kelly, para mí el mejor bailarín por encima del afamado Fred Astaire junto al que también protagonizó un musical. Otros partenaires de la actriz fueron Tyrone Power, James Cagney o Victor Mature con el que mantuvo un pequeño affaire.
Pero sin duda la película más notoria de la actriz fue "Gilda" y la bofetada más "sonora" de la historia del cine junto a Glenn Ford. Fue con esta cinta como Rita se convirtió en el objeto de deseo de todos los hombres, llegando a convertirse en todo un sex-symbol de los años cuarenta. Otras mujeres llegaron a ser auténticos bellezones del celuloide e incluso "hermosos animales", pero siento auténtica debilidad por esta mujer sensual y pelirroja.
La escena de baile en la que es capaz de realizar un auténtico streptease solo con quitarse un guante mientras canta "Put the blame on mame", "pone" hasta al más casto, mostrándonos una vez más el erotismo plasmado en la pantalla sin necesidad de escenas más explícitas que hacen del erotismo algo sucio y vulgar cuando puede ser algo exquisito. Nuestra preciosa Rita, bailaba bien pero no cantaba igual de bien así que la voz que escuchamos es la de Anita Ellis, pero se lo perdonamos, todo no se puede tener.
Por aquella época estaba casada con Orson Welles, un grande del cine junto al que protagonizó su otra gran película "La Dama de Shangai", y en la que Orson en su papel de director la hizo cortarse su melena pelirroja convirtiéndola en una rubia de cortos cabellos pero igual de hermosa.
Se casó cinco veces y su carrera como actriz empezó a deteriorarse a partir de los años sesenta cuando comenzó a tener los primeros síntomas de la enfermedad de Alzehimer. Falleció a los 68 años de edad.
Sé que el éxito de Rita no estriba tanto en sus dotes interpretativas como en su incuestionable belleza, sin embargo era buena bailarina y para mí un icono de belleza, erotismo y sensualidad. Y ella y Gilda son un imprescindible para los amantes del cine clásico.

miércoles, 25 de febrero de 2015

20 años no importan y catorce tampoco.

La película de la que os hablo hoy, no es una gran obra del séptimo arte ni lo pretende, pero tenía muchas ganas de verla porque la óptica desde la que se realiza esta comedia romántica con muchos cosas típicas y tópicas no es muy usual y, por mi experiencia personal me toca muy de cerca.
Lo habitual, lo "normal" es que veamos historias, no solo en el celuloide, sino en la vida real, donde es el hombre quien conquista o se siente atraído por una mujer más joven, lo cual es algo socialmente aceptado hasta cierta diferencia de edad y luego, pues ya se dice lo de siempre, "Es que él tendrá mucho dinero" o cosas similares.
En "20 años no importan" nos vamos al otro extremo, al que se mira siempre con recelo, esto es, el del hombre joven que se enamora perdidamente de una mujer mayor que él —en ese sentido quizá las edades de ambos 18 y 38 lo hacen un tanto inverosímil—, y si, he dicho se enamora, que no es que se junten para quitarse las telarañas o porque él quiera estrenarse o poner una muesca más en su... bueno, cada cual que se imagine donde pone la muesca. Y si he dicho que quería ver esta película por razones personales, es porque soy de esos hombres que siempre se han sentido atraídos por mujeres más maduras que yo, hasta el extremo de que estuve casado con una ocho años mayor que yo.
Debido a mi experiencia, me ha gustado la manera de plasmar la personalidad del chaval, que es un hombre, pese a su corta edad, mucho más maduro emocionalmente que su padre, al que veremos pulular por la pantalla y que es precisamente del "palo" del que hemos hablado antes, le van las jovencitas. Porque, lo creáis o no, hay gente que ya tiene cierta madurez desde muy jovencita y a la que le es mucho más complejo el moverse en determinados ámbitos y disfrutar de cosas que se supone deberían entusiasmarte con esa edad.
La trama tiene los típicos enredos de este tipo de cintas para irnos mostrando cómo evolucionan los sentimientos de ambos protagonistas, con momentos realmente hilarantes y con escenas subiditas de tono con las que consiguen también que incluso te rías, sobre todo si recuerdas cómo han sido tus primeros encuentros cuando te enamoras de alguien y quieres estar a la altura, supongo que me entendéis, sobre todo los hombres.
Lo que mejor funciona sin ninguna duda es la química entre la pareja protagonista, una bellísima y despampanante, cuando se suelta la melena, Virginie Efira y un Pierre Niney al que es difícil no acabar queriendo por esa ternura que desprende y por su particular modo de transporte, no porque no sea uno al uso, sino por las pintas.
No os puedo decir que sea una de las mejores comedias románticas de los últimos años, porque no lo es, pero se deja ver, entretiene y da una perspectiva un tanto diferente de lo que puede ser el amor si no se es corto de miras ni se juzga sin conocer. Recomendaros que la veáis es complicado, porque en realidad a mi me interesaba particularmente por lo ya mencionado arriba pero por lo demás es una historia bastante vista.
Nota: 5,5

martes, 24 de febrero de 2015

The Imitation Game. Descifrar el enigma se va haciendo tedioso.

Por lo que se ve, y no solo este año, los biopics gustan y mucho a la academia, como demuestra que no solo esta cinta sobre Alan Turing, sino también "La teoría del todo", sobre los inicios de Stephen Hawking sean dos de las películas más nominadas en categorías importantes, con ocho y cinco candidaturas respectivamente.
Tras visionar esta historia sobre cómo los matemáticos y lingüistas británicos consiguieron descifrar el misterio tras la máquina "Enigma" de los Nazis, he de decir que me parecen tremendamente merecidas las nominaciones a mejor actor principal y a mejor banda sonora, que son cosas que más o menos puedo valorar desde mi ignorancia, lo demás lo veo un tanto cogido por los pelos pero, al fin y al cabo, tiene que haber nominados y ya sabemos que muchos suelen estar de relleno, como una especie de reconocimiento.
"The Imitation Game" no es ni mucho menos una mala película, pero es indudable que se sostiene de una manera casi absoluta sobre los hombros de un enorme Benedict Cumberbatch que plasma en pantalla un personaje mucho menos agradecido, aunque con ciertas similitudes gestuales, que el "John Nash" de Russell Crowe del que hablábamos hace poco en el Motel. Seguramente la figura de Turing está mucho menos edulcorada que la del ganador del "Nobel" y es mucho más cercana a la realidad de lo que lo fue la película dirigida por Ron Howard.
Del resto del reparto he de decir que no pasan de correctos en su gran mayoría, y que algunos como Mark Strong son tan secundarios que casi ni llegas a quedarte bien con quién es en ese juego de guerra y espionaje en el que se ven envueltos nuestros protagonistas. Ahora voy a decir algo con lo que seguramente muchos no estaréis de acuerdo, pero me ha decepcionado bastante la actuación aquí de Keira Knightley, que me gustó muchísimo más en "Begin Again", quizá porque el registro se adaptaba más a ella, pero lo cierto es que Emma Stone, otra de las nominadas a mejor actriz de reparto se come con patatas a Keira solo con la escena en la que discute con Keaton.
Este film tiene un principio interesante y una parte central que invita, aunque de manera muy pausada, a ir conociendo las motivaciones de Turing y cómo resuelven los entresijos de la máquina "Enigma" a la vez que se convierte en el padre de lo que hoy uso en este mismo instante para escribir la crítica, los ordenadores. Por desgracia, la película va perdiendo fuerza con el paso de los minutos haciéndose tediosa poco a poco y la narración deja bastante que desear en muchos momentos, metiendo con calzador imágenes reales de la época y realizando saltos temporales que nos dejan como a la del anuncio de "Aquarius", ni chicha ni limoná. Quieren contarnos algo de la vida personal de Turing, pero como lo hacen de manera tan sucinta, tan por encima, acaba por no aportar nada y sientes que te han hecho perder el tiempo, un tiempo que se podía haber utilizado para profundizar más en la vida como científico del matemático británico.
Nos encontramos, en definitiva, ante una buena película de Morten Tyldum que destaca principalmente por la actuación de Cumberbatch, con una flojita, en mi opinión, Keira Knightley y un Alexandre Desplat que sigue demostrando que es si no el mejor, uno de los mejores compositores de bandas sonoras de la nueva hornada de talentos que van tomando el relevo a los grandes.
The Iimitation Game en Raven Heart
The Imitaion Game en Cine de Patio
The Imitation Game en Colección de instantes cinéfilos
The Imitation Game en Los Guiltys de Pinguirina
The Imitation Game en Aleucine
The Imitation Game en Calle Baker
The Imitation Game en ConstantCine
The Imitation Game en Ocio en pocas palabras
Nota: 6

lunes, 23 de febrero de 2015

Madrugada de Oscar en la mejor compañía posible. #OscarsECC

Ya sabéis que aquí en el Motel somos de contar las cosas de otra manera, no limitándonos a los datos fríos e impersonales, que también los tendréis al final de la entrada, con un listado de premiados que es mérito de @ociopalabras cuya entrada sobre los "Oscars 2015" podéis ver en este link Oscars 2015 en Ocio en pocas palabras. Perdona amigo por el copy/paste que te he hecho, pero es que la noche fue dura y en webs más sofisticadas que las nuestras los listados son tan elaborados que es imposible hayar una lisa así sin más como la tuya. Gran trabajo aunque te eché de menos en el hashtag #OscarsECC; te nos perdiste por ahí casi toda la noche. En los #BlogosDeOro te quiero ver a tope y que el hashtag eche humo que si nos lo curramos podemos hacer historia metiéndonos ahí entre las tendencias.
Si vamos ya a lo que fue la gala en si, Neil Patrick Harris y la propia organización de la misma nos engañaron con un espejismo que fue el genial número musical inicial, para luego irse desinflando y hacer tantos cortes publicitarios y tantos números musicales innecesarios —creo que salvo las canciones nominadas no tenía que haber habido nada más, ni el homenaje de Lady Gaga a "Sonrisas y lágrimas"— que se alargó la cosa de tal manera y se hizo tan pesada que no sé como algunos que hoy currabais tuvisteis la presencia de ánimo para llegar hasta el final, como Ana de @ColecInstanCine que pasó la noche despotricando contra lo aburrido de la entrega de premios pero que aguantó como una jabata.
Todo fue bastante predecible hasta que la "Academia" decidió dejar a todos boquiabiertos con el premio a mejor largometraje de animación, que fue para la gran "Big Hero 6" aunque yo también era de los que prefería que se lo llevara "Como entrenar a tu dragón 2". Sé que a @pinguirina le sentó como una patada en el estómago pero yo en el fondo me alegré del pleno que hizo Disney llevándose también el premio al mejor corto con el maravilloso "Buenas migas" que se proyectaba en cines antes de la mencionada película.

En cuanto a número de premios, hubo empate entre "Birdman" y "El Gran Hotel Budapest" pero por la importancia de los mismos, la gran triunfadora fue sin duda la magnífica cinta de Alejandro González Iñárritu, ganador de la estatuilla como mejor director, justamente en mi opinión por mucho que Linklater haya hecho algo tan arriesgado como un rodaje de doce años con "Boyhood". @jeanne_duval casi se nos vuelve loca en ese momento, habría sido para verla en su casa.
Hablando de "Boyhood" se fue casi de vacío salvo por la gran Patricia Arquette que sin duda se llevó un merecido premio, por lo cual me alegro porque de todos es sabido que la adoro, pero creo que me habría quedado con Emma Stone en este caso, cosa en la que seguramente @Cinefila_91 coincide conmigo aunque sé que @Cinedepatio no, porque él también flipa con la Arquette como yo y además me lo ha dicho en twitter mientras escribía esto :O
Disfruté con el fracaso en los Oscar de este film, porque los "Boyhoodistas" han sido tan irrespetuosos y tan de pataleta estos meses que hacen que uno se alegre de que no se llevara casi nada. Y también para que uno de los presentadores de "Canal Plus" se llevara un "zas en toda la boca". El pobre no sabía ni por donde salir y hay que ver la bilis que echó cunado "Wiplash" se llevó el premio al mejor montaje.
Como no he visto todas las nominadas no sé si Redmayne lo hizo mejor que Keaton así que no despotricaré, pero es una pena que con su edad y siendo su primera nominación no se llevara el gato al agua. Tampoco he visto a las nominadas a mejor actriz salvo a Rosamunde Pike, pero mi amada Julianne Moore siempre es merecedora de cualquier galardón al que opte porque lleva una década impresionante.
Por lo demás creo que con el listado de abajo ya tenéis suficiente para no alargar demasiado esta entrada y decir que ole por el curro de @RavenHeartWeb desde la cuenta oficial de @ClubCinefilo para que el hashtag que elegimos #OscarsECC tuviera la mayor presencia posible y también la implicación de todos los compañeros y compañeras, los ya mencionados, y otros como @NewCinema_es, @gusanillodecine, @redrumcine y @elblogviviente por tener la deferencia de ayudar a mantener viva la llama de ese grupito de valientes que nos juntamos anoche.
No me quiero olvidar tampoco de otras personas que anoche también cruzaron comentarios conmigo aunque estuvieran más a su bola y no sean de "El club del cinéfilo" —la pimera regla del Club es conseguir que se hable mucho del club—: @IvanMiguez6, @BarrySpawn88, @Nat_Lopez, @HadesInsomnia, @CinefiloObseso, @RAQUEL_G_S, @parkercinefriki y algun@ más que seguramente se me queda en el tintero.
Si valió la pena trasnochar ayer fue por compartir opiniones y risas con vosotros, porque la gala, la segunda que veo en directo de los Oscar, me pareció un peñazo, con un Neil Patrick Harris decepcionante salvo cuando actuaba, como en el número inicial o en el guiño a Birdman/Whiplash. Hasta el año que viene en lo que a estos premios se refiere, próxima cita los @BlogosDeOro donde todo será mucho más ameno y donde los protagonistas somos nosotros, modestos blogueros que gracias a Javi disfrutamos de un día como ese con una ilusión que ni él mismo se imagina, salvo en el caso de Jeanne que es más que patente :P
MEJOR PELÍCULA
- 'Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)'
MEJOR DIRECTOR
- Alejandro González Iñárritu, 'Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)'
MEJOR ACTOR
- Eddie Redmayne, 'La teoría del todo'
MEJOR ACTRIZ
- Julianne Moore, 'Siempre Alice'
MEJOR ACTOR DE REPARTO
- J.K. Simmons, 'Whiplash'
MEJOR ACTRIZ DE REPARTO
- Patricia Arquette, 'Boyhood (Momentos de una vida)'
MEJOR PELÍCULA ANIMADA
- 'Big Hero 6'
MEJOR GUIÓN ORIGINAL
- 'Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)'
MEJOR GUIÓN ADAPTADO
- 'The Imitation Game (Descifrando Enigma)'
MEJOR PELÍCULA DE HABLA NO INGLESA
- 'Ida'
MEJOR DISEÑO DE PRODUCCIÓN
- 'El Gran Hotel Budapest'
MEJOR FOTOGRAFÍA
- 'Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)'
MEJOR VESTUARIO
- 'El Gran Hotel Budapest'
MEJOR MONTAJE
- 'Whiplash'
MEJOR EFECTOS VISUALES
- 'Interstellar'
MEJOR MAQUILLAJE Y PELUQUERIA
- 'El Gran Hotel Budapest'
MEJOR EDICIÓN DE SONIDO
- 'El francotirador'
MEJOR MEZCLA DE SONIDO
- 'Whiplash'
MEJOR BANDA SONORA
- 'El Gran Hotel Budapest'
MEJOR CANCIÓN
- 'Selma'
MEJOR DOCUMENTAL
- 'Citizenfour'
MEJOR CORTOMETRAJE
- 'The Phone Call'
MEJOR CORTO DOCUMENTAL
- 'Crisis Hotline'
MEJOR CORTOMETRAJE ANIMADO
- 'Buenas migas'

domingo, 22 de febrero de 2015

Gilda. La tentación vivía en Rita.

Y aquí que seguimos en esta nueva andadura bloguera con críticas a dos teclados. Esta vez me decanté por "Gilda" que sin ser de lo mejor en el cine clásico, era casi de obligado visionado ya que Rita Haywoorth es de esas mujeres que hay que disfrutar y es en esta cinta donde despliega todo su esplendor, bajo mi humilde punto de vista.
Esta película fue un claro ejemplo de que el pueblo es soberano ya que la crítica de la época mostró escaso entusiasmo ante las excelencias de "Gilda". Sin embargo de cara al público, que en el fondo es lo que cuenta, llegó a ser "la" película ya que los soldados llevaban a sus novias y esposas a visionarla una y otra vez para a ver si de algún modo ellas podrían imitar a esa Gilda sensual que volvía locos a los hombres.
Sin tener un gran argumento, de hecho más bien flojito, un triángulo amoroso del que incluso se llegó a decir que era un ménage a trois en el que Gilda era el catalizador para la relación entre los dos hombres. Cosas que se dicen sin tener mucho sentido, hay personas que son muy amigas de buscar intenciones ocultas o mensajes subliminales. La primera vez que vi la cinta sufrí una pequeña decepción precisamente porque la trama no es nada del otro jueves pero con tanta fama me veía en la "obligación" de verla y solo por verla a ella, a Rita, merece cada minuto de estar pendiente de la pantalla.
La Rita de Gilda era una mujer sensual, tempestuosa, bella, amoral y vengativa. Para mí sin duda lo mejor de la película, ella. Pero ahora viene la crítica de verdad, la de los detalles que a mí, profana, se me escapan viendo las cintas con el corazón única y exclusivamente. Sé que mi querido Sr. Purgatorio además del corazón utiliza el intelecto así que os dejo con su visión de la película. Disfrutad.
Después de la genial introducción de mi musa, la Sra. Purgatorio, que se supera con cada nueva entrada que hacemos juntos o en las que trabaja ella sola —mola eso de no tener que preocuparse de tener el Motel bien surtido—, me toca a mi hablaros de esta película que vimos hace dos noches y comentamos gracias a las maravillosas nuevas tecnologías; qué sería de nosotros sin el "guasap".
Yendo al asunto, y como bien dice mi querida Aurora, el argumento de la película es bastante simple y entiendo que el éxito de público que obtuvo en su momento fue sin duda por ver a la voluptuosa y sexual Rita Hayworth. En una época, los años cuarenta, donde no se enseñaba en el cine tanta cacha como hoy, los bailes de la fantástica y exuberante actriz debieron ser sin duda reclamo más que suficiente para que los hombres quisieran acudir al cine a disfrutar de ella y las mujeres a soñar ser como ella. Tampoco es extraño, no obstante, que la crítica fuera dura con esta cinta, porque ciertamente, no hay demasiadas cosas que destaquen de manera especial más allá de la Hayworth.
El guión es bastante pueril y la narración muy errática, dejándonos con las ganas de saber el por qué de esa inquina que se tienen mutuamente Gilda/Hayworth y Farrell/Glen Ford. En ese sentido me dejó mucho más satisfecho la magnífica "Casablanca", que tira de "flashbacks" para ayudarnos a entender por qué las cosas son como son. Luego hay giros en la historia y personajes que están totalmente desaprovechados en detrimento del triángulo amoroso, que se va desdibujando muy mucho según avanza la película, con lo cual nos quedamos compuestos y sin lío. Por fortuna para el espectador, en lo que si dieron con la tecla fue en el tema de los diálogos, mordaces y sumamente interesantes, más en la primera mitad de la cinta, pero que mantienen un nivel alto y que te hace soportar el tedio de algunas de las situaciones hasta que llegue la escena más famosa de la película, donde ver a Rita es una delicia.
Hayworth está inmensa en su rol, que no parece demasiado diferente al que debió ejecutar en su vida real y se come la pantalla desde que aparece con ese golpe de cuello que dejaría con collarín a más de una si lo intentara. Por desgracia, el resto del reparto, salvando a un más que correcto Glen Ford, no terminan de cuajar y se agradece mucho al personaje que trabaja en los baños del casino, que con sus resoplidos y sus cínicos comentarios trae un poco de luz de vez en cuando en la densidad que se adueña de la trama.
Ni todo el cine clásico es bueno, ni todo el cine actual es malo. Cualquier tiempo pasado no fue necesariamente mejor, pero si diferente. Hoy día, una película como esta, donde su principal atractivo es ver a Hayworth mover sus curvas, porque verlas, las curvas quiero decir, lo que se dice verlas, se las ve lo justo, pasaría sin pena ni gloria porque la historia no es nada del otro jueves y hoy día estamos acostumbrados ya a ver mucho más de lo que se ve aquí y se ha perdido el gusto por la insinuación, cosa que me apena, en favor de enseñar lo máximo posible. Una película correcta, que sube algún peldaño más gracias a su fémina protagonista.

sábado, 21 de febrero de 2015

El secreto de sus ojos. El auténtico secreto es cómo conseguir mantenerlos abiertos.

A mi la verdad es que eso de que una película este premiada o multipremiada me dice cada vez menos, pero si que me gusta verlas para poder juzgar por mi mismo si es de esas que de verdad es una maravilla para todo tipo de cinéfilos o es de las que, como me pasó con "La Caza", me aburren soberanamente más allá de que algunos detalles o las interpretaciones me gusten.
Leyendo el párrafo anterior ya imaginaréis que en este caso me ha pasado lo segundo porque la verdad, me esperaba un thriller con algún toque de drama y me he acabado encontrando un dramón contado de una manera que hace que por momentos te acabes perdiendo un poco, no porque la historia sea complicada, que no lo es. Viendo la nota media que tiene y todo eso, seguro que habrá más de uno dudando ahora mismo de mi inteligencia y tal, pero es que durante todo el visionado tuve la sensación de que todo está contado de manera como muy inconexa, como cogiendo retazos de aquí y de allá, pero no en plan "Memento" o similares, que acabas hilando todo cerca del final y dices "Guau". He puesto ese ejemplo porque Nolan es muy de eso y creo que lo hace bastante bien. La cuestión es que con "El secreto de sus ojos" lo que pasaba por mi mente cada poco tiempo era "Ufff, ¿cuándo se acaba esto?". Lo siento mucho por los que adoren esta película y les parezca lo más, pero a mi me pareció un coñazo.
Hay cosas genialmente plasmadas, como la corrupción y cómo funcionaban las cosas en la Argentina de 1974 donde se ambienta la investigación que da razón de ser a la trama y el reparto está muy bien en sus papeles, Ricardo Darín está excepcional, pero es que le falta la chispa justa que si he visto en "La isla mínima" o "True Detective" para que consigas meterte en la trama y que te interese. Todo esto lo digo desde mi punto de vista claro. Se centran tanto en la trama del drama por el amor perdido y nunca olvidado, que cuando tiene el único giro que de verdad te sorprende, y que es una de las cosas que la ha salvado de que le diera un cuatro en lugar del cinco, ya casi que te da igual y encima te la alargan para continuar con la verdadera historia, que es la de amor y dejarte con un final de esos un poco a cuchillo que están tan de moda en los últimos años.
No puedo pedir que este director hubiera hecho esto o lo otro porque es su película y es su trabajo, pero si que puedo valorar si una cinta me da lo que yo espero o necesito y "El secreto de sus ojos", dirigida y co-escrita por Juan José Campanella no lo consiguió prácticamente en ningún momento y eso me hace plantearme si veré algo más de este director sin informarme bien antes.
No es que haya visto muchas películas donde salga Ricardo Darín pero siempre me ha dejado más que satisfecho con su labor y aquí no ha sido una excepción. Y con eso me quedo, porque creo que, cuando ves un film y estás deseando que termine es una de las peores señales posibles. Hay cosas que nos llegan y cosas que no y da igual lo buenas o malas que puedan ser objetivamente porque al final de lo que se trata es de que, por duro que sea el visionado y lo mal que lo pases, te entretengas y sí, eso es posible, que una historia te haga sufrir y te entretenga al mismo tiempo. Por mi parte no es una cinta que recomendaría a nadie pero tampoco diré a nadie que deje de verla porque igual, donde yo veo defectos otros vean virtudes.
Nota: 5

viernes, 20 de febrero de 2015

Whiplash. Sigue tocando, sigue tocando.

Hay películas pequeñas que son grandes y grandes superproducciones que son tremendamente decepcionantes. Hoy vamos a hablar de una de las primeras, esta "Whiplash" que tiene el honor de estar nominada en cinco categorías en los "Oscar" de este año, incluido el de mejor película.
El inicio de la cinta ya es una declaración de intenciones de Damien Chazelle, director y guionista, dejando patente que lo importante en esta historia es la música, pero no el simple hecho de escucharla o disfrutar de ella, no, aquí se trata de la pasión, de vivirla como si fuera lo único que importa en tu vida, incluso más que las personas que te rodean, incluso más que tú mismo.
Con el punto de partida ya mencionado, no es sorprendente que, salvo Miles Teller y J.K. Simmons, el resto del reparto quede en un plano totalmente secundario, porque esos personajes no son más que vehículos que nos ayudan a conocer a los dos auténticos protagonistas. Si soy sincero, me resulta casi increíble que a Simmons se le considere actor de reparto aquí y no un co-protagonista. Es que la película es él en un, no sé, setenta por ciento. En todo caso, no es que Teller no esté a la altura, porque he de decir que, sin llegar al nivel de Simmons, me ha entusiasmado en su papel y, sinceramente, en sus dificultades para las interacciones sociales cara a cara me identifico muy mucho, aunque no dispongo de ninguna habilidad tan destacable como la de su personaje para tocar la batería.
Lo de Simmons ha sido como una especie de sublimación. Consigue que al terminar la película ames y odies por igual a "Terence Fletcher", porque en realidad su pasión por la música, por llevarla más allá es tan grande que te emociona, pero al mismo tiempo al recorrer ese camino es capaz de hacer lo que sea para obtener los resultados que persigue. Porque de eso va en realidad "Whiplash", de hasta dónde es necesario llegar o hasta dónde somos capaces de llegar para cumplir un sueño, sobre todo si es en un mundo, como el de la música en este caso, donde o eres el mejor, o quedas para tocar en directo en pubs.
Quizá si algo falla es que el guión, la historia que se nos cuenta, no tiene en realidad mucho de original, aunque se centra tanto en los entresijos, en las interioridades de lo que una orquesta de conservatorio es y significa que no sabes muy bien cómo posicionarte ante ese aspecto de la película a la hora de valorarla de cara a darle una nota.
En cuanto a la banda sonora, si os gusta el jazz y la percusión, sin duda disfrutaréis enormemente de los compases en los que la orquesta o los chavales no desafinan y odiaréis a Fletcher/Simmons cuando todo está yendo como la seda y alza su puño cerrándolo para detener a los músicos.
"Whiplash es una pequeña joya que nadie debería dejar de ver, no porque vaya a descubrir nada nuevo, pero si para entender, dentro de lo posible, qué mueve a esa gente que llega a lo más alto y que ese camino es muy, muy duro en determinados ámbitos. Lo que sacrifican, a lo que renuncian, cómo cambian por el camino. J.K. Simmons ganará el "Oscar" porque no sé si he visto a todos los demás, pero es imposible que nadie supere como actor de reparto lo que este caballero ha hecho en esta pequeña gran película.

jueves, 19 de febrero de 2015

CARY GRANT, GALÁN DE NOCHE, GALÁN DE DÍA


Y seguimos de reformas añadiendo una habitación más al Motel. Una habitación para invitados con aquellos actores y actrices de la época dorada de Hollywood que tanto admiro.
Siguiendo con la dinámica del Motel, no pretendo ni ser objetiva ni simplemente añadir biografías, lo que quiero es compartir con vosotros lo que determinados hombres y mujeres en su faceta interpretativa me transmiten. Y no veo mejor inicio que con mi adorado Cary Grant. Lo he dicho ya en una entrada anterior, para mí el mejor galán de todos los tiempos con diferencia.
Nacido en Bristol (Inglaterra) en el 1904, su verdadero nombre era Archibal Alexander Leach. Inició su andadura en el mundo de la farándula a los 14 años, pero fue de la mano de la exuberante Mae West que consiguió hacerse un hueco de relevancia en el mundo del cine.
Poseo más de una treintena de películas de este maravilloso actor y creo que su vis cómica en muchas de sus interpretaciones es más que genial.
Algunas anécdotas de mi querido Cary. Con cerca de 60 años, una edad ya más que considerable, le tocó pegarse unas buenas carreras en una de sus más emblemáticas películas, "Charada". En esta cinta originalmente debía ser el propio Grant, o su personaje, quien debía seducir a una joven Audrey Hepburn de 34 años cuyo personaje, una viuda perseguida por unos delincuentes que creen que su esposo fallecido le dejó en posesión de algo que les pertenece, Cary Grant le echará una mano en su huida. Pero a Grant no le entusiasmó la idea de quedar como un "viejo verde" seduciendo o intentando seducir a una joven a la que le sacaba 25 años, así que se decidió que los roles se intercambiaran, ya que en los años sesenta la mujer podría representar un papel más agresivo sexualmente sin que nadie se llevara las manos a la cabeza, y de este modo se ve a la joven seduciendo al hombre maduro e interesante que era Grant.
Muchas cosas se han dicho de él y su orientación sexual, aunque se casó cinco veces, siempre le persiguieron rumores sobre su presunta homosexualidad, entre otras cosas porque tenía una gran complicidad con el también actor Randolph Scott con el que compartió vivienda durante un tiempo, llegando a circular imágenes que aunque no delatan nada pueden llevar a pensar algo así.
En 1966 protagonizó su última película "Apartamento para Tres" en un papel bastante discreto con el que decidió despedirse del mundo del celuloide.
En 1969 se le otorgó el más que merecido bajo mi punto de vista, Oscar honorífico por su extraordinaria carrera. Y nos dejó en 1986 a la edad de 82 años.
Galán apuesto como pocos y de insuperable planta, siempre tendrá un lugar de honor en mi colección de cine clásico.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Una mente maravillosa. "Necesito creer que algo extraordinario es posible".

Seguimos visionando en la televisión, con ocasión de la semana de los "Oscar", películas que fueron premiadas en su momento. El lunes fue "The Artist" y anoche "Una mente maravillosa". He de reconocer que esta última la había visto una vez y me encantó y anoche volvió a hacerlo aunque no es de esas cintas que deseas ver con asiduidad, porque pese al agradable inicio aderezado con las rarezas de su protagonista John Nash/Crowe que resultan cuasi cómicas en algunos momentos, acaba derivando hacia ciertas realidades que son muy duras y que van mermando un poco tu moral según avanza la historia.
Siendo un "Biopic" diría que el gran acierto de Ron Howard y su guionista al adaptar el libro es que consiguen ir más allá de presentarnos solo la historia de amor o solo la personal del personaje en cuestión. Incluso, dentro de un drama con todas las letras como es este, tenemos momentos de comedia e incluso de thriller y, habiéndola visto ya antes, he sido mucho más consciente de lo bien que nos esconden determinadas cosas, algo que no muchos directores de auténticos thrillers pueden decir a día de hoy. Sé que habrá más de uno y más de dos ahora que estará pensando "Yo me lo olía todo desde los títulos de crédito iniciales", pero yo, como soy sincero, en su momento todos los giros me pillaron totalmente por sorpresa.
Adoro "Gladiator" y me encanta Russell Crowe, pero viéndole ayer sigo sin entender cómo pudo llevarse el "Oscar" por la primera y quedar solo como nominado con esta. Imagino que la competencia fue mucho más dura en 2001 que en 2000 pero es que aquí actúa de verdad; verlo así de apocado, que incluso parecía pequeño con lo enorme que es; su ternura en determinados momentos, pese a los problemas del personaje para las relaciones sociales; no sé, yo personalmente no le recuerdo mejor interpretación que esta, aunque no he visto toda su filmografía.
Jennifer Connelly, la preciosa y enorme actriz que encarna al amor del protagonista es tan maravillosa en esta película como la mente de la que nos hablan en ella. No es de extrañar que se llevara el galardón a mejor actriz de reparto y pese a que su caracterización según va envejeciendo me pareció mucho menos lograda que la de Crowe, ella va de menos a más a lo largo del film, siendo lo mejor en su tramo final. Un Ed Harris solvente como siempre y un Paul Bettany, que aun sabía lo que era ser actor, completan un trío de escuderos de lujo que le dan fuerza a la cinta cada vez que aparecen en pantalla.
Esta vez me costó casi hasta el final reconocer la mano de mi adorado James Horner a las manos de una banda sonora muy adecuada y muy dulce que trata de suavizar y lo consigue una historia que sería de más difícil digestión sin esos descansos. No voy a decir que esté entre sus mejores trabajos, pero si que está de sobra a la altura de lo que una producción como esta necesita.
Estamos por lo tanto ante una gran película, con unas interpretaciones más que destacables y que además consigue hacer interesante la vida de un matemático, que no es moco de pavo. Si he de quedarme con algún momento, escojo dos: el primero, cuando él dibuja para ella cualquier cosa que ella le pida en las estrellas y, por supuesto, el discurso a la hora de recoger el "Nobel" al final de la película.