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miércoles, 22 de octubre de 2014

Conan, el Bárbaro. La de verdad, la de 1982.

Si tengo un actor al que idolatro aun sabiendo que no me puede ofrecer más que entretenimiento y que, salvo quienes crecimos con él, pocos le admirarán de esa manera, es Arnold Schwarzenegger.
En los ochenta él "partía la pana" en lo que a acción se refería, y aunque tiene películas mejores y mejor consideradas por la mayoría, de esa época tengo un cariño especial a Conan.
El "Cimmerio", parido por la mente del escritor Robert E. Howard, tuvo variopintas maneras de ser plasmado en los cómics, que fueron los que más le dieron a conocer, pero la más impactante físicamente y cuyo modelo será eterno, en lo que a cine se refiere, es la que encajaba con Arnold como anillo al dedo.
Por supuestísimo que no vais a encontrar en esta cinta unas actuaciones destacables, aunque James Earl Jones como villano —en VO su voz es absolutamente increíble— y la hermosa Sandahl Bergman como Valeria, dan algo más de si que el resto. Arnold da de si menos de lo que fue capaz de dar en un futuro porque, aunque se mueve como pez en el agua en determinado cine de acción, sería más tarde cuando terminara realmente de explotar. Si se ve aquí algo de su vis cómica que disfrutaríamos más tarde en "Los gemelos golpean dos veces" y muchas otras.
Hay que reconocer que el guión no termina de hacer justicia al personaje, aunque hay ciertos momentos con algo más de profundidad, sobre todo protagonizados por Jones, pero este era el cine típico de los ochenta, cine de aventuras sin más pretensiones que las de divertir al público que acudía a las salas o, posteriormente, a los videoclubs.
Lo más curioso de un film de segunda fila como este, es que tiene una de las bandas sonoras más maravillosas que haya escuchado en mi vida. Basil Poledouris creó unas melodías que acompañan de manera sublime a nuestros protagonistas y que, permitiéndome la licencia de hacer algo "fuera de programa", como dirían mis adorados "Les Luthiers", os dejo aquí el fragmento Theology/Civilization, en una versión que he escuchado miles de veces, y no exagero:
Esta película, rodada en parte en Almería, tiene alguna curiosidad, como la participación de Jorge Sanz como el Conan niño, quizá una de sus mejores actuaciones... vale, soy malo lo sé. Otra cosa que probablemente muchos desconozcáis y que tiene que ver con el físico de Arnold, es que, debido a su volumen muscular, en concreto los pectorales, se vio obligado a reducirlo, pues le era imposible realizar los movimientos necesarios para las coreografías con la espada.
Es evidente que para quien Schwarzenegger no sea santo de su devoción, o que sea tremendamente exigente y nada nostálgico, esta película le parecerá más que olvidable, pero como no es mi caso, anoche volví a disfrutar tremendamente con ella y con su genial música.

sábado, 26 de julio de 2014

Tú ni eres bárbaro ni eres ná.

Yo soy de los que prefieren juzgar después de ver y siempre trato de darle una oportunidad a las películas que me llaman la atención por malas que parezcan, o te digan los demás que son. Lo cierto es que con esto que vi ayer que dicen que es "Conan", no solo parecía mala, sino que lo era e incluso peor.
Desde el principio de la película ya empiezas a oler el tufillo a cutre que desprenden esas licencias totalmente maltratadas y desaprovechadas. Las escenas de Conan niño no pueden ser en general más penosas y sin sentido y te quedas con una cara de "WTF" épica, al menos yo si, cuando ves a los chavalitos en su prueba de hombría correteando por bosques helados, muy bien abrigaditos y son atacados por unos tíos, casi en taparrabos, que además gritan como si fueran criaturas del averno, que es más o menos como gritan la mayoría de los enemigos a los que se enfrenta Conan a lo largo del film.
Iluso que es uno, piensa, esto se tiene que poner bien cuando salga Jason Momoa, que todo el mundo me dice que lo prefieren como actor a Arnold. Pero no, la cosa sigue en picado, lo cual llega a sorprender a lo largo de la película, porque empezando tan abajo como empieza, hemos de considerar un auténtico mérito que pueda seguir cayendo y cayendo.
Me decía alguien en facebook que los seguidores de las novelas de Rober E. Howard, creador pulp de Conan, les gustaba esta película por la fidelidad con el mundo de Conan y su época como pirata, etc. No he leído las novelas y relatos, pero he de decir que puede ser cierto que las diferentes localizaciones sean lo mejor de la película; la faceta de pirata no la vi en ningún momento prácticamente... bueno si, van en barco a ratos y eso.
Otro de los enormes fallos de la película es su narrativa, casi ninguna situación, escena o visita a los numerosos lugares por los que pasa Conan, dura más de, no sé, tres o cinco minutos y salto al siguiente. Quieren contar tanto que casi nunca cuentan nada y además la mayoría de los momentos son escenas de acción calcadas unas de otras y no demasiado bien ejecutadas salvo por Momoa, que en eso si le he visto en su sitio.
Por desgracia para nosotros, Momoa como actor, lo que se dice actuar, se le debió olvidar o es que eso de que es mejor que mi querido "Chuache", que ya sé que no es un gran actor, fue una bola que me intentaron meter.
Jason nos da un protagonista con casi nulo carisma, que es el mismo que tiene el resto del reparto, del que no se salvan ni los más reconocibles como Rose Mcgowan o Ron Perlman. De donde no hay no se puede sacar, y con ese guión lo raro habría sido que saliera algo decente o que los interpretes plasmaran personajes creíbles.
Seguimos ahora con el vestuario y demás atrezo... que en determinados momentos hará que nos sangren los ojos. Esas espadas que parecen de juguetería, esas armaduras, ojito a la que lleva Momoa cerca del final, que semejan ser de plasticuchi del que encuentras en los chinos... vamos, una joyita en este aspecto.
Recordar la banda sonora de Basil Poledouris en la Conan de los 80 y escuchar las infames melodías que nos acompañan en el viaje por Hyboria en este quiero y no puedo, casi te hace llorar.
Como película de aventuras ya me parece horrenda y al nivel de los peores capítulos de series como "Hércules", que a veces tenía lo suyo también, pero si la miro como adaptación de un personaje tan icónico como es Conan y que, no lo neguemos, en el cine irá siempre ligado a la grandeza física de Arnold, no puedo más que pensar que esto ha sido una de las mayores tomaduras de pelo, licencia jugosa mediante, que he visto en muchos, muchísimos años. Que ha habido un Conan más estilizado en las novelas y cómics, pues vale, pero ese Conan merecía a alguien mejor que Momoa para encarnarlo y sin duda a mejores guionistas que dieran un sentido y una épica que la trama no tiene en ningún momento, y a un director que no quisiera hacer una película de 112 minutos a base de una dirección videoclipera a fragmentos de tres a cinco minutos.
No recomendaría verla a nadie y espero que todo esto se arregle con un "Conan Rey" con Arnold, que pese a la edad da el pego para esa época de la vida del cimmerio.