martes, 21 de julio de 2015

Terminator 2: El juicio final, también debió ser el punto y final

Cameron experimentó en los ochenta y en 1991 trajo a la máquina definitiva, encarnada de nuevo por Arnold aunque esta vez, con el austriaco en la cresta de la ola, se convertiría en el bueno de la historia. Algo lógico por un lado y que además brindó la oportunidad de que Robert Patrick pasara a la historia del cine como ese imparable T-1000 que supuso además un paso enorme hacia adelante en lo que a efectos especiales se refiere.
No obstante, esta continuación de Terminator cuenta con un elenco que es lo que hace grande a la película más allá de unos "FX" que te dejaban con la boca abierta. Linda Hamilton y su Sarah Connor evolucionaron de la damisela en apuros que se vio obligada a atarse los machos, y a darles caña también, a una mujer que va más allá incluso de lo que el propio Cameron había conseguido con las heroínas femeninas en Aliens. Carismática y fuerte pero también sensible, Sarah consigue dejar claro que en ocasiones puede necesitar ayuda pero que es muy capaz de valerse por sí misma en cualquier situación aunque sigue siendo humana, no una asesina fría como si lo son los Terminators.
Lo cierto es que el film se sustenta sobre la relación entre John Connor/Edward Furlong, que debutaba de la mano de Cameron, y el T-800 interpretado por "Chuache", que es la que nos permite descansar de tanta acción y ver una humanización del ser al que todos acabamos temiendo a mediados de los ochenta, o cuando fuera que vimos la película.
La acción está fantásticamente rodada y Arnold demuestra que estaba en plena forma y que era el ideal para dar vida a un robot que no entiende de sentimientos y que va con "cara de palo" allí por donde pasa. Todo el metraje que se inicia con la pelea entre ambos robots y que se traslada a la frenética persecución con ese monstruoso camión que trata de llevarse por delante a nuestros protagonistas es pura adrenalina y jamás me canso de ver al otrora "Mister Universo" recargando su escopeta de aquella manera que seguro que todos quisimos poder imitar.
Al no tener aun en mi poder mis pertenencias, entre las que se cuentan las dos primeras entregas de la saga, me toco tirar de torrent y la versión que cayó en mis manos fue la extendida, en la que Cameron muestra muchos detallitos, relacionados sobre todo con el T-1000, que quizá no aporten mucho o nada a la trama, pero que hacen que el conjunto funcione mucho mejor. Para mi ha sido una gozada.
Esta cinta está para mi ahí, ahí con "Predator", en lo que se refiere a mi favorita de la filmografía de este gigante del cine de acción al que muchas veces no se le reconoce como se debería y sin duda es una de las imprescindibles en mi colección. Nunca me canso de verla y creo que la conjunción de música, dirección, intérpretes en estado de gracia y un guión que entretiene sin marearnos tanto como alguna de sus secuelas con la cuestión de las paradojas nos proporciona dos horas y pico de entretenimiento que ya quisieran hoy muchos de los "blockbusters" que llegan a nuestro país cada año.
Una película sobresaliente para mi y que con esos pequeños añadidos le doy el diez porque si ya me parecía una maravilla, ahora ya me enamoré definitivamente.

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