jueves, 20 de octubre de 2022

Cerdita, la decisión final siempre es nuestra

De esta película he leído de todo, que si una obra maestra, que si es bastante mala, que solo se salva la fotografía, etc, etc. Para gustos los colores y yo tengo mi propia  opinión. Me ha gustado, así sin más. Creo que una de las cosas más notables de esta cinta es la denuncia que se hace sobre el acoso o bullying entre los jóvenes. No destripo nada ya que se ve en todos los trailers, pero además se ve claramente el desconocimiento de los padres a este respecto, tanto por un lado como por el otro. Que la venganza no siempre es la mejor opción y que no debemos crer que lo que parece ser siempre es. 

Un thriller que se desarrolla en un ambiente rural que en ocasiones parece anclado en el pasado, en los años ochenta más concretamente y donde algunos de los lugareños parecen estar descolgados de la civilización. 

Es difícil no empatizar con la protagonista dada la crueldad con la que otros la tratan debido a su obesidad. Laura Galán/ Sara una actriz completamente desconocida para mí, hace una magnífica interpretación, por no hablar de Carmen Machi que está fantástica también. Y hasta aquí mi impresión más visceral de la película. Doy paso a mi pastelito ochentero. Los que hayáis visto la película lo entendéis. 

Si es un Bony o un Tigretón entonces sí, soy tu pastelito hasta que la muerte nos separe. Que no sea a manos de un desconocido eso si.

Como coincido en todo con mi querida esposa en cuanto al reparto y demás, voy a empezar por hablar de algo más personal. Sé muy bien lo que siente el personaje de Laura Galán porque fui un niño obeso hasta los primeros cursos del instituto, cuando yo mismo decidí cambiar esa situación, y aunque nunca sufrí un acoso tan bestial como el que nos muestra el film, reflejando muy bien la realidad actual, la verdad es que al final hasta los que eran tus amigos, si se querían meter contigo recurrían a tu aspecto: bola de sebo, gordo, etcétera.

Se dice que los niños son muy crueles pero, remitiéndome también a lo que Carlota Pereda nos muestra en la cinta, pienso que los críos son tan crueles como los adultos que les rodean, solo que las más de las veces los mayores se contienen a la hora de meterse con los demás por convencionalismo más que por convicción. De eso deberían aprender muchos padres, como ya digo, plasma genialmente la directora.


Conseguir una ópera prima como esta, donde todo el reparto está a la altura de lo que esperas en un pueblo perdido, sea en la parte de la geografía española que sea; donde el psicokiller de turno no tiene nada que envidiar a los de las películas slasher americanas y la brillante factura técnica me demuestran que en la industria española tienen que perder el miedo a dar oportunidades a gente nueva que quiera contar las historias de otra manera. Personas que son capaces de entretener y transmitir ideas al mismo tiempo.

Y por supuesto, nosotros, como espectadores, debemos acudir a las salas para que sigan habiendo en el futuro más primeros largometrajes como este. También es nuestra responsabilidad.

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