sábado, 8 de octubre de 2022

Los renglones torcidos de Dios, enderezados por Oriol Paulo

¡Qué buen cine español estamos disfrutando! Las últimas tres películas que hemos visto en el cine han sido españolas. Como dije en una entrada anterior, por fin se hace un cine diferente. La cinta que ahora mismo nos ocupa no podría describirla con otra palabra que magnífica. Había oído hablar del libro, no en vano es una novela de 1979, o sea que ya tiene unos cuantos añitos, sin embargo no la había leído así que no puedo juzgar si la película es fiel al libro o no. Pero lo que sí puedo decir es que la historia es fantástica.

Barbara Lennie es de esas actrices que yo conocía muy poco y  en esta película me encantó,  el reparto en general me parece muy bueno.  El ambiente que se presupone en un sanatorio mental de la época está perfectamente reflejado en el film, no solo por la localización sino por todos los enfermos que allí habitan. Seguramente esos entornos en la actualidad son bastante mejores y los tratamientos son más humanos. 

A pesar del metraje no se hace larga para nada. Tiene algunos giros sorprendentes que al final no sabes muy bien cómo son las cosas en realidad. Esta es de esas películas que dan para hablar y hablar y cada uno llegará a una conclusión diferente.  Merece más de un visionado y estoy segura que viéndola más de una vez percibiremos detalles que en principio pasaron inadvertidos. La recomiendo sin duda. Seguro que mi amado Sr.Purgatorio piensa muy parecido. Yo por mi parte aprovecho para decir que mi locura es de puro amor por él. 

Que estés loca de amor por mí es normal; lo molo todo. Yo también te amo muchísimo y es una gozada ir al cine en tu compañía y haberte convencido en estos años de que el cine español no es lo que era, para mejor, y hacerte descubrir a actrices como Bárbara Lennie. Yo la conocí en Magical Girl y fue amor interpretativo a primera vista. Es posiblemente la mejor actriz de su generación.

Lo que no puedo hacer es quedarme solo en ella porque Eduard Fernández y un camaleónico Federico Aguado le hacen de magníficos escuderos en un reparto, hasta el más secundario enfermo mental que aparece de refilón, que brilla de una manera impresionante; ayudando así a una ambientación que te traslada a ese sanatorio haciendo que sientas la inomodidad que cualquier visitante cuerdo seguro debía sentir al visitar aquellas instalaciones en unos tiempos donde la dictadura aun daba sus últimos coletazos en la transición.

Si la cinta, como bien dice la Sra. Puratorio, da para debate largo y tendido después de su visionado, es gracias al guión, coescrito por Oriol Paulo y dirigido tan maravillosamente bien por él mismo que jamás tienes claro qué es real y qué no; o más bien crees tenerlo claro, hasta que otro giro u otra frase o actitud de algún personaje te hace replantearte todo de nuevo. También es un acierto que en ningún momento te dan la solución mascadita como sí hacen otras películas similares, en las cuales al final dices: "Estaba loco/a y esto lo vivimos de verdad y esto otro solo estaba en elmundo onírico del personaje".

De factura técnica impecable a todos los niveles, me parece la mejor película española que he visto este año de lejos, puede incluso que la mejor a secas, y además es cine comercial. Espero que los Goya sean justos y se lleve muhos premios y no que esos recaigan en films que han visto cuatro y que gustan mayormente a los críticos.

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