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sábado, 10 de enero de 2015

Piratas del Caribe: En mareas misteriosas. Un nuevo caso para la "Nave del misterio".

¿Se puede esperar algo bueno de un proyecto cuando falta la mitad del reparto protagonista e incluso su director deja paso a otro para continuar la saga que él inició?
Quizá algun@ me diga en los comentarios que como es de Disney no se puede considerar que Verbinski haya dejado paso a nadie, pero, si el propio director se cansó de la historia, si los personajes estaban ya más quemados y sobreexplotados que aquella famosa frase "Hola soy Edu, feliz navidad", igual ya era hora de pasar a otra cosa mariposa. Pero claro, el dinero es el dinero y hay que exprimir la gallina hasta que no quede huevo de oro alguno.
Ninguna consiguió tener un principio para enmarcar como lo fue del de la primera entrega, pero es que el de "en mareas misteriosas" es totalmente esperpéntico. Cuando aparece ese Barbosa/Geoffrey Rush, que parece sacado de un cabaret es cuando piensas que "bien está lo que bien acaba" y que esta historia de piratas quizá ni debió pasar de la película que significó el renacimiento del género de aventuras, pero que sin duda tenía que haber terminado con la romántica escena de Elizabeth y William en "en el fin del mundo".
Desde que Penélope Cruz hace su primera aparición, el propio Jack sparrow nos deja más o menos claro cual es la función del personaje, esto es, la que no pudo cumplir en casi ningún momento, push up mediante, Keira Knightley, o lo que es lo mismo, enseñar canalillo. Igual parezco superficial o un salido, pero creo que desde que hiciera cine en España, pocas veces ha enseñado tanto el escote Cruz como aquí. Que no es que me queje, al fin vemos curvas en la saga y es obvio que el embarazo le sentó muy bien a la gran dotación que de serie tiene ya una de nuestras actrices más internacionales.
El problema, ya hablando en serio, es que Penélope es una "piratesa" tan creíble como... como... vamos, que es tan poco creíble como la historia de su personaje y el por qué está en el barco del temido "Barbanegra", interpretado por un Ian McShane que no es que haga la actuación de su vida, pero que está bastante por encima del digitalizado "Davy Jones" de las dos entregas anteriores.
Es que hay tantos personajes que son ridículos o poco verosímiles que lo que resultaba gracioso en la primera, cargante en la segunda y excesivo en la tercera, se hace tedioso en esta. Ese cura más cachas que Cristiano Ronaldo por poner un ejemplo y su manera de encontrar la fe, los españoles, que se supone son los grandes competidores de los británicos para encontrar la fuente de la juventud y que pasan de puntillas por la película.
El guión brilla por su ausencia y se limita a una sucesión de escenas de acción muy del estilo de la saga, con multitudinarias peleas aderezadas con singulares duelos entre los personajes más importantes. Quizá lo más interesante sea todo el tema de las sirenas, que incluso consigue inquietarnos por un momento, pero que se ve estropeado luego por el nefasto doblaje, si no se ve en VOSE, de la "Sirenita" que más protagonismo tiene en la cinta.
Lo que también es de juzgado de guardia es lo de Hans Zimmer aquí, pese a que es uno de mis compositores preferidos. A ojo de buen cubero, diría que más del sesenta por ciento de la banda sonora es la genial fanfarria con diferentes ritmos y cadencias. Se nota el agotamiento también en este aspecto.
Ayer, más bien hoy, porque empecé a verla ya después de la hora bruja, vi por primera vez esta denostada cinta que me la esperaba aun peor, como para darle el primer uno del año, pero, imagino que precisamente por eso, por lo mal que me habían hablado de ella, me ha parecido mala, aunque no rematadamente mala. El principal problema, es que el chicle ya se estiró demasiado con la tercera parte, rompiéndose ya en los minutos iniciales de esta última entrega hasta el momento. Sparrow/Depp sigue dando algún que otro momento memorable, pero hay que saber decir basta, hasta aquí hemos llegado y dejar un buen recuerdo y no a un personaje que acabe siendo un remedo de si mismo.

viernes, 9 de enero de 2015

Piratas del Caribe: En el fin del mundo. El principio del fin de la calidad de la saga.

Si en la segunda entrega, comentada ayer, ya era patente el descenso de calidad, aunque aun había cosas que salvaban a "El cofre del hombre muerto" de ser una del montón, a la tercera parte de lo que tenía que haber sido una trilogía y quedarse ahí, no la salva ni el carisma ni el buen hacer de Sparrow/Depp, pese a que sigue siendo lo mejor sin duda y esta vez a mucha distancia del resto.
Y es que ese es uno de los principales problemas de este film la caricaturización, ya excesiva, de todos los personajes. Quiero decir, Sparrow y esa pareja de piratas que todos conocemos han sido siempre el punto cachondo del asunto y los demás tenían sus puntos, pero eran más "serios" y esa combinación funcionaba más que bien.
Barbosa pasa de haber sido uno de los mejores villanos de películas de aventuras de los últimos veinte años a convertirse en una especie de payaso, cosa que no le pega absolutamente nada, aunque imagino que el hecho de que siga ahí Davy Jones obliga a que, en esta cruzada de los piratas contra el "Holandés Errante" y la armada británica a todos les tocaba ser "buenos". Geoffrey Rush está tan desaprovechado aquí... Y no hablemos ya de Keira Knightley cuyo personaje aquí roza lo ridículo en multitud de ocasiones, pese a que no es tan sangrante como lo de Barbosa.
El principal problema es el exceso de protagonismo que se da a "Davy Jones", su corazón, y a toda la historia de Will Turner/Bloom y su padre, que acaba haciendo que la trama resulte farragosa, lenta e incluso aburrida, lo cual, en especial con el barco fantasma es una pena, porque igual con menos efectos digitales y menos "hombres pez" y "hombres molusco" y algo más de sustancia, la cosa habría funcionado mucho mejor.
 
Luego está lo de "Calipso", una ¿Diosa? del mar que de repente adquiere una importancia desmedida en esta tercera película y cuya aparición estelar da un poco de vergüenza ajena, porque además, después de tanto tira y afloja con ella, resulta que lo único que vemos de dicha divinidad es los efectos que provoca en el mar y que sirven para que tengamos una espectacular batalla naval que es solo eso, espectacularidad vacía de contenido.
De ahí llegamos a un final, mezcla de dramatismo y romanticismo que intenta ser vehículo tanto para un nueva entrega, como para justificar la falta de determinados personajes en la última cinta rodada hasta la fecha y que analizaré mañana después de visionarla hoy.
Pese a todo lo dicho, "En el fin del mundo" aun consigue entretener, a ratos, y hay momentos de nuevo con Sparrow que son impagables y Hans Zimmer consigue darle algo más de empaque a la pobre dirección de Gore Verbinski, con un cambio general de tono en la banda sonora que, sin llegar a las cotas de calidad de la primera película al menos si consigue cierta originalidad y evolución. Por eso llega al cinco más raspado que he dado por aquí, pero hay que tener en cuenta la evolución en notas de la saga, 9, 7, 5, ¿será "En mareas misteriosas" un 3? Lo veremos en veinticuatro horas.
Nota: 5

miércoles, 7 de enero de 2015

Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra. Cuando Jack Sparrow entró en nuestras vidas.

Va ya para doce años que se estrenó la primera entrega de una saga que, sin haber visto aun la cuarta entrega y con la amenaza ya cierta de una quinta, nos trajo a uno de los mejores personajes del cine, en mi modesta opinión, como ese ese desastrado e histriónico pirata interpretado por Johnny Depp, si, os hablo de el genial e inimitable Jack Sparrow.
Jamás olvidaré su entrada al muelle, una escena genial y que la primera vez que la ves te sorprende tanto como te divierte y te deja ya claro cuál va a ser el tono del personaje y de la película. ¿Cuántos años llevábamos muchos esperando que se rescatara de alguna manera el cine de aventuras de antes? Y no hablemos ya de los piratas en el cine —curioso que ahora cuando se habla de piratería digital siempre te tildan de ser un "Sparrow", lo que influye una película en la cultura popular— grandes protagonistas en el cine clásico y que habían tenido que soportar cosas como "La isla de las cabezas cortadas" en los infames intentos de rescatarlos del ostracismo. Ahora tenemos la serie "Black Sails" también, pero con un tono mucho más serio.
Sé que la elección del reparto fue un tanto criticada, sobre todo por Orlando Bloom, pero pienso que en esta saga, donde su protagonismo es residual, cumple con creces, sobre todo en esta primera película. A la que si considero un acierto rotundo es a Keira Knightley, porque además de una de las actrices más bellas, creo que es solvente en variedad de registros, cosa que ha seguido demostrando con los años. Una penita que tenga una complexión tan delgada, que sé que no es impedimento para nada ni es culpa suya, pero prefiero más curvas jajajaja.
Y la genialidad del casting no está solo en la elección de Depp como protagonista, al que veo sublime cada vez que vuelvo a visionar la cinta, sino en un gran Geoffrey Rush, como Barbosa, el archienemigo de Jack y capitán de la "Perla Negra", en torno a la cual girará la trama, ya que Sparrow quiere recuperarla a toda costa, aunque descubrirá que las cosas son algo más sobrenaturales de lo que a priori pudieran parecer. Además de que esa sea la "gracia" de la trama, está muy bien aprovechada, tanto para los momentos de humor, como para dar rienda suelta a los efectos especiales, que rayan a gran altura teniendo en cuenta que es del año 2003. La luna nunca había dado más juego.
Probablemente tiene también, una de las mejores y más cuidadas peleas con espadas de la historia del cine, con el duelo inicial entre Sparrow y Will Turner/Bloom, que ya se echaban también en falta esos enfrentamientos donde prima la habilidad y no la fuerza bruta.
Los secundarios cumplen todos a la perfección y algunos de ellos serán inolvidables, como ese marinero que ve el mal fario en todo, o el pirata tuerto que, en lugar de parche en el ojo, se pasará gran parte de sus apariciones buscando o recolocándose su ojo postizo. Qué decir del loro que hace de voz para su dueño y que es un misterio cómo ha aprendido a hablar. La fauna de esta película es tan variopinta que nos faltarían líneas.
Esta cinta quedará en la memoria de algunos por su director, Gore Verbinski, en la de todos por Johnny Depp y su genial pirata y en el corazón de los aventureros, por la banda sonora de Klaus Badelt, creador de una de las mejores fanfarrias de la historia del cine.
Esta es para mi una de las películas imprescindibles de lo que llevamos de milenio, de esas que difícilmente pueden decepcionar a ningún espectador que busque entretenimiento y aventuras. Y no solo eso, sino que rebosa calidad por los cuatro costados, cosa que, como iremos viendo a lo largo de estos días en el Motel, no se podrá decir de todas las entregas que siguieron.
Nota: 9