domingo, 9 de noviembre de 2014

Drácula, la leyenda jamás contada. Tampoco es que hiciera falta contarla.

Anoche vi 300, perdón, la nueva de Drácula; es que como el principio es casi calcado en la manera de contarnos lo mal que lo pasaban los niños de transilvania que eran "cedidos" al sultán turco. Aquí más que slow motion hay imagen congelada pero si, recuerda mucho a esa forma de empezar que se escogió para la adaptación de la obra de Frank Miller.
Prosigamos. Aquí no hay mucho tiempo a detenerse en lo que a historia se refiere y nos pondremos en la piel de uno de esos críos, regresado a su tierra natal, que resulta ser el príncipe Vlad Tepes, conocido con el cariñoso apelativo de "El empalador" y futuro Drácula.
Todo parece muy de color de rosa con su regreso y en medio de los típicos fastos palaciegos, aparecen unos turcos que les cortan el rollito. Y claro, cuando a Vlad le tocan a su familia se pilla un rebote considerable y, qué mejor manera de solucionarlo que yendo a una cueva donde habita una oscura fuerza que... bueno, ya os imaginaréis.
A partir de esa conversión al lado oscuro, es cuando la película ofrece lo mejor que tiene, esto es, efectos especiales y acción desenfrenada. Hay que reconocer que las peleas en las que Vlad ya tiene sus poderes son una emocionante sucesión de momentos plenos de adrenalina en los que los murciélagos tendrán un protagonismo más que patente y todo se verá muy de videojuego, sobre todo cuando los utiliza en la penúltima de las batallas. Mención especial, en lo que a duelos se refiere, al que mantienen Vlad y el sultán en los últimos minutos del largometraje.
Además de los aspectos técnicos, me ha gustado enormemente el trabajo de vestuario y la factura de las armas, porque las armaduras son impresionantes, especial atención a la del Dragón, y las espadas y demás útiles cortantes se ven auténticos y no de los chinos como en otras cintas del estilo.
Del reparto solo me parece destacable Luke Evans que demuestra estar por encima de lo esperado en un film como este y quizá también al actor que encarna a la criatura de la cueva, Charles Dance, cuya cara me sonaba pese al maquillaje y es que salía en Alien 3. El resto creo que mucho hacen con un guión como este, pensado para que se luzca casi únicamente el protagonista.
La premisa que usan para hacer la historia más amable me parece muy cogida por los pelos y más aún el cómo se resuelve ese tema al final. No diré más porque sería destripar gran parte de la poca trama que en si tiene esta película.
La manera en que se cierra la película para asegurar una continuación me agota porque lo único que me atraía era su ambientación en una época de "capa y espada" y lo de trasladarlo a nuestro días puede acabar como una especie de "Blade" blanco.
En definitiva una película de acción entretenida pero sin un argumento que despierte ni el más mínimo interés y que solo Luke Evans salva de una nota aun más baja.

5 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo contigo. Las escenas de batalla con poderes son buenas y de agradable visionado. Más allá de eso... entretenimiento puro y duro

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    1. Sin haber jugado a los Castlevania y sabiendo que seguramente los poderes no serán los mismos, no podía dejar de pensar que es lo más parecido a una adaptación de ese videojuego que hay hasta ahora.

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  2. La verdad es que ha sido un verdadero chasco. Esperaba otro tipo de historia, completamente diferente y ha sido una decepción. A nivel técnico es pasable pero la historia es malilla. Justo acabo de publicar mi microcrítica. Enlazo con la tuya.

    Buen trabajo.

    @Ociopalabras

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    1. Hombre, yo me esperaba precisamente lo que me ha dado o incluso menos, de ello, y me repito mucho, de que no fuera peor tiene una parte enorme de culpa Luke Evans.

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    2. Yo antes de verla creí que iba a ver la historia de Vlad, por eso el chasco fue aún mayor.

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