Mostrando entradas con la etiqueta bélico. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta bélico. Mostrar todas las entradas

miércoles, 14 de enero de 2015

Corazones de acero. El "Fury" es nuestro hogar.

Hoy os vengo a hablar de una de esas películas que generan muchas dudas a la hora de ir a verlas en el cine a mucha gente, "Corazones de acero". En mi caso tenía bastante claro que quería verla porque Brad Pitt es uno de mis actores de cabecera en los últimos años y porque el tráiler, única información que tenía, me hacía intuir que iba a tener esa épica y ese compañerismo que tanto me gusta; no me equivoqué.
No voy a cometer el error de decir que sea la primera cinta en la que se centra el tema en la tripulación, si es que se puede llamar así, de una de las máquinas de guerra más poderosas que el hombre ha creado, un tanque, porque no lo sé. Pero el "Fury", que da nombre a la película en su versión original, no es solo un vehículo blindado, es un hogar para unos hombres que más que compañeros son una familia, y es más de eso que de la guerra en si de lo que trata "Corazones de acero".
Pero tampoco nos equivoquemos, va a haber batalla y una de las más crudas y realistas que recuerdo en pantalla, porque Chacal/Pitt y los suyos se hayan en una Alemania que resiste con uñas y dientes el avance de los aliados en los últimos días de la peor guerra que ha vivido el mundo. Si buscamos similitudes con otras grandes producciones, podríamos decir que "Fury" está a caballo entre "Salvar al soldado Ryan" y "Black Hawk derribado", porque hay correspondencias entre los personajes con la primera y en las situaciones bélicas que vemos en pantalla con la segunda.
Lo más importante aquí son los personajes, y el casting, en mi opinión, no podía ser más acertado. Hagamos un repaso porque creo que se lo merecen. Brad Pitt hace su mejor interpretación en años, con un "Chacal" al que lo único que le importa es sacar a sus hombres, a su familia, vivos del infierno en que se encuentran envueltos y hará lo que sea necesario; Gordo/Michael Peña es el conductor del "Sherman" —el modelo del tanque que estos aguerridos hombres han convertido en su casa— y quizá sea uno de los personajes que menos se desarrolla a lo largo del metraje junto con Grady/Jon Bernthal, a quien much@s conoceréis por "The walking dead" y que se está haciendo un hueco, con acierto, en este tipo de papeles en el cine; Norman/Logan Lerman, el último en llegar a la brigada al mando del "Fury" y que es el personaje con el que, a priori, más nos podremos identificar todos y que sin duda os recordará a uno de los miembros del pelotón de "Salvar al soldado Ryan". Podríamos decir incluso que es en el fondo el auténtico protagonista de la historia. El chaval lo hace de lujo en determinados momentos; llego al final, para el que he dejado a uno de los actores que me resultan más odiosos en los últimos años y al que he visto, al fin, actuar de verdad, porque Biblia/Shia LaBeouf, es lo mejor después de Pitt en esta película y con diferencia respecto al resto. Así que Chapeau, señor LaBeouf, espero que siga usted haciéndome "zas en toda la boca" por muchos años.
La dirección de David Ayer me parece magnífica aunque no puedo comparar con anteriores trabajos suyos, ya que no he visto ninguna de sus películas, aunque no deja de parecerme curioso la cantidad de actores de renombre o muy conocidos con los que ha contado en sus repartos. Ojito a la decisión que ha tomado para que los combates sean más comprensibles, tema disparos, y que es muy chocante al principio pero luego agradeces. La música de Steven Price acompaña muy bien al trabajo de ayer, aunque no es de esas que se quedará en tu memoria para siempre ni de las que ganan premios o están siquiera cerca de las nominaciones, pero cumple su cometido de sobra.
Corazones de acero es una cinta que va de menos a más, no en calidad, sino en intensidad y ritmo, para llevarnos a un final repleto de épica, de esos que a mi tanto me gustan, y que consigue, que, pese a que al principio incluso desprecies a algunos de sus protagonistas, acabes empatizando con ellos, usando como vehículo al joven Norman. Para mi, solo por ver a Pitt y al impresionante y sorprendente Shia —quizá no sea tan buena su actuación, pero después de verle haciendo subproductos me ha encantado— ya vale la pena su visionado, sobre todo si vais en días del espectador como fue mi caso ayer. Y si eso no es suficiente aliciente, para quienes gusten de lo militar, es impresionante ver las tácticas de combate de los tanques y las escenas desde el interior de los mismos. Aviso, eso si, de que es muy cruda y dura, es como ver el desembarco del principio de "Salvar al soldado Ryan" durante dos horas, porque Ayer y su equipo no ahorran en violencia, pero, amig@s, era una guerra.

miércoles, 9 de julio de 2014

Black Hawk derribado, "We got a Black Hawk down; we got a Black Hawk down"

Ains, qué ganas tenía ya de usar esa frase del título de la entrada...
Hacía ya años que vi esta película por primera vez y me encantó, lo cual confirmé cuando la disfruté de nuevo en mi tierra con mi primo cinéfilo.
Creo que soy de los pocos españoles, quizá esto sea exagerado, que disfrutan de verdad con estas películas bélicas que son consideradas por muchos como "americanadas".
En una misión de paz de la ONU en Somalia en 1993 las cosas salen rematadamente mal en la capital, Mogadiscio, y dos helicópteros black hawk del ejercito de EEUU son derribados por los milicianos somalíes.
Una vez puestos en antecedentes históricos nos encontramos ante una historia con todos los ingredientes del cine bélico más épico que nos llega desde Hollywood. Más que testosterona a saco, que algo veremos, nos vamos a encontrar más bien con unos soldados, muy jóvenes en su mayoría, superados por las circunstancias y abandonados en algunos casos a su suerte. Aunque no se deja a ningún hombre atrás, no se arriesga la vida de muchos para salvar a unos pocos.
Adoro el sentimiento de compañerismo y sacrificio que transmiten siempre estas películas, porque tú única defensa en estos casos es, las más de las veces, el hombre que está espalda con espalda contigo. De eso tenemos mucho en "Black Hawk derribado", repleta de escenas donde la épica nos muestra a soldados superados en número de una manera abrumadora y también veremos la crudeza y la brutalidad de la guerra, casi siempre carente de toda lógica.
El reparto es tan coral que es difícil destacar a nadie pero Josh Hartnett, Eric Bana, Ewan McGregor, Tom Sizemore y William Fichtner demuestran su valía y también veremos pululando a un cuasi desconocido por aquellos tiempos Orlando Bloom.
Ridley Scott demuestra desde la dirección que sabe como manejar una trama donde pasan tantas cosas al mismo tiempo y que el espectador no se pierda, además consigue que una película de 144 minutos se te haga corta, como nos pasó a mi primo y a mi.
Sobresaliente, como casi siempre con este genial compositor, es la banda sonora a cargo de Hans Zimmer, poniendo el vello de punta en muchas situaciones. El sonido, sublime, recibió un Oscar más que merecido.
"Black Hawk derribado" es en definitiva una de esas películas que disfrutarán aquellas personas que no pongan un mohín de asco cuando ven al ejercito estadounidense en pantalla y se olviden de que, más allá de todas las malas prácticas que puedan hacer determinados miembros de dicha armada, la mayoría son personas que tratan de ganarse la vida defendiendo a su país y que, en muchas ocasiones se encuentran en el centro de conflictos sin sentido donde la diferencia entre estar vivo o muerto está en las personas que tengas hombro con hombro contigo.
Y recordad: "Leave no man behind".

lunes, 7 de julio de 2014

"War Horse" pierde por varias cabezas y queda a la cola de la filmografía de Spielberg.

Recuerdo que fui con gran ilusión al cine, aprovechando aquellos reestrenos que Cinesa puso de moda con "Te la perdiste", a ver "War Horse" una de las últimas superproducciones de Spielberg.
Spielberg es un gran director sin duda, pero como todos tiene sus luces y sus sombras. La película que emitieron ayer por televisión, con un caballo como protagonista, se adentra peligrosamente en la zona oscura de su filmografía.
He de reconocer que el film empieza muy bien, con la hermosa pero complicada relación de Albert Narracott/Jeremy Irvine y Joey, el caballo, más apto para carreras que para trabajar en una granja. Las escenas de amistad, drama, superación y comedia se entremezclan en estos treinta minutos o poco más de una manera más que aceptable.
El fallo para mi está en el giro que se produce cuando el padre de Albert se deshace del equino para no perder la granja, vendiéndoselo al ejército. En mi modesta opinión, a partir de ahí comienza una sucesión de historias, enlazadas por la presencia de Joey, que nunca terminan de permitirte empatizar lo suficiente con casi ningún personaje para que te importe de verdad qué les pasa. Eso si, no faltarán las escenas de lágrima fácil, omnipresentes durante todo el metraje, pero que a mi entender no salvan a un guión deslavazado y que por momentos te hace perder el rumbo y resulta incluso aburrido.
Del reparto coral salvo al mencionado Jeremy Irvine —su historia con Joey es la única que de verdad tiene un interés más allá del propio caballo— y a dos actores que me gustan mucho y consiguen transmitir mucho en los pocos minutos de que disfrutan, Tom Hiddleston y Benedict Cumbebatch. Sentí una pena tremenda por lo desaprovechada que está Emily Watson, como madre de Albert.
He de decir que la película si que destaca en los aspectos técnicos, desde una fotografía sublime hasta la genial ambientación, plasmada en el vestuario y en la genial recreación de la guerra y sus penurias en las trincheras. 
En el aspecto sonoro, los efectos como siempre rayan al nivel mínimo exigible con Spielberg, mientras que la banda sonora no es de las que se quedará en tu memoria.
Como soy de pensar que las cosas se han de valorar en su justa medida, considero que War Horse tiene un bonito envoltorio pero muy poco contenido. No la suspendo porque los aspectos en los que sobresale consiguen paliar en cierta medida el irregular ritmo narrativo y una dirección y un guión que quieren tirar de lo fácil para emocionarnos en lugar de conseguirlo de la manera en que si lo hacía por ejemplo "Hidalgo", película con caballo y protagonizada por Viggo Mortenssen, que con un "mesteño" consigue sacar varias cabezas al "pura sangre" de Spielberg. Además está alargada innecesariamente, de nuevo para añadir más escenas de lágrima fácil.

lunes, 28 de abril de 2014

Green Zone: distrito protegido. De Bourne a Irak y tiro porque me toca.

El binomio Paul Greengrass/Matt Damon funciona a la perfección desde que allá por 2004 se juntaran en "El mito de Bourne".
En "Green Zone: distrito protegido" lo han vuelto a hacer pero esta vez con algo más de denuncia social en lo que a la trama, basada también en un libro, se refiere.
Porque en esta película, ambientada en Irak en los inicios de la ocupación americana de 2003, nos demuestran que no solo una parte de la comunidad internacional y la mayoría de los ciudadanos de a pie dudaban de la existencia de las armas de destrucción masiva que supuestamente tenía Sadam.
Ese es el punto de partida de la historia de Roy Miller (Matt Damon), un alférez del ejercito de EEUU que empezará a plantearse cosas que no gustan nada a sus superiores y que será ayudado en su investigación por un agente de la CIA interpretado por Brendan Gleeson y por un iraquí (Said Faraj).
También me gustaría destacar a Amy Ryan en su papel de periodista carroñera y a un Gregg Kinnear con pocos minutos en pantalla pero muy correcto en su interpretación.
Al igual que en las dos películas de Bourne, en las cuales director y protagonista rodaron juntos, vamos a encontrar la combinación perfecta de narración y acción; esta última, tan realista y dolorosa como en los films del susodicho espía.
No es la primera, ni seguramente la mejor, en abordar el tema de la inexistencia de las armas de destrucción masiva que permitió la intervención militar en el país árabe, pero si que es la más entretenida de ver, porque de eso sabe y mucho Greengrass.
Además, cada vez estoy más convencido de que estos papeles están hechos al dedillo para Damon, un actor capaz de conjugar a la perfección una gran capacidad interpretativa con una especial aptitud para la acción como demuestra siempre que tiene la oportunidad.
Si os gusta el cine bélico, con acción realista, con un director que sabe lo que se hace, y con un reparto de muchos kilates, "Green Zone" os dejará más que satisfechos aunque no profundice en el tema que trata todo lo que a algunos seguramente les gustaría.