martes, 22 de diciembre de 2015

En tiempo de brujas llama a Nicolas Cage

Desde que empieza este film del realizador Dominic Sena, que ojo, tiene en su haber "Operación swordfish" y "60 segundos", esta última con Cage también, nos damos cuenta de que estamos ante un producto de Serie B y que lo es a sabiendas. No es que yo crea que esos son peliculones pero es curioso que uno haga cintas de acción como esas para acabar desapareciendo años y retomar tu carrera con proyectos que no son mucho mejores que este.
El problema de hacer algo así como lo que hoy analizamos, es que si te lo tomas en serio, me refiero a quienes participan en ello y no a los espectadores, lo mejor es que te olvides de hacer escenas grandiosas con efectos digitales cutres como las que vemos después del primer juicio a supuestas brujas que da inicio a la película. O sea, entre que se ven esos templarios y el lugar donde se encuentran para combatir más falsos que las promesas de los partidos en campaña electoral y que, digámoslo claro, a Cage parece que le han puesto una escupidera por yelmo te corta el rollo considerablemente.
Por fortuna para nosotros, Sena se acuerda de que mejor hacer las cosas de manera más artesanal cuando no tienes medios y de contarnos una historia muy oscura, donde puedes esconder muchos defectos técnicos y que el vestuario parezca menos cutre e incluso transmitir cierto desasosiego en algunas escenas. En eso hay que reconocerle al equipo que consiguen ambientar bastante bien el camino que recorren nuestros protagonistas por bosques perdidos en medio de la Europa medieval, con algunas batallas que resultan hasta potables y todo.
Es en esa parte donde más destacan Cage y Pearlman, qué cosas tener que ir haciendo caja para pagar las facturas con esto, más que nada porque el primero tiene que actuar poco aunque nos deleitará en más de una ocasión con su conocida "carita culpable" y el segundo impone lo suyo con esas vestimentas y esa envergadura que tiene, resultando espectacular verle en plena acción.
Por desgracia para todos y a pesar de algún giro de tuerca final, de repente alguien decide que lo mejor es recurrir de nuevo al ordenador creando unos efectos que desmerecen mucho el resto del trabajo técnico realizado hasta ese momento y que te dejan con la sensación de que casi que te quedas con lo que veíamos en los ochenta, en cuanto a efectos especiales, con animatrónica que quizá se movía menos por la pantalla y no podía hacer mil cabriolas pero quedaba mucho mejor.
Voy a deciros que me la esperaba aun más mala, porque ingredientes tenía, y que pasaría engrosar la lista de films con un uno de nota pero he de reconocer que durante una media hora, la que transcurre en el viaje, me entretuvo mucho y me gustó su ambientación. Por lo demás, bueno y por todo, lo que os recomendaría es que pasarais de ella pero mucho.

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