sábado, 26 de diciembre de 2015

La mujer pantera, juegos de felinos en las sombras

Animados por nuestro querido bloguero y seguidor @RavenHeartWeb nos dispusimos a visionar esta película dentro del género de terror. Y efectivamente transmite una cierta inquietud el no saber a ciencia exacta la situación en la que nuestra protagonista se halla, si lo que sospecha que la ocurre es verídico o es producto de su imaginación. Sus actores son completamente desconocidos, Simone Simon que ciertamente por una parte desprende una cierta dulzura pero por otra parte genera un cierto desasosiego con su historia, al menos yo lo percibí así, y Kent Smith en el papel de esposo enamoradísimo. Al ver la cinta no pude evitar encontrar ciertas similitudes con la Catwoman del director francés Pitof (que nada tiene que ver con la Catwoman de Batman). En ambos casos las dos tienen una cierta seguridad de que algo las ocurre aunque no saben con seguridad qué es.
Nuestra protagonista sospecha que dentro de sus ancestros serbios había ciertas personas que se convertían en gatos, de ahí el nombre original de la cinta Cat People, y ella misma sospecha que es una de esas personas. En la cinta de Pitof, Halle Berry tiene ese poder aunque tampoco es capaz de saber cómo es posible y buscando información se da cuenta de que algunas mujeres tienen ese don procedente del antiguo Egipto. Me asaltaron una innumerable cantidad de dudas mientras veía el film, (lo siento pero quizás esto sea spoiler), ¿cómo es posible que un hombre accediera a casarse con esta mujer, cuando ella misma está segura de que en el momento que tenga cierta intimidad con su esposo su fiereza felina podría incluso matarle? Ella le comunica este hecho y sin haberse besado ni abrazado se casan porque él considera que todo eso es producto de su imaginación o quizás un trauma infantil. Para ser una cinta de bajo presupuesto no es nada desdeñable y desde luego muy recomendable. A ver qué os dice mi gatito particular. "Estoy loca con mi tigre, loca, loca, loca".
Yo con una pantera como tú no dudaría tampoco en casarme por mucha maldición que pudiera haber detrás pero eso es otro tema y ahora toca hablar de esta película que es destacable ante todo por su magnífica atmósfera y por un detalle que me sorprende mucho en el cine clásico, esto es, el mimo que se ponía a la realización de la banda sonora en casi todas las ocasiones por pequeña que fuera la producción.
La trama, también algo muy típico en el cine de antaño, recorre los senderos del terror psicológico pero con el drama y el romance como auténticos gérmenes de todo lo que va aconteciendo ante nuestros ojos, con esas maravillosas escenas en mitad de la noche donde se consigue el efecto deseado de infundir miedo al espectador e incuso otro momento que me parece el mejor, con un juego de luces y sombras sobresaliente que tendréis que descubrir viendo la cinta.
Como tantas otras veces, ese detalle que menciona mi amada gatuna, no le quita valor al film. Me refiero a que el reparto sea desconocido, algo que muchas veces sucede con el cine clásico para quienes no hemos buceado en él con intensidad y más aun en este tipo de producciones. Quizá es que en aquellos tiempos la gente se tomaba su trabajo mucho más en serio, o que el trabajo de los directores de casting solía funcionar mejor; lo cierto es que todos cumplen a la perfección y consiguen que veas al personaje y no a la persona.
Quizá el mayor defecto que podamos achacarle sea que, debido a su corta duración, todo va como muy acelerado en el tramo final y que se acaba perdiendo algo del misterio por el camino restando algo de fuerza al conjunto.
Recomendable si sois de los que preferís el terror con algo de clase y tirando más por lo psicológico que por lo explícito. Yo ahora me vuelvo a mi cubil al abrigo del calorcito de mi pantera pelirroja.

1 comentario:

  1. Gran análisis, una vez más! Veo que habéis sacado las mismas conclusiones y que os han conquistado los mismos detalles que a mi me llamaron la atención cuando me senté a ver esta cinta sin esperar nada de ella, me alegra!. Un gusto compartir, chicos!

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