Es muy probable que cuando pensamos en Marlon Brando nos venga a la mente el hombre musculado y bien parecido de "Un Tranvía Llamado Deseo" o al mafioso más famoso de la historia del cine Vito Corleone en "El Padrino". Veinticinco años separan a estas películas dándonos una imagen casi contrapuesta, en lo que a su físico se refiere, de este versátil y peculiar actor.
Nació en Nebraska, Estados Unidos en 1924 tuvo una adolescencia difícil, era un estudiante irregular y rebelde y sus padres, por su mal comportamiento, lo enviaron a una academia militar de donde fue expulsado por insubordinación.
Su madre la actriz Dorothy Pennebaker marcó, sin género de duda, su infancia; él en una entrevista dio a entender que era una mujer que tenía problemas con el alcohol cuando estando él en casa después del llegar del colegio llamaban por teléfono desde un bar para indicar que alguien fuera a recogerla. Son estas cosas que, teniendo conocimiento de ellas, no es de extrañar que fuera un joven problemático y rebelde aunque más tarde llegó a ser considerado como un mito del cine moderno. Se instaló en Nueva York en 1943 para estudiar arte dramático y después de pequeños papeles en el teatro llegó el papel con el que dio el gran salto a la fama "Un Tranvía Llamado Deseo" de Elia Kazan, interpretando a Stanley Kowalski un muchacho impetuoso que llora y rompe cosas cuando no consigue lo que desea resultando increíblemente sexy, papel que le valió una nominación al Oscar.
Volvió a coincidir con este director en "¡Viva Zapata!", recibiendo una segunda nominación para el Oscar, y "La Ley del Silencio" con la que por fin logró alzarse con la estatuilla. Mucho he leído de lo que Kazan decía de Brando; entre otras cosas que era ambivalente, inseguro y apasionado a la vez, o que se metía en la interpretación a tumba abierta. Es considerado por muchos como "el mejor actor de todos los tiempos", no sé si decir esto es un poco exagerado pero sin duda supo plasmar como pocos intensidad, seducción, pasión, arrogancia y sufrimiento.
También tuvo su momento de director además de protagonista con la película "El Rostro Impenetrable" labor que según sus propias palabras llegó a ser un auténtico quebradero de cabeza. En 1972 lograría su segundo Oscar por su papel de mafioso en "El Padrino" obra que me entusiasmó bastante más en su versión en papel que en la pantalla. Sin embargo rechazó este premio en señal de protesta por la explotación de los indios por parte de la industria cinematográfica. Ese mismo año protagonizó "El Último Tango en París" película que sin duda fue una revolución en su momento. A partir de ahí sus apariciones en el cine fueron espaciándose en el tiempo llegando a reconocer que en realidad su único afán en el cine era ganar dinero, demostrando un total desprecio por su trabajo, quizás por ello el propio Kazan dijo de él: "No es un actor, es una puta. Tanto talento y tan malgastado. Se vende por cuatro cuartos." Con su aparición en Superman llegó a cobrar, según he leído por ahí, nada menos que 14 millones de dólares, aún así terminó sus días sumido en la indigencia con unas deudas millonarias y una pensión del sindicato de actores.
En cuanto a su vida personal, según él mismo contó en una entrevista en 1998 le gustaba amar y le gustaba el sexo, daba igual que nunca hubiera sido feliz con ninguna mujer y que sus relaciones hubieran terminado en nada. A Rita Moreno la marcó tanto que tras un tormentoso idilio en el que ella confesó él era como la cocaína, adictivo, que cuando éste terminó Rita intentó quitarse la vida. Aún con todo fue prolífico, tuvo 11 hijos. Sufrió desgracias en el ámbito familiar con asesinato, enjuiciamiento por homicidio y el suicidio de una de sus hijas.
Esta biografía ha sido hasta ahora la que más me ha costado "parir" por así decirlo. Cuando me documentaba para su desarrollo, leí bastante información contradictoria y ello me obligó a seguir indagando para no poner nada que no fuera del todo cierto. Así es, cada persona es un mundo y todos tenemos nuestros secretos, él Marlon Brando no podía ser una excepción. Su neurosis le ayudó, estoy segura en más de uno de sus papeles.