Ver el nombre de Christopher Lee y asociarlo a Drácula es casi automático, un caso mimético comparable a Boris Karloff como Frankenstein, Jonnhy Weismuller como Tarzán o Sean Connery como Bond. Tampoco es de extrañar esta asociación ya que Lee protagonizó diez películas con la productora Hammer interpretando el papel del chupasangres.
Christopher Frank Carandini Lee nació en Londres el 27 de mayo de 1922 de madre italiana y padre militar que cuando él solo contaba cuatro añitos se divorciaron. Debutó en el cine en 1948 con una breve aparición en Hamlet, la adaptación que Laurence Olivier hizo de la obra de Shakespeare.
Su altura, 1,96, fue en principio un motivo de discriminación, sin embargo consiguió sacarle un formidable partido al final ya que su delgadez, su prestancia majestuosa y altiva, su apostura, su mirada fría y dura y su aire de dominio, le facilitó el obtener papeles de villano. Fue precisamente un papel como ese con el que dio el salto a la fama en La Maldición de Frankenstein en 1957 llevándolo a firmar un contrato con Hammer Productions. Gracias a este hecho conoció al que luego sería su amigo y compañero de reparto en más de una ocasión Peter Cushing.
Durante la década de los 60 y 70 continuó con su papel de Drácula en varias secuelas de la productora, nada menos que diez como comenté al principio. Aunque también interpretó a Fu-Manchú de manera alternativa. En 1959 coincidió con su amigo Peter Cushing en El Perro de Baskerville, otra de esas películas fantásticas que merece la pena ver.
Con su propia productora hizo películas como La Noche Infernal en 1973 o La Monja Poseída en 1976. Después de tantos años de protagonizar películas de terror decide cambiar de registro y probar otros papeles más amables como en La Vida Privada de Sherlock Holmes de Billy Wilder aunque la mayoría de las veces es de villano como Scaramanga el villano de Bond en El Hombre de la Pistola de Oro en 1974 o el Conde Dooku en la saga de Star Wars.
Algunos de sus últimos trabajos han sido Saruman en la maravillosa trilogía de El Señor de los Anillos y el padre de Willy Wonka en Charlie y la Fábrica de Chocolate, maravillosa película de Tim Burton que a mí personalmente me encanta.
Poca información he encontrado sobre su vida personal más allá de que se casó una sola vez y tuvo una hija, aparte de esto es el actor de su generación más prolijo en películas, nada menos que 281. Falleció el 7 de junio en Londres a la edad de 93 años. Sin duda el mejor Drácula de la historia del cine.