lunes, 30 de noviembre de 2015

CHRISTOPHER LEE, AMOR AL PRIMER MORDISCO

Ver el nombre de Christopher Lee y asociarlo a Drácula es casi automático, un caso mimético comparable a Boris Karloff como Frankenstein, Jonnhy Weismuller como Tarzán o Sean Connery como Bond. Tampoco es de extrañar esta asociación ya que Lee protagonizó diez películas con la productora Hammer interpretando el papel del chupasangres.
Christopher Frank Carandini Lee nació en Londres el 27 de mayo de 1922 de madre italiana y padre militar que cuando él solo contaba cuatro añitos se divorciaron. Debutó en el cine en 1948 con una breve aparición en Hamlet, la adaptación que Laurence Olivier hizo de la obra de Shakespeare.
Su altura, 1,96, fue en principio un motivo de discriminación, sin embargo consiguió sacarle un formidable partido al final ya que su delgadez, su prestancia majestuosa y altiva, su apostura, su mirada fría y dura y su aire de dominio, le facilitó el obtener papeles de villano. Fue precisamente un papel como ese con el que dio el salto a la fama en La Maldición de Frankenstein en 1957 llevándolo a firmar un contrato con Hammer Productions. Gracias a este hecho conoció al que luego sería su amigo y compañero de reparto en más de una ocasión Peter Cushing.


Durante la década de los 60 y 70 continuó con su papel de Drácula en varias secuelas de la productora, nada menos que diez como comenté al principio. Aunque también interpretó a Fu-Manchú de manera alternativa. En 1959 coincidió con su amigo Peter Cushing en El Perro de Baskerville, otra de esas películas fantásticas que merece la pena ver.


Con su propia productora hizo películas como La Noche Infernal en 1973 o La Monja Poseída en 1976. Después de tantos años de protagonizar películas de terror decide cambiar de registro y probar otros papeles más amables como en La Vida Privada de Sherlock Holmes de Billy Wilder aunque la mayoría de las veces es de villano como Scaramanga el villano de Bond en El Hombre de la Pistola de Oro en 1974 o el Conde Dooku en la saga de Star Wars.


Algunos de sus últimos trabajos han sido Saruman en la maravillosa trilogía de El Señor de los Anillos y el padre de Willy Wonka en Charlie y la Fábrica de Chocolate, maravillosa película de Tim Burton que a mí personalmente me encanta.
Poca información he encontrado sobre su vida personal más allá de que se casó una sola vez y tuvo una hija, aparte de esto es el actor de su generación más prolijo en películas, nada menos que 281. Falleció el 7 de junio en Londres a la edad de 93 años. Sin duda el mejor Drácula de la historia del cine.

domingo, 29 de noviembre de 2015

Quantum of Solace, el solazo de las vacaciones debió afectar a los guionistas

Volvemos de nuevo a tener a James Bond en nuestras habitaciones con la segunda entrega de las protagonizadas por Daniel Craig y que en mi modesta opinión lleva al máximo y al exceso el error de la anterior, si hablamos de lo que es el universo 007, esto es, un abuso de la acción en detrimento de la trama.
Sé que ya dije algo similar en la primera crítica de esta serie de cuatro pero es que yo cuando me siento a ver una película de Bond espero algo más que una cinta de acción vacía en la que lo mismo podría ser el agente secreto más conocido del mundo de la ficción el que estuviera dando saltos de un lado a otro y repartiendo leches a todo el que se le cruza como en una peli de acción cualquiera.
Por si ese aspecto fuera poco, nos meten esta vez como fémina acompañante a la Kurylenko que si, puede ser muy bella pero aun no he sido capaz de verle nada como actriz para justificar esa admiración que a veces veo por ahí. Me parece de lo peorcito de la hornada que nos ha llegado en los últimos años.
Craig sigue funcionando a la perfección como héroe de acción con ese físico portentoso y también como Bond en los pocos momentos en que de verdad lo vemos en pantalla cuando deja de ser "Action man". Le sigue faltando la vertiente de gentleman más acusada, que si han sabido transmitir otros en el pasado, y que no consiste solo en llevar un traje en situaciones donde otros agentes irían con equipo de campo pero cumple con lo mínimo exigible en ese aspecto.
Luego tenemos para terminar, el villano, o villanos, peor construido de la saga desde hacía mucho tiempo. Después de un Mikkelsen que hacía las delicias de todos en Casino Royale, encontrarnos aquí con esa especie de "conseguidor", que lo mismo se alía con Maduro que con quien lo quiera defenestrar, hace que, al menos en mi caso, me sienta aun un pelín más decepcionado y que convierta en olvidable una producción que debería haber terminado de sentar las bases para lo que vendría después aunque ya veremos que Sam Mendes, con gran acierto en mi opinión, reseteo en la medida de lo posible.
¿Es entretenida? Si ¿Es eso suficiente para considerarla una buena película en términos generales? Para este que os escribe no pero, como ya sabéis, yo no soy para nada objetivo o al menos no lo soy tanto como quizá otros intentan o consiguen ser. A mi la cinta me ha gustado lo suficiente para aprobarla pero nada más. De las cuatro me parece la más floja con cierta diferencia y recomendaría su visionado si el personaje os gusta mucho y sobre todo porque, a pesar de que no sea imprescindible, la historia de la tetralogía con Craig conecta todos los films de un modo u otro. Por lo demás, sigo prefiriendo, en este registro a Bourne que a esta mezcla de 007 con un militar de operaciones especiales.

sábado, 28 de noviembre de 2015

Drácula, regreso a los clásicos

He echado tanto de menos este sitio que contra viento y marea vuelvo a él, y es que tanto el dueño como el lugar crean adicción y soy una yonki, lo reconozco. Sin duda es un lujo volver a los clásicos con una película como esta. Hacía muchísimos años que no visionaba esta cinta. Era una tierna jovencita cuando disfruté de ella la primera vez y ni que decir tiene que me impresionó ya que a pesar de no haberla visto de nuevo hasta el día de hoy, recordaba muchas de sus escenas, así que no dudé en proponer esta película de terror para mi vuelta a los clásicos con una más que cálida acogida por parte del dueño del motel.
Otros actores han interpretado a Drácula, según mis pesquisas unos diez con más o menos acierto, pero creo que Christopher Lee es el Drácula por antonomasia, bajo mi modesto punto de vista. La historia es bien conocida por todos, Bram Stoker se inspiró en el personaje del príncipe  Vlad el Empalador para dar forma a este ser maligno que un Van Helsing interpretado por un magnífico Peter Cushing, que también daría vida a Sherlok Holmes en El Perro de Baskerville, intentará dar caza.
No se puede obviar que existe una cierta connotación sexual en el personaje de Drácula. Según algunas fuentes consultadas la sangre, símbolo de virilidad y la atracción sexual que se le atribuye, (esto se aprecia claramente en muchas de las escenas en las que las damas se acicalan y preparan su cuello para recibir ese mordisco que de algún modo les proporciona placer),  han estado siempre estrechamente ligadas al tema universal del vampirismo y por encima de todo no podemos olvidar que Drácula era un gentleman. Pero el que es sin duda el caballero más adorable es el dueño de este motel que ha guardado mi ausencia, cuidando mi habitación con mimo y esmero. Gracias querido.
Tantas cosas se quedaron pendientes en su día en esta sección de clásicos que no me sorprende haber empezado por esta película que tantas ganas tenía en su día mi amorcito que viéramos para tocar todos los palos posibles, ya que en ese cine de antaño no solo el drama y el misterio, especialmente por Hitchcock, dejaron grandes cintas para la posteridad. Por fortuna esta que hace la entrega número quince de los "Clásicos con Aurora" es la primera de muchas otras entradas a dos teclados que, con total seguridad, no se limitarán al cine añejo. Tras la llegada de Ricky hace poco, el motel recupera una de sus señas de identidad y que nos diferenciaba de la mayoría como es hablar desde dos perspectivas distintas, unas veces más que otras, y con esa química que tanto nos transmitisteis en su día que os gustaba.
Mi señora y yo tenemos un curioso vínculo vampírico, cinéfilamente hablando, porque si vi la saga Crepúsculo fue por ella y ahora que volvemos a iniciar la andadura juntos traemos a un "Príncipe de las tinieblas" que se desayunaría a los gusiluz de esa serie de novelas y aun ni habría empezado a mancharse los colmillos. Discrepo en cierta medida con mi amada compañera en cuanto a que Drácula sea siempre un gentleman y creo que en la adaptación de la novela de los años noventa hay mucha más elegancia que aquí. Quizá sea por la época, pero el vampiro de Lee es, como la mayoría de los galanes de la época, más bien brusco con las mujeres aunque el erotismo implícito en la mordedura y el intercambio de fluidos ha sido siempre más que obvio en este mito del "hominis nocturna".
Me sorprendió lo fiel y seria que es la adaptación y aun más cómo va evolucionando el tema de enseñar sangre y algunos efectos especiales que, teniendo en cuenta que hablamos de 1958, son más que meritorios. No es que pensara que en aquellos tiempos no se podían hacer traslaciones decentes del papel al celuloide pero siempre he tenido una imagen de cierta cutrez en el cine de terror antiguo.
A pesar de que el ser icónico, y por tanto su intérprete, Christopher Lee sean quienes han pasado a los anales de la historia del séptimo arte, para mi lo mejor de la película, interpretativamente hablando, es el Van Helsing de Peter Cushing. Lee tiene los momentos de más impacto y es su figura la que nos impone y es innegable que lo hace de maravilla, pero quien carga con el peso del film la mayor parte del tiempo es Cushing y eso es algo que yo valoro y mucho.
Estamos ante una producción que, valorándola en su entorno temporal, destaca en casi todos los aspectos técnicos y que tiene ese buen sabor que solo los vinos que han envejecido como deben consiguen dejar en el paladar. Fue un placer verla en tu compañía Aurora y más aún escribir de nuevo juntos en esta primera de muchas críticas a medias que están por venir. En mi caso y, a diferencia de Drácula, que andaba buscando jovencitas hasta por los rincones a las que hincarles el diente, un solo cuello me basta y me sobra para alimentarme eternamente.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Casino Royale, ¿ser Bond o ser Bourne? Esa es la cuestión

A pesar de que siempre me gustaron las películas de Bond antiguas, especialmente con Sean Connery, no pude con las de Pierce Brosnan, al que no trago y que además, a pesar de seguir los pasos del 007 más clásico a mi no me terminó de convencer. Así, en su momento me acerqué con cierto miedo a esta revisión del "mito" y, hasta que ha llegado Spectre, la única que había visto y he vuelto a revisionar para traer las cuatro entregar protagonizadas por Craig al Motel era esta que hoy nos ocupa de la que no recordaba absolutamente nada.
Que el actor elegido en esta ocasión me pega mucho más es casi tan claro como que si a este film, y aun más al segundo de la era Craig, se le pone cualquier otro título habrían pasado por una más de esas cintas de acción que proliferan cada año y además con cierto tufillo a otro agente salido de las páginas de una novela como es Jason Bourne. Decir otra cosa sería no querer ver la realidad. Los primeros minutos de Casino Royale encajarían perfectamente en cualquiera de las entregas de la trilogía protagonizada por Matt Damon y eso es bueno en cierto sentido, porque nos acerca más a la realidad de lo que debe ser pertenecer a un servicio secreto pero también elimina mucho del atractivo que tenía ese espionaje basado en gadgets, tanto es así, que aquí "Q" ni siquiera existe.
Si obviamos esos aspectos, nos encontramos ante una trama interesante a la que Eva Green y, sobre todo, Mads Mikkelsen le dan una fuerza que es de agradecer y también un tono más serio que el que tengo en el recuerdo de las de Brosnan. Quizá en este sentido lo único que me parece es que está alargada en exceso en ese error narrativo que para mi cometen algunos guiones, de darnos varios finales en los últimos minutos de la cinta. Me parece un recurso simplista eso de los giros de tuerca constantes en la recta final en lugar de habértelos currado a lo largo de la parte central del film. No me entendáis mal, si es un giro de esos que te dejan ojiplático en el último segundo, vale, pero si es para luego alargarnos y tener finales dentro de finales como que me aburre.
En definitiva, me quedé con la sensación de un bond que es un quiero y no puedo que trata de adaptarse a lo nuevo sin abandonar del todo lo viejo pero descuidando todo un poco, incluso lo que es la intro, que me pareció bastante mala, incluida la canción, que no me pega nada con el espíritu del personaje y lo que llevamos visto hasta ese momento. Aunque si he de ser sincero, la única que me ha convencido en ese sentido de la nueva hornada es Skyfall pero de eso ya hablaremos cuando le llegue su turno.
Buena película de acción y espionaje y regular como parte del universo de 007, te deja con un sabor agridulce que no pierdes hasta que Sam Mendes toma las riendas.

jueves, 26 de noviembre de 2015

Sicario, cuando el fuego solo se puede combatir con fuego

No hay muchos directores que sean capaces de acercarse a diferentes géneros e imprimirles su toque personal y uno de ellos es sin duda Villeneuve, que con su cuarto largometraje que hoy analizamos, deja claro que lo mismo rueda un thriller al uso, Prisioneros, que uno de esos que te hacen devanarte los sesos después de verlo, Enemy, que uno en el que te introduce en medio de la acción y la bajeza de un lugar como Ciudad Juárez.
En esta ocasión, se ha rodeado de un elenco de protagonistas, o secundarios de lujo, que han dado probada muestra de su capacidad para ser héroes o antihéroes de acción pero no solo eso, sino que aportan el plus de ser unos intérpretes sobresalientes, Benicio Del Toro y Josh Brolin, o de serlo en un futuro, Emily Blunt. Desde mi modesta, y puede que equivocada perspectiva, el canadiense es un realizador que, principalmente, sabe sacarle el mayor rendimiento posible a su reparto, cosa que ya vimos con Hugh Jackman en la mencionada Prisioneros. 
No es este un tema baladí, pues no es raro ver producciones repletas de grandes nombres donde la mayoría parecen estar ahí simplemente por hacer caja mientras que en las cintas de Villeneuve todos resultan tremendamente creíbles y dando lo mejor de sí mismos.
A priori podría parecer una película más en torno al mundo de los cárteles de la droga pero, sin que tenga una gran capacidad de sorprendernos a lo largo de su desarrollo, si que es innegable que todo se ve tremendamente realista e incluso tiene algunos momentos de riesgo estético a la hora de mostrarnos desde los ojos de uno de los integrantes del equipo cómo se ven las cosas en una operación nocturna. A unos gustará más y a otros menos esta peculiar visión pero lo que es indudable es que consigue diferenciar a Sicario de la mayoría de films de acción y añade ese toque de irrealidad o surrealismo que siempre aparece en las cintas de este director.
Técnicamente impecable y con una banda sonora que está pero no lo parece la mayor parte del tiempo, esta película dejará satisfechos a quienes conectan con la manera de hacer cine de Villeneuve y aunque el reparto, algo más coral, hace que nadie destaque en la misma medida que lo hizo Jackman en Prisioneros pero vuelve a demostrar que este realizador no es flor de una película y que, sin tener un ascenso constante en la calidad de sus trabajos, no entra en esa barrena en la que caen muchos nuevos cineastas. Que habiendo visto tres de sus cuatro trabajos pueda decir que todos me han dejado un muy buen sabor de boca, lo convierte en una de las mejores noticias de los últimos años en el mundo del celuloide para este que escribe.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

La Tribuna de Ricky: Malcolm X

Hola a todos los moradores de este Motel tan prestigioso que me acoge por un tiempo indeterminado. Es un verdadero placer colaborar con este gran hombre que regenta este establecimiento, espero estar a la altura. En principio lo que me gustaría, en colaboración con este blog es acercaros al cine de los 80 y los 90, veinte años en los que destacaron grandísimas películas y actores/actrices, tal vez un poco olvidados en esta nueva generación del S.XXI, pero que merecen un huequecito en nuestros corazones. Espero que os sea de interés.
Bueno, pues vamos al lío. Vamos a empezar nada más y nada menos que con un cumpleaños, y es que allá por el año 1992, un día como hoy se estrenaba Malcolm X. La carrera de Spike Lee y Denzel Washington ya sabe todo el mundo que ha tenido muchas colaboraciones. En este caso estamos ante su segunda película juntos, y resultó que lo hicieron relatando la historia más comprometida con esa figura excepcional del activismo afroamericano que se ha hecho en la historia del cine. De hecho, el resultado fue tan bueno, que pocos se han atrevido a hacer de nuevo una cinta sobre él.
Malcolm X nos traslada de manera brillante hacia una de las épocas más convulsas del S.XX en Estados Unidos, con movimientos pacifistas en contra de la guerra de Vietnam, la Guerra Fría con todo el tema anticomunista en pleno apogeo y cómo no, revueltas sociales de colectivos afroamericanos reivindicando derechos negados durante cientos de años. La historia de Malcolm Little comienza en Nebraska, donde muy joven pierde a su padre y a su madre (ésta afectada por un ataque del Ku-Kux-Klan). Esta difícil juventud y la posterior negativa del ejército llevan a este joven por el mal camino hasta que acaba en la cárcel, donde pasa por un proceso de reflexión profundo y se convierte al Islam. Cuando sale de prisión pasa a ser uno de los fieles seguidores de un líder espiritual afroamericano que lucha contra el establishment de la sociedad de la época. Pronto empezará a ser el referente de todo el colectivo, lo que también le llevará al primer plano mediático mundial (todo el mundo conoce su discurso en pleno jardín de Washington con cientos de miles de adeptos donde pronunció su archiconocido “I have a dream”), y a despertar todo tipo de iras y envidias. Falleció asesinado en 1965 después de dar un discurso.
Creo que era obligado hacer un repaso de la historia de este tipo tan singular e importante para que millones de personas tengan ahora los derechos que tenemos todos. Ahora vamos ya a tratar lo que nos gusta aquí, que es el cine. La obra escrita y dirigida por Spike Lee tiene muchas virtudes, que paso a enumerar. Empezamos por una banda sonora genial que nos traslada a esa época desde el minuto uno al último. Bien es cierto que esto es norma en las películas del director neoyorkino, es un detalle que cuida mucho. En este caso hay canciones que llegan a estremecer de gente como Ella Fitzgerald o Billie Holiday. Otro aspecto a destacar es la fotografía/vestuario, aspectos que para mí (y estoy dispuesto a apostar mi nómina a que para el director también) van estrictamente relacionados en la película. Colores, diálogos y enfoques de cámara únicos, que nos van sumergiendo en la historia de una manera brillante y que tuvo el reconocimiento de estar nominado (el Vestuario) al Oscar de ese año.
Y llegamos a la interpretación, en la que tenemos a un brillantísimo Denzel Washington, más comedido tal vez de lo que nos tiene acostumbrados desde siempre, pero es que el papel lo requería. Para mí uno de sus papeles más redondos y mejor interpretados de su carrera y probablemente por uno de los que se le recordará. Si ya de por sí cualquier trabajo de este actorazo es recomendable, en este caso es imprescindible verle y revisionarle una y otra vez. Junto a él una lista de secundarios que no desmerecen nada la producción: Angela Basset, genial en el papel de la sufrida esposa del protagonista; Albert Hall, Richard Schiff, Delroy Lindo y un joven Matt Dillon. E incluso aparece por ahí el mismísimo Spike Lee para dejar su granito de arena.
A lo mejor me he extendido demasiado, pero creo que el debut lo merece. Recordaros ya para acabar que esta película que hoy está de aniversario está considerada casi de culto en Estados Unidos, llegando incluso a ser seleccionada en 2010 para su preservación en la Biblioteca del Congreso de ese país por ser “cultural, histórica y estéticamente significativa”. Un honor reservado para muy pocas películas a lo largo de la historia. Espero que este artículo os ayude a recordarla y os dé ganas de verla de nuevo, no será tiempo perdido. Y si no has tenido la oportunidad de verla…ya estás tardando.
Nota: 8,5

martes, 17 de noviembre de 2015

Los ochenta y los noventa llegan al Motel para quedarse

Después de estar missing, volvemos a la vida con una noticia que espero que sea de vuestro agrado, esto es, la colaboración, con cine de las dos décadas en las que muchos de nosotros crecimos, de @frickyblog, una de esas personas que encuentra por las redes y a las que al final puedes llamar amigo sin temor a equivocarte.
La idea de tener semanalmente, o lo que el ritmo de vida le permita a Ricky, una entrada con película de los ochenta o los noventa partió de él y me llevé una sorpresa enorme al ser él quien desee formar parte de este proyecto que está últimamente de capa caída porque, de algún modo he necesitado una desconexión total de blog, redes, etcétera. Quizá por eso me alegra aun más volver de esta manera, con una notica que me hace feliz y sentirme orgulloso de que otros quieran participar de esta manera.
No es que el Motel carezca de cine de esa época, pero si coincido con Ricky en que, salvo en blogs especializados en recordarnos ese pedazo de la historia del cine, o más allá de las típicas cintas que todos conocemos se olvida un tanto en beneficio de lo más actual o lo más antiguo, así que me pareció una propuesta genial.
Como pasó en su momento cuando @GpAurora formó parte del blog, la libertad a la hora de escoger las películas y de escribir será total y por supuesto puede no coincidir para nada lo que opine Ricky con lo que opinaría yo del film. Esto ha sido, es y será siempre igual en el Motel. Aquí no valoramos pensando en satisfacer a nadie, lo hacemos buscando compartir nuestra pasión por el cine, respetando lo que piensan los demás y esperando recibir lo mismo aunque a veces sea muy difícil.
A Ricky ya lo conocemos la mayoría así que más que darle a bienvenida es como tenerlo en casa simplemente así que espero que lo tratéis muy bien y, al igual que en su momento con los clásicos, si queréis retarlo a ver determinadas películas seguro que estará más que dispuesto a escuchar las sugerencias.
Terminaré diciendo que me llena de orgullo y satisfacción contar con él mientras las ganas le acompañen o mientras sea capaz de aguantarme.

domingo, 8 de noviembre de 2015

El último cazador de brujas, han de morir a hierro y fuego

Cuando vives en un sitio donde la cartelera no es muy variada y vas al cine siempre que puedes, hay semanas en que no tienes muchas opciones de calidad, o al menos de esas que todo el mundo se muere por ver. No obstante, a mi me encanta todo lo que huele a espada y hechicería, como en la fantasía heroica de Conan, y además Vin Diesel como actor de acción es uno de mis preferidos de los últimos años, aunque más en sus incursiones en la ciencia ficción o lo fantástico que cuando va en plan rápido y furioso.
En todo caso que nadie se equivoque porque no voy a decir que esta película sea buena en términos objetivos o generales. Para empezar, habría funcionado mucho mejor si el guión se hubiera desarrollado por completo en el pasado, donde nuestro protagonista adquiere la inmortalidad, y no a caballo con el presente, donde hay algunas escenas interesantes, como en el apartamento del compañero de Colder/Diesel, encarnado por un Michael Caine que parece que no se cansa de hacer de mayordomo/conciencia de héroes oscuros. Luego esta Elijah Wood que es otro que se ve que debe tener muchas facturas pendientes.
Es en esa imaginería oscura donde está la gran fuerza de la cinta que, a pesar de tener algún chascarrillo que otro es en realidad una historia seria. Los brujos y brujas que pululan por el metraje son realmente malvados y poco o nada caricaturescos. Una pena que el tema del árbol de la peste y el mundo de las brujas, por decirlo de algún modo, no se explotara más.
La historia no es nada novedosa y es evidente que necesita de más desarrollo, algo que puede que ocurra si recauda lo suficiente porque el final está totalmente dirigido a eso. En mi opinión, es una idea que habría dado, con un presupuesto decente y un canal que arriesgue con contenido adulto, que no sexual, para una serie más que decente.
En aspectos técnicos cumple de sobra teniendo en cuenta que no es una gran producción aunque hay algunos efectos que podrían estar más logrados. Cuando menos no canta por soleares como sucede en otras ocasiones en productos con mejores presupuestos.
Si vivís en una ciudad donde tengáis acceso a una cartelera más variada seguramente sería una de las prescindibles, pero si os gustan las fantasías oscuras, Vin Diesel o las dos cosas y ya tenéis visto todo lo que queríais ver os puede dejar satisfechos si no sois muy exigentes.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Mi gran noche, "Esto lo arreglamos en montaje"

Que Alex de la Iglesia es uno de los directores más especiales, en el buen y mal sentido de la palabra, y más suyos del panorama del cine patrio es indudable así que cuando uno se va al cine a ver su nueva película sabe los riesgos que corre y las altas probabilidades que hay de quedarte con ese "si pero no" que te deja satisfecho a medias salvo en sus obras más redondas.
La gigantesca metáfora que se nos presenta en esta visión libre, aunque seguro que algunas cosas son incluso peores en la vida real, de lo que debe ser grabar una gala de fin de año semanas o incluso meses antes de la fecha es sin duda lo mejor. Lo que vemos es la vida misma y muy bien representada en las pequeñas metáforas que son los estereotipados personajes que desfilan por la pantalla desde el primer minuto.
Desde los divos del espectáculo, genialmente encarnados por Raphael, Mario Casas y Hugo Silva, que aunque a mi sigue sin convencerme, aquí me ha gustado, pasando por las chonis y llegando a los perdedores eternos, gafe mediante, será difícil no identificarnos o identificar a algún conocido, amigo o familiar. Evidentemente todo está exagerado hasta el esperpento, algo que en España se nos da de maravilla, y es por eso que funciona tan bien la cinta en algunos momentos, sobre todo los de humor más negro.
Me es muy complicado destacar a nadie en una película tan coral, seguramente una de las más de la historia de nuestro cine junto con "Amanece que no es poco", pero, a pesar de lo que se nos vendió el duelo entre los dos protagonistas, a título personal me quedo con Carlos Areces que me parece que brilla con luz propia con un papel que quizá esté hecho muy a su medida porque nunca me había gustado tanto como en este film.
A pesar de que el conjunto funciona mejor que en otras de sus películas, el realizador vasco cae de nuevo en un ritmo irregular que se plasma en un humor que a ratos es para todo el mundo —lo digo por las risas de los demás espectadores en la sala— pero que en su mayor parte es tan negro, casi cínico, que lo disfruta más la gente que es de sonrisa que de carcajada. He leído a Boyero sobre esto que lo peor de la peli es que se te queda cara de palo, que no te ríes y es una comedia, pero es que yo pienso que esta no es una cinta de humor para la carcajada, es más para la ironía y lo absurdo salvo quizá la parte final. Si la gente esperaba un "ji, ji, ja, ja" continuo saldrán muy decepcionados.
Porque es una manera de hacer reír con la que yo conecto bastante, esta última película de Alex de la Iglesia me ha dejado bastante satisfecho, me he divertido mucho con ella aunque no es fácil recomendarla porque el humor es de lo más personal que hay en gustos a la hora de ver cine y series. Ideal para disfrutarla en días como estos en que las entradas están a un precio que debería ser el habitual y no la excepción.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Luces rojas, que el brillo no te distraiga de lo realmente importante

Si uno ha visto una película ya tres veces, contando en su momento el estreno en cine, no la tienes en el blog y la ves una cuarta a provechando que la emiten de nuevo en televisión está claro que es de esas que te ha calado bien hondo. Exactamente eso es lo que me ocurre a mi con esta cinta, gran cinta, de Rodrigo Cortés lo cual no deja de ser curioso porque viendo "Buried", su anterior largo, me quedé dormido aunque tendré que visionarla de nuevo.
El guión, del propio Cortés, es para mi el secreto de que esta película funcione tan bien conmigo, porque al menos en la primera ocasión en que la ves, te oculta muy bien, a pesar de que hay pistas para resolver el puzzle, de qué nos está hablando realmente y quién ejerce de luz roja en esta trama.
Tanto es así, que en posteriores visionados siempre he ido descubriendo pequeños detallitos que la inmersión en el primer visionado suele hacer que pases por alto. Como siempre digo en este tipo de films, sé que habrá muchos, casi todos en realidad, que dirán que se olían el percal desde el principio. Imagino que ese tipo de espectadores poco o nada pueden disfrutar el cine de misterio porque si nunca les engañan con el juego de luces o las vueltas de tuerca no hay gracia en este tipo de producciones.
Si la labor de Rodrigo es loable, no lo es menos, incluso diría que sobresaliente, la del reparto. Con unos Robert De Niro y Sigourney Weaver, en especial el primero, que posiblemente hayan brindado aquí sus mejores interpretaciones, las más serias, las más logradas, de los últimos años, acompañando de manera excepcional al gran protagonista en este sentido, Cillian Murphy, uno de mis actores preferidos de la última década y que considero muy poco reconocido, a pesar de que como actor no tiene nada que envidiar a otros como Fassbender o Cumberbatch, superando incluso al primero por mucho que los grandes papeles no le lleguen con la misma facilidad. En mi opinión está magnífico y demuestra que puede perfectamente con el peso que supone protagonizar una cinta donde hay grandes del mundillo como lo son De Niro y Weaver.
Por todas estas cosas se ha convertido en uno de mis thrillers favoritos y en una de esas películas que puedes utilizar para justificar que en España tenemos directores a los que, si se les permite, son capaces de hacer cosas muy variadas en lo que a géneros se refiere y que de una vez por todas, no tengan que irse o empezar incluso a destacar fuera, siendo grandes desconocidos en su tierra. Que Cortés sea capaz de sacar el rendimiento que saca a su casting, con estrellas de talla internacional, dice mucho también en su favor ya que es algo que por estos lares vemos con cuentagotas, donde tenemos intérpretes estereotipados, entre otras cosas, porque ni ellos ni otros les exigen más que eso.
Muy recomendable si no se ha visto e ideal para volver a verla descubriendo cosas que en su momento pasaste por alto.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Marte, las papas saben mejor con mojo picón Matt

Con bastante más retraso del esperado pude ver finalmente una de las películas de las que mejor habla la gente en redes sociales en las dos últimas semanas, esa especie de "Náufrago" ambientada en el planeta rojo y protagonizada por un Damon que se nota que se ha tenido que poner en forma, no solo para esta, sino seguramente para poder retomar la saga de Bourne.
De lo que más he leído sobre esta cinta es sobre el humor que parece haber entusiasmado a la mayoría y he de decir que estoy de acuerdo, porque habiéndosele ido a Scott de las manos la duración, determinadas situaciones me resultan demasiado alargadas, sin duda es más agradable para el espectador ese positivismo y buen humor que casi siempre se desprende en la mayoría de las situaciones que vive el protagonista. Para mi es el mayor acierto del film sin ninguna duda.
Junto a ese aspecto, lo más destacable de esta adaptación de la novela homónima, me quedo con un Matt Damon espectacular que no solo ha recuperado su físico sino que también demuestra que no se le ha olvidado actuar de manera más pausada y casi diríamos que intimista, por la soledad del personaje, tras tantas cintas de acción que ha protagonizado en los últimos años. Del resto del reparto se me hace complicado destacar a nadie por encima del resto aunque Chastain y Ejiofor demuestran estar un escalón más arriba que los demás a día de hoy. Lo que si tengo claro es lo peor en este sentido, se trata de Jeff Daniels, que me ha parecido flojísimo y sobreactuado casi todo el tiempo y, la verdad, dudo mucho que fuera eso lo que se le pedía pues precisamente su personaje es de los más serios. Siendo sincero, es un actor que jamás me ha convencido y pienso que la película habría ganado con otro en su papel.
Otra cosa que me ha gustado ha sido el trabajo en el apartado musical, tanto en las canciones escogidas y las coñas recurrentes con ellas a lo largo de todo el metraje, como la parte instrumental a cargo de Harry Gregson-Williams, que a pesar de quedar en un segundo plano por eso de la música disco que escucha Damon, ayuda a mejorar el conjunto y merece sin duda escucharla por si sola para poder apreciarla mejor.
Hasta aquí podemos decir que coincido con la mayoría en la valoración más que positiva de este film pero, como en todo, también hay cosas malas y aquí no va a ser la excepción. Me ha encantado todo el grueso de la trama desarrollado en Marte y los maravillosos momentos de humor y drama que se viven en la NASA, hasta que se empieza a perfilar el rescate y, lo que hasta ese momento había sido científicamente creíble, al menos para profanos, empieza a ser un poco al estilo de "Armaggedon", que es de esas películas que no te sorprende que se saquen cualquier cosa de la manga con tal de que el guión funciones. Para mi el problema ha sido que en la parte final me he salido muchísimo de la peli por esa causa, perdiendo parte de lo ganado y quedándose en menos de lo que podría haber sido, siempre desde mi punto de vista.
Nos encontramos ante uno de los blockbusters más entretenidos del año y, sin duda, mucho mejor que la fallida "Exodus" y que nos da cierta esperanza de recuperar al Scott de antaño. Me ha gustado bastante pero sin entusiasmarme porque pienso que le sobran cosas y le falta un poco más de realismo, dentro de lo que cabe, en la resolución de determinados giros argumentales en la parte final.