Locke ha sido una de las pocas películas que he ido a ver en este 2014 sin saber absolutamente nada de su argumento, casi sin haber visto ni su poster, y como en las ocasiones anteriores me ha sorprendido, y no solo eso, sino que me ha parecido una de las mejores, si no la mejor película que he visto este año en el cine.
Es una pequeña gran película que empieza, tras el único momento en que vemos al protagonista fuera de su coche, con algo tan nimio como es un cambio de dirección en un cruce entre calles, plasmado con el indicador del mencionado vehículo.
Ivan Locke/Tom Hardy toma una decisión en el último instante, antes de que el semáforo se ponga en rojo y nos conduce a un viaje intenso emocionalmente. Esa fuerza es sin duda mérito casi en exclusiva de Hardy, genial en su interpretación, desgarradora por momentos y que nos muestra a un personaje arrogante y frío en ocasiones; cariñoso y sensible e incluso, según quien sea su interlocutor, rozando la demencia.
El resto del elenco no aparece en pantalla, puesto que únicamente se comunicarán con nuestro protagonista a través del teléfono móvil de este. En todo caso, y habiendo disfrutado de la película en VOSE, son todos el contrapunto perfecto a Locke, transmitiéndonos de manera sublime un sinfín de emociones con sus voces.
No he podido evitar pensar en Pontypool, incluso durante el visionado del film, porque, pese a la temática, nada que ver una película con otra, si que se basan en esa sensación claustrofóbica que causan a espectador y porque el único contacto de los protagonistas con el exterior es por medio de llamadas telefónicas.
La banda sonora, de mano de Dickon Hinchliffe, quizá no sea de las que pasen a la historia, pero es perfecta en una cinta donde todo el peso recae en el buen hacer de un único actor en pantalla. Nada de fanfarrias ni estridencias, simplemente acompaña suavemente a lo que pasa frente a nuestros ojos.
Steven Knight, director y guionista, consigue que su historia y su manera de dirigir hagan que nos resulte interesante una película que es 100% interpretación, pues la única acción que veremos serán los adelantamientos que realice y sufra Locke. Buried, otra cinta con desarrollo similar, me resultó mucho más aburrida, mientras que Knight ha conseguido atraer mi atención de principio a fin.
En un plano más personal, la historia me ha llegado muy dentro, porque mi vida y mi forma de ser tienen ciertas similitudes con las del protagonista. Entiendo perfectamente su motivación principal y comparto las razones que le llevan a tomar la decisión que da sentido a la película. No puedo explicar nada más sin destripar así que ahí queda eso.
Como suele pasar con estos films un tanto diferentes o atípicos, Locke no es para todos los paladares y es muy posible que a más de uno le resulte aburrido, o incluso un "coñazo", porque es una "road movie"sin acción, con la pausa de un drama de los duros. Knight nos da ciertos descansos pero es una historia tremendamente triste en cuanto se piensa un poco sobre los asuntos que se tratan a lo largo de su escaso pero adecuado metraje.
Si eres capaz de ver todo tipo de cine y te gusta experimentar cosas diferentes es una gran oportunidad para hacerlo y para ver la mejor interpretación del año hasta la fecha, Tom Hardy lo ha bordado.
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