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viernes, 11 de diciembre de 2015

En el corazón del mar pero lejos del corazón de la aventura

En este final del 2015 están llegando platos fuertes, al menos en lo que a cine a gran escala taquillera se refiere, unos más esperados que otros y entre los que para mi se hallaba esta adaptación de la novela que cuenta cómo escribió, o se inspiro para escribir, Herman Melville su gran éxito Moby Dick.
Las películas de aventuras son de mis preferidas y si están ambientadas en el mar casi diría que aun me gustan más, así que entre eso y que en el reparto estaba Cillian Murphy que, aunque como secundario, ya hizo que tuviera ganas de verla solo con el cartel que vi en la cadena de cines a la que suelo acudir.
A priori todo parece conducirnos hacia el visionado de una de las grandes del año en el cine comercial, con una muy buena ambientación, una historia en la que conoceremos cómo se creó el mito del gran cachalote blanco —en la película nunca hablan de ballenas para referirse a los machos, que eran el objetivo de la caza—, una gran banda sonora de la mano del español Roque Baños y un reparto en el que iremos descubriendo algún que otro actor de esos que no suelen estar en boca de todos pero que cumplen a la perfección prácticamente siempre.
Todo empieza muy bien, con la presentación típica de los personajes, tanto los que nos cuentan la historia como los que veremos en los flashbacks, que parece a día de hoy la manera lógica de contarnos prácticamente cualquier historia y que aquí al menos sí que lo es, continuando con el inicio de la travesía y el primer encuentro con esos enormes cetáceos que nos acabará llevando irremediablemente al encuentro con el gran blanco, que no es tiburón en esta ocasión, y además también al final de la, en realidad, pequeña parte de aventura que trae este film.
Sí, amigos y amigas, "En el corazón del mar" es mucho más un drama que cualquier otra cosa que nos quieran vender y en ese sentido funciona muy bien, con situaciones con gran carga emocional y con unos actores notables y un trabajo de caracterización magnífico que los convierte a todos en auténticos fantasmas de sí mismos. Me atrevería a decir incluso que es mucho más una historia de la lucha entre dos formas de ver la vida, la del que lo tiene todo por derecho de nacimiento contra la del que se ha hecho a sí mismo hasta llegar donde está y lo poco que esas diferencias importan cuando la naturaleza, en sus muy variadas formas, muestra al hombre cual es su sitio, algo plasmado de manera sublime en la conversación que mantienen cerca del final Pollard/Benjamin Walker y Chase/Hemsworth.
Siendo como es una historia al final de personajes, donde la idea inicial de la aventura va perdiendo cada vez más protagonismo, hay que destacar el gran trabajo del elenco, desde los dos nombrados en el párrafo anterior, hasta un Bendan Gleeson al que siempre es un placer ver y al que el papel le va como anillo al dedo. Mi admirado Murphy y el joven Tom Holland también consiguen brillar con luz propia aunque en destellos más bien cortos pero imprescindibles.
Me ha pasado con esta cinta, como me pasó en su día cuando leí la novela de Melville, esto es, que me esperaba algo más ágil, más centrado en la aventura y me he encontrado con algo que podo tiene que ver con esas expectativas, lo cual no hace que deje de ser una buena película pero la hace de difícil visionado si lo que se busca es una tarde de ver cine y olvidarte del mundo. Lo que he de confesar es que el libro original de Moby Dick me aburrió y decepcionó mucho más que este film, que solo por la inmensidad de ese mar que tan bien se retrata vale la pena verla en cine, sabiendo que vamos a ver algo mucho más en la línea de "Master and commander" que la típica película de aventuras marinas.

domingo, 1 de febrero de 2015

Abraham Lincoln: Cazador de vampiros. Le sobra seriedad y le falta de todo.

En su día estuve en un tris de ir a ver esta película en el cine, si, de verdad os lo digo y, seguramente la hubiera disfrutado algo más, por las partes de acción, aunque no me arrepiento excesivamente de no haber pagado una entrada por ella; bueno, vale, después de haberla visto anoche en Cuatro me alegro de no haberlo hecho.
Este tipo de cintas, que son ideales para un sábado noche en casa, tienen su gracia cuando son entretenidas, por esa acción desenfrenada que es lo que suelen ofrecer y sus personajes más o menos prototípicos y que te dan lo que han de dar y ya. Esta frikada sobre Lincoln empieza más o menos así, con un suceso que desencadena el odio de nuestro joven Abraham hacia alguien que, años después, descubrirá que es un vampiro.
Todo es como muy rollo Blade, con ese mentor que le enseña a matar a los chupasangre, los cuales me recuerdan bastante a los de "30 días de oscuridad", o al menos sus bocas y la bestialidad de sus ataques. Como el bueno de "Abe" no es muy ducho en el uso de las armas de fuego pero es un hacha cortando troncos, pues usara ese utensilio de la vida campestre como arma, tuneada eso si. Siendo sincero eso es lo que más me llamó en su día del tráiler; adoro los personajes que usan armas blancas muy por encima de los que van dando tiros por ahí en este tipo de producciones. El problema es que entre la torpeza en los primeros enfrentamientos de nuestro protagonista con esas dentadas criaturas y las flipaderas como la de la pelea en medio de la estampida de caballos, yo al menos me quedé con las ganas de verle dar más cera.
Y así, paso a paso, vamos llegando al tremendo error del guión que es romper el ritmo de una película que debería ser de acción para meternos trama con Lincoln en plan político y ser fiel a la historia. Vale, no nos van a decir que el que fuera presidente no hizo carrera en la política porque esto no es un universo alternativo, pero vamos, si en el título ya nos dicen que es cazador de vampiros, qué sentido tiene contarnos cosas históricas cuando lo que todos estamos esperando es verlo en modo "badass" repartiendo a diestra y siniestra. Anoche mientras la veía y hablaba de ella me decía mi compañera que de donde habrían sacado la idea, y yo respondí que suponía que era cosa de los guionistas, pero resulta que de esto hay una novela y todo. No sé si a su escritor le funcionó bien eso de cortar el ritmo narrativo de una historia de fantasía para que Lincoln se centre de repente en la política, pero en la película funciona como el culo. Encima él está como co-guionista así que ni siquiera podrá quejarse de la adaptación. Personalmente me habría centrado en una vida anterior a su llegada a la presidencia y a dejar entrever que luego siguió luchando en la sombra o algo así pero en serio, nadie espera ni quiere que le cuenten la historia de EEUU en una peli como esta.
En cuanto al reparto, no voy a dar nombres ni nada porque ninguno me pareció destacable, aunque tampoco vamos a decir que con ese guión se pueda hacer algo más que tratar de dar el tipo.
Algo ante lo que no sé si reirme o llorar es que el director de esta broma de mal gusto es quien va a estar a cargo del remake de Ben-Hur, ¿os imagináis cómo pueden ser las peleas rodadas por este hombre? En la carrera de cuadrigas me imagino saltos tipo "Too fast".
Si uno escribe sobre un personaje histórico para convertirlo en una especia de "Buffy" de época no se puede poner a contarnos la vida entre bambalinas y los entresijos de la verdadera historia, porque para eso ya están otras películas. Si, hay algunas escenas con sangre y desmembramientos y decapitaciones, como corresponde a alguien que usa ese arma como recurrente, pero es una película de acción donde hay muy poca de esta, y encima está evidentemente grabada para disfrutarla en 3D. Esta cinta es mala porque trata de ser lo que no es y si la novela es así, también debe ser sumamente aburrida, porque nosotros no queríamos al Lincoln político y abolicionista, que encima aquí está ridículamente reflejado, lo queríamos más guasón y más destroyer.
Nota: 2