Marilyn Monroe es de esas mujeres que
permanecerá para siempre en la memoria
colectiva como el mito e icono sexual por excelencia, sin embargo, como muchas
otras rutilantes estrellas de Hollywood, tuvo una dura e infeliz infancia.
Abandonada al nacer en casa de unos vecinos, fue recuperada por su madre cuando
ya contaba con siete años. Una mujer con un grave problema mental que la propia
Marilyn sospechó heredaría hasta el mismo día de su muerte. Se podría decir que
tuvo un padre indeterminado ya que uno de los maridos de su madre fue el que le
dio su apellido noruego, Mortenson.
Norma Jean Mortenson pasó su infancia en
varias casas de acogida que diríamos en la actualidad, y se vio envuelta en
asuntos de malos tratos y abusos
sexuales, así que a los dieciséis años se casó para no verse obligada a volver
al orfanato. Su joven esposo se alistó en la marina mercante y fue enviado a Catalina
Island, donde había muchos marineros y muy pocas mujeres. Pronto descubrió su
bella esposa el inmenso poder que estaba a su alcance, en cada una de sus
curvas. Así fue descubierta por un fotógrafo para revistas masculinas y posando
como modelo se le abrieron las puertas
de Hollywood. Sus primeras intervenciones cinematográficas fueron tan
intranscendentes que su contrato con la productora no duró ni dos años, sin
embargo no pasó desapercibida para hombres como Orson Welles o Charlie Chaplin
Jr. del que quedaría embarazada y más
tarde abortaría.
Todos la querían por su escultural cuerpo y
le ofrecían papeles de rubia tonta dado el, por el momento escaso, talento de
Marilyn, (se esforzó por prepararse concienzudamente para su carrera
cinematográfica, sin embargo este talento quedaba siempre oculto tras su
magnífica figura).
El rodar nada menos que cinco películas en
un solo año que poco aportaron a su
carrera de actriz, y el fallecimiento de John Hyde, su amante y protector, le
llevaron a tontear con los sedantes y las anfetaminas hasta el punto de
intentar suicidarse. Fue gracias precisamente a Hyde que Marilyn obtuvo su
primer papel importante en “Jungla de Asfalto” de John Huston en 1950.
De nuevo saltaron las chispas y no de amor
precisamente durante el rodaje de “Vidas Rebeldes” en 1961 junto a Clark Gable
y basada en un guión del propio Miller. Fue tal el enfrentamiento que cuando
poco después de finalizar el rodaje Gable falleció de un ataque al corazón,
hubo quienes culparon a Monroe por lo ocurrido. También esta fue la última
película de la actriz ya que su fallecimiento aconteció durante el rodaje de lo
que sería su vigesimonoveno film.
Por todos es bien conocida su relación con
John F. Kennedy, relación esta que mantuvo durante la década de los cincuenta
con encuentros esporádicos a espaldas del esposo “en vigor”. Mientras la vida
de Marilyn se desmoronaba la carrera
política del senador subía como la espuma. Su divorcio de Miller la dejó tan
sumamente deprimida que sus amigos decidieron ingresarla en una clínica mental.
Sin embargo gracias a uno de sus ex maridos fue sometida, lejos de aquella
clínica, a una cura de desintoxicación. Sin embargo sus escarceos con la droga
no terminaron ahí. Todos recordamos el famoso Happy Birthday Mr. President en
el que Marilyn aparece no solo exuberante sino como abducida por las luces de
la Casa Blanca representada por su amante Kennedy. La necesidad acuciante de amor sincero que
buscaba en JFK nunca se satisfizo llevando a la actriz al desequilibrio que
desembocó en la ruptura unilateral y sin miramientos de Kennedy. Éste como si
de un traje que aún está en buen uso se tratara, se la “cede” a su hermano Bob
que por aquel entonces era el fiscal general y que con el tiempo también
“desechó” a Marilyn. Despechada intentó dar una rueda de prensa para airear sus
escarceos con el presidente y el fiscal general de los Estados Unidos de
América. Podemos imaginar el escándalo de proporciones épicas que esto hubiera
supuesto.
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