No soy un gran admirador de "A todo gas" como saga ni de Paul Walker como actor, pero aprovechando que anoche ponían "Brick Mansions", primera obra póstuma del tristemente fallecido actor, me dispuse a verla. Un sábado por la noche suele ser buen momento para esas pelis de acción sin chicha, en lo cual son especialistas los franceses, espectáculo, vacío, pero espectáculo en lo que a la realización de la acción se refiere.
Desde el principio eso es lo que vais a encontrar, con una escena inicial, quizá demasiado larga, pero adrenalínica donde veremos todas las maneras en que se puede escapar de tíos armados hasta los dientes usando el "parkour". Lo mejor es que estas escenas están rodadas de tal manera que te quedas con casi todos los detalles y piruetas que realiza el actor, algo que es de agradecer.
Una distópica Detroit es la que nos presentan en esta historia en la que los malos/pobres, viven en una urbanización que se llama "Brick Mansions", de ahí el nombre de la película, que es donde se desarrollará la práctica totalidad de la trama. Bueno, no es que en realidad haya demasiada trama, hay por ahí un rey del crimen negro que domina el cotarro, que tiene movidas con uno que también vive ahí y que está hasta el moño de que se vendan drogas y eso. Éste último es francés, cosa que dejarán claro llamándole "franchute" en numerosas ocasiones, Paul Walker se ceba con él en eso. Pues lo dicho, drogas, movidas de machotes, Walker haciendo de policía y, ah si, una bomba que Paul ha de ir a buscar al interior de la "civilizada" urbanización.
La sucesión de escenas de acción sin sentido es entretenida pese a que no acabas de entender muy bien cómo los malos pueden ser tan estúpidos, o cómo hay personajes que son capaces de dar a una mosca con un rifle de francotirador y luego fallan con un blanco de metro noventa y cien kilos de peso... Para mi resulta épica la manera en que Walker es capaz de fugarse de los sitios y arrancar volantes de coches cuando es de los más tirillas de toda la peli... exigencias del guión.
Una cosa de la que te das cuenta visionando esta cinta es de que puedes perderte diez minutos o estar a otras cosas y no te pierdes nada, porque... no pasa nada en realidad. La parte importante del guión en si no creo que ocupara más de diez o veinte líneas, me refiero a donde te cuentan algo de lo que pasa.
Los últimos compases son los que le dan ese plus de ridiculez al asunto con unos personajes que de repente empiezan a deducir mil cosas como si de un buen thriller se tratara y le abren los ojos al prota, el cual ve que no todo era como él pensaba. Eso en unos, no sé, cinco minutos que es donde Besson, guionista, trata de darle sustancia a una película totalmente vacía.
"Brick Mansions" va más allá del encefalograma plano y demuestra que algo puede entretener pese a ser nefasto, porque la película lo es, pero lo bueno es que no se toma en serio a si misma y eso la hace soportable, que no recomendable. Que esta sea una de las cartas de despedida de un actor como Paul Walker que, por otra parte, tampoco en esa faceta demostró mucho más, hace que entienda cada vez menos que cuando falleció, se le tratara casi como a un grande del cine. Que nadie me malinterprete, siempre es una lástima que una persona se vaya tan joven, pero de ahí a endiosarlos así...
Nota: 3