jueves, 31 de diciembre de 2015

Batman y Robin, guía de cómo enterrar carreras cinematográficas

Me imagino las conversaciones que debía tener Schumacher a la hora del montaje de la escena inicial de la película, enfocando de nuevo las zonas erógenas de nuestros aguerridos y plastificados héroes, tenían que ser la risa. Igual que todo lo que sigue mientras Batman y Robin cogen sus respectivos vehículos, que de nuevo parecen sacados de atracciones de feria o en los momentos finales del film directamente pensados para merchandising, para ir a enfrentarse a un Chuache que se ve aun más ridículo aquí que cuando intentó llorar en aquella peli con el diablo por medio y tal.
Aquí es fácil llorar, vosotros decidís si del descojone o de la pena de ver cómo convierten en un chiste a nuestro enmascarado amigo, y más fácil aun preguntarse cómo pueden mostrarse cosas tan importantes como un remedo de Bane, creado por un científico loco que más bien parece el Profesor Bacterio, de manera tan cutre como lo hacen Joel y todo su equipo técnico. Imagino que debió ser difícil conseguir financiación suficiente después del fiasco de la anterior; al menos yo quiero creer que lo fue. En serio, salvo los trajes de los personajes principales, casi todo lo demás se ve de baratillo y en 1997 digo yo que algo mejor se podía hacer para recrear esa Gotham que palidece frente a la que Burton nos trajo con muchos menos medios.
Lo peor de todos modos es que ni teniendo a una Uma Thurman que quita el hipo como Poison Ivy saben aprovecharla porque lo "chorradesco" de la mayoría de situaciones hace que incluso su personaje quede caricaturizado, como la charleta feminista que le da Alicia Silverstone cuando se enfrentan, no mucho después de que, para cumplir en igualdad con sus compañeros varones, nos hayan dado primeros planos de su culo y su pecho al enfundarse el traje. Schumacher hace primero un uso sexista de la mujer para luego poner en los labios de esa misma fémina un alegato de unas dos o tres frases en medio del combate, ya sabéis, que no falten esos momentos entre leche y leche.
Pero claro, no podemos pedir mucho a una cinta cuyo guión n tiene mejor ocurrencia que sacar a Clooney diciendo que no sale de la cueva sin su "BatTarjeta" de crédito... Si, en serio. A mi esta escena me quedó marcada a fuego porque, desgraciadamente, yo fui de los que vi este film en cine, en concreto con uno de mis primos, y jamás olvidaré que fue en ese momento cuando, a pesar de seguir en la sala, él, que se había llevado una mini radio de aquellas tan usadas en los noventa se puso a escuchar por uno de los auriculares la Champions. Y de ahí hasta el final, mamarrachadas todas las que se os ocurran y más.
Realmente no sé cómo no se les cae aun a día de hoy la cara de vergüenza a quienes participaron en este engendro, aunque seguramente más de uno recibió su merecido, con carreras que quedaron tocadas e incluso hundidas después de este esperpento, caso de Chris O'Donnell o Alicia Silverstone.
Quizá otros personajes de cómic se presten a hacer una suerte de parodia de sí mismos o tengan un humor que permita ser más desenfadados, como lo que veremos en Deadpool, pero Batman, damas y caballeros, es un tipo que sale cada noche a tomarse la justicia por su mano y a matar si es necesario a quienes escapan a la ley o son incontrolables para esta. Por eso merece un guión adulto y no uno que parezca escrito para niños.
Yo casi nunca os digo que no veáis una película porque igual a vosotros una bizarrada como esta os puede gustar, a mi me gustan cosas que a otros no, pero haceros un favor y si os ponéis con ella, tened cerca las de Burton, preferiblemente la primera, o las de Nolan para quitaros el mal sabor de boca y para ver lo que de verdad es Batman.

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Batman Forever, ¿o era cutrever?

Solo tres años después y sin su protagonista, Keaton, ni su director, Burton, aunque este último está en la producción, nos intentaron colar esta continuación de las aventuras del "Hombre Murciélago" como si no hubiera pasado nada, con el mismo mayordomo y con algún otro personaje encarnado por el mismo actor.
He de decir que, en lo referente a esas escenas que tanto les gusta mostrarnos de cómo le queda el traje/armadura a nuestro héroe, coquilla incluida, no terminé de pillarle el punto a eso de enseñar la zona del paquete o el culo del protagonista. Tampoco lo conseguí con ese batmovil con más luces que un tiovivo de feria y esa especie de cresta punk totalmente desproporcionada y antiestética que le pusieron. Prefiero la sobriedad de los vehículos de Burton, al menos en lo que a Batman se refiere, aunque he de decir que el detalle de cómo guarda esa especie de caza que tiene si que es un puntazo.
El problema de Schumacher es que intenta repetir la fórmula de la primera de Keaton con un resultado nefasto. Con una Nicole Kidman rubia que intenta sustituir a Kim Basinger, a la que supera en capacidades interpretativas pero con un personaje que carece de la inocencia que hacía de ella un contrapunto casi perfecto a la oscuridad de Wayne. Luego está un Val Kilmer que en aquella época todavía daba la talla como actor pero que fue incapaz de dotar de ese otro lado que ha hecho del "Caballero Oscuro" lo que es, un justiciero implacable.
Es muy posible que lo que hace imposible que ese aspecto, el del protagonista, funcione como debería, son sus dos antagonistas. Dos caras/Tommy Lee jones intenta ser lo que fue el Joker de Nicholson, con una extravagancia similar pero que, a pesar de sus innegables cualidades, se queda la mayor parte del tiempo más cerca del payaso que de ese terror que era capaz de infundir Jack. Y qué decir de Jim Carrey como Edward Nygma, al que cometen el error de dejarle ser sus personajes habituales más que construir un villano digno; tiene algunos instantes en que consigue no ser una caricatura pero ese muestrario de muecas más acorde con "Dos tontos muy tontos" que con un genio como se supone que es su personaje le quita casi toda la gracia y de nuevo hace que la cinta pierda mucha de lo oscuro de Batman y de su entorno.
Y luego tenemos el preludio de lo que sería el remate final, el tiro en la sien a la saga por parte de Schumacher con él siguiente film, y quizá algo que marcaría la carrera de Chris O'Donnell como es la aparición de Robin. De trapecista a puto amo del kickboxing en cero coma, por no hablar de la fuerza sobrehumana que demuestra en la escena del circo. No es creíble como adolescente inadaptado, cosa que nos intentan vender después de un dramático suceso de la trama, y es obvio que solo está ahí como paso previo a lo que estaba por llegar, bueno, para eso y para lucir otra coquilla en su armadura toa molona porque todos sabemos que los buenos están muy bien dotados y los villanos pueden ir con mallas hiperajustadas y no se les nota ni algo del tamaño de un botón, si no que se lo digan a Jim Carrey. Y los hombres tranquilos, que aunque la Kidman no tiene canalillo del que sentirse orgullosa por mucho que se lo intenten crear, tenemos a Drew Barrymore que de eso le sobraba por aquel entonces, igual que películas y papeles del montón.
Una banda sonora que ni se recuerda, una ambientación que intenta beber de la de Burton pero que se olvida de que, por ridículas que sean las vestimentas de los malosos, estos son psicópatas y por eso dan miedo, Joker y Pingüino os saludan, soluciones infantiloides para muchos de los problemas que se le presentan a Batman y un elenco sobreactuado en su mayoría sembraron el germen de la muerte cinematográfica del personaje hasta que llegó Nolan.

martes, 29 de diciembre de 2015

La Tribuna de Ricky: Batman Vuelve

Bueno, pues según la cronología, nos situamos en el año 1992, ante la segunda película de la saga Batman que se ha hecho a lo largo de la historia. Batman Vuelve (Batman Returns) vuelve a estar dirigida por Tim Burton, y como tal regresa a los iconos más representativos de su arte: oscuridad, colorismo extremo en momentos concretos que acentúan esa tenebrosidad, personajes exagerados…un compendio de cosas que hacen del director americano algo singular y que hacen de esta película otro proyecto único.
Si os acordáis, y según habrá descrito la incomparable Aurora, el Universo Batman despegó con una película genial que acabó con una señal en el cielo a la que acudir siempre que la ciudad necesite al cruzado de la capa. Pues bien, lejos de que la ciudad sea un remanso de paz, la Navidad ha traído un pequeño regalo de violencia a cargo del siniestro Círculo Rojo comandado por el malvado Oswald Coblepott (el Pingüino). Lejos de quedarse solo en el terreno criminal, logra urdir un plan junto al empresario corrupto Max Shrek en el que acabaría como alcalde de Gotham. Sólo Batman, con la ayudita de su inseparable Alfred y la bella y traicionera Catwoman puede impedirlo.
La película no llega a ser tan buena como la primera, y es que el personaje del Joker de Jack Nicholson es difícil de igualar, ya que marca mucho el desarrollo de la película. El protagonismo vuelve a recaer en Michael Keaton, un actor que a mí me gustaba mucho por su sobriedad y buen hacer pero que nunca (hasta el año pasado con Birdman) fue considerado en el mundo cinéfilo. Creo que cumple a la perfección con el personaje de Batman, algo que no parece tan fácil viendo el resultado de los siguientes actores en ese rol. El personaje del Pingüino realizado por Danny DeVito es muy muy bueno, aunque sufre la terrible comparación con el personaje de Nicholson, y en esa siempre va a perder. La transformación es magistral como no podía ser menos en una peli de Burton.
Personalmente me gusta mucho porque genera un punto de ternura en ocasiones que luego se transforman en el más absoluto de los bichos horrendos. El personaje femenino de la cinta pasa a ser de Michelle Pfeiffer como Catwoman, la secretaria Selina Kyle que sufre una transformación hacia la nueva heroína del Universo DC. Un poco irreal, la verdad, porque no veo yo a la frágil actriz haciendo esas cabriolas, pero bueno, pasable. Creo que menos me lo hubiera creído en manos de Annette Benning como estaba previsto antes de que se quedara embarazada. El malvado Shrek está interpretado por Christopher Walken, otro de los colaboradores habituales del director y que como casi siempre cumple a la perfección, aunque a veces está demasiado exagerado.
Lejos del terreno actoral, la cinta vuelve al más puro estilo Burton con una escenografía visual casi inmejorable a cargo de los mismos responsables que nos enamoraron a todos en Eduardo Manostijeras y Beetlejuice. Si a eso le sumamos la genial banda sonora de Danny Elfman, el resultado es que en el minuto 2 ya estamos todos sumergidos en el lúgubre mundo de la ciudad de Gotham. En resumen, una excelente continuación del mundo del caballero oscuro que supuso el cierre de una gran época para el personaje y el inicio del declive de la saga hasta que llegó Christopher Nolan para resucitarlo.
No os vayáis muy lejos que en breve el joven maestro Rudy nos trasladará a las siguientes películas en este camino que ha emprendido de rememorar la historia de Batman en el cine.

lunes, 28 de diciembre de 2015

Batman, en las noches de Gotham alguien oscuro vela por nosotros

Ya sé que como las de Nolan no hay, son la pera limonera pero qué queréis que os diga para mí la mejor es esta de Tim Burton, (una vez lo comenté en Twitter y casi me lapidan). Esta es la primera y la que capta toda la esencia del cómic. Cierto es que siento debilidad por Burton, sin embargo la segunda de esta saga no me entusiasma, sin embargo a mi querido Sr. Purgatorio le parece igual de fantástica, pero eso ya os lo dirá él. La estética de este film me encanta,  la oscuridad, la suciedad que refleja transmite a la perfección la corrupción de la ciudad. No me iréis a decir que Jack Nicholson no se sale en esta cinta, incluso son su sonrisa de Joker da mal rollito, de psicópata histriónico al que los colorines le chiflan. Kim Basinger como la fotógrafa Vicky Bale, está preciosa, la veo como una de las mujeres más hermosas del cine aunque quizás su nivel interpretativo no sea de los mejores de la historia del celuloide, pero en fin no nos imaginamos 9 Semanas y Media sin ella, ¿no es cierto?
Y qué decir de Michael Keaton este papel fue su pistoletazo de salida para llegar a ser un conocido actor. Creo que es su mejor papel hasta la llegada de Birdman, que aunque no fue de mi agrado reconozco que desarrolla una buena interpretación, lo uno no quita lo otro. La banda sonora de Danny Elfman me parece que marida maravillosamente bien con la estética del film regalándonos por otra parte momentos de color con la música de Prince, que hacen que se te vayan los pies igual que a Joker. La película me gusta, me gusta, me gusta aunque no tanto como tú querido, tú serás mi héroe, el que me lleva en volandas hasta las puertas del cielo.
Yo te llevo en volandas donde tú quieras querida pero recuerda que, a diferencia de lo que hace Vicky/Basinger, tienes que decirme el peso exacto de tu amor no sea que luego nos quedemos a medio camino. Qué maravilloso ha sido tantos años después volver a ver esta película en tu compañía y poder darle el pistoletazo de salida a nuestro ciclo dedicado al antihéroe por excelencia escribiendo codo a codo contigo.
La otra cosa buena que tienen estos visionados tanto tiempo después es que la película logra sorprenderte en algunos momentos y darte cuenta de lo grande que era lo que conseguían en aquellos tiempos donde lo digital era aun escaso. Y aun así, la ambientación y la estética de Burton son sublimes y muy adecuadas al personaje y a su antagonista aquí, un Joker interpretado magistralmente por Nicholson, que en VO pone los pelos de punta en muchísimas ocasiones. Si he de ser sincero, después de disfrutar de él no soy capaz de quedarme con él o con el de Ledger porque creo que son visiones muy diferentes pero igual de validas y dos interpretaciones dignas de estudio y que demuestran que el cine basado en cómics también es más que puro entretenimiento.
Sin duda que para lo que se esperaba de ellos, o lo que se necesitaba, tanto Keaton como Basinger cumplen de sobra porque, seamos sinceros, al final es el Joker quien acapara prácticamente todo el protagonismo. Como digo, se nota que es la época dorada de muchos de ellos y que pocas cosas podían salir mal con un Burton que sabe imprimir su personalidad en todo lo que hace, incluso cuando ha bajado el pistón en los últimos años y ya no nos enamora como antaño.
Le voy a dar la razón a mi amorcito en que Elfman está sobresaliente y demuestra por qué siempre ha sido el compositor fetiche de este realizador, creando una de las bandas sonoras más reconocibles de los últimos treinta años. Donde he de enmendarte la plana mi vida es en lo de la segunda película, que analizará Ricky, y es que yo la veo al mismo nivel estéticamente pero no en términos generales. También me quedo con Michelle antes que con Kim, en lo que a Batman se refiere porque yo ya tengo a mi gatita y no la cambio por otra por mucho cuero que se ponga o canalillo que enseñe, por Halle Berry lo digo.
Una de esas cintas que siempre da gusto volver a visitar y más aun para traeros estas entradas tan sentimentaloides y personales que nos salen cuando la nostalgia y el amor mutuo nos embriagan.

domingo, 27 de diciembre de 2015

Mar de plástico, sufriendo de falta de oxígeno

En el Motel también hay hueco para series, y las patrias quizás tengan una cierta preferencia. Decidimos darle una oportunidad a la que ahora mismo nos ocupa, al fin y al cabo los trailers que nos anunciaban su próximo estreno pintaban bien, sentada a tu lado, querido, con la mantita pinta aún mejor. Un asesinato y su posterior investigación siempre llama la atención. Ambientada en los invernaderos que a mí me recordaron a los de El Ejido con sus inmigrantes subsaharianos trabajando con no pocos problemas y quizás bastante explotación por parte de los patrones, nos sumerge en el brutal asesinato de una joven que da la impresión ser más que conocida por todos los jóvenes varones del pueblo. Lo cierto que teniendo de protagonista a Rodolfo Sancho nos parecía más que sobrado acicate para visionar la serie, nos gustó muchísimo en El Ministerio del Tiempo, sin embargo nos pareció apreciar que no se sentía cómodo del todo con el papel y con sus partenaires femeninas no parecía existir química alguna.
Personalmente cogí manía a prácticamente todo el elenco femenino, son todas bastante insoportables, pero no solo sus personajes que dan ganas de estrujarles el pescuezo, sino que su nivel interpretativo es bastante mediocre, pero es mi opinión, quizás la guardia civil gitana sea la única que se salve. Patrik Criado al que he visto actuar desde que era un niño, me gusta, lo hace muy bien, lo único que he visto en muchos de ellos, también él, es que el acento andaluz, se supone que malagueño, es sumamente forzado y carece de credibilidad. Los demás actores pues ni fu ni fa. En cuanto a la trama, creo que el argumento es bueno, pero da la impresión, como en muchas series, que solo tienen quizás unos cinco capítulos y como la serie tiene tirón, funciona, pues intentan alargarlo sobre la marcha, como el chicle, con situaciones rocambolescas, rizando el rizo y con situaciones y reacciones completamente fuera de lugar y para nada normales.  Y por supuesto como toda serie española que se precie, la escena subida de tono, de color e incluso de sonido no podía faltar. Qué innecesario ser tan explícito de modo que estás viendo la serie con tus padres y quieres ser engullido por el sofá. Sí, el sexo forma parte de la vida pero...
Quedó más que claro que habrá una segunda temporada con un final que da la sensación de bucle, pero eso ya se verá. Lo que de momento sí vamos a ver es lo que mi querido motelero opina de este mar de plástico que nada tiene que ver con el nuestro que es de nubes desde que cupido nos atravesó.
Pues si, flotando me tienes hace ya mucho y sin hundirme ni una pizca, cosa que no se puede decir de la trama de esta serie que, cual náufrago en mar bravío, no para de sacar la cabeza para respirar y se vuelve a hundir acto seguido.
Está claro que con el tirón de "True Detective", y no solo por ella, se ha puesto de moda el hacer como churros productos televisivos donde todo gire en torno a uno o más asesinatos en pueblos o lugares donde nunca pasaba nada hasta el trágico suceso.
Hay que reconocerle que, sin ser original, el piloto consigue llamar tu atención y que quieras ver más aunque en seguida vuelven a dejar claro en la televisión de nuestro país que lo de sintetizar y contarnos lo que realmente interesa y que nos vendieron se queda en agua de borrajas para poder alargar la historia. Fueron trece episodios que podían haber sido unos ocho perfectamente y habrían logrado un resultado mucho más redondo. Pero claro, hay que recrearse en dramas familiares y subtramas que no llevan a nada, salvo para tener una excusa para posible segunda temporada, y en romances de ahora si, ahora no, estoy contigo, estoy con el otro o la otra, etc. Por supuesto, y como muy acertadamente ha dicho mi amada señora, siendo España que no falten las escenas de sexo lo más tórridas posible y sin venir a cuento en una serie en la que solo veremos sexo cuando los guionistas parecen no saber cómo cerrar una escena, lo cual lo hace aun más innecesario. Por ejemplo, en Spartacus sabíamos que había eso, batallas, sangre y sexo a mansalva, en nuestro país recurrimos a la cama, o al capó del coche, cuando no sabemos cómo rellenar minutos y queremos llamar la atención del espectador.
Siguiendo el camino, nos encontramos con la rémora insuperable que tiene "Mar de plástico" y donde se nota que se queda sin oxígeno y no es otra cosa que el reparto. No voy a decir que no los haya visto peores porque mentiría pero, si aquí no tenemos actores capaces de adaptarse a diferentes registros, que casi podemos contarlos con los dedos de las manos, no os digo ya si se les pide que además reproduzcan el acento andaluz habiendo nacido y crecido en Madrid, como Patrick Criado. En su caso especialmente es una pena, porque no meto la pata si digo que es el que mejor lo hace de la parte masculina del elenco, mano a mano quizá con Pedro Casablanc que además cumple muy bien incluso con el perfil físico de su personaje.
De los demás, olvidable un Rodolfo Sancho al que se ve forzadísimo en muchas escenas y por favor, que alguien le diga a Jesús Castro que tome clases de arte dramático y aprenda si quiere ser algo más que el nuevo caso Silvestre, porque pudo tener la suerte de que le cogieran para "El Niño" por sus ojos bonitos pero en cuanto se pone a actuar sigue igual de verde que en dicho largometraje. De las chicas, al igual que mi preciosa compañera de fatigas, me quedo con Nya de la Rubia, que deja en ridículo en la mayoría de escenas que comparte con Sancho y Luis Fernández, que este último a veces no sabes si es guardia civil o si acaba de llegar de la fiestuqui con los colegas.
Si en España en algunos aspectos tenemos lo que tenemos, por ejemplo una cantera de actores y actrices a los que parece que nadie les quiere decir que aunque den el pelotazo jóvenes tienen que seguir formándose, deberíamos ir aprendiendo a hacer una mejor selección de casting para que al menos el intérprete encaje lo más posible con el personaje. Si sabemos que una historia da para seis, como mucho ocho capítulos, no pequemos de gula de audiencia y cerremos las cosas de una manera más digna, sin darle mil vueltas a los mismo, haciendo sospechar de todos no porque tenga lógica sino solo para que la serie dure más, quedando el espectador con la sensación de que ni el asesino debe saber que lo es porque es todo tan rebuscado que se va de las manos.
Aprendamos, en definitiva, a conocer nuestras virtudes y a explotarlas y a no escupir contra el viento, porque siempre vuelve y a pensar también que el telespectador medio se ha vuelto algo más exigente con los años y sabe cuándo le están dando gato por liebre. Lo que por suerte es indudable es que en el tema de ambientación y de que el producto final entre por los ojos lo hacemos cada vez mejor y eso ya es todo un logro en los últimos años. Ah y hay cosas que merecen un número infinito de temporadas, como estar contigo mi amor, pero hay cosas que mejor las dejamos en una, sobre todo con un episodio de cierre que seguramente es el mejor y más digno de los trece.

sábado, 26 de diciembre de 2015

La mujer pantera, juegos de felinos en las sombras

Animados por nuestro querido bloguero y seguidor @RavenHeartWeb nos dispusimos a visionar esta película dentro del género de terror. Y efectivamente transmite una cierta inquietud el no saber a ciencia exacta la situación en la que nuestra protagonista se halla, si lo que sospecha que la ocurre es verídico o es producto de su imaginación. Sus actores son completamente desconocidos, Simone Simon que ciertamente por una parte desprende una cierta dulzura pero por otra parte genera un cierto desasosiego con su historia, al menos yo lo percibí así, y Kent Smith en el papel de esposo enamoradísimo. Al ver la cinta no pude evitar encontrar ciertas similitudes con la Catwoman del director francés Pitof (que nada tiene que ver con la Catwoman de Batman). En ambos casos las dos tienen una cierta seguridad de que algo las ocurre aunque no saben con seguridad qué es.
Nuestra protagonista sospecha que dentro de sus ancestros serbios había ciertas personas que se convertían en gatos, de ahí el nombre original de la cinta Cat People, y ella misma sospecha que es una de esas personas. En la cinta de Pitof, Halle Berry tiene ese poder aunque tampoco es capaz de saber cómo es posible y buscando información se da cuenta de que algunas mujeres tienen ese don procedente del antiguo Egipto. Me asaltaron una innumerable cantidad de dudas mientras veía el film, (lo siento pero quizás esto sea spoiler), ¿cómo es posible que un hombre accediera a casarse con esta mujer, cuando ella misma está segura de que en el momento que tenga cierta intimidad con su esposo su fiereza felina podría incluso matarle? Ella le comunica este hecho y sin haberse besado ni abrazado se casan porque él considera que todo eso es producto de su imaginación o quizás un trauma infantil. Para ser una cinta de bajo presupuesto no es nada desdeñable y desde luego muy recomendable. A ver qué os dice mi gatito particular. "Estoy loca con mi tigre, loca, loca, loca".
Yo con una pantera como tú no dudaría tampoco en casarme por mucha maldición que pudiera haber detrás pero eso es otro tema y ahora toca hablar de esta película que es destacable ante todo por su magnífica atmósfera y por un detalle que me sorprende mucho en el cine clásico, esto es, el mimo que se ponía a la realización de la banda sonora en casi todas las ocasiones por pequeña que fuera la producción.
La trama, también algo muy típico en el cine de antaño, recorre los senderos del terror psicológico pero con el drama y el romance como auténticos gérmenes de todo lo que va aconteciendo ante nuestros ojos, con esas maravillosas escenas en mitad de la noche donde se consigue el efecto deseado de infundir miedo al espectador e incuso otro momento que me parece el mejor, con un juego de luces y sombras sobresaliente que tendréis que descubrir viendo la cinta.
Como tantas otras veces, ese detalle que menciona mi amada gatuna, no le quita valor al film. Me refiero a que el reparto sea desconocido, algo que muchas veces sucede con el cine clásico para quienes no hemos buceado en él con intensidad y más aun en este tipo de producciones. Quizá es que en aquellos tiempos la gente se tomaba su trabajo mucho más en serio, o que el trabajo de los directores de casting solía funcionar mejor; lo cierto es que todos cumplen a la perfección y consiguen que veas al personaje y no a la persona.
Quizá el mayor defecto que podamos achacarle sea que, debido a su corta duración, todo va como muy acelerado en el tramo final y que se acaba perdiendo algo del misterio por el camino restando algo de fuerza al conjunto.
Recomendable si sois de los que preferís el terror con algo de clase y tirando más por lo psicológico que por lo explícito. Yo ahora me vuelvo a mi cubil al abrigo del calorcito de mi pantera pelirroja.

jueves, 24 de diciembre de 2015

Felices fiestas y Sayonara 2015

Igual os parece un poco pronto para despedir el año pero bueno, ya pocas sorpresas me puede dar el cine y en los próximos días estaremos todos muy ajetreados, por no hablar de que estas son entradas que generalmente escribo en ese momento en que soy consciente de que tengo la fuerza o la inspiración suficiente para hacerlo.
Si hablamos del blog, del Motel, es indudable que de decir que ha sido un año increíble. Sin ser nadie, hemos seguido creciendo en visitas, en seguidores de twitter y, sobre todo, en amigos. Quizá no pueda decirlo en el mismo sentido que podría decirlo si hubiera con algunos de vosotros un contacto físico pero hay personas que han demostrado que están ahí más de lo que lo están quienes tienes al lado. En los días previos a escribir esto hemos superado las 80.000 visitas, vamos camino de los dos años de vida y la familia ha recuperado a un miembro que jamás debió irse, @GpAurora, y con la sorpresa de que @frickyblog quisiera unirse al Motel para dar aun más variedad, no solo de contenido sino de manera de hacer las cosas. No me voy a extender más en esto pero tienes la extraña habilidad amigo de ser una especie de Gandalf para mi y aparecer en esos momentos en que uno está un poco bajo de ánimo o ilusión para dar un pequeño empujón.
En cuanto al cine, el vivir en un sitio pequeño me priva de la posibilidad de disfrutar de muchas de las películas que me gustaría hacerlo y este año muy pocas han conseguido tocarme bien dentro, quizá las únicas que podría nombrar en ese sentido sean "Del Revés" y "Nuestro último verano en Escocia". He disfrutado mucho con blockbusters como lo nuevo de "Mad Max", "Los Vengadores" y me he quedado con un gusto agridulce con el regreso de "Star Wars". La experiencia más intensa en lo que a cine se refiere ha sido sin ninguna duda cubrir el "Atlántida Film Fest" de Filmin en el que fue un gusto compartir la experiencia con los compañeros de los @BlogosDeOro —vaya exitazo este año y cuánto me alegro por Javi y todo el trabajo e ilusión que le pone— que también dieron cobertura al evento; algo que aprendí durante ese mes es que el cine independiente me gusta, al menos en ocasiones, pero que el experimental se lo dejo para otros más sesudos que yo, también que como bloguero sirvo para unas cosas y para otras no.
En lo personal este años que se acaba en unos días lo ha sido de claroscuros, con momentos en los que ha sido difícil avanzar por causas de salud y en otras ocasiones porque hay personas que no son capaces de facilitarte el camino. Ha sido un año de asumir realidades y de pelear contra los efectos de los meses en que la espalda me tuvo casi parado, algo que ha sido más fácil gracias a tener a mi lado a la persona adecuada y a mis peques aunque sea en la distancia. Las tres semanas, día arriba, día abajo que me han brindado en estos meses compensan con creces todo lo demás. No hay nada mejor que poder estar con las personas que te dan su amor de manera incondicional.
Por suerte, haya más o menos contacto, puedo decir que he de lamentar pocas o ninguna marcha de la gente que comparte casi a diario con nosotros esta pasión por el cine y aunque siempre hay quien dice que prefiere no nombrar por si se olvida a alguien, a mi no me gusta mucho eso de quedarme con decir que vosotros sabéis quienes son esos que no solo son un número dentro de esos casi 2.500 que hasta ahora nos seguís. En ese sentido no puedo dejar de nombrar a:
Sé que estas son fechas en las que muchos se quejan de lo materialista y del consumismo pero cuando uno madura se da cuenta de que lo que importa y en lo que hay que centrarse es en pasar tiempo que, en muchos casos, es imposible pasar el resto del año con personas a las que queremos. Pensad que no todos tenemos esa suerte así que atesorad los buenos momentos y ojito con los excesos que a la vuelta no quiero que falte nadie, no solo de los aquí mencionados sino de todos los que a día de hoy habéis decidido prestarnos vuestra confianza y apoyo.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

La guerra de las galaxias. Episodio VII: El despertar de la Fuerza

Aquí andábamos todos con un megahype al borde del parraque, huéspedes, invitados e incluso los propietarios del Motel. Y por fin llegó el tan anhelado día de febril actividad en las taquillas, de caballeros Jedis blandiendo sus espadas láser y enormes boles de palomitas que devoramos a manos llenas en nuestro viaje hipergaláctico. Toca analizar después de la resaca por un exceso de expectativas si realmente ha recuperado el alma de la primera y para mí mejor trilogía de la saga.
Yo personalmente he disfrutado como una niña y me sorprendí a mí misma sumida en una vorágine tensional durante más de una escena de trepidantes secuencias. Sí, ¡wow qué exagerada es esta mujer! Qué le voy a hacer, yo lo vivo así. Me encantó volver a ver a los héroes del pasado y constatar por otra parte que los años pasan para todos y no solo para mí. Sin embargo los seguí viendo hermosos y valerosos como antaño.
Y qué decir de la joven protagonista... me encandiló, me conquistó y tiene mi admiración. Descubrir nuevos talentos del celuloide que realmente sean talentosos, valga la redundancia,  no creo que sea labor nada fácil. En algunas escenas de la cinta que nos ocupa, se cae en el chiste fácil, no obstante creo que recupera en bastante buen grado el espíritu de las más antiguas con su humor característico. Según pude ver en los créditos finales aparecía Lupita Nyong`o aunque he de reconocer que yo no la vi o quizás no la reconocí. Evidentemente no he analizado la película de ningún modo, simplemente he compartido con vosotros mis impresiones. Sé que mi querido Sr. Purgatorio discrepará conmigo en muchas cosas, porque aunque es un hombre tierno y sensible, su cabeza es más fría que la mía y a mí me puede el corazón pero quizás por eso nos entendemos tan bien. Somos el complemento perfecto sin el lado oscuro de la fuerza pero sí con el lado más puro del amor.
Pues si cariño, esta vez parece que me toca a mi hacer de malo. No sé si tengo la cabeza más fría o es que, como me pasó con "El Hobbit", cuando algo anterior me ha gustado mucho, soy exigente con lo nuevo que llega, también me pasó con "300" y su secuela.
Porque soy tierno y sensible es por lo que Abrams ha conseguido tocarme la patata y mucho con la manera en que ha introducido a nuestros queridos Han Solo y Chewie; no es que Leia o los droides de antaño no me hayan hecho sentir nostalgia pero supongo que porque los años van pasando, el verlos en esa primera escena te deja sin defensas. Además BB8, esa mezcla de pelota y tentetieso me robó el corazón absolutamente desde su primera aparición.
Lo más destacable de la nueva generación son Finn y Rey. El primero fue protagonista en redes sociales por la crítica de Boyero y la verdad a mi su actuación no me ha defraudado pero me parece que ese rato que tiene de negro cliché de comedia familiar estilo "Príncipe de Bel-Air" no pinta nada en una saga como Star Wars; por suerte eso dura poco y Abrams y sus compañeros guionistas nos devuelven al humor más habitual en estas películas, que es el irónico, encarnado principalmente en la figura de Solo. En cuanto a la segunda es una clara y más que digna sustituta de Luke Skywalker porque es evidente que ese va a ser más o menos su rol.
Visualmente es impecable, no solo en términos objetivos, sino para los fans de la franquicia, que además podrán disfrutar de escenas que la tecnología de hoy permite como el ver esos gigantescos destructores en medio de las arenas de Jakku. Ese es otro aspecto en el que a Abrams y su equipo no me atrevo a ponerles pero alguno, o al menos ninguno realmente serio. Encima va John Williams y, manteniendo piezas de la música original, consigue adaptar la banda sonora a los nuevos tiempos y que no todo nos suene a lo mismo.
Para ir terminando está el tema que para mi ha sido el que me ha llevado a vivir esta cinta como una especie de montaña rusa, pasando del "ohhhhhh" al "Abrams, por qué no has arriesgado un poco más". Me refiero, claro, al guión. En algún sitio leí que el director decía que esta no era una cinta para niños pero luego usa soluciones infantiloides en algunos de los tramos donde para mi son más imperdonables. Como no puedo destripar no puedo hacer referencias a las escenas concretas, pero por ejemplo un personaje que impone con su presencia desde su primera aparición, como es Kylo Ren, se ve notablemente desdibujado por determinadas decisiones que en mi opinión son equivocadas. También Abrams ha querido dar de inicio a Dameron ese protagonismo que Antilles tuvo en su día a posteriori, en lo que a pilotos de caza se refiere, pero también te quedas con ganas de más aunque eso seguramente se solucionará en las siguientes entregas.
Es obvio que se buscaba ante todo contentar a los fans y que con muchos se ha conseguido sobradamente, hasta el punto de que prefieren ver homenaje a la cuarta película en lugar de lo que para mi es mucho más un remake encubierto. Que las situaciones no sea plano por plano iguales no oculta que la historia es prácticamente la misma y eso también me dejó un poco a medias.
Os aseguro, también a ti mi vida, que escribir críticas como estas es más duro de lo que parece, porque aunque yo mismo me evité el hype exagerado, si que tenía grandes esperanzas porque yo soy de los que defendió a Abrams con Perdidos hasta el final y lo sigo haciendo. J.J. ha demostrado que ha sabido recuperar el espíritu de las originales, eso es innegable, pero también que ha ido a lo cómodo y que aunque he buscado en mi memoria todos estos días las razones para que la nota llegara a lo que yo pensé que sería un notable alto o casi sobresaliente se queda en menos de lo que me gustaría.

martes, 22 de diciembre de 2015

En tiempo de brujas llama a Nicolas Cage

Desde que empieza este film del realizador Dominic Sena, que ojo, tiene en su haber "Operación swordfish" y "60 segundos", esta última con Cage también, nos damos cuenta de que estamos ante un producto de Serie B y que lo es a sabiendas. No es que yo crea que esos son peliculones pero es curioso que uno haga cintas de acción como esas para acabar desapareciendo años y retomar tu carrera con proyectos que no son mucho mejores que este.
El problema de hacer algo así como lo que hoy analizamos, es que si te lo tomas en serio, me refiero a quienes participan en ello y no a los espectadores, lo mejor es que te olvides de hacer escenas grandiosas con efectos digitales cutres como las que vemos después del primer juicio a supuestas brujas que da inicio a la película. O sea, entre que se ven esos templarios y el lugar donde se encuentran para combatir más falsos que las promesas de los partidos en campaña electoral y que, digámoslo claro, a Cage parece que le han puesto una escupidera por yelmo te corta el rollo considerablemente.
Por fortuna para nosotros, Sena se acuerda de que mejor hacer las cosas de manera más artesanal cuando no tienes medios y de contarnos una historia muy oscura, donde puedes esconder muchos defectos técnicos y que el vestuario parezca menos cutre e incluso transmitir cierto desasosiego en algunas escenas. En eso hay que reconocerle al equipo que consiguen ambientar bastante bien el camino que recorren nuestros protagonistas por bosques perdidos en medio de la Europa medieval, con algunas batallas que resultan hasta potables y todo.
Es en esa parte donde más destacan Cage y Pearlman, qué cosas tener que ir haciendo caja para pagar las facturas con esto, más que nada porque el primero tiene que actuar poco aunque nos deleitará en más de una ocasión con su conocida "carita culpable" y el segundo impone lo suyo con esas vestimentas y esa envergadura que tiene, resultando espectacular verle en plena acción.
Por desgracia para todos y a pesar de algún giro de tuerca final, de repente alguien decide que lo mejor es recurrir de nuevo al ordenador creando unos efectos que desmerecen mucho el resto del trabajo técnico realizado hasta ese momento y que te dejan con la sensación de que casi que te quedas con lo que veíamos en los ochenta, en cuanto a efectos especiales, con animatrónica que quizá se movía menos por la pantalla y no podía hacer mil cabriolas pero quedaba mucho mejor.
Voy a deciros que me la esperaba aun más mala, porque ingredientes tenía, y que pasaría engrosar la lista de films con un uno de nota pero he de reconocer que durante una media hora, la que transcurre en el viaje, me entretuvo mucho y me gustó su ambientación. Por lo demás, bueno y por todo, lo que os recomendaría es que pasarais de ella pero mucho.

lunes, 21 de diciembre de 2015

JAMES STEWART, EL CABALLERO ANDANTE


Él es de esos hombres no solo elegantes sino que además emanaba una ternura que era capaz de despertar los instintos maternales de no pocas mujeres. James Maintland Stewart nació en Indiana, Pennsylvania el 20 de mayo de 1908 y aunque cursó estudios de arquitectura se decantó por el teatro en parte gracias a su afición por la música, tocaba el acordeón. En el local anejo al que él tocaba se reunía un grupo de teatro y le ofrecieron un papel a cambio de que dejara de tocar el acordeón, así que no se le debía de dar demasiado bien. Actuar era de lo más natural para él, este hecho desesperaba al propio Henry Fonda ya que a él le suponía horas de ensayo hacerse con un personaje. Tuvo una más que fructífera carrera teatral lo que le llevó a adentrarse en el mundo del cine cuando un ejecutivo de la Metro se fijó en él. Gracias a la ex-esposa de Henry Fonda consiguió un papel en Cuando Volvamos a Amarnos en 1936 que le hizo despegar definitivamente como actor en Hollywood. Pero fue sin duda Frank Capra el que vio en él el icono idealista y generoso; defensor de las libertades y derechos de la humanidad y le vio como el actor ideal para interpretar el papel de Jefferson Smith un joven senador idealista que quiere destapar la corrupción que le rodea en Caballero Sin Espada, 1939, en detrimento de Gary Cooper en el que también se había pensado para el papel. Su magnífica interpretación le valió una nominación al Oscar.
Una faceta muy poco conocida del actor es su actividad radiofónica. En los años treinta nadie era verdaderamente famoso si no dedicaba parte de su tiempo a las ondas. Sin embargo sus mayores alegrías se las reportaría el cine como cuando en 1940 recibió el Oscar que se le escapó en la anterior nominación gracias a su papel de reportero cínico en Historias de Filadelfia (también analizada en el Motel) junto a dos pesos pesados del momento, Cary Grant y Katherine Hepburn. Con Lubitsch cambiaría de registro en El Bazar de las Sorpresas, una de sus mejores películas, interpretando un papel lejos del enternecedor Jimmy para convertirse en un dependiente ácido y duro que trata con antipatía a una desvalida Margaret Sullavan.
Con la guerra se alistó en el ejército pilotando aviones de bombardeo llegando a recibir una nutrida variedad de medallas. Cuando fue dado de baja del servicio en 1945 tenía el rango de coronel. Pero nunca quiso que sus heroicidades de guerra fueran utilizadas para promocionar su carrera cinematográfica.
Ligado a James Stewart estará siempre una de las películas más emblemáticas de Estados Unidos ¡Qué Bello es Vivir! de Capra en 1946 en la que se resaltan los valores de la vida americana llevando al espectador a una Navidad eterna en la que todo es como un cuento de hadas. Algo así debieron vivir los americanos cuando visionaron esta cinta que al menos hasta los años noventa era proyectada en la televisión americana entre el Día de Acción de Gracias y Navidad.
Por esos años entró en contacto con Alfred Hitchcock que le hizo sacar el individuo más entero y profundo que sin duda la guerra con sus intensas experiencias había moldeado. Ejemplo de ello lo tenemos en La Soga, película considerada menor; Vértigo junto a Kim Novak; El Hombre que Sabía Demasiado junto a Doris Day que canta ese por todos conocido "Qué será, será" y La Ventana Indiscreta, cinta que considero una obra de arte junto a una bellísima Grace Kelly en la que Stewart nos muestra un inquietante perfil psicológico lleno de claroscuros mirando lo que no debía como un voyeur que nos hace partícipes de sus observaciones.
Otro de los grandes directores con los que trabajó fue Anthony Mann con nada menos que cinco westerns en los que ya su carácter había sido endurecido. Horizontes Lejanos en 1952 o El Hombre de Laramie 1955 nos muestran a un James Stewart  mal rasurado, polvoriento y vapuleado, muy lejos del tierno idealista y caballeroso hombre que nos mostraban en sus inicios cinematográficos. Esta década culminó con  una magnífica interpretación en Anatomía de un Asesinato como abogado enfrentado a un caso de sexo y asesinato.
Pero todavía le quedaban papeles que interpretar de la mano de John Ford. En Dos Cabalgan Juntos en 1961 se hace cargo de un personaje que perfectamente podría ser una continuación de los interpretados en las películas de Anthony Mann o El Hombre que Mató a Liberty Valance en 1962 junto a Lee Marvin y John Wayne. De sus últimos papeles podemos destacar Aeropuerto 77 o La Magia de Lassie de 1978.
De su vida personal solo podemos destacar que fue un hombre sumamente discreto, se casó una sola vez en 1949 con una mujer que aportó dos hijos al matrimonio y dos años más tarde tuvieron dos gemelas en común. En 1971 falleció uno de sus hijos durante la guerra de Vietnam haciendo salir a la luz su vena patriótica y hablando de lo orgulloso que estaba de que su hijo hubiera muerto sirviendo a su país. James Stewart falleció en Los Ángeles el 2 de julio de 1997.