¡Cuánto ha cambiado el cine español! Atrás quedó el cine zafio, de dramas barriobajeros que a mí personalmente me saturaba.
La Vida Padre es una comedia, una comedia de verdad, me reí mucho y de eso estamos todos muy necesitados. Karra Elejalde está que se sale en su papel. Cocinero vasco de pura cepa al que le gusta hacer de comer a los comensales que visitan su restaurante de comida tradicional y que ante un incidente en su local opta por desaparecer y salir a la palestra 30 años después. Su restaurante se ha converido en un lugar de comida de vanguardia y minimalista tan de moda en la actualidad.
No voy a hacer spoiler, pero el pobre hombre quedó anclado en el pasado generando esto una serie de situaciones hilarantes. La historia no solo me resultó divertida sino que en ocasiones me pareció hasta tierna. Del elenco solo conocía al propio Elejalde y a una de las actrices, Megan Montaner, pero seguro que si vosotros sois de consumir cine patrio os sonará más de una cara. Este es mi resumen más de corazón y ahora viene el análisis mas cerebral de mi querido marido que espero algún día me lleve a un restaurante de esos pijos donde al final te quedas con hambre... bueno mejor no.
No cariño, con lo de buen comer que somos nosotros, ya iremos a esos pijos si nos invitan alguna vez jajajaja. Hasta entonces, como dice Juan en la película, que nos den de comer en condiciones.
Esta comedia ha sido una enorme sorpresa porque no esperaba divertirme tanto como lo hice y la gran culpa de eso la tiene Karra Elejalde principalmente y la maravillosa química con Enric Auquer en segundo lugar; ellos son el noventa por ciento del film.
Las hilarantes situaciones de estos Quijote y Sancho de la cocina vasca se van entremezclando con otras que te tocan la fibra, no solo en la relación padre/hijo, sino también en cuanto a lo que la comida nos trae al recuerdo, de manera muy similar a la Ratatouille de Disney.
Bien interpretada por el duo protagonista, acompañados por los secundarios con mayor o menor acierto, con una banda sonora cuyas melodías instrumentales que destilan esa ternura de la que hablaba mi amada Sra. Purgatorio. Si les gusta la comedia y buscan un cine español que no recurra todo el tiempo a los mismos chascarrillos, que algunos hay aquí, denle un oportunidad. No se arrepentirán.