miércoles, 31 de diciembre de 2014

El Dorado. John Wayne no es de los que se vende por un puñado de dolares.

Lo bien que lo pasaba yo antes con esos westerns en los que el humor era tan importante o más que los tiroteos y esas poses chulescas y de "machos alfa" que pocos sabían hacer como John Wayne, protagonista de esta última película criticada en 2014.
"El Dorado" es la máxima expresión de ese cine que tiene toda la esencia del cine del oeste que tanto disfrutamos todos de niños, bien directamente, bien porque nuestros mayores nos introdujeron en él. Y es que, ya desde la primera escena entre Wayne y Mitchum nos damos cuenta de que Howard Hawks no nos va a contar una de esas historias lentas que a veces vemos en el western, no por ello peores ni mejores, pero que, seamos sinceros, no nos divierten tanto como esta de la que estamos hablando.
La historia no es que sea nada nuevo si hemos visto ya mucho cine de este género, pero tiene sus detalles que la diferencian de otras, como por ejemplo esa chica de armas tomar o el histriónico y casi irreconocible, para mi, que casi solo lo había visto en la serie "Las Vegas", James Caan, encarnando a un joven y algo torpe pistolero con el que, no sé vosotros, pero yo solté más de una y más de diez carcajadas durante el visionado de esta cinta.
Si me gustó tanto este film fue porque es una genialidad en cuanto a ese humor que a mi me encanta, esa ironía que está presente prácticamente en cada línea de diálogo del gran guión de Leigh Brackett adaptando la novela de Harry Brown —no deja de ser curioso que si te fijas en las fichas de webs como Filmaffinity, muchísimas películas se basan en libros— y que demuestra que se puede hacer un humor a medio camino entre el demasiado inteligente, que no entiende nadie, y el chusquero ese que me hace gracia una vez de cada cien.
La acción aquí no es de esas que están repletas de "slow motion" o de la que no sabes quién ha dado el puñetazo a quien. En estos westerns, las cosas iban sin prisa pero sin pausa y habrá varios momentos muy intensos como el tiroteo con campanario por medio, que me pareció tremendamente original su resolución para la época en que se rodó la película.
Tanto John Wayne como Robert Mitchum tendrán muchos momentos memorables a lo largo de las dos horas de metraje que se pasan volando, aun viendo la película con publicidad, demostrando que son dos grandes de la historia del cine en general y del género de western en particular y apadrinando a un joven James Caan con el que, al menos un servidor disfrutó enormemente desde que aparece en la cantina por vez primera con ese ridículo sombrero que será un tema recurrente a lo largo de la cinta.
En definitiva, un gran reparto, una dirección acorde con él, una música que acompañaba de manera sublime como en casi todos aquellos films que elevaron las "películas del oeste" a algo casi de culto para nuestros padres y abuelos y que aun a día de hoy siguen entreteniendo y siendo disfrutables como el primer día.

martes, 30 de diciembre de 2014

Indomable y olvidable.


Cuando en una sinopsis te hablan de operaciones encubiertas, de agentes secretos, de gobiernos, de una mujer experta en artes marciales, pues te esperas más o menos una especie de Bourne en femenino. Vamos, acción con algo de chicha. Si encima, tienes un reparto que piensas, guau, cómo han reunido a semejante cantidad de estrellas o proyectos de futuras estrellas, esto lo digo por Channing Tatum, te sientas ante la televisión dispuesto a disfrutar de una trama interesante con el añadido de la acción más desenfrenada.
En los primeros, no sé, cinco minutos de película la cosa va así, la protagonista, una preciosa Gina Carano, cruza unas dos o tres frases con Tatum, igual son cinco, para después cruzarle la cara y darle una de ostias que ni Mike Tyson oiga.
Acto seguido se escapa en un coche con alguien que estaba también en la cafetería donde sucede todo y, como hace años que está el tema de los flashbacks muy de moda, pues se pone a contarle al susodicho todo lo que ha sido su vida hasta ese momento, lo cual consiste mayormente en verla repartiendo estopa.
Ver a un director como Steven Soderbergh rodando un guión como este, en el que me arriesgo a aventurar que no hay más de veinte páginas donde realmente se cuente algo, incluyendo los escasos diálogos que veremos a lo largo del film, te hace pensar en si a veces esta gente se aburre mucho en su casa o algo.
Del reparto solo se puede destacar a Gina Carano que es la que parte la pana, literalmente, pero no por su interpretación, sino por su increíble y espectacular uso de las artes marciales. Del resto, salvo quizá Ewan McGregor, que disfruta de algo más de tiempo en pantalla, solo puedo decir que parece que pasaran por allí y les pidieran rodar una escena. Quien guste de ver actuar a Michael Douglas, Fassbender, nuestro Antoñito Banderas o a Bill Paxton, que se busque otras cintas de sus filmografías porque aquí ni siquiera les da tiempo a hacerlo.
Lo que si puedo decir es que me alegro de haberla visto en Televisión Española, porque este film, con publicidad, perdería la poca gracia que tiene, que no es otra que ver una versión femenina de los típicos films de espías repletos de testosterona.
Luego también hay que destacar el final, de esos que hoy día también gustan tanto en los que va a pasar algo y te hacen un fundido en negro y musicona con los créditos finales. Sinceramente, sé lo que iba a pasar, pero no me mola nada que me corten el rollito así al estilo "coitus interruptus".
La peli pretende lo que pretende, que es entretenernos con una acción sin mucho sentido hasta que nos explican un poco, que no mucho, de las motivaciones de la chavala, que tampoco es que sean muy profundas. Como thriller, que se supone que lo es también, tiene una valoración de cuasi cero absoluto. Está muy bien ver a una hermosa dama dando leña, los primeros diez minutos, pero luego, pese a que entretiene piensas, como el gatito del chiste y, perdonadme la vulgaridad, "yo follo una vuelta más y me voy a casa".

lunes, 29 de diciembre de 2014

2014, un año para recordar.

En este mes en que todos los blogs de cine están, por lo general, haciendo resumen de lo que ha sido el año, cinéfilamente hablando, compartiendo sus listas de lo mejor y lo peor del 2014, os llego yo con esta entrada, tras la divertida pero agotadora semana con mi querida Hermione —a Harry no he terminado de cogerle el punto— en la que si, hablaré de cine y si, haré alguna mención a los fríos números del Motel en sus primeros nueve meses de vida; pero en realidad hablaré más de mi y de las personas que hay tras esos números y tras todo ese cine compartido. Espero no alargarme demasiado.
Si lo pensara fríamente, el año que termina ha tenido más cosas malas que buenas, cosas que se han acabado y que me han obligado de nuevo, en menos de un año, a reinventarme como persona y a salir del hoyo por segunda vez prácticamente solo —los amigos y la familia ayudan, pero cuando la vida te da un revés, el primer paso siempre, siempre, ha de ser tuyo— y a entender, que por mucho que tú pongas de tu parte y por intensos que sean tus sentimientos, eso no hace que los de los demás los sean. Pero luego las cosas mejoraron y conseguí estar mejor que nunca en algunos aspectos, más físicos que anímicos, aunque estos últimos no han sido malos del todo porque hace ya año y medio que cambié totalmente el chip y trato de ver siempre la parte positiva a las cosas. Por desgracia en el aspecto físico, la hernia ha decidido que se acabó y me tiene desde hace ya casi tres meses con una movilidad muy reducida y esperando a ponerle solución de la única manera posible, pasando por el quirófano, de ahí que hayáis visto tan poco cine de estreno entre las críticas del Motel. Durante mucho tiempo el estar en una sala sentado lo suficiente para ver una película era un auténtico suplicio, y ahora que medio puedo, no me estrenan aquí las cosas que yo quiero ver jajajaja, qué vida más perra.
Algo que si he aprendido, aunque aun me cuesta, en este 2014 es que a veces la gente te decepciona, quizá porque tú esperabas demasiado, y que hay que pasar página y seguir. Yo salí del blog anterior por un motivo personal que me había ido quitando las ganas de todo, pero me di cuenta de que necesitaba seguir en contacto con mucha gente de la que había conocido gracias a él, personas como Javi, de Cine de Patio, Ricky, Jeanne Duval, Mystica, Raven Heart, Cinema Adicción, Rebobinando VHS con quienes he compartido cosas como la locura de ver la gala de los Oscar en directo hasta el final o la maravillosa primera edición de los "Blogos de Oro", además de mucho cine cada día.
Fue más o menos cuando se celebraron los "Blogos" cuando nació el Motel y desde entonces me he llevado numerosas sorpresas, casi todas agradables, al ir comprobando con el paso del tiempo que a algun@s, aunque fueran pocos, les podía interesar lo que yo tuviera que decir en mi blog acerca de las películas que iba viendo porque además yo no "controlo" de cosas como la fotografía o aspectos más técnicos que en webs más profesionales, o que tratan de serlo, si saben, ni soy tampoco de usar esas frases que tras leerlas no sabes muy bien qué es lo que quería decir el crítico. Los que me hayáis leído alguna vez o habitualmente, sabréis que yo no tengo una plantilla o estructura definida. Siempre he escrito por instinto, según me sale y tratando de transmitir lo que, en el caso de las películas, series o libros, he sentido al disfrutarlos.
El tener un blog en las redes sociales te permite conocer a gente maravillosa que nada tiene que ver con los blogs, ni siquiera muchas veces con el cine, aunque no es que yo use la cuenta del Motel en twitter como si de algo profesional se tratara y lo mismo hablo con vosotros de Exodus que de las croquetas tan ricas que hace tu madre, mucho mejores que las tuyas, como con Vanessa, de @KrTles. Me veréis muchas veces lanzando pullitas o entrando al trapo casi siempre con la ironía que me caracteriza, cosa de la que saben mucho @Nat_Lopez, @RemeHijano, @RAQUEL_G_S, @criticodebasura, @BarrySpawn88, @cinetoxico, @Carmen8t16, @leloji, @KLBA_web, @Yle_cukiy much@s más que si nombrara aquí a todos no acabaría y la entrada se haría kilométrica y bueno, os tengo siempre presentes aunque no interactuemos a diario ni tenga todo el tiempo que quisiera para leer todos vuestros blogs, aunque me voy poniendo al día.
Sé lo frustrante que resulta a veces esto de ser bloguer@ y ya hablé de ello un día, en una entrada de estas que nada tienen que ver con lo habitual que se ve en el Motel, y he lo he hablado, debatido incluso, en público en twitter y a veces en privado con gente como @ColecInstanCine y @ConstantCine. Está genial marcarse unos objetivos siempre que estos te motiven, pero ante todo hay que disfrutar de lo que haces, porque pocas cosas hay mejores que hacer lo que te gusta, incluso aunque no cobres por ello y aprender en ese aspecto de personas como @ociopalabras que tanto tiempo lleva ya en la brecha y tanto entusiasmo pone. Adoro la variedad de opiniones y de cinéfil@s que he conocido gracias a esto, que empezó siendo una vía de escape, y se ha convertido en la cosa más mía, que mejor representa a la persona que soy y a la que siempre le ha costado tanto salir.
Soy una persona tremendamente vehemente cuando defiendo lo mío o las cosas en las que creo y sé que eso una vez me acarreó un unfollow directo, por eso de que aquí o se opina igual y te pliegas o no se puede compartir el mismo espacio, mientras que otras personas si demuestran un respeto hacia los demás, incluso aunque una conversación en twitter se pueda poner algo "intensa" como en su momento respecto a "Pesadilla antes de Navidad" con @parkercinefriki  pero ahí seguimos, compartiendo opiniones cuando se tercia como personas adultas que somos. Eso es lo grande, poder discrepar, porque si todos opináramos igual, sería sumamente aburrido.
Antes de hacer una última mención a más gente, aunque se me quedará mucha en el tintero seguro, quiero agradecer especialmente a @GpAurora todo ese apoyo y esa fe que ha puesto y pone en mi cada día desde que cogió su habitación de manera indefinida en el Motel. Han sido muchas horas de cine compartidas, muchos rollos que me ha aguantado y muchas neuras con el blog que casi nadie más conoce. Me tienes platónico perdido.
Podría ahora incluso hablar de las cifras del blog, pero después de que mi Remus Lupin pronunciara esa frase en la última película de Harry Potter os dejo con ella, imagen que ya visteis ayer en twitter y que creo que define muy bien mi manera de afrontar el día a día con el blog:


domingo, 28 de diciembre de 2014

Harry Potter y las Reliquias de la Muerte. Digno final para una digna saga cinematográfica.

Cuando se llega al final de un libro que has disfrutado, es inevitable al pasar la última página, sentir que algo que no volverás a vivir de igual manera se acaba. Algo similar me ha pasado a mi con el visionado de la saga de Harry Potter aun sin haber leído antes los libros. Son muchas horas de vivencias con los personajes y demasiadas cosas que suceden en esta última entrega, valoraré las películas como conjunto, que has de asumir y que te dejan con una sensación agridulce, no por la calidad del producto, sino por las cosas que suceden.
Entre ambos films, son más de cuatro horas que no te dejan casi un momento de respiro. Sé que hay algún compañero bloguero al que la parte central de la primera película le parece soporífera, pero a mi no me sucedió eso. Cierto es que puede ser más lenta, pero todo lo que pasa o lo que te cuentan, me pareció interesante. La búsqueda de los Horrocruxes me recordó a esos relatos o cuentos de aventuras de antes y me parecen imprescindibles determinadas escenas para ser conscientes de cómo evoluciona la relación entre el trío protagonista.
Gran parte de lo que veremos es batalla sin cuartel entre los mortífagos, encabezados por Voldemort y el resto de magos. La defensa de Hogwarts es espectacular y no faltarán los típicos sacrificios de esos que te ponen el vello de punta, ni las frases que resonarán siempre en tu cabeza, yo me quedo con la de Remus Lupin, que he de decir que es, contra todo pronóstico, uno de mis personajes favoritos de la saga cinematográfica.
Como en toda guerra, y aquí no iba a ser diferente, habrá bajas que lamentar y es aquí donde considero que falla un poco la manera de presentarnos esos momentos. Hay personajes que andaban desaparecidos, en las películas, y que ahora son los que nos brindan los momentos más dramáticos en su adiós, y otros que fueron importantes y que han estado ahí, con mayor o menor presencia, a los que ni sabemos cómo traspasan el umbral hacia el más allá. En eso quedé ligeramente decepcionado, pero está claro que el protagonismo recae de manera casi absoluta en Harry, Ron y Hermione. Aun con todo, pienso que es un final más que digno a una saga que, pese a los altibajos, mantiene un nivel de calidad suficiente para no resultar prescindible ninguna de sus películas. Al menos yo lo veo así como espectador.
En cuanto al reparto, se vuelve a confirmar lo que ya se veía en cada cinta, Radcliffe no sabe salir de sus típicos gestos de siempre y verlo cuando las escenas tienen tinte dramático da bastante penica la verdad. Grint consigue algo más de evolución, pero sigue sin conseguir destacar en ese aspecto y, Emma Watson termina de crecer, como mujer y como actriz, en un camino que le ha llevado a ser hoy una de las actrices más elegantes y con más futuro. El resto de chavales cumplen su cometido sin más, pudiendo destacar si acaso de nuevo a Tom Felton, como Draco.
De los más talluditos, quería esperar al final para hablar de Ralph Fiennes y su Voldemort, que sinceramente, me ha dejado bastante frío en términos generales; incluso me atrevería a decir que el personaje en si, no termina de ser lo que se espera después de tanta historia con lo de "el que no debe ser nombrado". No es que esté mal, pero como némesis al final queda algo descafeinado. Por contra, Bonham Carter y su Bellatrix van incluso más allá de lo que cabría esperar de un secundario siendo sin duda lo mejor de este final de historia en lo que a interpretación se refiere junto a Alan Rickman y David Thewlis, como Severus Snape y Remus Lupin respectivamente.
Es indudable el acierto de haber dado a un mismo director la tarea de llevar el mando en las últimas cuatro entregas. Quizá con Cuarón habría sido mejor que con David Yates, porque "el prisionero de Azkaban" me sigue pareciendo la mejor de todas, pero haber andado cambiando de nuevo de "capitán" habría sido un error. Pienso que ha logrado mantener un nivel muy parejo con todos sus trabajos y que, al menos para no lectores como yo todo tiene una consistencia que es de agradecer.
El mejor añadido en estos dos últimos films está en el aspecto sonoro, en concreto en la batuta de Alexandre Desplat al frente de la banda sonora, que no solo se desmarca y mucho de las anteriores y consigue que su trabajo destaque, sino que incluso se aleja del tono de Williams, siendo patente la ausencia casi total del tema principal en casi todo el metraje de "las reliquias de la muerte".
Y así las cosas, llegamos al final, cerrando un círculo y empezando otro con el "eterno retorno" que Rowling usa en los minutos que dan cierre al film y que inician de nuevo el ciclo. A partir de ahora, salvo que algún día las ansias de nueva notoriedad o más dinero pudieran con esta escritora, nos toca a nosotros imaginar qué es lo que sucederá.
*Link a las críticas de Aleucine
Harry Potter y las reliquias de la muerte parte uno en Aleucine
Harry Potter y las reliquias de la muerte parte dos en Aleucine
 
Nota: 7

sábado, 27 de diciembre de 2014

Harry Potter y el misterio del príncipe. Del "Sectumsempra" al culebrón adolescente.

Llegamos a la sexta película en esta semana que espero, estéis disfrutando, tanto si sois fervientes admiradores de Potter, como si no. A riesgo de repetirme, he vuelto a sentir otra vez en esta ocasión que el guión está realizado más para el disfrute de los fans de las novelas más que para otros que, como un servidor, vemos los films sin haberlas leído.
Al fin el personaje de Draco/Tom Felton adquiere protagonismo de verdad y deja de ser ese niñato repelente e insoportable para ser más interesante y demostrar que tras Emma Watson es lo mejor del reparto juvenil de la saga. El añadido de los mortífagos, con una Helena Bonham Carter que no solo construye un gran personaje, sino que hace gala de todos sus encantos, también le da mayor consistencia a un reparto donde Snape/Alan Rickman vuelve a hacer las delicias del espectador.
La historia avanza bien hacia el clímax final que supondrán las dos películas que cierran la saga y descubriremos cosas del pasado de Hogwarts y de algunos personajes que nos sorprenderán bastante y que, al menos a mi, me hacen mirar algunas cosas con otros ojos. Es quizá aquí donde me empiezan a fallar algunas cosas, pero más por la elección del nuevo reparto que por la trama en si. Jim Broadbent y su interpretación como Horace Slughorn me parecen de las peores de la saga en lo que a actores adultos se refiere; teniendo en cuenta la trascendencia del personaje eso le resta bastantes enteros a muchos momentos de la cinta.
Luego está esa parte que yo llamaré "El culebrón Hogwarts" y que se me hizo tremendamente cansina y agotadora. Quiero decir, no me parece mal que se traten los amoríos y nos enseñen con quien acaba cada uno, que ya era obvio para cualquier espectador atento, pero dedicar casi un tercio de película al tema me pareció exagerado.
Si que me resultó interesante el tramo final, donde, al fin, Harry y Dumbledore aúnan fuerzas de manera totalmente consciente y no por circunstancias del momento para dar el primer paso en la inevitable lucha contra Voldemort y sus secuaces. Quizá sea ese el mayor problema de esta entrega, que tiene un buen inicio, pero que no termina de arrancar de verdad hasta el tercio final. La constante referencia a los amoríos adolescentes y lo irregular del personaje y de la actuación de Broadbent impiden que el ritmo se mantenga constante.
En realidad, "el misterio del príncipe" es como un momento valle entre dos picos, que sirve principalmente para perfilar definitivamente el rol que cada cual va a desempeñar en cada uno de los bandos y prepararnos de cara a la traca final, con un David Yates que consigue mantener una calidad aceptable en la dirección y con un guión que al menos, supera en interés a "el cáliz de fuego". Parece que en las novelas pares es donde Rowling se tomaba sus descansos y plasmaba historias más pausadas.
Pese a todo, no deja de ser una buena película de entretenimiento, donde las cosas buenas pesan más que las malas o, más bien, mejorables. Le falta la consistencia que tienen otras, pero al menos no es tan "vacía" en algunos aspectos como la cuarta. Mañana nos toca analizar conjuntamente las dos películas que cierran la saga. Espero que, de nuevo, Rowling me de un momento pico.
*Link a la crítica de Aleucine
Harry Potter y el misterio del príncipe en Aleucine
Nota: 6,5

viernes, 26 de diciembre de 2014

Harry Potter y la orden del Fénix. Sirius Black is back.

Volvemos a iniciar la subida pronunciada de la montaña rusa de Rowling, al menos en mi opinión y en lo que al cine se refiere, con la quinta película y en la que al fin vemos lo que supongo que muchos, y no solo los no fans de los libros, estábamos esperando al ver estas adaptaciones: a los magos en batalla sin cuartel al fin y al resto de compañeros de clase de Harry teniendo algo más de protagonismo.
Los nuevos personajes, como Dolores Umbridge y Luna Lovegood, y los mortífagos a los que vamos conociendo, como Bellatrix/Helena Bonham Carter, le dan de nuevo mayor consistencia en lo que a la interpretación se refiere. Y claro, el regreso de Sirius Black/Gary Oldman que, en varias escenas no solo eclipsa al resto, sino que incluso pone aun más de manifiesto las carencias de un Radcliffe que ya no sé si era falta de motivación, de profesionalidad o de calidad, pero que queda un tanto en ridículo junto a este grande en la escena de mayor dramatismo y más calado emocional de toda la película.
 
Me ha vuelto a pasar lo mismo que con "el prisionero de Azkaban" y me parece que como película es junto a esa, la mejor de las cinco que llevo analizadas hasta hoy. Tiene buen ritmo, unos personajes con carisma, aunque algunos, por falta de tiempo, estén algo desaprovechados, sobre todo ciertos integrantes de la orden. Por fortuna eso se compensa con la profundización en otros como Longbottom, que pasan de meras comparsas a demostrar al menos parte de la importancia que supongo si debieron tener en las novelas. Y que decir de Hermione/Emma Watson que sigue evolucionando y brindándonos la mejor interpretación entre los actores más jóvenes y que ha pasado de ser una "empollona" a dejarse llevar definitivamente y vivir y disfrutar la aventura tanto o más que los demás.
Hasta que empecé a verla no estaba seguro de haberla visto, pero poco a poco fue evidente que si. Y me volví a maravillar con las batallas entre los magos, que no solo brillan técnicamente en pantalla, sino que me parecen originales, por el uso de las varitas, y de las más intensas que he disfrutado. Ver plasmados nuevos hechizos y sus efectos y el trabajo en equipo de los chavales, por no hablar de Dumbledore en acción.
Sin ningún género de duda, David Yates, el escogido para dirigirla, y por lo que he mirado, lo hará ya hasta el final de la saga, hace un trabajo mucho mejor que el de Newell en "el cáliz de fuego" y sabe transmitirnos mucho mejor esa oscuridad y esa transición a la edad adulta que nuestros personajes y la historia van realizando paulatinamente. Quizá como adaptación del libro sea irregular, no lo sé, pero de nuevo, no vuelvo a tener esa sensación de "aquí hay mucho que no me están contando", que es de lo que se trata cuando se plasma en pantalla una obra que es imposible trasladar línea por línea.
De impecable factura técnica, salvo quizá por el personaje al que conocemos en los bosques, que, pese a su ternura, está pobremente realizado a mi entender, y con una banda sonora que, sin llegar a la grandeza de las de Williams, y pese a ser Nicholas Hooper un completo desconocido para mi, consigue transmitir y que te fijes en ella en determinados momentos, la saga retoma en ese sentido toda la calidad que había quedado coja en la anterior con una música que pasa desapercibida.
Creo que, cinematográficamente hablando, es aquí donde la saga alcanza la mayoría de edad y nos queda ahora ver si mantiene al menos el nivel de calidad suficiente para dejar satisfecho a alguien que, sin haber leído los libros, disfruta de las historias del joven mago y sus amigos, pese a la irregularidad, a esa montaña rusa a la que hasta ahora nos tienen acostumbrados.
*Link a la crítica de Aleucine
Harry Potter y la orden del fénix en Aleucine
 
Nota: 8

jueves, 25 de diciembre de 2014

Harry Potter y el cáliz de fuego. Voldemort no estaba muerto, estaba de parranda.

Hasta ahora, con cuatro películas de la saga visionadas, parece que Harry Potter y su historia, en el cine, fueran como una montaña rusa, con subidas y bajadas. No en cuanto a entretenimiento y factura técnica, en eso siempre mantiene el tipo, pero si en cuanto a la calidad general del producto.
Con "el cáliz de fuego" parece que tocaba bajar, pese a lo espectacular de muchas de las cosas que veremos, desde un principio con un mundial de quidditch que sabe a poco, hasta la entrada en escena de las otras escuelas de magia y las posteriores pruebas a las que se somete a los tres, perdón, cuatro magos que salen de esa versión amañada del juego del amigo invisible que es el susodicho cáliz.
Como historia, la trama de esta cuarta entrega me parece sin duda la más flojita de lo que llevo visto hasta ahora y aquí si intuyo que han de faltar muchas cosas que se nos cuentan en el libro porque, pese a que las pruebas son muy entretenidas de ver y empezamos a conocer ya definitivamente y de manera mucho más física a Voldemort, toda la parte del baile y el rollito entre Ron y Harry a cuenta de que este último haya salido elegido para participar en las pruebas pese a no cumplir el requisito de edad me parecen alargadas en exceso. Quizá opinaría diferente si hubiera leído los libros, pero como espectador virgen literariamente, creo que se podía haber profundizado en otros aspectos.

De nuevo, Emma Watson se come, literalmente, en pantalla a Radcliffe y Grint cuya evolución sigue muy cercana al encefalograma plano. Tanto es así, que incluso Robert Pattinson, el famoso "cara palo", como muchos lo denominan, por la saga "Crepúsculo" es de lo más destacable entre los jóvenes actores. Los otros dos magos que participan en las pruebas, tanto podían haber estado ahí como que no, puesto que las interpretaciones, lastradas por la escasa importancia que tienen, son bastante olvidables. Si que ha sido un placer ver a Brendan Gleeson como nuevo profesor de "Defensa contra las artes oscuras", tan inquietante con ese ojo mágico y el primer personaje que realmente puede llegar a dar incluso miedo en determinados momentos.

A colación de este profesor hay algo que quiero decir y que tiene que ver más con Rowling que con las películas. Creo que usar algo de manera tan recurrente es un recurso muy pobre, quienes hayáis leído los libros o visto las películas me entenderéis, porque elimina gran parte del factor sorpresa. Si los libros fueran siempre literatura infantil tendría sentido, porque es algo que da seguridad a los niños, esa repetición, pero con la evolución que presenta la saga, tenía que haberse currado eso un poco más.
Se nota, por otro lado, que Williams ya no se encarga de la banda sonora. ¿Por qué se nota? Porque ahora, tratando de rememorar algo destacable del trabajo de Patrick Doyle, no consigo hacerlo.
Me parece que Mike Newell, del que ya hablé en su día reseñando la entretenida "Prince of Persia", no está a la altura ni de Chris Columbus, ni muchísimo menos de Cuarón, por lo que me alegro de que únicamente dirigiera este cuarto film de la saga.
Con "el cáliz de fuego" seguimos avanzando en la historia de Harry y su némesis, con una cinta entretenida, visualmente lo mejor que he visto hasta ahora en las cuatro primeras, pero que me parece algo vacía y como esos episodios de relleno de las series de televisión en los que no pasa prácticamente nada de interés hasta que llegamos al típico cliffhanger final. No es una mala película pero le falta calidad para acercarse a la primera y tercera entregas.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Harry Potter y el prisionero de Azkaban. "Expecto Patronum".

Ya con el logotipo de la Warner nos queda claro que la saga ha dado un paso hacia algo más oscuro y más adulto, lo cual se confirma con la aparición de los Dementores unos minutos más tarde, pero antes daremos un divertido y maravilloso paseo en un autobús muy especial por una Londres que vive ajena a lo que circula por sus calles. También asistiremos, como es habitual, al reencuentro entre nuestros tres queridos Harry, Ron y Hermione, que de nuevo han dado un estirón considerable. Será en ese lugar donde conoceremos de la existencia de Sirius Black/Gary Oldman que es el gran culpable, junto a otro personaje que mencionaré en breve, de que hasta el momento esta me parezca la mejor película de la saga.
En el consabido viaje en tren no solo conoceremos a los mencionados guardianes de Azkaban, sino también a ese otro personaje que os decía que para mi es, al menos en esta cinta, más responsable que el propio Sirius, de la solidez interpretativa y emocional de la película. Se trata del profesor Lupin/David Thewlis —qué gran trabajo de Rowling a la hora de escoger los nombres—, actor que ayuda junto a Goldman a darle un plus de calidad al conjunto y a paliar las carencias que siguen teniendo muchos de los jóvenes. Lo siento por los que admiren a algunos de los protagonistas, pero a la única que de verdad veo evolucionar en cada nueva entrega es a Emma Watson, con su Hermione, y en menor medida a Draco/Tom Felton, aunque la personalidad de su rol no es que de para mucho la verdad.
El resto del reparto adulto muy bien y, pese a no notarse en demasía, cuesta de entrada acostumbrarse al cambio que fue obligatorio del actor que interpretaba a Dumbledore. Por suerte, Alan Rickman sigue fantástico y Emma Thompson pone ese toque surrealista del que tanto gustan los británicos cuando se trata de humor.
El ritmo narrativo que consiguen el guión de Steve Kloves y la dirección de Cuarón alcanza e incluso supera el de "La piedra filosofal" y supera en mucho a "la cámara secreta". La historia es evidentemente más adulta y nos lleva a conocer muchas cosas no solo del pasado de Harry, sino también de su némesis, Voldemort y además, aquí no he tenido esa sensación que dije en la anterior crítica de que hay muchas cosas que no nos cuentan. Seguramente las habrá, pero no me ha chirriado nada especialmente.
Hay giros de guión, sorpresas, una parte final genialmente rodada a mi parecer donde, opino, se nota muchísimo la mano de Cuarón y te mantiene pegado a la pantalla mientras descubres con Harry y Hermione cómo han sucedido las cosas y de paso vemos cómo nuestra hechicera favorita muestra su habilidad con un nuevo hechizo bastante contundente.
Me vi obligado a confirmar que la banda sonora volvía a estar a cargo de John Williams, porque en esta ocasión es todo tan diferente; mucho más tenue, lejos de sus fanfarrias habituales, sin ningún tipo de estridencia, mucho más intimista, al igual que la propia película en muchos momentos. Genial.
A falta de ver aun cuatro películas me parece que esta es sin duda, de las cuatro primeras, la que con más facilidad puede disfrutar cualquier persona que guste del buen cine y no haya tenido contacto con los libros. Me parece la más redonda aunque seguro que quienes hayan disfrutado de la lectura de los libros no coincidirán conmigo, y además, con siete libros y ocho películas a cada uno le llegan todos de manera muy diferente.
*Link a la crítica de Aleucine
Harry Potter y el prisionero de Azkaban en Aleucine
Nota: 8

martes, 23 de diciembre de 2014

Harry Potter y la cámara secreta. Todos hemos tenido un amigo como Lockhart.

Si ayer hablaba del acierto a la hora de presentarnos la historia, e ir dando a conocer todo los entresijos de lo que era iniciar el curso en Hogwarts por primera vez con "La piedra Filosofal", en "La cámara secreta" no he conseguido tener la misma sensación. El inicio me parece alargado en exceso porque lo de Dobby, el elfo doméstico, está bastante bien; hemos de conocerlo y tendrá bastante trascendencia a lo largo del resto del film, pero toda la parte con los Weasley, no es que sobre, pero si que me pareció innecesaria su duración. Digo esto porque en una cinta de dos horas y media de duración se corre el riesgo de que luego el nudo y el desenlace se vean afectados y pequen de atropellados. Sé que hay que contentar a los fans que lo son de los libros también pero a veces es mejor no abusar y tomarse las licencias narrativas en estas cosas que en otras más importantes.
Aquí si que he sentido que en el guión, al adaptar la novela de Rowling, se da por hecho que todos los que hemos ido al cine nos sabemos los libros de pe a pa. Lo noto en escenas como el duelo entre Draco Malfoy/Tom Felton y Harry/Radcliffe donde no pude por más que pensar en qué momento habían aprendido todos esos conjuros. No sé, no pido que me pongan detalladamente ese proceso que les lleva a ser unos ases de la magia, pero igual unas pequeñas referencias visuales. No tiene sentido que se fueran a casa del primer curso sin saber hacer casi nada y ahora así, sin más, sean ya nivel Merlín.
La trama en si, cercana al más puro thriller, me resultó muy interesante en su día y ayer al visionarla para hacer esta crítica también. Quizá resulta un tanto irregular por la inclusión de Lockhart/Kenneth Branagh, un personaje que, salvo la parte cómica resulta ser bastante irrelevante en el fondo. Toda la parte del diario y ese viaje en el tiempo de Harry me gustaron; la investigación de las agresiones; la evolución de algunos personajes como Draco; cómo algunos de los más jovencitos siguen creciendo no solo físicamente sino como actores, pese a que aun flojean bastante algunos de ellos.
Para mi el gran error aquí es el poco protagonismo de algunos personajes, y por ende quienes los interpretan, dando lugar a un sensible bajón en el interés que determinadas partes de la película generan en el espectador, sobre todo en el que no haya leído los libros. Seguramente eso deba ser así, pero es que Lucius Malfoy por poner un ejemplo, pese a ser un personaje interesante, sufre de una interpretación tan irregular por parte de Jason Isaacs, sobreactuadísimo en algunos momentos, que no termina de cuajar.
En aspectos técnicos sigue a un nivel muy alto y fue todo un placer volver a ver a las mandrágoras, que, pese a ser horribles, me recordaron mucho a las películas de los ochenta. Todas estas cosas sabemos que avanzan por segundos y los efectos digitales, sin ser perfectos, son mucho más sólidos que en la primera entrega. La banda sonora vuelve a  estar a la altura, aunque en esta ocasión se nota más ese autoplagio del que adolecen casi todos los compositores y, si conoces a Williams lo suficiente, en algunos momentos tendrás la sensación de estar escuchando fragmentos musicales de Star Wars.
"La cámara secreta" sigue siendo una buena película, muy entretenida para ver en familia y se empieza a notar más oscuridad en la historia, que parece hacerse mayor al mismo ritmo que nuestros protagonistas. De nuevo el final es un tanto atropellado y se echa de menos más protagonismo de algunos como Snape/Rickman pero sigue mereciendo la pena volver a coger el "Expreso Hogwarts" o en su defecto a esa especie de "Herbie" que posee la familia Wesley.
*Link a la crítica de Aleucine
Harry Potter y la cámara secreta en Aleucine
Nota: 6