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domingo, 17 de enero de 2016

Django desencadenado, al final faltaron las cadenas

Que Tarantino se moría por hacer un western y la mayoría de nosotros por verlo, con ese toque que solo el sabe dar a todo lo que rueda, es algo indudable y con Django él se quitó esa espinita y nosotros pudimos disfrutarlo.
Repleta de homenajes al género y de cosas que no le pegan ni con cola, hay canciones de la banda sonora que pertenecen más a barrios chungos de los EEUU que al "far west", estamos ante una cinta con las señas de identidad típicas de Quentin, esto es, un cuidado visual extremos, una sangre exagerada hasta el extremo y unos diálogos magníficos. Ah, se me olvidaba, también tenemos un reparto coral donde al menos en dos o tres personajes es difícil decidir si encuadrarlos en el rol de secundarios o si comparten el protagonismo de la historia.
Nos encontramos con una historia directa y que avanza a buen ritmo, manteniendo nuestro interés al tiempo que conocemos con cierta profundidad a los personajes principales pero también a todos los que les rodean, con momentos impagables como la llegada a la plantación regentada por Big Daddy/Don Johnson, con una conversación para enmarcar y que además pone de manifiesto lo estúpido de los principios en que se basaban los esclavistas para justificarse. También memorable la reunión posterior con la que al menos yo me parto la caja cosa mala.
Después de ese notable primer acto llega un segundo sobresaliente, donde vamos a encontrarnos a un tiempo con las tres joyas de la corona de este film, con todos mis respetos a Foxx, que no son otros que Waltz, DiCaprio y Samuel L. Jackson. La manera en la que dotan de esa personalidad y esas variantes a personajes tan estereotipados me pareció deliciosa y ya si la estás viendo en versión original, lo de Jackson es para quitarse el sombrero y hacerle una y mil reverencias. A veces no llega para un premio pero no puedo dejar de ver algo que roza la perfección en los pocos minutos, teniendo en cuenta la duración de la cinta, de que disfruta este actor.
Esta ha sido la segunda vez que veo Django y me ha vuelto a suceder lo mismo, esto es, quedarme con la sensación de que si Tarantino hubiera acabado la historia unos veinte o treinta minutos antes, estaríamos hablando de una obra a la altura de su mejor trabajo, en mi opinión, "Pulp fiction". No es solo que el metraje sea innecesario, es que a nuestro querido amigo se le va bastante la pinza, conduciéndonos hacia un clímax que sí, puede dejarnos con mejor sabor de boca, pero que pierde muchísima fuerza comparado con el resto del film.
Estamos ante una película que cabe recomendar por muchos motivos pero por el simple hecho de ver en su salsa y dándolo todo al trío de actores arriba mencionados quedaréis satisfechos. Si además de eso os gusta la manera de hacer cine de Tarantino, satisfacción garantizada.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Malditos bastardos. "El Padrino" se infiltró entre los nazis.

Hay películas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial que nos cuentan con pelos y señales como fue todo, "Salvar al soldado Ryan", otras se centran en momentos o incluso personajes concretos, "Enemigo a las puertas", pero si queríamos un film sobre esta guerra, con cierto aire de western, incluso algunas melodías suenan a eso, y con un toque gamberro, solo Tarantino podía hacerlo. Así llegó a nosotros la historia de este grupo ficticio que luchaba contra los alemanes sin ningún tipo de reglas, sin respetar convención alguna.
La mano de este peculiar director queda patente en todo momento, por lo que quienes no le tengan entre sus predilectos o esperen una cinta seria sobre lo que sucedió, mejor que la dejen pasar. Por contra, si has disfrutado con lo que hayas visto de Tarantino hasta el momento, no te defraudará.
Dicho esto, cuando se te presenta en pantalla un reparto tan coral como el que aquí disfrutaremos es muy difícil destacar a casi nadie por encima del resto. Sin embargo, Christoph Waltz realiza sin ningún género de dudas la mejor interpretación a mucha distancia del resto de compañeros. Su Hans Landa es inolvidable y claramente merecedor del Oscar a mejor actor de reparto que le fue concedido al actor.
Ojo, el resto, como es habitual en el cine de Tarantino, realizan con creces su función. Tendremos a Brad Pitt en un registro ya conocido para él y con una hilarante, al menos para mi, imitación de "Vito Corleone". Fassbender, Daniel Brühl y la bella y elegante Diane Kruger cumplen con roles destacables.
Violencia al estilo Tarantino, es decir, por momentos casi cómica aunque bastante brutal también. Es marca de la casa y yo personalmente disfruto de estos excesos concretos de Quentin. Pienso que tiene mucho mérito presentar imágenes de tanta crudeza pero que al tiempo casi te hagan sonreír más que afectarte. O igual estoy igual de enfermo que él, quién sabe.
La música, el vestuario, las localizaciones, todo acompaña a la perfección a la idea que Tarantino tiene de aquella Alemania Nazi que busca más la carcajada que ser tomada en serio y quizá cojea un tanto el guión con pocas o ninguna sorpresa y una historia que ya nos han contado en más de una ocasión, y en más de diez.
Como curiosidad, ese humorista, amado por unos, odiado por otros, de nombre Mike Myers hará un pequeña aparición en la que, si no se está atento costará reconocerlo.
En definitiva, tenemos al director de "Pulp Fiction" y "Reservoir Dogs" en su máxima expresión, aunque la calidad no llegue a la altura de aquellas. Eso es una ventaja para quienes amamos su cine, para los demás es una razón para, probablemente, seguir buscando otro film que ver esta noche.

viernes, 9 de mayo de 2014

¿Qué haces el finde?

Algo similar al título de la crítica es lo que debió preguntarles Larry Bishop a sus amigotes, que por casualidad son actores también, y entonces decidieron hacer esta, bueno, esta basura.
Si amigos lectores de este mi modesto blog, porque Hell Ride solo puede calificarse de esa manera. Imagino que siendo coleguitas de Tarantino (cuando menos está en la producción) quisieron hacer cine al estilo del de Quentin. El problema es que sobran tetas, si a veces sobran, y falta guión por todos lados.
Como el que parte y reparte se lleva la mejor parte, Bishop, además de director, es también el protagonista. La mayoría de sus apariciones consisten en conversaciones con una tía de toma pan y moja, la cual va más salida que una gata en época de celo, y en las cuales él se tira el rollo de que pasa de ella y no se la quiere beneficiar... venga hombre...
 
Pero tranquilos, que hay algunas caras conocidas como Dennis Hopper, Michael Madsen y David Carradine, que supongo que pasaban por allí y pensaron, ¿por qué no hundir un poco más nuestras carreras?
Además de lo dicho, hay más tetas, más diálogos sesudos (se nota que el guión se tomaron su tiempo, unos dos días o así) y violencia gratuita y sin sentido más de una vez a lo largo de la historia.
 
Leyendo esto os preguntaréis... ¿cómo es que has visto esta bazofia?
Pues la cosa es fácil, el insomnio, un primo que te dice que dan una de Tarantino ahora, que te pones a verla y aunque es una mierda, pues te partes el ojal comentándola con el susodicho primo en lugar de darle un par de collejas (es broma Pedro, pese a haber visto esta peli por tu causa te sigo queriendo).
Así que, si no sois adolescentes que usan las pelis con tías enseñando todo para motivarse, ni tenéis nadie con quien comentarla y burlarte de cada escena que pasa por la pantalla, dadle una buena patada en el culo a esta película.
Nota: 3