Sábado sabadete y encima "San Valentín". Me se de muchos que hoy triunfan. Yo de momento me pongo con la última crítica de la saga de los vampiros que brillan y los hombres lobo que van más calientes que el palo de un churrero.
Son dos películas si, pero yo, al igual que hiciera con "Harry Potter", haré solo una crítica, porque yo no soy de sacaros visitas de más y porque creo que cuatro entradas sobre "Crepúsculo" ya pone a prueba de manera más que suficiente vuestra fidelidad como lectores constantes.
La primera cinta es algo así como una historia de mediodía después de comer un sábado o un domingo en "Antena 3", donde lo más sorprendente no es que dos chavales, nosotros sabemos que Edward no lo es pero el resto están ahí convencidos de que es un adolescente, se casen por todo lo alto sino que los padres se lo tomen tan bien. No sé, a mi me dice alguno de mis críos dentro de doce o trece años que se van a casar y creo que mi reacción no sería la del padre, resignado y mucho menos la de la madre, que está feliz como una perdiz.
Nos alargan todo en demasía, me refiero a la boda y la luna de miel, de donde lo único interesante que sacamos es que aparece una nueva vampira así por las buenas que está súper rebotada con Bella, aunque eso se entiende, porque es que es verle la cara y darte ganas de... bueno ya me entendéis. La chavala hace el camino hacia el altar como si fuera la mayor agonía de su vida después de pasarse tres películas dando por saco con que quiere que la conviertan y sabiendo que la única manera es casándose. ¿Qué pasa, que de repente se da cuenta de que no está preparada para recibir a Edward? Que cuidado, también es normal que la muchacha esté un poco así como asustada sabiendo como sabe de la potencia sexual vampírica.
Después de explayarse en los temas mencionados Meyer debió pensar, pues ahora un embarazo exprés que tampoco voy a aburrir al personal. Probablemente uno de los mejores trabajos de caracterización que recuerdo en mucho tiempo sea el de Stewart mientras lleva en su interior a esa criatura que cuando sale, tras una cesárea un tanto exagerada, da más miedito que si hubiera salido un ser demoniaco, echando al traste los dignos efectos especiales y de maquillaje de la saga hasta el momento con una niña hecha digitalmente y que canta más que mi sobaco después de un día de curro a cuarenta grados. Tras esto, Bella se convierte y, fundido en negro.
Seguimos con la segunda entrega de "Amanecer" y con esa familia disfuncional en pleno apogeo para enterarnos de que resulta que a los "Vulturis", los que manejan el cotarro vampiril, eso que les chivan de que los Cullen han creado una niña vampira —al padre de Bella le dicen que han adoptado a una sobrinita o a una prima o qué sé yo— les gusta menos que los modelitos que luce Agatha Ruiz de la Prada. Todo lo que sucede a partir de entonces es un preparativo de cara a la batalla que librarán los Cullen, acompañados por los lobos y por otros vampiros que hacen las veces de testigos para justificar que la niña es medio humana, vamos, que corre sangre por sus venas. Luego pensando te das cuenta de que eso sería obvio para cualquiera ¿no?
El final de la saga mezcla un de las mejores batallas y más épicas que he visto últimamente con unas últimas escenas más empalagosas que una manzana de caramelo bañada en algodón de azúcar y luego bañada de nuevo en caramelo y así hasta la eternidad pero, y no os voy a destripar nada, Meyer nos pone el caramelo a la altura de la campanilla para luego quitárnoslo de un tirón con el único fragmento en que podía habernos sorprendido gratamente.
Me he acercado a esta saga sabiendo lo que ofrecía y la he visto en compañía de alguien que la disfruta en igual medida que se ríe de ella, lo cual seguramente ayuda a no ir demasiado a la yugular. Al igual que me pasa con la estrenada ayer "50 sombras de Grey", a veces no entiendo el éxito de determinadas historias, pero si que respeto a quienes disfrutan con ellas. Yo acepté el desafío de Aurora y visioné con ella la saga. He sentido mucha mayor sensación de pérdida de tiempo cuando he visto otras películas que con estas y sé que no volveré a verlas, pero ya tienen su hueco aquí y espero que hayáis disfrutado de la lectura tanto como yo de la escritura.