Mostrando entradas con la etiqueta Taylor Lautner. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Taylor Lautner. Mostrar todas las entradas

sábado, 14 de febrero de 2015

Crepúsculo: Amanecer. A quien madruga, Meyer le ayuda.

Sábado sabadete y encima "San Valentín". Me se de muchos que hoy triunfan. Yo de momento me pongo con la última crítica de la saga de los vampiros que brillan y los hombres lobo que van más calientes que el palo de un churrero.
Son dos películas si, pero yo, al igual que hiciera con "Harry Potter", haré solo una crítica, porque yo no soy de sacaros visitas de más y porque creo que cuatro entradas sobre "Crepúsculo" ya pone a prueba de manera más que suficiente vuestra fidelidad como lectores constantes.
La primera cinta es algo así como una historia de mediodía después de comer un sábado o un domingo en "Antena 3", donde lo más sorprendente no es que dos chavales, nosotros sabemos que Edward no lo es pero el resto están ahí convencidos de que es un adolescente, se casen por todo lo alto sino que los padres se lo tomen tan bien. No sé, a mi me dice alguno de mis críos dentro de doce o trece años que se van a casar y creo que mi reacción no sería la del padre, resignado y mucho menos la de la madre, que está feliz como una perdiz.
Nos alargan todo en demasía, me refiero a la boda y la luna de miel, de donde lo único interesante que sacamos es que aparece una nueva vampira así por las buenas que está súper rebotada con Bella, aunque eso se entiende, porque es que es verle la cara y darte ganas de... bueno ya me entendéis. La chavala hace el camino hacia el altar como si fuera la mayor agonía de su vida después de pasarse tres películas dando por saco con que quiere que la conviertan y sabiendo que la única manera es casándose. ¿Qué pasa, que de repente se da cuenta de que no está preparada para recibir a Edward? Que cuidado, también es normal que la muchacha esté un poco así como asustada sabiendo como sabe de la potencia sexual vampírica.
Después de explayarse en los temas mencionados Meyer debió pensar, pues ahora un embarazo exprés que tampoco voy a aburrir al personal. Probablemente uno de los mejores trabajos de caracterización que recuerdo en mucho tiempo sea el de Stewart mientras lleva en su interior a esa criatura que cuando sale, tras una cesárea un tanto exagerada, da más miedito que si hubiera salido un ser demoniaco, echando al traste los dignos efectos especiales y de maquillaje de la saga hasta el momento con una niña hecha digitalmente y que canta más que mi sobaco después de un día de curro a cuarenta grados. Tras esto, Bella se convierte y, fundido en negro.
Seguimos con la segunda entrega de "Amanecer" y con esa familia disfuncional en pleno apogeo para enterarnos de que resulta que a los "Vulturis", los que manejan el cotarro vampiril, eso que les chivan de que los Cullen han creado una niña vampira —al padre de Bella le dicen que han adoptado a una sobrinita o a una prima o qué sé yo— les gusta menos que los modelitos que luce Agatha Ruiz de la Prada. Todo lo que sucede a partir de entonces es un preparativo de cara a la batalla que librarán los Cullen, acompañados por los lobos y por otros vampiros que hacen las veces de testigos para justificar que la niña es medio humana, vamos, que corre sangre por sus venas. Luego pensando te das cuenta de que eso sería obvio para cualquiera ¿no?
El final de la saga mezcla un de las mejores batallas y más épicas que he visto últimamente con unas últimas escenas más empalagosas que una manzana de caramelo bañada en algodón de azúcar y luego bañada de nuevo en caramelo y así hasta la eternidad pero, y no os voy a destripar nada, Meyer nos pone el caramelo a la altura de la campanilla para luego quitárnoslo de un tirón con el único fragmento en que podía habernos sorprendido gratamente.
Me he acercado a esta saga sabiendo lo que ofrecía y la he visto en compañía de alguien que la disfruta en igual medida que se ríe de ella, lo cual seguramente ayuda a no ir demasiado a la yugular. Al igual que me pasa con la estrenada ayer "50 sombras de Grey", a veces no entiendo el éxito de determinadas historias, pero si que respeto a quienes disfrutan con ellas. Yo acepté el desafío de Aurora y visioné con ella la saga. He sentido mucha mayor sensación de pérdida de tiempo cuando he visto otras películas que con estas y sé que no volveré a verlas, pero ya tienen su hueco aquí y espero que hayáis disfrutado de la lectura tanto como yo de la escritura.
  

miércoles, 11 de febrero de 2015

Crepúsculo: Eclipse. ¡Uh, vaya lío, los enemigos de mis enemigos son mis enemigos!

Sorprendentemente solo hemos tenido que esperar unas cuatro horas y cinco minutos, lo que viene a ser las dos primeras pelis y el inicio de la tercera, para ver al fin una verdadera escena de vampiros cazando. Con ese joven perseguido en la oscuridad de la noche de Seattle que acabará siendo un neófito, que al parecer son los vampiros recién convertidos y que son, sorprendentemente, mucho más fuertes de lo que son después. Por lo visto en esas primeras semanas o meses de vida vampírica es muy difícil controlar "la sed" pero pueden hacer cosas y tienen una fuerza y una garra, parezco José Luis Moreno, que no se puede aguantar. Es una idea de Meyer que tiene cierta originalidad y que es de agradecer.
Por desgracia, ahí termina la sorpresa de momento, porque volvemos a lo de siempre, o sea, triángulo amoroso Bella/Edward/Jacob con más tiras y aflojas que en el primer día de rebajas entre las primeras marujas en entrar a "El Corte Inglés". Y lo cierto es que acaba resultando un poco agotador, sobre todo para el tal Jacob, porque sí, se pone muy "chulo playa" con el Edward cuando Bella se le acerca con esa cara sosainas que tiene la tía, usando sus dos gestos característicos, boca abierta y morderse el labio inferior, pero lo cierto y verdad es que el chaval va más caliente que el pico una plancha pero al final nunca pilla cacho. Lo que si me ha gustado mucho es cuando Bella estaba en plan "Edward haz de mí lo que quieras" y va y le dice el chaval, bueno tiene más de cien años en realidad, que él es muy clásico y que si quiere eso tendrá que esperar hasta que se hayan casado. Ya era hora de que un hombre le dijera eso a una mujer en una peli.
Puede no parecerlo por lo que he escrito hasta ahora pero este es el film que más me ha gustado de toda la saga, no con mucha diferencia, pero si que me ha parecido que la trama, con esa mezcla de historia de amor y acción, representada esta última con la batalla que se desarrolla entre los acólitos de Victoria y la familia Cullen, que tendrá la ayuda de unos inesperados aliados. Hay algunas partes, como cuando les enseñan a pelear contra los neófitos que son un poco demasiado "sobradas", pero el enfrentamiento final mola pese a que los vampiros, al ser desmembrados o decapitados, en lugar de soltar sangre a chorro, parecen de porcelana o qué sé yo.
Está más que claro que Meyer quería contarnos esa historia de amor que, si ya con el añadido de los vampiros y los licántropos os parece un peñazo, imaginaros a Edward y Jacob teniendo que aguantar a la pánfila de Bella en el instituto en plan tribus urbanas, donde la Stewart sería la reina de los "Emos", Pattinson el guaperas "mojabragas" y  Lautner el capitán del equipo de fútbol americano. Eso si que me parecería absolutamente insoportable, porque al menos con algunas cosas de las que veo aquí me río. Vamos, que sigo pensando que la cosa no es tan mala como la pintan y que en breve se cerrará el ciclo con la crítica de la película final, aunque la hayan dividido la considero una, y que si tiene algo más de chicha que cortar.
 
Nota: 5,5

sábado, 7 de febrero de 2015

Crepúsculo: Luna Nueva. Carglass cambia, carglass repara.

Sé que más de uno y más de dos debieron pensar, cuando están ahí en plan "Qué guay sería ser como Romeo y Julieta", en si estábamos viendo una conversación entre dos enamorados o entre un suicida en potencia e inductor a la vez, hasta que son interrumpidos por el profesor que, como todos nosotros, está hasta las narices de los dos chavales hablando en la última fila pero se acaba llevando un "zas en toda la boca" porque el Cullen ha tenido tiempo más que de sobra para aprenderse de memoria la sobras completas de "William Shakespeare". Bueno vale, os he destripado unos dos minutos de peli más o menos, pero tampoco es que os desvele mucho y dudo que casi nadie que lea esta crítica la haya visto o piense verla. Es que no sé, me resultó tremendamente curioso este tema.
En todo caso, si aquí hay luna nueva es porque entran en acción los licántropos, si, esos tíos que se convierten en lobos tamaño huargo que se ha pinchado esteroides de los malos. El pelo y como se mueven y todo eso queda muy bien pero claro, el rollito ese raro que se deben traer como conejillos de indias de los nuevos pantalones cortos vaqueros de "Levi's" me desconcertó bastante. A ver me explico; resulta que cuando te conviertes en hombre lobo, que debe ser en la alta pubertad, vas por ahí sin camiseta, con unos pantalones cortos vaqueros y unas deportivas. Por lo visto es como que van muy calientes los chavales o algo así, pero bueno volvamos al tema pantalones. Cuando se convierten ves, literalmente, como la susodicha prenda explota en mil pedazos de tela que no dan ni para hacerle un traje a una pulga, pero ey, que cuando vuelven a ser humanos, tienen de nuevo todo el equipamiento. De ello deduzco que los fabricantes de vaqueros nos ocultan algo.
Esta vez la historia, envidiablemente ejecutada por una Kristen Stewart que ha llevado a un nuevo nivel de perfección ese gesto entre "He olido una mierda" y "Respirando por la boca lo notaré menos", gira en torno a algo que todos hemos vivido, o casi todos, del tan manido "Te quiero como amigo pero arréglame la moto", o lo que es lo mismo, el amor no correspondido y fin... a la trama digo, que no a la crítica que seguro que algo se me ocurre aun.
Otra cosa que nos queda clara viendo esta segunda entrega es que hasta ahora, nosotros no tenemos ni pajolera idea de lo que es tener una pesadilla de verdad. Las de Bella/Stewart dejan en bragas a las de "Freddy Krueger", vamos, que gritaban menos los chavales que eran desmembrados o triturados en aquella famosa saga que la muchacha esta. Se nota que es actriz de método, solo que debió confundir la academia de artes escénicas con el manicomio que había al lado porque telita.
Todo lo demás es conviérteme, no te convierto, me voy porque no te quiero hacer daño pero al final te he provocado una depresión que ríete tú de la que nos provocan nuestros políticos, etc. etc. Vamos, un drama adolescente como podíamos disfrutar en "Al salir de clase" pero con hombres que se convierten en lobos, que no hombres lobo, y vampiros, en lugar de el "Flipe", de Felipe, repartiendo batazos.
Que sepáis que habéis hecho mucho mal todos estos años poniéndome esta saga como una basura infecta porque al final si, me río de ella más que me implico en la historia, pero sé que he visto y veré cosas mucho peores. Lo que pasa es que vamos a ver una adaptación de una saga de novelas de dudosa calidad literaria, como el 99% de los best sellers que todos leemos, enfocada a un determinado tipo de público y nos esperamos a Bram Stoker y Mar Shelley y así nos va luego. Sé, porque mi acompañante me ha dicho que el nivel va decayendo en las siguientes, que seguramente vendrán malas notas para "Eclipse" y "Amanecer", pero de momento, esta vuelve a aprobar raspadita porque tiene sus cosas que no funcionan nada mal, pese a que una crítica para una película como esta no pueda hacerse ni ser tomada en serio.
 
Nota: 5

jueves, 5 de febrero de 2015

Crepúsculo. En boca cerrada no entran moscas.

El fenómeno de los vampiros estuvo de capa caída  hasta que irrumpió la saga quizá menos vampírica de todos los tiempos, "Crepúsculo". Stephenie Meyer decidió crear una historia pastelosa de amor adolescente usando a unos curiosos chupasangre, que chupan más bien poca en esta primera película, como vehículo conductor. Que sin los "hominis nocturna" la cosa habría sido lo mismo, porque encima resulta que mientras esté nublado se pueden pasear libremente. Y no es que no puedan pasearse por ahí a la luz del sol porque se quemen cual antorcha si no usan una crema protectora factor 1.000.000; no, la cosa es que si les da la luz del sol se iluminan cual bola de discoteca, aunque la pánfila de Bella/Kristen Stewart, consigue decirle a Edward Cullen/Pattinson que ella lo ve hermoso en uno de los pocos momentos de todo el metraje en el que la chavala consigue no estar con la boca abierta. Supongo que la muchacha debe tener ciertos problemas de respiración y necesita estar así, con la boca entreabierta para poder continuar en el mundo de los vivos.
Si hay un actor al que destacaría, cosa harto complicada en esta película, porque me ha gustado mucho más que en series donde le he visto es a Billy Burke, que hace de padre policía de la joven "Bella"al que, seamos sinceros, no le faltan ganas, como a todos nosotros, de ir al aparcamiento del instituto donde estudia su hija y empezar a repartir las dos cachetadas a tiempo que les faltaron a esos sacos de hormonas que la niña tiene por compañeros. Para que los novios de las fans de la saga que fueran al cine no se sintieran totalmente decepcionados y ante el empadronamiento de la Stewart en "Castellón de la Plana", metieron ahí como con calzador a la amiga no excesivamente guapa pero tremendamente dotada que, sorpresa, sorpresa, elige un vestido para el baile de graduación o lo que sea eso que deja más bien poco a la imaginación del público presente.
La historia claro está, es más vieja que el cagar, pero ya hemos dicho que la escritora lo único que hizo para diferenciarla es meter a los vampiros de por medio, que además de correr y trepar como si de Jackie Chan en su época asiática se tratara, aunque también he de decir que seguramente si se hubiera optado por efectos puramente digitales habría quedado aun peor. No pude evitar preguntarme si cuando están en la copa del árbol lo están realmente y cómo puñetas los subieron hasta ahí de ser así. Pera terminar con cosas que sólo los vampiros de "Crepúsculo" son capaces de hacer, no puedo dejar de mencionar ese partido de baseball más épico que todos los combates juntos de 300 ni, por supuesto, a esos vampiros "to" malotes vestidos en Zara que aparecen para cortarles el rollito.
Antes de la valoración final he de decir que me gustaría saber cuántos kilos de arroz blanco y pollo se metió Taylor Lautner entre pecho y espalda para pasar de ser un tío no mucho más corpulento que la propia "Bella" a ser ese "Chuache" en miniatura en que se convirtió luego.
Le habéis metido tanta caña a la saga, que, viendo que no es nada del otro jueves, tampoco me parece que sea lo peor que se haya rodado ni muchísimo menos. Lo de los vampiros reflectores es una chorrada, pero vamos, sale como treinta segundos y tampoco es como para arrancarse los ojos —si en lugar de ver esto hubiéramos visto GHVIP eso si que habría sido para arrancarse hasta el cerebro— ni para llevar a la hoguera a la gente que diga que le gustan estas novelas o películas. Me cambias el vampiro moñas por un sádico moñas y tienes la trilogía que se estrena en breve en el cine, así que tampoco me voy a poner más exigente de la cuenta. Seguiré viendo y analizando la saga.