jueves, 26 de noviembre de 2015

Sicario, cuando el fuego solo se puede combatir con fuego

No hay muchos directores que sean capaces de acercarse a diferentes géneros e imprimirles su toque personal y uno de ellos es sin duda Villeneuve, que con su cuarto largometraje que hoy analizamos, deja claro que lo mismo rueda un thriller al uso, Prisioneros, que uno de esos que te hacen devanarte los sesos después de verlo, Enemy, que uno en el que te introduce en medio de la acción y la bajeza de un lugar como Ciudad Juárez.
En esta ocasión, se ha rodeado de un elenco de protagonistas, o secundarios de lujo, que han dado probada muestra de su capacidad para ser héroes o antihéroes de acción pero no solo eso, sino que aportan el plus de ser unos intérpretes sobresalientes, Benicio Del Toro y Josh Brolin, o de serlo en un futuro, Emily Blunt. Desde mi modesta, y puede que equivocada perspectiva, el canadiense es un realizador que, principalmente, sabe sacarle el mayor rendimiento posible a su reparto, cosa que ya vimos con Hugh Jackman en la mencionada Prisioneros. 
No es este un tema baladí, pues no es raro ver producciones repletas de grandes nombres donde la mayoría parecen estar ahí simplemente por hacer caja mientras que en las cintas de Villeneuve todos resultan tremendamente creíbles y dando lo mejor de sí mismos.
A priori podría parecer una película más en torno al mundo de los cárteles de la droga pero, sin que tenga una gran capacidad de sorprendernos a lo largo de su desarrollo, si que es innegable que todo se ve tremendamente realista e incluso tiene algunos momentos de riesgo estético a la hora de mostrarnos desde los ojos de uno de los integrantes del equipo cómo se ven las cosas en una operación nocturna. A unos gustará más y a otros menos esta peculiar visión pero lo que es indudable es que consigue diferenciar a Sicario de la mayoría de films de acción y añade ese toque de irrealidad o surrealismo que siempre aparece en las cintas de este director.
Técnicamente impecable y con una banda sonora que está pero no lo parece la mayor parte del tiempo, esta película dejará satisfechos a quienes conectan con la manera de hacer cine de Villeneuve y aunque el reparto, algo más coral, hace que nadie destaque en la misma medida que lo hizo Jackman en Prisioneros pero vuelve a demostrar que este realizador no es flor de una película y que, sin tener un ascenso constante en la calidad de sus trabajos, no entra en esa barrena en la que caen muchos nuevos cineastas. Que habiendo visto tres de sus cuatro trabajos pueda decir que todos me han dejado un muy buen sabor de boca, lo convierte en una de las mejores noticias de los últimos años en el mundo del celuloide para este que escribe.

1 comentario:

  1. Mira que no me atraía, pero poco a poco van aumentando mis ganas de verla... jajaja

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