sábado, 20 de diciembre de 2014

Nunca juegues con extraños. "¿Caña dulce, estás ahí, Caña dulce?"

Las películas de terror con psicópata al volante suelen ser muy entretenidas, con esa mezcla de road movie y slasher que suele ser tan entretenida la mayoría de las veces. Si encima el vehículo que persigue es un tráiler, el camión claro, de esos que ya de por si da miedo cuando lo llevas detrás en la carretera por lo enormes que se ven y por cómo tapan del todo la visión de tu espejo retrovisor tenemos el coctel perfecto, o no.
Vi este film el mismo día que "Brick Mansions" en televisión en ese finde en que las televisiones decidieron conmemorar el aniversario del fallecimiento de Paul Walker. Por fortuna esta segunda cinta que emitieron ese sábado noche es sensiblemente mejor que la vacía elección para el prime time.
No es la primera vez que la visionaba, pero no recordaba la mayoría de las cosas. La escenita de las hamburguesas si, y me reí con ella tanto como la primera vez. Me pareció genial la manera en la que se utiliza el camión y cómo se juega con sus luces en las persecuciones y las conversaciones de la inexistente "Caña dulce" con "Clavo oxidado", que van pasando de una broma de niñatos a ser el vehículo que nos conduce hacia los momentos de mayor tensión del film.
Uno de los mayores aciertos es que se nos oculta el rostro de "Clavo oxidado" en las contadas ocasiones en que sale de su camión dándole toda la fuerza a su voz, que está muy bien escogida en el doblaje y que es siempre inquietante por la inexistencia de inflexiones en muchas ocasiones, esa frialdad te inquieta. Por desgracia, ni el doblaje, ni el papel que realiza Steve Zahn, ayudan en casi nada a meterte en situación. Entiendo que el hermano de Lewis/Paul Walker, es un estúpido redomado, pero soportarlo toda la película es una labor titánica. Se compensa con una correcta y bellísima Leelee Sobieski, que fue de esas que se quedó en un quiero y no puedo —no hay más que ver que sale en una peli de Uwe Boll— y con la, probablemente, mejor actuación de Walker empatada con alguna otra.
Dirigida con solvencia por John Dahl, que después se ha dedicado a series participando en muchas de las más famosas de los últimos diez años, aunque sin alardes y con una banda sonora de Marco Beltrami que es lo mejor del film junto con algunas escenas puntuales, ayudando de manera magistral a crear la tensión necesaria, "No juegues con extraños" es una opción de calidad media, muy entretenida y que seguramente disfrutaréis más que yo si soportáis mejor al personaje de Steve Zahn. Yo es que no pude con él y me sacó muchísimo de mis casillas, más cuando esta película si que trata de ser seria. Me sorprendió bastante el final porque no lo recordaba aunque lo que tengo claro es que no seguiré con la segunda y tercera parte, que las hay, porque sé positivamente que son muy malas y hay demasiado cine que ver.

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