Igual que hice el año pasado, aquí os dejos una canción, aunque este años es principalmente para mi alma gemela que empieza a escribir aquí abajo:
Así como quien no quiere la cosa nos hemos plantado en el 2016, más concretamente en el 26 de marzo en el que este vuestro blog cumple dos añitos. Es cierto que aún somos un blog joven, y aún nos queda mucho por hacer pero hemos crecido, hemos madurado, casi al mismo ritmo que ha ido madurando nuestra propia relación. Con elpaso del tiempo el Motel se ha ido consolidando, reformando y ampliando habitaciones para que todos tengamos cabida. Muchas cosas han pasado en estos dos años. Entregué mi corazón y mi alma al Motel y su dueño, y durante un tiempo arrancaron mi alma de su recepción pero jamás consiguieron sacar mi corazón así que contra viento y marea volví al Motel, a ocupar la habitación que por derecho propio me pertenece. Su dueño guardó mi ausencia con el convencimiento de que mi amor era demasiado fuerte como para que no quisiera volver para recuperar mi alma. Y volví, recuperé mi alma y las alas que me quisieron cortar, volverán a intentarlo, pero lo que no me mata me hace más fuerte, y aunque me quede sola, jamás me apartarán de ti. De manera incansable estuvimos durante muchos meses publicando a diario, trabajando codo con codo afianzando los cimientos y no solo los del Motel. Pero llegó un tiempo en el que los cimientos fueron tan sólidos, que sólo quedaba aminorar el tempo y efectuar obras de mantenimiento, con mimos, detalles, cuidados y todo el amor del mundo. Y en esas estamos, abriendo habitaciones, colocando flores frescas, trayendo invitados de la época dorada de Hollywood, con los clásicos a dos teclados que sabemos os encantan, y el cine de siempre, las novedades, los revisionados. Y ahora tenemos un colaborador que nos trae el mejor cine ochentero, ese que marcó una época y que Ricky nos reseña con profesionalidad y todo el cariño del mundo. Es un honor tenerte en el Motel.
Mucho han significado para mí estos dos años, que espero que sean muchos más junto a mi alma gemela, que estoy segura estará deseando compartir sus propias impresiones. Gracias por dejarme formar parte de tu vida y del Motel. Te quiero desde la primera piedra hasta la última teja.
Es difícil hacer mejor resumen de los últimos 365 días que el que has hecho, mi amor, y sobre todo es difícil no emocionarse al leerte y empezar a escribir sobre un año que ha estado preñado de cosas buenas, tanto en el Motel como en la vida real, que superan por goleada a las malas. Sin duda, lo peor fue tener que decirte adiós, solo aquí, y estar meses sin ser capaz de traer de nuevo cine clásico, que aunque ya había algo antes de tu llegada, sin las críticas a dos teclados y sin tus bios —posiblemente solo yo sé la medida en que te las curras— no le encontraba sentido a hablar de ese celuloide que he descubierto de verdad contigo. Cuando uno encuentra la proporción aurea en su vida, que te la quiten de un plumazo es algo muy difícil de asumir; por fortuna estamos de nuevo tal y como nunca debimos dejar de estar.
En cuanto a cifras, algo que cada vez nos importa menos siempre que podamos escribir y disfrutar de esto en pareja, no podemos más que agradeceros vuestra fidelidad y unos meses de verano del 2015 que fueron absolutamente increíbles, con picos de visitas que jamás se han vuelto a producir y que difícilmente lo harán ya que ahora, como bien dice mi amada, vivimos todo con un tempo totalmente diferente.
Igual que os decía el año pasado, para mi, para nosotros, el Motel no es solo un blog, sino una manera de vivir y de compartir las cosas con las que unos conectaréis más y otros menos, pero que nos hace diferentes al resto a la hora de hablaros de películas, series o libros. También es una manera de ser libres en determinados aspectos a los que algunos quisieron cortar las alas o poner diques pero, les guste o no, hay cosas que no se pueden controlar ni te pueden decir cómo vivir.
En dos años da tiempo a ver y hablar de mucho cine, de que unos lleguen para quedarse y de que otros se vayan, incluso de que algunas personas puedan sentir que desde el Motel no se les tiene el mismo cariño pero, os puedo asegurar y Aurora lo sabe, que a pesar de estar ausente a veces en las redes a los que siempre habéis estado ahí os tengo muy presentes. Algunos lo habéis pasado muy mal y aunque quizá no me haya sentido con el derecho a meterme demasiado, he sufrido cuando sufríais y me he alegrado mucho cuando las cosas se han arreglado o al menos la vida os ha dado un respiro para seguir adelante. Las personas de las que hablo sabrán quienes son y a qué me refiero.
En cuanto a nuestro nuevo compañero, Ricky, mi adorada Sra. Purgatorio sabe lo que significó para mi que se ofreciera a formar parte de este establecimiento, porque la verdad es que el Motel nunca ha tenido intención de ser algo grande y de referencia para el gran público y es un honor que alguien quiera formar parte de algo tan modesto. Y ahora os diré un secretito, desde que este buen amigo llegó, sus entradas siempre han estado entre las más visitadas y no es de extrañar, cada día escribes mejor y encima sabes siempre traernos a la memoria esas películas con las que crecimos.
Aquí no me voy a extender poniendo nombres sino que, tras meses sin hacer FF ni nada parecido, trataré de acordarme durante el día de hoy en twitter, de todos esos que en algún momento habéis estado con nosotros a lo largo de estos 24 meses que para un blog como el nuestro ya es mucha vida.
Espero que en el próximo año podamos dejaros satisfechos con nuestros contenidos y que, quién sabe, mi adorada y maravillosa Aurora y yo podamos escribir una entrada de aniversario repleta de buenas nuevas no solo del Motel sino personales, porque en un año pueden pasar muchas cosas.
Aquí una canción que va para todos ;)
El honor es todo mío chicos. Me encanta el blog y sobre todo me encantáis vosotros...y encima me dejáis participar con mis locuras ochenteras. No se puede pedir más.
ResponderEliminarMuchas felicidades a este nuestro blog, que ya es uno más de nuestras familias.
Enhorabuena por esos dos añazos, llenos de trabajos y emociones y, sobre todo mucho cine con un toque tan personal. Felicidades a los tres y espero, de corazón, que sean muchos más años los que estéis ahí al otro lado dando caña.
ResponderEliminar@Ociopalabras
Enhorabuena por esos dos añazos, llenos de trabajos y emociones y, sobre todo mucho cine con un toque tan personal. Felicidades a los tres y espero, de corazón, que sean muchos más años los que estéis ahí al otro lado dando caña.
ResponderEliminar@Ociopalabras
Enhorabuena chicos! El motel siempre es puerto y refugio donde anclar y disfrutar de hospitalidad y buen hacer, un lugar donde los huéspedes nos sentimos en casa y es una gozada viajar en el tiempo y dejar que el tiempo pase entre vuestras líneas. Gracias por luchar, por seguir, sabéis que no estáis solos!
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