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viernes, 28 de agosto de 2015

Operación U.N.C.L.E. La guerra fría de Ritchie si que mola

Esa música que se te va como metiendo por las venas, esa ambientación tan lograda, esas letras en pantalla que huelen a añejas, todo desde el principio de esta cinta me hizo meterme de lleno en ella al ritmo de la dirección de Ritchie y de una banda sonora que conjuga de manera notable temas musicales muy adecuados a la época en que se desarrolla la historia, en plena guerra fría, con una partitura de Daniel Pemberton que nos trasladará a los films de suspense y espionaje de los años cincuenta y sesenta.
No obstante lo dicho en el párrafo anterior no os voy a llevar a engaño, "U.N.C.L.E." es lo que es, entretenimiento sin más pretensiones, adrenalina a tope desde el primer al último minuto, con las pausas justas para que la sencilla trama avance y conozcamos un poco más a los personajes. Vamos, que estamos para mi ante la que completa el trío de películas que vuelven a los orígenes del cine pensado para divertir al espectador en este 2015 junto a Mad Max: Furia en la carretera y la más reciente Misión Imposible: Nación Secreta. No busco compararlas ni dilucidar cuál es mejor, espero que se entienda a qué me refiero.
Que los dos mejores hombres de ambos bandos, EEUU y la URSS, se vieran obligados a unirse estaba claro que iba a dar juego y con la química que consiguen Henry Cavill y Armie Hammer eso se ve elevado a la máxima potencia. Fui en compañía de mi tío, curiosa coincidencia teniendo en cuenta el título, y los dos nos reímos con ganas varias veces con las conversaciones y ocurrencias de Napoleón y Kuryakin; hay muchos momentos destacables pero si me quedo con uno es con la clase de moda que tiene lugar en la escena a lo "Pretty Woman" con Gaby, una Alicia Vikander que completa el triángulo, no exactamente amoroso, del que disfrutaremos a lo largo de casi todo el metraje de una manera sensacional.
La aparición casi testimonial de Hugh Grant fue para mi otro de los grandes aciertos, con esa flema británica que tan bien sabe transmitir y como contrapunto al fanatismo del bando de los malvados, donde cabe señalar la escena de la tortura, que inicialmente te pone un mal cuerpo que no puedes con él para luego... Bueno, eso mejor lo dejo para que los descubráis en la sala.
La acción y las persecuciones están maravillosamente rodadas y ejecutadas, con unos primeros minutos por ejemplo, donde ya descubriremos los puntos fuertes de nuestros protagonistas, esto es, la sutileza de Napoleón/Cavill y la preferencia de Kuryakin/Hammer por la contundencia y la fuerza bruta. He de reconocer que lo pasé teta con todas y cada una de las escenas de acción que Ritchie y su equipo tuvieron a bien brindarnos durante las dos horas de duración del film.
Puede gustaros más o menos la forma de hacer cine de este realizador británico, pero lo cierto es que desde "Snatch" hasta las más recientes y exitosas de "Sherlock Holmes" ha demostrado que es capaz de entretener al público con un humor a caballo entre la inteligencia y la chabacanería, usando recursos visuales que le diferencian, al menos en la medida de lo posible, de la mayoría de productos similares que nos llegan cada año. Un ejemplo de eso es la forma en que se plasma el asalto final en esta cinta que analizamos hoy.
Me parece una de las opciones más recomendables, si no la más, en este final de verano para ir a disfrutar en la gran pantalla de dos horas de divertimento sin pretensiones. Yo, qué queréis que os diga, espero que la taquilla haya respondido lo suficientemente bien para ver más operaciones de este equipo.

viernes, 21 de agosto de 2015

Misión imposible: Nación secreta, otro "reboot" de esos que valen la pena

Desde los primeros compases sabemos que el renacimiento de la saga cumbre de Tom Cruise no nos va a dar ni un respiro, con esa versión mucho más cañera y adaptada a los tiempos que corren de Joe Kraemer. Vamos, que con algo más de historia, esta cinta es como una versión en clave de espionaje de la última entrega de "Mad Max". Supongo que se empiezan a dar cuenta de que la gente reclama entretenimiento puro y duro sin tener que estar reflexionando después de la película para ver si hemos entendido todo. En ese sentido, el de la complejidad del guión, no os preocupéis porque aunque haya ciertos juegos de trilero para hacernos dudar sobre quién está en qué bando todo es fácil de comprender.
Obviamente lo destacable de este film son sus sobresalientes escenas de acción. Desde la primera pelea, en la que reparten leches conjuntamente Hunt/Cruise e Ilsa/Rebecca Ferguson, queda patente que se buscan unos combates lo más creíbles posible dentro de lo inverosímiles que resultan la mayoría de las situaciones —la facilidad con la que los espías se mueven por los diferentes países y ciudades que visitamos, por ejemplo— y también que nos quieren enseñar lo en forma que está el amigo Tom. El gimnasio se le nota y mucho.
Pienso que el reparto es uno de los grandes aciertos, con una Rebbeca Ferguson que no solo da la talla, sino que deja a la altura del betún a más de un hombre a la hora de demostrar sus dotes como luchadora; quién sabe, igual la vemos en alguna futura entrega de películas superheróicas. Luego están Simon Pegg —ojito a la publicidad subliminal del "Halo 5"— y Ving Rhames, que dan el contrapunto humorístico necesario, haciendo que, sobre todo el primero, se les eche en falta cuando no están soltando alguna de sus coñas. Quien más frío me ha dejado, teniendo en cuenta que Baldwin no cuenta por lo secundario de su rol, ha sido Jeremy Renner; es una pena que se encasille de esta manera, con personajes tan similares y la misma gestualidad que se le pudo ver en "Bourne" o "Los Vengadores". No digo que sea un grande pero pienso que da para mucho más que estar haciendo de sí mismo film tras film.
En todo caso, las interpretaciones aquí no son ni de lejos lo más importante, lo que cuenta es que todos, incluida ella, sean muy chulos y se "molen" ya sea para asaltar un sitio impenetrable o en una persecución en moto. Y en eso, seamos sinceros, la cinta cumple a las mil maravillas.
Quizá, como en muchas de estas producciones, se peca de que el villano principal, pese a estar bien, no llega a ser de esos que recordarás años después. Al final es un megalómano más que pasa a engrosar las filas de "lo que pudo ser y no fue".
Soy consciente únicamente de haber visto la primera y esta quinta entrega que en realidad es como una nueva "Misión: Imposible" adaptada a los nuevos tiempos y seguramente al abrigo de los éxitos en taquilla que Tom Cruise sigue cosechando a pesar de no ser ya un yogurín. Ideal para la época estival en la que estamos y para disfrutarla con unas chuches y unas palomitas.