martes, 31 de enero de 2023

See, mira con el corazón

Aunque en los últimos tiempos soy bastante reacio a hacer entradas de más de unas pocas líneas, creo que See se merece que me tome un poco más de mi tiempo. Apple Tv es posiblemente una de las plataformas más olvidadas por la mayoría, posiblemente porque su catálogo es de los más limitados si la comparamos con otras pero lo cierto es que sus series desbordan calidad por todos sus costados.

Siendo como soy un amante de las temáticas postapocalípticas o distópicas, See me llamó la atención inmediatamente y más cuando vi que eran tres temporadas de ocho capítulos. El tema de fondo, que los seres humanos en su mayoría se hayan quedado ciegos o que incluso nazcan ya invidentes, promete como mínimo originalidad a la hora de saber cómo se las apañan. 

Que gente sin poder ver hace vidas cotidianas bastante normales lo sabemos todos pero, qué pasa cuando tienen que combatir por sus vidas entre ellos o contra un entorno salvaje, incluso dirigir reinos.

Es esto lo que hace diferente y grande a See en lo que a la acción se refiere. Cómo se engañan unos a otros para que el enemigo haga el más mínimo sonido y poder entonces lanzar el golpe mortal; las estrategias como en el capítulo final de la segunda temporada en Grietaverde, cuando ya se entremezclan los pocos videntes con los ciegos me parece insuperable. Alguien me dirá que el final de la serie es épico y sin duda lo es pero para mí no hay nada como esos momentos.

A pesar de todo lo dicho lo mejor de la serie son sus personajes, Baba Voss interpretado genialmente por Momoa y Edo Voss por Dave Bautista son para mí los mejores pero no puedo dejar de mencionar el inmenso trabajo de Sylvia Hoeks como la Reina Kane, con un tono casi siempre en su voz que te taladra casi hasta el cerebro. No puedo mencionar a todos pero el reparto en general está a un nivel notable y es sorprendente ver al protagonista de la serie Sleepy Hollow haciendo aquí un rol totalmente dierente.

La historia se desarolla de una manera maravillosa acompañada de una BSO que raya también a muy alto nivel. Alguno puede que eche de menos la serie pero desde mi humilde opinión, pienso que tiene la duración ideal. Estirar las tramas y seguir desarrollando a algunos personajes no tenía casi sentido salvo estirar el chicle para acabar decepcionando. 


lunes, 30 de enero de 2023

En dos patadas: La cabaña del fin del mundo

 

Con una premisa más que atractiva, Tremblay aprovecha el tirón de las home invasion para aderezarla con toques religiosos, más bien fanáticos, para hacer que lo pasemos mal con la historia de Andrew, Eric y Wen. Lo cierto es que lo consigue durante más de doscientas páginas, hasta que toma una decisión, es su novela y hace lo que quiere obviamente, desde la cual creo que el propio autor y por ende el libro, se pierden y empieza una bajada sin frenos de calidad de la historia e interés de la que no remonta ni con el final, a la altura de los de King, al que adoro pero que los finales no son su fuerte, y que recomendaba encarecidamente esta novela, según nos decían en la portada de la misma. Habrá quienes me digan que es un final abierto y que los lectores, como los cinéfilos, podemos reflexionar sobre qué hemos leído o qué va a pasar a partir de ese cierre. Yo por mi parte pienso que no puedes montar una trama sobre una idea que luego queda tan abierta y abandonada que dependa del arbitrio de cada lector. En mi opinión y me repito, Tremblay no supo encontrarse de nuevo y tiró por el camino fácil de no acabar su novela como es debido y que nuestra imaginación le haga el trabajo. A ver si la adaptación de Shyamalan mejora ese aspecto.

sábado, 28 de enero de 2023

Alarma en el expreso, pasajeros al tren.

 

Vuelven los clásicos con Aurora y qué mejor que con una pelicula de Alfred Hitchcock de la que ciertamente no había oído hablar. Cuando ves este tipo de filmes, quiero decir antiguas, esta cinta es de 1938, te das cuenta de que no hay nada novedoso en el cine actual, o si acaso muy poco. En este caso una persona desaparece en el tren Trascontinental y cuando su acompañante comienza a buscarla preguntando a otros pasajeros, nadie recuerda haberla visto. ¿Os suena? A mí sí, sobre todo una escena muy similar a una de la película Plan de vuelo: Desaparecida de Jodie Foster.

Algunas escenas nos parecían un tanto atrevidas para la época pero Hitchcock era un mago no solo  del suspense sino de burlar la censura. Como ese beso que Ingrid Bergman le da a Cary Grant en Encadenados haciendo que el beso sea más largo de lo permitido gracias a pequeñas interrupciones en el beso, así se están besando durante mucho más tiempo de lo que dictaba el decoro. Dicho esto me vuelvo a centrar en la cinta que nos ocupa. Por momentos es difícil no sentir la angustia de la joven que inicia el viaje para reunirse con su prometido y desesperada recorre el tren en busca de la dama que la acompaña. Considero que es una gran película pero por desgracia no es de las más conocidas del maestro del suspense, aunque debería.

Bueno ya doy paso a la reflexión más sesuda de mi querido Sr. Purgatorio.

Ciertamente cariño no es de las más conocidas de Hitchcock, ni su reparto sería el más estelar de la época pero eso no es impedimento para que una cinta de un nivel más que aceptable, muy por encima de la media de mucho cine como churros que se hace cada año en los días que vivimos.

Tito Alfred como siempre, sabe esconder sus cartas aunque el haber visto a día de hoy tanto cine te hace intuir ciertas cosas. Además, como diria King, recoge posiblemente uno de los terrores cotidianos más recurrentes, que alguien con quien estás desaparece y nadie te cree, ya sea sinceramente o porque te están haciendo luz de gas.

El coral reparto está muy bien y es algo de lo que, cuanto más cine clásico veo, más consciente soy, esto es, que en aquellos tiempos el nivel medio de los intérpretes era superior al de las últimas décadas. No porque yo sea de esos que piensan que todo pasado fue mejor en todos los sentidos, sino porque tengo la sensación de que se tomaban su profesión mucho más en serio que la mayoría de la actualidad.

Curioso ver las escenas en las que claramente son todo maquetas, práctica habitual en aquellos tiempos y algunos posteriores en los que no todo se podía arreglar digitalmente.