Jamás me imaginé, siendo como soy de entrada y en las distancias cortas una persona introvertida, que sería capaz siquiera de presentarme a un casting de nada aunque siempre quise ver de qué sería capaz en un concurso. Mi madre, Petra, nos enganchó a mi mujer y a mi a este programa de sobremesa en el que siempre competimos contra los propios concursantes a ver cuánto sabemos. Sin eso y sin la estabilidad y la seguridad en mi mismo que me ha ayudado a tener Aurora, mi esposa, seguramente nunca me habría atrevido a dar el paso.
Pasado el casting, allá que me fui con mis compañeros (cinco concursantes y cinco días que se han emitido esta semana de lunes a viernes) con los nervios a flor de piel en la grabación, sobre todo de la primera entrega de las cinco. La paciencia y cariño del equipo ayuda a que a pesar de eso no te pille el miedo escénico como para quedarte bloqueado y, según transcurren las horas de grabación, vas estando más agotado pero también más suelto y más a gusto. Dani Calero, el presentador, es un maestro en hacer que el tiempo vuele.
En eso, en estar a gusto, ayudaron mucho los compañeros, Gabriel con su simpatía especialmente. Toni, un tipo de esos que merece la pena conocer y tomarse algo de tiempo para que te cuente anécdotas del mundillo en que se mueve, con tantos viajes a sus espaldas. La, sorprendentemente, fan del gore Clara; no me lo habría imaginado. Y qué decir de Tere, un amor de mujer y que me alegré mucho de que la experiencia le sirviera como le sirvió y ella sabe que no lo digo por lo que ganó económicamente.
Algo tendré que decir de qué tal me fue a mi. Cumplí mis dos objetivos principales, no ser eliminado nunca antes de la fase de los pulsadores y frikear con mis camisetas. Enamoré principalmente a la maquilladora con la de Dwight Schrute, y quién no caería ante esos encantos de Scranton.
También conseguí subir a lo más alto un día de los cinco aunque el bote estuvo lejos y encima con mi camiseta de El Equipo A, un clan del juego The Walking Dead No Man's Land, y saludar ese día a tres personas a las que no he podido conocer en persona todavía pero que llevan aguantándome a diario por Telegram desde hace ya tres años o así. En el juego más tiempo. Gracias Annibal, Mari y Tani por hacerme sentir más seguro de mi mismo en cosas como mi sentido del humor y mi frikismo.
Ahora quiero acabar con un ronda de agradecimientos:
A Radio Televisión Canaria por escogerme para el concurso a pesar de no ser de una de las islas capitalinas.
Dani Calero, presentador del concurso, por su profesionalidad y su locura humorística que hizo más llevaderos los nervios y el agotador rodaje.
A Daida que estuvo pendiente de todos de principio a fin de manera virtual por Whatsappp y que, al menos por mi parte, intentamos hacer todo lo posible por evitarle amagos de infarto. Todo salió como tenía que salir y ella estuvo mucho mas relajada.
A Noelia, súper atenta conmigo todo su turno mientras grabábamos. Un placer charlar con ella lo poquito que se podía entre un día y otro. Sé que al final me perdonó mi monocromía. También a Itziar, su relevo, que siempre tenía una sonrisa en la boca para cada uno de nosotros. Y finalmente, perdón pero fui incapaz de quedarme con tu nombre, a la maravillosa maquilladora que nos tocó en suerte; con gente como tú, frikear con las camisetas mola mogollón.
Al resto del equipo porque también fueron muy agradables en las distancias cortas y por su profesionalidad.
Aquí les dejo un link donde ver los cinco programas por si tienen curiosidad:
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