Efectivamente como yo pensaba no me retrotrajo a mi adolescencia y aquellas canciones no me transmitieron gran cosa, solo conocía un par de ellas. Pero como lo que pretendemos es analizar la cinta en sí pues vayamos al turrón. Me ha parecido floja no, lo siguiente. Para mí ha sido como un quiero y no puedo, el argumento es pobre y algunas cosas me chirrían un poco.
Una de las protagonistas adultas Karla Souza en el papel de Layla, me decepcionó sobremanera ya que la había visto en otros papeles en series norteamericanas y me había encantado pero en esta ocasión no transmite lo que seguramente se pretende. No me gustan las gamberradas/ delitos que los chavales llevan a cabo como si hacer eso fuera lo normal a esas edades. Se salvan las coreografías, las actuaciones de los chavales y poco más. No suelo ser tan dura con mis reseñas cinematográficas pero esta se me hizo bola. Seguramente para mi señor esposo que es un yogurin comparado conmigo es una cinta que le trae hermosos recuerdos de juventud.
Pues si que me trae hermosos recuerdos de niñez cariño, principalmente porque crecí con Hombres G, pidiendo incluso sus casetes como regalo cuando llegaban las fiestas navideñas que están a la vuelta de la esquina. Tampoco voy a decir que fueron mi grupo favorito pero conocía bastantes de las canciones, por lo cual en el aspecto de musical que tiene el film, pude conectar con el mismo más que tú.
En cuanto a lo demás, me ha pasado con esta cinta algo similar a lo que me pasó con It y su segunda entrega pero más exagerado, esto es, la parte de los adultos me interesa poco o en el caso de la que analizamos aquí, nada. Mira que me gusta Raúl Arévalo y, como a mi amada esposa, Karla Souza me encantó en Cómo defender a un asesino, pero es que la química entre ellos es cero patatero y eso incluso se extiende a todo el reparto adulto, que como amigos de toda la vida no me los creo. O les falló la motivación o el guión. Es una opinión personal pero creo que con Alexandra Jiménez en el papel de Layla hubiera funcionado todo mucho mejor y no habría sido necesaria la trama mejicana.
Lo mejor, sin duda, de la película es la narración de la niñez de los protagonistas, donde los chavales se salen a mi parecer y te trasladan a esas épocas donde los amigos y los amores eran más de verdad de lo que serán nunca, o al menos es lo que piensa cuando eres un niño. Eso y algunas de las coreografías, se me hicieron bastante repetitivas, es lo que la salvaría de un suspenso para mí aunque hace ya mucho que no ponemos notas en nuestras habitaciones.
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