Mostrando entradas con la etiqueta Antoine Fuqua. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Antoine Fuqua. Mostrar todas las entradas

viernes, 30 de septiembre de 2016

Los siete magníficos, ni tanto ni tan calvo

Si habéis visto el trailer de este nuevo remake, tenemos ya tantos en cartelera cada año que vivimos constantemente en un déjà vu cinéfilo, y vais al cine y os indignáis porque no es como la original es obvio que estáis en vuestro derecho; no obstante, también os habéis engañado a vosotros mismos si esperabais que lo fuera o que sería un western al uso.
Fuqua, director de este coral film, se caracteriza por hacer cine de acción buscando el entretenimiento del espectador y aunque anden por aquí sus actores fetiche, Denzel Washington y Ethan Hawke, no es esperéis una profundidad a lo "Training day", sino más bien "The equalizer" en el antiguo oeste. Nos podemos quejar pero no podemos pedir peras al olmo. Conste que no defiendo del todo a Fuqua porque cuando esta cinta que nos ocupa hoy es más western típico y menos peli de acción, el ritmo se pierde tanto que a veces es demasiado lento y te hace desear que llegue el siguiente tiroteo.
Para mi lo que hace grande a "Los siete magníficos" es precisamente el reparto y la química que consiguen entre algunos de ellos, por no hablar de lo variopinto de los personajes. Pratt haciendo de sí mismo, Donofrio con un papel de esos que borda, esto es, tipo tocadillo del ala, y un Washington que vale lo mismo para un roto que para un descosido, se ven perfectamente acompañados por Hawke y por los secundarios que dan el toque exótico y para cumplir con los cupos raciales, a saber: el mexicano, el comanche y un oriental que parece sacado de un "Assassins Creed" y que para la acción mola mazo pero no pega ni con cola en el entorno en que se desarolla la trama.
La historia no tiene nada de novedosa y a los que les desagrada escuchar al fallecido Horner plagiándose a sí mismo, algo que hacen todos los compositores de renombre antes o después, puede que piense, "Qué leches hago en esta sala si al lado ponen la última de —insértese aquí cualquier director con cierto postín de cine independiente—"; por contra si os apetece compraros unas palomitas, una coca cola, unas chuches y poneros guarros durante dos horas, difícilmente os va a decepcionar.
Todo lo que yo recordaba de la original era su melodía, que aparece en los créditos finales de esta y que, la verdad, me pareció un muy buen detalle para los fans. Ahora me falta verla una vez más en VO para disfrutar sobre todo a Donofrio y, por supuesto, ver la original, que es remake de "Los siete samurais" que también he de ver. Leches, a este paso si hubiera más remakes de remakes tendría para el resto de mi vida.

martes, 10 de marzo de 2015

Objetivo: La Casa Blanca. Morgan Freeman pasaba por allí.

Ay, esos domingos por la noche, qué bien sienta una peli de esas de encefalograma plano, como me gusta a mi definirlas, y si es con muchos tiros y acción y con alguien que sabe qué es eso de repartir ostias como panes ya ni te digo. Y seamos sinceros, Gerald Butler sabe cómo repartir, tiene un auténtico negocio de catering, con leches de todos los colores y sabores.
La peli empieza con un suceso de esos súper traumáticos y que dejan marcado para siempre a nuestro protagonista, que formaba parte de la escolta personal del presidente de los EEUU, puro drama que nos conduce hacia lo que de verdad interesa, la redención a base de una mezcla de combate cuerpo a cuerpo, torturas y disparos entre ceja y ceja, o donde se tercie, que nos deja bien a las claras que si, que el personaje de Butler pudo cagarla en el pasado, pero ni Bourne y Bond juntos podrían ni llegarle a la suela del zapato; ni el resto de los integrantes del equipo de seguridad de "La Casa Blanca", porque vaya panda de inútiles.
Vamos, que tenemos ese típico yo contra el mundo en el que, sinceramente, no sabemos muy bien cómo el héroe sobrevive de esa manera a casi cualquier cosa que le hagan o intenten hacerle pero, por otro lado, Antoine Fuqua, el director, consigue unas de las escenas de acción más realistas cuando la cosa se pone seria en el cara a cara. Porque Butler sobrevive pero se le nota que recibe hasta en el carnet de identidad, lo cual es de agradecer.
Lo que pasa con Fuqua es que la caga vilmente con ese patriotismo yanqui sideralmente exacerbado, y mira que yo no suelo ser de los que se quejan mucho de esto, que llega a resultar cuasi vomitivo en determinados momentos de la cinta. Lo de los integrantes del gabinete del Presidente es como para mear y no echar gota.
En el reparto destacar que Aaron Eckhart hace de "presi" aunque podía haberlo hecho cualquiera, que no habríaa tenido mucha importancia, porque todos aquí son convidados casi de piedra ante el alarde de "geyperman" que se marca Butler. Ah, también tenemos a Freeman cubriendo su cupo anual de negro metido en la política al más alto nivel o de voz de la experiencia como hacía en "Lucy". A ver, no es que el hombre lo haga mal, diría incluso que nunca lo hace mal, pero pienso que deberían encasillarse menos en este tipo de roles que encima ni siquiera son protagonistas, que porque le falte dinero no será.
Una adecuada banda sonora a cargo de Trevor Morris nos ayuda a que todo resulte más épico cuando Gerald "ya no enseño tableta como en 300" Butler entra en acción repartiendo estopa mientras sus compañeros del servicio secreto caen como moscas y dicen eso de "El Olimpo ha caído", frase que tiene mucho sentido con el título original de la peli "Olympus has fallen", pero que aquí te deja un poco descolocado.
En resumen una película que recomiendo si eres fan del cine de acción sin más pretensiones que el entretenimiento puro y duro porque eso Fuqua sabe hacerlo muy bien pero, os aviso, tenéis que perdonarle sus excesos patrióticos para llegar a disfrutarla. Sin tanta parafernalia de barras y estrellas le habría dado un seis pero se queda en un aprobado raspado.
Nota: 5