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viernes, 30 de septiembre de 2016

Los siete magníficos, ni tanto ni tan calvo

Si habéis visto el trailer de este nuevo remake, tenemos ya tantos en cartelera cada año que vivimos constantemente en un déjà vu cinéfilo, y vais al cine y os indignáis porque no es como la original es obvio que estáis en vuestro derecho; no obstante, también os habéis engañado a vosotros mismos si esperabais que lo fuera o que sería un western al uso.
Fuqua, director de este coral film, se caracteriza por hacer cine de acción buscando el entretenimiento del espectador y aunque anden por aquí sus actores fetiche, Denzel Washington y Ethan Hawke, no es esperéis una profundidad a lo "Training day", sino más bien "The equalizer" en el antiguo oeste. Nos podemos quejar pero no podemos pedir peras al olmo. Conste que no defiendo del todo a Fuqua porque cuando esta cinta que nos ocupa hoy es más western típico y menos peli de acción, el ritmo se pierde tanto que a veces es demasiado lento y te hace desear que llegue el siguiente tiroteo.
Para mi lo que hace grande a "Los siete magníficos" es precisamente el reparto y la química que consiguen entre algunos de ellos, por no hablar de lo variopinto de los personajes. Pratt haciendo de sí mismo, Donofrio con un papel de esos que borda, esto es, tipo tocadillo del ala, y un Washington que vale lo mismo para un roto que para un descosido, se ven perfectamente acompañados por Hawke y por los secundarios que dan el toque exótico y para cumplir con los cupos raciales, a saber: el mexicano, el comanche y un oriental que parece sacado de un "Assassins Creed" y que para la acción mola mazo pero no pega ni con cola en el entorno en que se desarolla la trama.
La historia no tiene nada de novedosa y a los que les desagrada escuchar al fallecido Horner plagiándose a sí mismo, algo que hacen todos los compositores de renombre antes o después, puede que piense, "Qué leches hago en esta sala si al lado ponen la última de —insértese aquí cualquier director con cierto postín de cine independiente—"; por contra si os apetece compraros unas palomitas, una coca cola, unas chuches y poneros guarros durante dos horas, difícilmente os va a decepcionar.
Todo lo que yo recordaba de la original era su melodía, que aparece en los créditos finales de esta y que, la verdad, me pareció un muy buen detalle para los fans. Ahora me falta verla una vez más en VO para disfrutar sobre todo a Donofrio y, por supuesto, ver la original, que es remake de "Los siete samurais" que también he de ver. Leches, a este paso si hubiera más remakes de remakes tendría para el resto de mi vida.

sábado, 19 de septiembre de 2015

Sinister, esas pelis con las que necesitas tener el aseo cerca

La noche que vi esta película y dije en twitter que lo había pasado muy mal con ella, fueron varios los que entraron al trapo para decir más o menos lo mismo y la conversación derivó hacia una confesión personal mía: soy un cagueta. Si amigos, soy muy miedoso en lo que al mundo del celuloide se refiere, con los libros ya no consigo tener esa desazón, ese come-come al subir las escaleras del portal solo después de haber ido al cine a ver "Sesión 9" por ejemplo o cuando has de ir a una zona de la casa que no tiene luz.
Pues bien, hacía muchísimo que no pasaba tan mal/buen rato como con esta pequeña historia de Scott Derrickson, director y co-guionista, que me aceleraba las pulsaciones, me hacía tener ganas de apartar la mirada y me ponía un mal cuerpo que "pa" qué.
Es ese mal rollo que se va apoderando de ti poco a poco, según van pasando los minutos y eso no es algo que se consiga gracias a los golpes de sonido típicos o los pantallazos, que los hay; tampoco es la parte sobrenatural o inexplicable del tema, que también lo hay; no, no es eso. Lo que hace que "Sinister" funcione tan ben, al menos conmigo lo consiguió, es esa forma un tanto sucia de mostrarnos las imágenes que nuestro protagonista, al igual que nosotros, observa con asco y fascinación en la misma medida, acompañada por un apartado sonoro, tanto efectos como la partitura de Christopher Young, que nos recordarán a los mejores trabajos llegados de Japón y otros países asiáticos, quienes sin duda son los maestros en lo que a ambientación visual y sonora se refiere en el género, incluso en los videojuegos. En serio, si en ningún momento del visionado lo pasasteis mal a causa de la música me quito el sombrero ante vosotros.
Luego tenemos el otro pilar fundamental del que carecen generalmente estas producciones, es decir, un actor que no solo da renombre al proyecto sino que se lo toma en serio de vedad y da lo mejor de si mismo dentro de las posibilidades de su personaje. Ethan Hawke es una de mis muchas debilidades cinéfilas y, si me pongo a pensar, no recuerdo ninguna cinta que haya visto en la que aparezca él y que pueda decir que su trabajo me haya decepcionado. Evidentemente esta vez no ha sido la excepción y no me cabe duda de que sin su presencia el film habría perdido gran parte de su fuerza. Del resto del reparto, que está correcto en términos generales, destacar el cameo de Vincent D'Onofrio en un papelito que le va como anillo al dedo.
No os voy a vender "Sinister" como el no va más del cine de terror, ni como algo novedoso porque casi todo está ya muy visto; no así la forma de contarnos determinadas cosas que utiliza Derrickson, que huye de lo efectista para que todo se vea muy real hasta que no queda más remedio que tomar el camino de lo fantástico. De lo que he visto en los últimos años me ha parecido de lo mejorcito aunque más que miedo en sí, lo que vais a sentir es agobio, constante y apabullante, sobre todo si la veis solos y con las luces apagadas.

viernes, 26 de junio de 2015

Jurassic World es la Scary Movie de la franquicia iniciada por Spielberg.

Vamos allá con una de las películas más esperadas por todos de este 2015, "Jurassic World". Porque, seamos sinceros, casi todos teníamos ganas de comprobar si conseguíamos sentir lo mismo que cuando Spielberg adaptó la novela de Michael Chrichton.
Antes de empezar, porque imagino que al leer el título de la entrada ya os imaginaréis que mi opinión sobre la película no va a ser muy favorable, quiero decir que soy consciente de que es cine de entretenimiento.
Cuando leíste el libro, disfrutaste con el primer film —aunque yo no era tan amante de los dinosaurios como lo podían ser otros niños o chavales— y lo consideras un exponente de ese cine que buscaba entretener pero que tenía algo más de chicha, es cuando tienes un choque frontal con este renacimiento de la saga. Que nadie se asuste, no es un remake pues ya dejan bien claro en la propia cinta que "Jurassic Park" existió, y que han aprendido de los errores del... bueno, eso ellos quieren dejarlo claro pero, a los pocos minutos, y con los diálogos del alter ego en pantalla de Chris Pratt ya podemos intuir que aquí nadie aprende y lo cierto es que si aprendieran, qué película íbamos a tener ¿no? Una especie de caminando entre dinosaurios.
Como querían, al igual que el personal del parque, algo que nos impactara aun más pues crearon un dinosaurio nuevo, lo que en canes se llama un perro de mil leches, el "Indominus Rex". Este simpático animalito morderá, destripará, jugará al cucú, trás trás e incluso tratará de adivinar su futuro en unas bolas de esas que agitas y te dice si vas a ser abogado o no, o si la chavala que se sienta al lado en clase está por ti o no.
Esta película intenta marcarse un "Mad Max" llevándonos demasiado rápido a la acción porque claro, como ya hemos visto lo que había que ver en la de los años noventa, para qué vamos a perder el tiempo construyendo un poco a los personajes o explicando cómo de un fracaso estrepitoso se llegó a este nuevo parque que es el no va más como fábrica de dinero. El fallo es que, mientras que ambas cintas son planas en guión, los furiosos personajes que nos llevaron de persecución por el desierto hace unas semanas tenían carisma, mucho carisma, si los comparamos con los que tenemos aquí.
Vale, Pratt da la talla como héroe de acción socarrón pero me quedo con su Starlord con muchísima diferencia; vale, la chavala es mona y consigue reírse muy bien de sí misma y de los estereotipos con una heroína que corre más con tacones que Usain Bolt y vale, la película tiene partes entretenidas. El problema es que si comparamos con los personajes de "Jurassic Park" dan vergüenza ajena; si es que en lugar de desear que se salven hay cantidad de momentos en los que me di cuenta que pensaba, "si los matan a todos igual hay suerte y no hacen más continuaciones".
Entendedme, una cosa es reírse un poco de sí mismo y otra cosa es que hay escenas tan cogidas con pinzas, tan sumamente inverosímiles, tan al servicio de, como a mi me conviene que pase esto pues lo hago aunque no tenga el más mínimo sentido, que yo no puedo decir, como es entretenida, hay dinosaurios y sale Chris Pratt ya es una pasada. Adoro 300 y ya puse a caer de un burro a su secuela aunque eso fue en otro blog, así que no voy a ser menos con esta.
"Jurassic World" puede ser una maquina de hacer dinero como churros, pero vuelve a quedar demostrado para mi que:
—Un guión escrito por cuatro o cinco personas no funciona ni de coña.
—Darle un proyecto así a un director, Colin Trevorrow, que no ha demostrado absolutamente nada antes de hacer esto es un error mayúsculo que cada vez se comete más con franquicias que tienen el éxito asegurado.
—Lo poco que consiguió emocionarme fueron las melodías, no todas, de la banda sonora y encima fueron las que ya creó Williams.
Antes de ponerle la nota voy a decir que, entre las muchas cosas sumamente ridículas que vi, solo me faltó, para redondear el tema, que los dinos hubieran chocado las garras al final y creo que entenderéis a qué me refiero. Me esperaba un entretenimiento algo más serio en su realización y no algo que me ha parecido más una caricatura de lo que fue capaz de darnos Spielberg con muchos menos medios. Pero tranquilos, entre todos haremos que lo "pete" de tal forma que mínimo tendremos dos más mínimo aunque igual lo de los tacones ya no será lo recurrente porque la protagonista haya aprendido ya a usar el calzado adecuado.
Nota: 5


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sábado, 6 de junio de 2015

Daredevil, tú puedes mentirle pero los latidos de tu corazón no.

Arrow, Agents of Shield, The Flash, cada vez son más los ejemplos de que se pueden adaptar los cómics a la televisión con calidad, unos más que otros y, a falta de ver Gotham, es obvio que Daredevil está uno o dos escalones por encima de todas ellas. A poco que conozcamos algo sobre el personaje, ya sabemos que es un abogado ciego que por la noche se convierte en un justiciero que intenta poner las cosas en su lugar en "Hell's Kitchen", zona en la que se crió. Pero no estamos ante un amigable vecino como Spider-Man, no tiene superpoderes y no es un héroe, es un antihéroe con todas las letras.
La película de infausto recuerdo, protagonizada por Ben Affleck, fue ridícula en casi todos sus aspectos, entre otras cosas, porque le falto ser adulta. Hay personajes de cómic que viven y sobreviven en entornos brutales, siendo ellos mismos extremadamente violentos, léase Punisher por ejemplo. Eso hace que no sean aptos para todos los públicos pero, ¿han de serlo? Mi respuesta es monosilábica y rotunda: "No".
Como no soy de tirarme el rollo, de "Netflix", el canal de televisión gracias al cual hemos podido disfrutar de esta magnífica primera temporada, poco sabía más allá de que había series suyas que llegaban a los canales de pago o en abierto de nuestro país. Pese a ello, me resulta evidente que seguramente solo con ellos se podía haber obtenido este resultado. Digo esto, porque es evidente que Drew Goddard han gozado de una gran libertad a la hora de plasmar la dureza del entorno, de nuestro protagonista y de sus enemigos, por no hablar del lenguaje, en el que no se escatima en palabras malsonantes cuando se hace necesario.
Sea como sea, más allá de la ambientación, genialmente conseguida, de la acción, rodada de manera magistral, del guión, para mi no hay tanto relleno como algunos dicen, la fuerza de Daredevil se apoya en dos pilares fundamentales, Charlie Cox como el "Diablo de Hell's Kitchen" y, sobre todo en mi modesta opinión, un inconmensurable Vincent D'Onofrio que demuestra que no hay nadie mejor que él para encarnar a Wilson Fisk. Opino que es un actor muy poco reconocido y al que yo adoro por su papel de detective en la serie "Ley y orden". Ellos dos, por sí solos, ya hacen que otras interpretaciones en series de superhéroes queden un tanto desdibujadas, aunque hay que decir que las mencionadas anteriormente buscan más el entretenimiento directo mientras que esta que hoy nos ocupa es más profunda, a falta repito de ver Gotham. Están bien acompañados por un resto del reparto que cumple con creces su función y del que destacaría sin dudarlo a Toby Leonard Moore como Wesley, mano derecha de Fisk.
Su trama, al ser un personaje mucho más humano y realista, si lo comparamos con otros, también estará más cercana a la realidad, con intrigas políticas e investigación policial en torno a las diferentes mafias que tratan de adueñarse de la ciudad. En ese sentido quizá no se la pueda ver como algo excesivamente original pero serán más otras cosas las que nos sorprendan, sobre todo al ir conociendo a los distintos personajes.
Me veo obligado a recomendarla a quienes quieran reconciliarse con el enmascarado cuya ceguera se ve compensada por la mejora que el resto de sus sentidos sufrieron debido a... bueno, eso mejor lo veis en la serie. También me encuentro, no obstante, en la obligación de deciros que, sin tantos desmembramientos ni sangre salpicando la pantalla como en otras series que han llegado en estos últimos años, si que tiene una violencia un tanto dura de ver en algunos momentos. Esos momentos se compensan con unos diálogos y unas interpretaciones que, sobre todo en el caso de Fisk, ponen los pelos de punta más de una vez.
Nota: 8,5