Michelle Pfeiffer está maravillosa y no menos puedo decir de Michael Douglas en el papel del doctor Pym. Un mundo subatómico lleno de fantasía que te hará abstraerte de este mundo real casi menos amable que el de la película.
Pero por suerte yo tengo un héroe en casa. Somos un equipo como Antman y la Avispa y quiere compartir con vosotros su opinión del mundo Marvel.
Bueno, cariño, yo soy un héroe al estilo de Michael Scott pero sí, aunque esté mal que lo diga yo, soy un héroe.
Como con casi todas las trilogías que hemos tenido en este UCM, esta última entrega no es la mejor de las que se han hecho del personaje pero es, como siempre que está Ant-Man, muy divertida e ideal para desconectar de todo. Hasta M.O.D.O.K se une a esa fiesta del humor aunque de cosita verlo.
La verdad es que esta vez Douglas ha tenido más minutos y frases en pantalla y una gran vis cómica que acompaña muy bien a Paul Rudd ahora que nos ha faltado Michael Peña, uno de los mejores secundarios del universo cinematográfico de Marvel. El cameo de Bill Murray también ayuda bastante a la causa.
Las féminas del reparto quizá no tienen tanta guasa pero la verdad es que están a la altura de lo esperado en una cinta como esta y aunque Evangeline Lilly quizás tenga más fans por temas de edad y eso, hacía mucho que no veía tan hermosa a Pfeiffer como en este film.
Lo último, que no menos importante, para darle peso y cuerpo a esta historia ha sido la maravillosa interpretación de Kang, el villano, por parte de Jonathan Majors. En definitiva, un inicio decente de la quinta fase y deseosos de que lleguen Los Guardianes.