viernes, 19 de diciembre de 2014

El exótico Hotel Marigold. Vivir la vida no depende de la edad.

Es maravilloso ver una película como "El exótico Hotel Marigold" de la que esperas poco, o una más de su género de comedia con toques de drama, y que consiga llegarte gracias a su reparto y al mensaje que transmite; un mensaje que hoy día encuentro tremendamente necesario.
La gracia de este film no está en quién se enamora de quién o en qué aprenderán los diferentes y, de muy diversos caracteres, personajes que coprotagonizan esta comedia coral. Sabemos que habrá amor, sabemos que, con el cambio que estos hombres y mujeres viven, al decidir dejar su Gran Bretaña natal para vivir su vejez en una palaciega residencia que resulta no serlo tanto, aprenderán no solo cosas, sino a conocerse a sí mismos.
Lo que diferencia a esta cinta es que, aunque sin ser pionera, se dará el protagonismo absoluto a esas personas que, no solo se sienten acabadas por razón de la edad, sino que muchas veces nosotros, la propia sociedad, los hacemos sentir así. Eres demasiado mayor para esto, eres viejo para lo otro, incluso hay gente que mira aun a día de hoy raro a esos "abuelitos" que siguen haciéndose sus carantoñas, aunque quizá lo que hay es envidia porque la mayoría hoy día está tan de vuelta de todo con treinta tacos, que ver a personas que se aman o encuentran el amor a edades avanzadas les recuerda lo infelices que son ellos. Pero John Madden no habla solo de amor en la adaptación de esta novela a la gran pantalla. Aquí hay muchos sentimientos, hay mucha evolución en algunos de los personajes, casi todas ellas obvias pero no por ello menos apreciables ni disfrutables.
Lo mejor sin duda es el reparto, el más madurito. Una Judi Dench enorme en su interpretación y preciosa sin cirugías que le impidan hablar como han hecho otras y vimos en los últimos Oscar; un Bill Nighy mucho más contenido y he de decirlo, de lo que yo le he visto, su mejor interpretación de los últimos años con diferencia; un Tom Wilkinson maravilloso con un rol que es el que mayor dramatismo y ternura aporta; una Maggie Smith adorable en el fondo por mucho que la superficie nos haga pensar otra cosa; y un resto del reparto que son los escuderos perfectos de estas damas y caballeros que distan mucho de estar acabados y que tienen mucho que enseñar aun a las nuevas y jóvenes estrellas.
Tampoco quiero llevaros a equívocos. La trama, las historias que la conforman no es novedosa, no es que esta sea la primera, ni será la última, película que trata estos temas y los relaciona con la madurez de los personajes. Pero el casting es magnífico y como yo soy de los que piensa que el amor no entiende de edades y que la madurez emocional puede llegarnos en cualquier momento de la vida, a veces más tarde de lo que sería apetecible, la disfruté enormemente.
He visto a mis abuelos, QEPD, no saber qué hacer con sus vidas cuando el cuerpo dejó de permitirles hacer lo que estaban acostumbrados, porque no tenían las suficientes inquietudes, porque quizá se cansaron ya de seguir intentando buscar algo más y me encanta ver historias como las de "El exótico Hotel Marogold", igual que me encantaba ver a los "abuelitos" del IMSERSO, que pese a que a veces nos estresaban un poco en Atocha, tomaban sus trenes tremendamente ilusionados, casi como si fueran críos. Y de eso habla en definitiva este film, de que la vida no se acaba cuando nos dicen que se acaba y que siempre podemos cambiar o simplemente volver a empezar, quizá en otro lugar, quizá con otras personas, y marcharnos del rincón que nos está reservado.

2 comentarios:

  1. Me gustó muchísimo la película, sobretodo por lo que transmite, como tú muy bien dices, uno no está acabado porque ya tiene cierta edad. Y es maravilloso ver que el amor no entiende de edades ni circunstancias. Maravillosa película, maravillosa crítica y maravilloso tú.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola preciosa.
      Ya te dije que te gustaría cuando te propuse verla. Es de ese cine sin grandes artificios pero con mucha alma y una historia muy hermosa, tanto, que la de los jóvenes me parece totalmente accesoria.

      Eliminar